Palabras: 2,473
Prompt: Tied Up (Atado)
Advertencias Adicionales: Contenido Sexual Explícito. Leer bajo su propio juicio.
Título: Unraveled
Ella quería verlo, deshacerlo de esa fachada imperturbable y compuesta. Siempre aparentando completo control de sus pensamientos y emociones.
Inspeccionó su obra de pie a unos pasos de su cama, contemplando maravillada el hombre que se encontraba atado contra el respaldo usando una única prenda que dejaba poco a la imaginación —o en este caso, del vago recuerdo de su memoria.
Ahora que Sasuke había regresado para quedarse, era esta una de las noches en las que le dejaba hacer con él lo que deseara. No sin antes sollozar un poco sobre lo injusto que era que no tenia oportunidad de ver la expresión de Sasuke darse placer al pensar en ella cuando estaba lejos.
Pues bien, ahora ella seria quien le diera placer.
Mordiendo su labio inferior con anticipación, se acercó lentamente hasta quedar sentada en una orilla a su costado, se inclinó hacia él, sus labios rozando con brevedad su piel, deseando sentir tanto su tacto como su distinguible aroma varonil.
Lo escuchó emitir un sonido de aprobación y fue en ese momento que se acomodó a horcadas sobre su cuerpo. Ella vestía únicamente una sedosa bata de noche, sus pezones erizándose con cada respiración—una que se volvía cada vez más acelerada. Se mordió el labio inferior una vez más, sus ojos ahora brillando con la emoción que le provocaba realizar esta pequeña travesura con él.
Sus manos delineaban la piel expuesta y tentadora de su esposo, ojos clavados en el movimiento de sus caricias, en los rincones que sus manos exploraban con añoranza después de tanto tiempo. Comenzaba a pensar que así era cómo recordaba a su esposo. Unas cicatrices más u otras menos, pero era él: sensible cuando sus yemas acariciaban sus músculos, sus pectorales, su abdomen.
Se atrevió a acercar su rostro al de él, notando como sus corazones latían aceleradamente en contraste del silencio de la noche mientras besaba su mandíbula.
Sakura sonrió al elevar tentativamente su mirada hacia la de él, notando sus parpados caídos en concentración y anticipación. Estaba dispuesto a ver lo que haría más adelante con él y eso solo la emocionaba aún más.
¿Sería así cómo lucía cuando se daba placer pensando en ella?
Y eso que aún no había llegado a acariciarlo donde más deseaba.
Se dejó llevar y rozó su pelvis con la de él, sintiendo el creciente bulto provocar más oleadas de anticipación en ambos.
—¿Qué dices Sasuke-kun? ¿Puedes soportarlo?
—¿El qué? —su voz, aterciopelada y profunda, llena de ardor por ella evocó una sonrisa en Sakura.
—El dejarme complacerte sin tener que usar tus manos… —esto lo dijo, descendiendo sobre su abdomen mientras dejaba un camino de besos, sus ojos clavados en los suyos con su coqueta sonrisa aun plasmada en su rostro.
Como respuesta solo escuchó un sofocado gruñido y el cambio inequívoco en su mirada impar.
Esta vez, llevo sus manos al elástico de su prenda inferior, molestando apropósito la marcada línea que guiaba a su pelvis, escuchando la respiración entrecortada que asimilaba la propia al tiempo que su vientre se sumía ante el cosquilleo que le proporcionaba su caricia.
Sakura no pudo evitar morderse el labio ante tal reacción, tampoco pudo evitar delinear sus labios con su lengua cuando reparó en el mayor bulto.
Sin darse cuenta, sus pezones se erizaron y la fricción que le provocaba su camisón contra ellos la estaba molestando. Lo que ella quería era sentir piel contra piel; así qué de un jalón, se retiró la molesta prenda, sus pechos rebotando ligeramente debido al súbito movimiento y atrayendo la atención de su esposo a ellos. Sasuke dejo caer su cabeza contra el respaldo, gruñendo mientras apreciaba los suaves y cremosos senos deseosos por ser acariciados y estrujados pero inalcanzables para su tacto ya que, aunque su mano tomó la iniciativa de dirigirse a ellos, pronto recordó su posición y maldijo mientras con sus piernas, atraía a Sakura hacia él con un leve empujón.
Ella rio ligeramente, pero complació su petición. Rodeando su cuello con sus brazos, se acomodó nuevamente a horcadas de Sasuke, sus pechos rozando su torso desnudo y gimiendo con su cabeza estirada hacia atrás ante la deliciosa fricción.
