Hola a todos! Después de pensarlo por mucho tiempo finalmente me decidí a subir aquí el primer fic que escribí en toda mi vida. Anteriormente, hace varios años lo tenía publicado en . (bellos tiempos aquellos, allá por el 2009/2010), pero en un momento lo dejé y luego cerraron la página. Intentaré corregir algunos errores de ortografía y otros de los que me vaya percatando, pero tengan en cuenta que esto lo escribí cuando tenía unos trece años, por lo que ya les aviso que no estará al mismo nivel que Una Segunda Oportunidad en cuanto a escritura. Tengo escritos muchos capítulos de este fic, por lo que intentaré ir subiendo la actualización seguido, el fic tendrá unos cuarenta y cinco capítulos aproximadamente. Esta historia comienza a partir de cuando Naruto se marcha con Jiraiya a entrenar por lo que en este primer capitulo no verán nada de otro mundo, pero los cambios en cuanto a la historia original comenzaran a aparecer a partir del siguiente y de a poco se irán revelando más y mas acontecimientos que nada tienen que ver con el manga. Por último agrego que, como todos mis fics de esta serie, este será totalmente narusaku, aunque también haré mención a varias parejas que irán encontrándose en el desarrollo del fic. No los molesto más y les dejo el primer capitulo! Y no me olvidé de Una Segunda Oportunidad, ahora mismo estoy terminando de escribir el próximo capitulo! Saludos y espero que les guste!


Capitulo I: La Despedida.

En el Valle del Fin, dos individuos ambos con una edad aparente de unos trece años, uno con aspecto zorruno, con una cola rodeada por un intenso chakra rojo como la sangre, el cual se encontraba sobre la estatua de Hashirama Senjuu, y el otro con aspecto de un monstruo con dos grandes manos en su espalda que se usaban como alas y sus ojos, mostrando su grandioso Sharingan de tres aspas, este, estaba sobre la estatua de Madara Uchiha. Solo los separaba una gran catarata, luego de mirarse el uno al otro, comenzaron a preparar sus técnicas más fuertes, para terminar con la extensa batalla.

- ¡Narutoo!- Gritaba el Uchiha, mientras cargaba su chakra para iniciar su Chidori.

- ¡Sasukeee!- Exclamaba el Chico zorro de pelo rubio, mientras en su mano se formaba una esfera de chakra, formando su Rasengan...

Luego en ese momento chocaron sus colosales técnicas provocando así una tremenda explosión, la cual acabo con gran parte de los monumentos a los históricos shinobis de Konohagakure. En el momento que la explosión se disipó, solo se escucho el sonido de un metal chocando contra el suelo y el cuerpo inconsciente del rubio sobre una gran roca...
Después de unas horas y muy alejado de aquel lugar, uno de los shinobis se encontraba en lo que parecía ser la habitación de un gran hospital, estaba cubierto completamente por vendajes debido a su intensa batalla con el Uchiha, su mejor amigo y ahora un Shinobi renegado de Konohagakure. Al abrir los ojos, pudo notar la presencia de otro de sus amigos, el Chunnin Nara, quien había liderado la misión que consistía en traer de vuelta a Sasuke a la villa.

- Ttsssk al fin has despertado Naruto- Dijo el Nara, mostrando una sonrisa- Eres muy problemático, amigo...

- ¡Shikamaru!- Exclamó el rubio, algo sorprendido por la presencia de su amigo- ¿Como estas? ¿Los demás? - Preguntó, el Uzumaki, desesperado.

- Tranquilo, todos se están recuperando, aunque sin la ayuda de los chicos de Sunagakure y de Rock Lee, supongo que no la contábamos...- Dijo rascándose la cabeza- Verdaderamente, todo fue muy problemático, no creía que nos resultara tan difícil...

- Tienes razón, ese tipo con el que me enfrente era realmente fuerte, mmm... como se llamaba… - Se preguntaba el rubio, agarrándose el mentón.

