N/A: Hola!! Aquí les traigo mi primera historia de esta pareja que me fascina: ¡Malfoy y Hermione! La idea original la saqué de un libro llamado "BAILE PARA UN EXTRAÑO" de Susanne McCarthy. No vale de más decir que me ha costado mucho trabajo adaptar los personajes creados por J. K. Rowling a este libro que está escrito con personajes muggles, pero bueno... espero que haya valido de algo mi esfuerzo. Aunque no hayan leído ustedes el libro que menciono, les prometo que no tiene demasiadas similitudes con el original, porque yo estoy en contra del plagio. Lo que saqué de este libro fue como la "idea general"... Espero que me hayan creído porque para mi es importante la opinión de vosotros.
Capítulo I:
Un tugurio cualquiera.
-¡Vamos, anímate! –dijo Zabini- ¡no puedes irte de Cork sin haber visitado antes "The Sky"!
-¿"The Sky"? –repitió un hombre de voz fría- ¿qué es eso? ¿un burdel, acaso?.-Soltó, con desprecio.
-Mmm... –Zabini pareció pensarlo unos segundos antes de contestar- nó exactamente, pero ¡en ese lugar están las mejores mujeres! Sin olvidar también, el mejor whisky y...
-Y es un lugar de muggles.-Terminó el hombre, caminando por las calles de Irlanda, sin mostrar ningún interés en lo que su amigo Blaise Zabini le ofrecía.
-¿Y? ¡has tenido mucho éxito gracias a los muggles! ¿es que nos ves cómo están tus negocios? ¡eres millonario gracias a ellos! ¿qué pierdes con visitar un club nocturno sólo para divertirte? No tienes preocupaciones ni nada pendiente, por lo que no aceptaré ninguna excusa ¿ok?.-Replicó su amigo, con decisión.
Draco Malfoy suspiró, mientras asentía cansinamente con la cabeza. Era verdad, sus negocios estaban en orden así que no tenía ningún problema por el cual no acudir a un sitio como el que su amigo lo dirigía.
Aunque era muy joven, era uno de los mejores y más millonarios empresarios que existía en Inglaterra. Gracias a su carisma y su indudable labia, lograba grandes negocios. Tenía veinte años pero uno de los hombres con más futuro, por lo menos así lo decían los diarios. Aunque claro, ningún periodista muggle sabía de su vida pasada.
Él resopló, molesto. Daría todo por borrar capítulos de su pasado. A los dieciséis años había intentado en vano, de asesinar al director de su colegio Albus Dumbledore, pero debido a que sólo era un neófito en el mundo de los Mortífagos, no tuvo la fuerza necesaria para cometer tal acto de barbaridad. Pues sí, él tenía corazón, lo tenía oculto, pero existía...
Un año completo tuvo que simular estar de la parte del mal, mientras que en realidad no lo estaba. Cuando nadie lo veía, se escabullía y podía llegar a la guarida donde se encontraban todos los aliados de Potter y entre ellos, alguien, afortunadamente, logró enseñarle Legilimancia para que así nadie supiese que era un "espía".
Cuando Potter derrotó al Señor Tenebroso, por fin pudo sentirse aliviado y libre... Pese a que su padre había muerto (le dolía recordarlo), su madre aún se encontraba con vida... y esa era la razón para que él aún siguiese respirando. Amaba a su madre como a nadie, así que no la dejaría nunca sola. A excepción de ahora, que se encontraba fuera del país pero sólo por asuntos de negocios. Con astucia, logró un pequeño negocio que luego fue creciendo y creciendo hasta llegar a ser una de las mejores empresas del país. Y ahora, se estaba exteriorizando.
Luego de la muerte de Lord Voldemort, él pudo continuar con sus estudios de magia, a la vez que maneja sus negocios. Al principio le costó, bastante, pero en esos momentos son los que se agradece al tener al lado alguien como figura materna... Su madre cumplió un rol muy importante, pues ella le inculcaba los ánimos necesarios cuando él creía que no podía más con ambas cosas, y lo consolaba cuando hacía un mal negocio. No obstante, pese a la ayuda que su madre le brindaba, aprendió a ser un hombre con ideas y decisiones claras, y sobre toda: era independiente. Si caía, volvía a reincorporarse las veces necesarias; y siempre aprendía de sus errores.
Llegaron un lugar mal iluminado, donde unas gastadas luces de neón anunciaban el nombre "The Sky".
En la entrada, había un hombre robusto quien les tendió dos antifaces, a la vez que les decía:
-Tengan el favor de ponérselos, señores. Se darán cuenta que así da un toque más misterioso ¿no?.-Su voz sonó indudablemente maliciosa a los oídos de Malfoy. Él sonrió, pero sólo por cortesía. Ya no le estaba gustando la idea de aquel lugar... aunque, ¿cuándo le había gustado?
A su lado, Blaise se colocó los antifaces, muy divertido, mientras que Draco, bastante renuente, también se puso la mascarilla que era color plateada, a la vez que ingresaban al recinto.
El inglés, alto y rubio, miró todo de manera despectiva. Sin duda alguna, ese no era el tipo de lugar que hubiera escogido para descansar después de un día completo de arduo trabajo, pero ya estaba ahí y no perdería nada con sentarse y beber algo.