Tomando una gran bocanada de aire al momento que se dejaba llevar por la sensación de sus torsos finalmente unidos, Sasuke estiró su cuello para alcanzar el suyo y saborear su sedosa piel y su distintiva fragancia, dejando un camino que lo llevará a sus cremosos pechos.
Esta vez Sakura no pudo contener su audible gemido, el suave sonido de sus labios contra sus pechos liberando de ella dulces plegarias por más. Dichos suplicios acompañados de un estiramiento en el que acercaba sus pechos a los labios de Sasuke, quien gustoso tomo entre ellos.
Piel contra piel, las manos de Sakura continuaron buscando mayor contacto, viajando por su cuello, revolviendo su melena, descendiendo por su cuello, sus hombros, recorriendo sus brazos y nuevamente dirigiéndose a lo largo de su trabajado abdomen, sintiéndolo contraerse con sus caricias acercándose hacia el lugar donde más la anhelaba.
Llamando su atención hacia él, Sasuke soltó con un audible sonido los pechos de Sakura para después reclamar sus labios en un demandante beso, gimiendo entre besos ante el anhelado contacto después de larga espera.
Sakura vagamente notó el forcejeo de Sasuke por tratar de liberarse del amarre contra el respaldo de la cama, lanzando una mirada furtiva al brazo de Sasuke forcejeando con la cadena inducida en chackra, la chica sonrió entre besos y regreso su atención al hombre a su merced.
Acercó su pelvis al de él, deleitándose de la sensación que le provocó a ambos, lo escuchó maldecir mientras rompía el contacto de sus labios.
Sakura sintió un pequeño triunfo al escucharlo vociferar algo además de suspiros así que rozó nuevamente esa parte de su ingle con movimientos circulares, y con la mirada fija en su reacción, contempló el modo en que su sien se había cubierto de una ligera capa de sudor, y su ceño se fruncía con esfuerzo.
Ella pensó que quizás ahora se estaba acercando a las expresiones de deseo y anhelo contenido que había mostrado cuando se daba placer.
Con una mano apoyada en su hombro, su otra palma delineo su mandíbula, pasando por sus largos y ahora acalorados mechones antes de moverlos detrás de su oído para poder susurrar contra él.
—Dímelo, Sasuke-kun. ¿En qué pensabas cuando te dabas placer?
Se mordió el labio cuando sintió a Sasuke seguir el movimiento circular de su cadera contra ella, soltando audibles suspiros dejo caer su frente contra su hombro. Sus pezones erizados haciendo un delicioso roce contra su pecho con cada movimiento.
—Maldición, Sakura… —lo escuchó blasfemar contra su oído y ella respondió con un beso contra su hombro, lentamente escalando hasta encontrarse con los de él.
—¿Si, Sasuke-kun? —ahí estaba de nuevo, esa sonrisa coqueta entre besos.
Sasuke chasqueó la lengua, pero borró su sonrisa cuando la atacó con un beso en el que su lengua invadió su cavidad y tomaba de ella más suspiros y gemidos.
—Solo déjame cogerte.
Una veloz mano se encargó de retirar la prenda que los separaba y en una breve sensación de liberación, Sasuke gimió cuando el sexo húmedo y cálido de Sakura se puso en contacto con su duro miembro.
Sin detener el movimiento sincronizado de sus sexos, Sakura continuó gimiendo y repartiendo besos que deseaba ver como huellas de su ardiente contacto a la mañana siguiente en el hombre que amaba.
Cuando estuvo satisfecha de los lugares que había dejado marcado como suyos, se alejó un poco de su torso para contemplarlo una vez más y se apoyo con sus palmas en los muslos de Sasuke.
Ahí estaba una vez más, esa coqueta sonrisa que volvía loco a su esposo. Algo que podía decir por el modo en que gruñía en advertencia —una advertencia sin consecuencia por ahora ya que era ella quien tenía el control de la situación. Una de sus manos se estiro para rozar el camino de vello que iba de su ombligo a su pene y, tomando tentativamente el pulsante miembro, lo estrujó a una presión que recordaba ser del agrado de Sasuke.
Cuando lo escuchó maldecir una vez más con su cabeza tirada hacia atrás, se regocijó de aún recordar lo que le gustaba. Pero había un límite para la cantidad de atenciones que podía soportar antes de terminar por correrse sin haber siquiera entrado en ella.
—Sakura…
—Lo sé, Sasuke-kun —ella susurró mientras lo guiaba hacia el rocío de sus pliegues. Una vez que su cabeza se adentró al núcleo de ella, rodeo una vez mas con sus brazos en cuello de Sasuke, sus miradas encontrándose con un distintivo brillo en el par de miradas que se intercambiaron cuando ella comenzó a descender sobre su miembro pulsante.