- Bueno lo importante, es que salimos todos con vida aunque…- Mostrando un semblante de seriedad - La misión haya sido un fracaso... - Dijo el Nara, con algo de decepción en su rostro.

Fuera de la habitación, una chica, de unos 13 años de edad, con unos cabellos de un color parecido al de un chicle y poseedora de unos hermosos ojos verdes, escuchaba toda la conversación de los shinobi. Al oír que la misión había sido un fracaso se sintió con muchísima tristeza y comenzó a sollozar silenciosamente, apoyada a la puerta de la habitación, quería irse corriendo de ese lugar e ir a buscar por ella misma a su compañero de equipo, pero sabía que eso no serviría para nada. Al pasar unos minutos, llegó la Godaime Hokage, la mejor shinobi medico de todo el mundo y comenzó a observar la situación para luego acercarse a la pelirrosa...

- ¿Vienes para ver a Naruto?- Preguntó la mujer pelirrubia con una gran muestra de seriedad en su rostro.

- Si, Hokage-Sama- Respondió mostrando una sonrisa falsa, la cual la Hokage notó al instante.

- Bueno, en ese caso entremos, yo también vengo a verlo – Le dijo mostrando una sonrisa forzaba para aliviar el ambiente...

Al entrar, vieron a los dos shinobis, con semblante de tristeza e impotencia, Tsunade, pudo darse cuenta que Naruto estaba totalmente destruido anímicamente, ella comprendía su situación, el perder a un amigo que prefirió seguir el camino del odio y la venganza sobre seguir con sus amigos, las personas que lo amaban...

- Hola Tsunade oba-chan, Sakura-chan – Saludo el rubio, con una expresión de tristeza y de vergüenza al no poder cumplir su promesa a la chica que amaba.

- Naruto... ¿¡Cuantas veces debo decirte que no me llames así!? - Le reclamaba la Hokage intentando darle un poco de humor a la situación ya que no quería que el chico siga estando deprimido.

- Naruto, Shikamaru... gracias por intentarlo... - Agradeció la pelirrosa, con una mirada muy triste.

- Perdón Sakura-chan, no pude compararme al nivel de el... fui muy débil... ¡Maldición! - Susurró, apretándose los puños e intentando no llorar.

- ¡No, Naruto! Hiciste lo que pudiste, diste tu mejor esfuerzo... el se fue por su propia voluntad, prefirió el poder antes que nosotros... aunque nos duela, el ahora se ha convertido en un Shinobi renegado, creo que tendremos que resignarnos... - Comentó, muy angustiada y a punto de llorar.

- ¡No Sakura-chan! Yo te he hecho una promesa... y yo siempre cumplo mis promesas, nunca me redimo de mis palabras ¡Porque ese es mi camino ninja! No descansaré hasta que Sasuke vuelva a la aldea, me esforzaré y me convertiré en un shinobi hecho y derecho para traerlo. – Exclamó respondiendo a la pelirrosa, mientras la miraba con una gran determinación en sus ojos.

- Naruto... De verdad, gracias…- Susurro para sí misma, mirándolo con ternura y una gran sonrisa en su rostro.

- Naruto, estoy orgullosa de ti nunca pierdas esa determinación, si sigues así teniendo en claro tus objetivos estoy completamente segura de que lograras traerlo de vuelta. - Comentó la Hokage, orgullosa del Gennin.

- ¡Eso tenlo por hecho Tsunade! - Exclamó, desde la ventana de la habitación, un hombre peliblanco con unas marcas rojas en el rostro y una gran sonrisa.

- ¡Ero-Sennin! - Gritó el rubio, contento.

- ¡Jiraiya! - Exclamó la rubia.