Se dirigió a la barra, mientras que no dejaba de observar que todos ahí, hombres y mujeres, estaban también con antifaces, y tuvo que reconocer que era verdad lo que el hombre que les había dado los antifaces había dicho, en realidad todo eso de las máscaras sí daba un toque de misterio. Detuvo la vista por un momento en una mujer que se encontraba bailando dentro de algo que parecía una jaula... su vestimenta no dejaba mucho a la imaginación, pensó, mientras torcía los labios en una sonrisa despectiva. Sí, no cabía duda que aquel era un club nocturno, y él odiaba esos lugares.
Se sentó a la barra mientras no dejaba de observar todo a su alrededor. El lugar era pequeño, hacía algo de calor, pese a que el clima afuera fuese todo lo contrario. El aire estaba cargado con olor a cigarrillo y a bebidas alcohólicas y cuando se fijó de nuevo en la bailarina, su amigo le dio un codazo:
-La mejor ¿no?.-Preguntó, sonriendo con malicia, como si nunca antes hubiese visto a una mujer.
Draco le dirigió a todo el lugar, una mirada llena de escepticismo. Estaba casi lleno de hombres ansiosos de despilfarrar su dinero en esas "glamorosas" mujeres, pero a él eso no le llamaba la atención.
-¿Quieres algo de beber? –le preguntó Blaise- ¿un whisky?
Él asintió, con su típico aire de indiferencia suprema. Volvió a recorrer el lugar, pero esta vez, su vista se detuvo por varios segundos en una joven. Ésta parecía mantener una fuerte discusión con un hombre mucho más alto y más fuerte que ella, parecía ser su jefe. Aquella mujer movía las manos con agilidad y gracia... se veía que tenía una personalidad fuerte pues no se dejaba intimidar por la gran mole que tenía enfrente.
Transcurridos unos largos minutos, la chica pareció rendirse pues se tomó la cabeza con una mano, mientras asentía... Por lo visto, había perdido en la discusión. El hombre de gran tamaño se alejó de ella con una sonrisa ganadora y la muchacha pasó por al lado de Draco, sin mirarlo siquiera. No obstante, él pudo mirarla de cerca. También llevaba puesto un antifaz y caminaba con elegancia. Le pareció muy guapa. Cayó en la cuenta que su vestimenta no era como la de sus compañeras de trabajo, sino que resguardaban sus atributos de una manera muy sensual. Pudo apreciar las torneadas piernas que dejaban ver la corta falda que poseía la mujer, y se detuvo al llegar a esas curvas que pese a que no se veían demasiado, sobresalían con cierto erotismo.
Malfoy, de pronto, sintió un cosquilleo. Pocas veces le pasaba eso con mujeres que no conocía, y estaba seguro que ahora había ocurrido porque no había tenido ningún acercamiento con ninguna mujer desde hace bastantes meses... Quizá ahora había llegado la ocasión de dejar la castidad.
Se apoyó en la barra, aún sin dejar de observar a aquel espécimen de mujer, quien se había sentado también a la barra pero lejos de él. Aún así, Draco siguió con su labor de examinarla. El antifaz dejaba ver unos ojos color miel muy cálidos que a él le resultaron conocidos... ¿pero a quién le hacía recordar aquellos ojos?, negó con la cabeza, pensando que quizá sólo era su imaginación.
Pero lo que más lo fascinó, fueron sus labios; sensuales y hechos para besar.
La chica, sin embargo, pareció darse cuenta de que la atisbaban pues miró a Draco, y éste no le desvió la mirada para que así se diera cuenta en su interés por ella. Pero para su sorpresa, la joven no pareció impresionada y su mirada, antes cálida, se volvió fría y le desvió la mirada.
Con razón su jefe discutía con ella, pensó él, no debería de tratar así a los clientes.
No sabía porqué, pero aquella mujer le causaba mucha curiosidad pues no parecía el tipo de chica que trabajara en sitios como ese. Quizá fuese por la manera de comportarse, tan altanera y elegante.
Por su parte, Blaise llamó a un camarero y le indicó la chica que quería que lo atendiera, y después le preguntó:
-¿Y tú qué chica quieres?
-Eh... –dudó por un momento-, ésa de cabello castaño, la que está apoyada en la barra.-Le indicó con la cabeza.
El camarero asintió y comenzaron buscar una mesa vacía.
-Lo pasaremos muy bien esta noche –Zabini se frotó las manos-, ¿no lo crees? Te lo dije, aquí están las mejores mujeres...
Apenas Draco tomó asiento, vio cómo la chica que de ojos miel se acercaba en compañía de la que Blaise había elegido. La manera de caminar de la primera era admirable, transmitía seguridad y una dignidad que escaseaba en lugares como en clubes nocturnos.
¡¡Hola a todos!! ¿Y bien? ¿qué les ha parecido el primer capítulo de este ff? ¡Vamos, opinen que quiero saber si les ha gustado o nó!. Este es el producto de varias neuronas quemadas, je, je... Continuaré muy pronto con el capítulo 2, y si recibí apoyo para seguir con mi nuevo ff, subo el capítulo segundo apenas lo termine.
Hasta la próxima y gracias de antemano!! P
