Hola a todos!! Soy nuevo en esta comunidad y estoy maravillado con los fics que he leído hasta ahora. Me he animado a subir mi primer fan fic, y espero que os guste. Estuve un mes ideando este fanfic antes de empezarlo a escribir, y por lo que llevo escrto he tardado 8 meses en desarrollarlo. Desde el principio hasta el final puede apreciarse una clara evolución, para mejor o para peor, no lo sé; díganmelo ustedes. Al principio los capítulos son muy cortitos, pero a medida que vayan ocurriendo los acontecimientos, los capítulos serán cada vez más y más largos (hasta el punto de que os parezcan inmensamente largos, pero bueno U)

Los personajes de este fic son en su totalidad obra de Gosho Ayoma, salvo algunos personajes extras que son de mi invención (creo que ni siquiera los llamaré personajes)

Sinopsis: Rena Mizunashi ha escapado del hospital y tras este hecho, Conan y Agasa se ponen en marcha. Los hombres de negro conciben planes maquiavélicos, entre ellos eliminar a las personas que conocen sus secretos, que les han traicionado, o que les complican sus planes; pero uno de ellos falla y revoluciona todo Japón, que se obliga a cerrar las escuelas e institutos. Pero no sólo ellos crean planes secretos, sino que personajes insospechados, para beneficio propio o para ayudar a sus queridos, idean sus propios planes que más tarde quizá no tengan los efectos deseados. Éste es un fan fic en el que el amor paternal, filial y de amistad moverán montañas para salvar a quien más quieren, por mucho que no lo consigan…


Capítulo 1: Prólogo

El barrio de Beika se encontraba aquél día soleado y ninguna nube interrumpía la calidez del sol. Eran las nueve de la mañana de un domingo y Conan se preparaba para algún caso que, con su mala suerte de siempre, seguro les acecharía. Lo que no esperaba es que lo que les iba a ocurrir durante los próximos días, era mucho peor que un simple caso. Mientras se lavaba los dientes, llamaron al teléfono y oyó reprochar al tío Kogoro.

-¿De tan buena mañana y ya me dejan casos? –se quejó malhumorado, pues todavía se estaba recuperando de la resaca, y después descolgó el teléfono–. ¿Moshi moshi?

Conan, por su parte, acabó de lavarse los dientes y se dirigió a la cocina, en la que una muchacha de pelo moreno y ojos color cielo preparaba el desayuno.

-Ohayô gozaimasu! –saludó Ran risueña–. Ya era hora dormilón, aquí tienes el desayuno.

-Ohayô!

-¡Renacuajo! –se escuchó desde el salón–. ¡Es para ti! Es ese científico que está como una cabra!

Conan se desplazó con su desayuno hacia donde se encontraba el teléfono y cogió el auricular, maldiciendo a Kogoro por haber llamado de ese modo a Agasa.

-Hola, profesor – saludó sin demasiado entusiasmo.

-¡No hay tiempo que perder! –alarmó Hiroshi, con el mismo tono que emplearía alguien que está involucrado en un incendio–. ¡Rápido!

-Tranquilo profesor¿qué es lo que ha pasado?

-Se trata de aquella presentadora de televisión –explicó el doctor Agasa calmándose un poco–. Me acaba de llamar la profesora Jodie y me ha dicho que Rena Mizunashi ya está recuperada.

-¡Eso es estupendo! –se alegró Conan–. ¡Así podremos interrogarle sobre ellos!

-Lo malo es que ha escapado. Los médicos dicen que ha tenido que ser por la madrugada.

-¡No puede ser¿La integrante de los hombres de negro¡Es terrible¡Irá a reunirse con sus compañeros¡Tenemos que detenerla!

Ran y Kogoro se quedaron perplejos ante las palabras de Conan, en cuanto este se percató, le dijo al profesor:

-E..es que no sabes lo emocionante que está el juego nuevo que has ideado, jeje. ¡Está muy interesante! u

-En fin, ahora mismo paso a recogerte. E invéntate una excusa mejor que la del juego que la tienes muy pasadita

Y colgó.

-Esto… Ran. Los chicos y Agasa nos vamos de acampamento, así que ya mismo viene a buscarme - mintió.

-¿Otra vez? Ya se ve cómo os gusta el campamento… Espero que esta vez no os dejéis la tienda de campaña, y de ningún modo te vuelvan a disparar, que esta vez no estaré yo para salvarte. Puede que llame a Shinichi ya que tiene tu mismo grupo sanguíneo – esto último lo dijo para sí.

-Tranquila, estaré bien.

Conan se vistió y se arregló para irse ya con el profesor Agasa. Se despidió de Ran y Kogoro y se dispuso a abrir la puerta. En aquel momento ya había girado el pomo. Y dio la casualidad de que detrás de la puerta había alguien y ése alguien llamó tan fuerte que abrió la puerta de golpe y cayó sobre conan.

"Lo suponía, tenía que ser él"

-¡Hola, Eisuke! –le saludó Ran. Al ver la cara de Kogoro, se explicó - ¿No te lo había dicho? Hoy venía Eisuke Hondo para ver tus valiosas deducciones. ¿Eh? Y dónde está Sonoko. ¿No iba a venir contigo, Eisuke?

-Al parecer ha decidido quedarse en casa –contestó encogiéndose de hombros.

Y entonces sonó el teléfono. Kogoro lo cogió y cuando lo colgó pasados unos minuos, dijo sonriente.

-Otro difícil caso para el detective más famoso de Japón, yo, el detective Kogoro Mouri. Ale, prepárense que nos vamos.

Conan se quedó paralizado. "Oh, no. Si Eisuke ve que Kogoro no resuelve el caso podría acabar atando cabos de que soy yo quien los resuelve. Tengo que ir. Ay, no, pero por otro lado tengo lo de Rena Mizunashi."

-Ei tú, niñato. ¿No te ibas de campamento¡Pues largo

-S-sí señor. – y salió dando un portazo.

-No sé que le pasará a Sonoko. Voy a llamarla. Esto no es normal.

Marcó el número y esperó unos segundos pero nadie contestaba. Probó varias veces, todavía sin éxito.


Hasta aquí este primer capítulo que, como digo, espero que os guste. Porfa, pongan reviews. Se aceptan críticas e incluso descalificaciones

Ah, aviso que éste fic no es un caso (aunque Kogoro se vaya ahora a resolver uno)

Ya nos veremos por aquí o eso espero

PD: muchos agradecimientos a GriTzi, quien me ha dado muchísimos ánimos para desarrollar este fic.