- Naruto, vendrás a entrenar conmigo durante 4 años, así te preparare para que puedas defenderte de los Akatsuki y puedas traer a Sasuke de nuevo a la villa… ¡Así que de ahora en adelante te acepto oficialmente como mi discípulo! - Dijo el Sannin, con una gran sonrisa hacia su alumno- Claro, siempre y cuando tú quieras... - Susurró, aun sabiendo su respuesta.

- ¡Claro Ero-Sennin! - Gritó el Uzumaki, con estrellas en sus ojos por la felicidad.

- Te tomare como alumno... pero con una condición... - Dijo, con un semblante de seriedad.

- ¿Cual Ero-sennin? - Pregunto el rubio intrigado.

- ¡QUE DEJES DE LLAMARME ERO-SENNIN! - Grito el peliblanco en la cara de su alumno, formando un Rasengan.

- ¡HAI, JIRAIYA-SENSEI! - Gritó, muy asustado y sudando muchísimo por el miedo.

- Bien... entonces ¡Partiremos de inmediato! - Dijo, haciendo una pose guay como la de Gai.

- ¡Sí! Me voy de viaje con Ero-sennin ¡Que felicidad! - Celebraba Naruto, muy felizmente, hasta que vio la cara del Sennin, y empezó a sudar nuevamente – Etto... Perdón Jiraiya-sensei – Se disculpo, con una sonrisa.

- ¡Te felicito Naruto! Estoy segura que te volverás extremadamente fuerte, lo único que deseo... es que no se te peguen las costumbres de tu sensei. - Dijo la Hokage, con una gota en la nuca, mientras miraba a Jiraiya deprimido en un rincón por el último comentario de la rubia.

- ¡Bien Naruto! te volverás muy fuerte y cuando vuelvas iremos juntos a buscar a Sasuke-kun y ¡No fallaremos! - Dijo la pelirrosa, con una sonrisa sincera en su rostro, el rubio la había animado con su determinación, ahora estaba segura de que Naruto traería a Sasuke de vuelta a la aldea – En verdad, Naruto es una increíble persona, solo con ver su sonrisa hace que me sienta más segura de mi misma y me renueva todas las esperanzas que había perdido... - Pensaba la Haruno, algo ruborizada y sonriéndole a Naruto.

- Eso tenlo por seguro Sakura-chan, los dos nos volveremos muy fuertes en estos cuatro años y luego ¡Lograremos traerlo! - Exclamó el rubio, muy alegre, mostrando su típica sonrisa.

Luego de unas horas, y después de que a Naruto le dieran el alta y le quitaron todas sus vendas, el rubio fue a preparar sus cosas para el viaje, solo tomó algo de ropa, sus armas ninja, y como siempre, la infaltable foto de su equipo 7, aunque antes de guardarla en su mochila se quedo mirándola por un rato...

- Sasuke... - Mirando el rostro del Uchiha en la foto y pensando- Daré mi vida si es necesario, para traerte de vuelta, eres de las personas más importantes para mí, prometo... no... Juró, que te haré recapacitar... - Mirando el rostro de Sakura- Además... también se lo prometí a Sakura-chan... maldición, la amo... pero, si su felicidad esta junto a ti, aunque no esté conmigo... igualmente seré feliz por ella... - Pensaba, algo angustiado, aunque un brillo de esperanza se reflejaba en sus ojos, quizás, debido a su deseo de que Sakura algún día cambie sus sentimientos.

Después de preparar todo lo que necesitaba, Naruto se dirigió a la entrada de la aldea donde lo esperaba Jiraiya juntó a Tsunade y Sakura. Al llegar, el Sannin habló.

- Bueno, Naruto, ya nos vamos... - Dijo, dándole una palmada en el hombro a su alumno.

- Claro, Jiraiya-sensei – Respondió el rubio, con una gran sonrisa.

- Bueno, en ese caso, ¡En marcha! - Grito el Sannin.

- Buena suerte Naruto, te echaremos de menos – Dijo la Hokage, con una gran sonrisa en el rostro, incluso cayéndole alguna que otra lagrima.

