Capitulo 1...

Una chica de mas o menos 18 años, se dirigía hacia la residencia Aoyama donde compartía su apartamento (si en la residencia meten dos alumnos por un departamento y en cada edificio de apartamentos hay como dos pisos de viviendas y una cafetería mas biblioteca) que compartiría con su hermana Kagome. Ella solo es un año mayor, pero estaría vigilada por la gemela de su hermana: Kikio, a la cual ella y su hermana Kagome odiaban por ser la mas educada , linda (a pesar que Kagome era igual por lo menos físicamente) y estudiosa para sus padres, cosa que nos les gustaba a nuestras chicas.

La chica había llegado a la entrada de su residencia cuando alguien la llamo:

-¡RIN!-dice su hermana corriendo hacia ella con el uniforme.

Rin solo pudo dejar su maleta en el suelo cuando Kagome se le tiro encima provocando que cayera al suelo llamando la atención de toda la gente de alrededor y haciendo que algunos chicos se pusieran a babear con las dos chicas.

-¡AY!- se quejo la chica que iba sin uniforme.

-Lo siento-se disculpo Kagome levantándose lentamente.

-Bien me llevas a nuestro apartamento, por fa quiero dejar esto- dijo Rin señalando la maleta que había dejado en el suelo.

-Claro, ¿después podemos ir a por tu uniforme? y por cierto ¿que quieres para cenar?- le pregunto su hermana.

-Me parece bien lo del uniforme y que te parece si cenamos...¿ pizza?- propuso Rin

Kagome la miro pensativa y luego asintió con la cabeza. Rin se lo tomo como un vale, dejalo así y empieza a caminar cosa que hizo casi al acto y nada mas que entro se quedo parada al no saber por donde ir así que espero un momento a que su hermana entrara que se había quedado en frente de la puerta por que un chico de pelo negro que llevaba atado en una coleta alta y ojos azules la paro y ahora parecía que se estaba despidiendo después Kagome entro.

-¿Quien era?- le pregunto la hermana pequeña.

-Se llama Koga y para tu información es un compañero de case que me pregunto si le podía prestar los apuntes de mate- le respondió a su hermana cotilla.

-Ahhh, ¿solo?-vio que Kagome asentía- que sosa eres- se quejo

-Dejame- protesto Kagome.

-Oye me guiás por fa – le pidió a su hermana mayor.

-Perdón- de disculpo al ver que no estaban caminando y al imaginarse que su querida hermana pequeña no sabia por donde había que ir.

Camina todo el rato en silencio una por que no sabia que decir y la otra por que no tenia buena memoria y tenia que aprenderse el camino.

-¡KAGOME!-grito una chica de pelo castaño y ojos castaños que al ver que la aludido no le hacia caso probo acercándose mas y gritando el mote de Kagome-¡SACERDOTISA!- Kagome se giro al acto y parando de sopetón a Rin que la tenia cogida del brazo.

-Hola, Sango- dijo la aludida al tener a la chica de pelo castaño delante.

-Llevo media hora llamándote y una buscándote-la regaño hasta que se dio cuenta de que había alguien mas-Perdón no me di cuenta de que estabas acompañada; por cierto ¿quien es?- le pregunta Sango a su amiga.

-Lo siento, Sango te presento a Rin mi hermana pequeña...y...Rin te presento a Sango mi mejor amiga por aquí- las presento Kagome.

-Encantada-dijeron Rin y Sango al mismo tiempo lo que provoco que las tres se rieran.

-Bueno... a lo que venia ¿Kag me puedes prestar tus zapatos de tacón?-le pregunta Sango mientra para de reírse.

-¿Para que los quieres?-le pregunta la pelinegra

-Es que quede con ese chico de ojos azules el tal... Miroku- le contesto Sango.

-Ese es un mujeriego¿porque vas a salir con el?- contraataca Kagome

-Para que me deje en paz de una vez-responde ya cansada Sango

-Claro, mientras me prometas que no pasáis de bailar- dijo Kagome

-Como digas- responde Sango

-Vale entonces ven con nosotras y los coges – dijo Rin bastante animada.

Todas caminaban hablando y riendo tan felices pero cuando ya estaban cerca del apartamento las risas pararon al oír unos gemidos y gruñidos provenientes del apartamento.

Cuando por fin abrieron la puerta el espectáculo que encontraron no fue muy agradable:

Kikio desnuda encima de un chico de pelo plateado que estaba en las mismas condiciones.

-¡KIKIO!-gritan Rin y Kagome al unisono mientras Sango se quedo paralizada.

-¿Que?...ahhhh-dijo Kikio saliendo corriendo y encerrándose en el cuarto de Kagome la cual salio de atrás a echarle la bronca.

Rin y Sango solo se dedicaron a ver la escena mientras el chico se levantaba pero justo cuando lo hizo Rin se giraba ella reacciono como un rayo poniéndose las manos en la cara y a la vez poniéndose roja a lo que el chico le hizo bastante gracia debido a que nunca había visto a una chicas sonrojarse.

-Lo siento- dijo con una leve sonrisa que prácticamente no se noto mientra se ponía los calzoncillos y pantalones.

-Tranquilo..mientras te vistas rápido no importa y Sango no te gires- aviso Rin roja como un tomate

-No tienes que decírmelo dos veces-le dijo Sango tratando de centrarse en Kagome que estaba enfrente aporreando la puesta para que Kikio saliera.

-Ya puedes dejar de taparte la cara no soy tan feo- dijo el chico poniéndose la camisa del uniforme del internado.

-No, lo que pasa es que no me gusta ver gente desnuda, ¿estas vestido?- dijo Rin que sin que se diera cuenta lo dijo como si fuera una niña pequeña lo que provoco que Sango y el chico sintieran un poco de ternura por ella.

-Si,y tu amiga puede girarse, por cierto Kagome – dijo al ver que esta se presentaba en el salón -¿no me las presentas?- dijo el joven.

-Ella es Sango-señala a la chica de pelo castaño- y a esta no te la presento-dice señalando a la chica de pelo negro pero con algún destello castaño.

-¿Por que?-pregunto el chico.

-por que me preocupo por ella-dijo solamente.

-Bueno, pues para que lo sepáis me llamo Sesshomaru Taisho-dijo el joven peliplateado.

-Sesshomaru, ¿por que has hecho eso?-le pregunto Kagome enfadada.

-Preguntale a tu hermana- se dirigió hacia la puerta – espero verte por ahí misteriosa inocente, adiós-dijo eso y se fue.

-Vale, el bombón de cuarto te a puesto un mote – le dijo a Rin-y se a acostado con tu hermana y novia de su propio hermano que también es su mejor amigo-dijo ahora mirando a Kagome que estaba a punto de echar humo.-Joder.

-Sango,¿que numero calzas?-pregunto Rin intentando cambiar de tema sabiendo la que se avecinaba.

-Pues el 38 ¿por?-respondió Sango sin entender.

-Los zapatos de baile ya te los dejo yo-dijo la hermana pequeña asombrando a su hermana mayor.

-Ahhh, vale, gracias-dijo Sango muy contenta.

CONTINUARA...