- ¡Gracias Tsunade oba-chan! Yo también los extrañaré - Agradeció el rubio, sonriéndole.

- Que te vaya bien Naruto- dijo la pelirrosa, sonriéndole tiernamente - Te extrañare mucho... - dándole un fuerte abrazo, sorprendiendo al rubio.

- Gracias Sakura- Chan, yo también te extrañare muchísimo... - Dijo completamente ruborizado, correspondiéndole el abrazo haciendo que esta vez Sakura se ruborizara.

- Bueno basta de despedidas, ahora vayámonos – Cortó la situación el Sannin, agarrando a su alumno de la ropa, y arrastrándolo.

- Hai Jiraiya-sensei – Asintió el rubio algo enojado- Maldito Ero-sennin, arruinaste el mejor momento de mi vida – Pensaba, llorando al estilo anime- Adiós Sakura-chan, Tsunade oba-chan – Despidió el rubio saludando con su mano y mostrando una de sus mejores sonrisas- ¡Nos veremos en cuatro años! - Exclamó.

- ¡Adiós Naruto!- Saludó con una gran sonrisa, y con un leve sonrojo- ¡Adiós, Jiraiya-sama!

- Hmmph... Veo que al fin notaste algo especial en Naruto, ¿Verdad Sakura? - Se dijo para sí misma, percatándose de las nuevas actitudes de la pelirrosa hacia el rubio, con una gran sonrisa en su rostro.

- ¡Adiós chicos! Ahhh por cierto, Jiraiya, recuerda... si le pegas las costumbres tuyas a Naruto – Decía, mientras mostraba su puño- ¡Te Mato! ¡¿Entendiste?! - Grito la Hokage, furiosa.

- ¡Si Señora! - Obedeció el Sannin, con un gran miedo, por la furia de su compañera.

Y así, Naruto se marchó a entrenar con el Gamma Sannin Jiraiya esperando hacerse fuerte para enfrentarse a los peligros que lo esperarían en el futuro, como Akatsuki, Orochimaru y Sasuke...

- … - Mirando hacia la montaña de los Hokages- Volveré, me haré un ninja muy fuerte y los llegaré a superar, para proteger a la aldea y a mis seres queridos como ustedes lo hicieron... - Pensaba, mientras levantaba su puño hacia los rostros de los cuatro Hokages.

Mientras tanto, dentro de la aldea, aun estaban la pelirrosa y la Hokage frente a la salida, observando cómo las dos sombras que hace unos minutos se habían marchado desaparecían debido a la distancia...

- Sakura... Tengo algo que proponerte. - Dijo la Hokage a la pelirrosa, con seriedad.

- ¿Qué Tsunade-sama? - Preguntó la Haruno, con intriga.

- ¿Quieres ser mi alumna desde ahora en adelante? - Preguntó la rubia, con una sonrisa.

- ¡Claro Tsunade-sama! Perdón... Tsunade-sensei – Respondió, con felicidad.

- Así me gusta, pero te advierto, el entrenamiento de Kakashi no es nada comparado con el mío, conmigo tendrás que dar lo mejor, debes entrenar hasta que no te quede una sola gota de sudor... ¡¿Entendiste?! - Le gritó la Hokage.

- ¡Si, Tsunade-sensei! Daré lo mejor de mí... - Respondió la pelirrosa, con una mirada llena de determinación.

Y así, los miembros del equipo 7 comenzaron a entrenar cada uno con uno de los Sannins; Sasuke con Orochimaru, buscando lograr la venganza de su clan; Naruto, con Jiraiya, para lograr recuperar a Sasuke, y proteger a su aldea del poder de Akatsuki; y Sakura, junto con Tsunade, para ayudar a Naruto a recuperar al Uchiha y dejar de ser la "molestia" del equipo 7. Los tres deberán esforzarse muchísimo, ya que en 4 años muchos peligros acecharan a Konohagakure y a sus propias vidas...