Un ahogado gemido de alivio fue liberado de ambos cuando finalmente se encontraron unidos una vez más, llenando el vació y la anticipación que llevaban guardando por estar reunidos durante varios días. Tomando bocanadas de aire en un intento por recobrar el aliento, Sakura meció sus caderas para adaptarse a la sensación de Sasuke dentro de ella antes de levantarse ligeramente y después volverá embestir sobre él.
Lo sintió jadear bajo de ella, el sonido de la cadena siendo forzada a la distancia mientras ella seguía enfocada en extraer más reacciones de sus labios.
—¿Esta bien esto? —Sakura molestó con un juguetón acento, sus caderas meciéndose de izquierda a derecha y luego de arriba hacia abajo, movimientos lentos que prolongaban la sensación que provocaba su contacto. Con sus ojos luchando por mantenerse abiertos, Sasuke recolectaba en su memoria la sensación de los interiores de Sakura en cada movimiento que realizaba al envolverlo.
—Más… —suplicó a regañadientes. Su mandíbula tensa al igual que los músculos de su abdomen, contrayéndose y relajándose con cada movimiento que rozaba el cuerpo de Sakura contra el suyo, lento, pausado pero placentero. Él solo deseaba que fuera mayor.
Más acelerado, más agresivo, más repetitivo.
Gruñó con sus ojos cerrándose y ceño frunciéndose cuando la sintió contraer sus interiores alrededor de su miembro.
—Tendrás que ser más específico, Sasuke-kun…
Tragando saliva no pudo evitar bufar divertido. Sakura no dejaba de ser una verdadera molestia cuando quería.
Pero él era el único culpable de este placentero sufrimiento, él había estado de acuerdo con ser puesto en esta situación tan vulnerable como gloriosa.
Mirando furtivamente hacia la mujer dominándolo sobre él, reposo su mirada desde los desalineados mechones rosados de cabello enmarcando su rostro, los orbes esmeraldas ahora teñidos con destellos musgo y plateados, sus labios rosados ahora mucho más voluminosos y rojizos, descendiendo por su cuello ahora portando hematomas y una linda capa cristalina de su propia sudoración que descendía hasta sus cremosos pechos y pequeños pezones rosados. Su cabello es más largo, y Sasuke no puede evitar adorarlo por el modo en el que rebota y golpea contra sus pechos deliciosamente cada vez que lo montaba. De tener su mano libre, lo tomaría entre su palma y tiraría de él para obligarla a obedecerle cuando diga—
—Más rápido, Sakura.
Ella gruñe un gemido en respuesta, acto seguido acelera el movimiento de sus caderas, escuchando como el sonido de sus pieles se vuelve más audible con cada embestida. Sasuke se une a los movimientos de ella al levantar su propia pelvis contra la de ella, chocando y evocando en ambos mas sonidos de placer. El rocío de ella comienza a descender por su miembro y su pene continúa pulsando peligrosamente cerca de su límite.
Sasuke vagamente responde que esto era lo que él imaginaba cuando pensaba en ella al darse placer: Todos los detalles de su cuerpo, todas las reacciones involuntarias que escapaban de ella cada vez que la complacía. Todo lo que estaba dispuesta a darle para que llegaran juntos al éxtasis.
Ella responde con mayor entusiasmo en sus vaivenes, con la inhibición de sus gemidos y el instinto carnal que la impulsa a sacudir sus mechones lejos de sus pechos para que pueda liberar la tensión de sus pezones con las caricias de sus propias manos sobre ellos. Sasuke llenaba sus interiores como ella no podía con sus delicadas manos, la completaba y le invadía los rincones más anhelados con cada embestida, recordándole lo glorioso que se sentía tenerlo con ella; sentirlo tan cerca, en cuerpo y alma dedicado a ella, así como ella a él.
Sakura desea poder hacer más por complacerlo, llevando una de sus manos hacia el sitio donde ambos se conectaban y en una sacudida, su mano termina rozando su punzante clítoris.
—¡Aaaah nhgh! —Sakura gritó, antes de ceder ante el cansancio y placer, dejándose caer sobre él mientras lo abrazaba una vez más tanto con sus brazos como con sus interiores, permitiendo que Sasuke continuara invadiéndola con fuertes embestidas mientras gemía cual felino —. Estoy tan cerca, Sasuke-kun, por favor…
La sintió aferrarse con mas fuerza, pero sus caderas ya no podían asimilar el movimiento de las de él, decidiendo en su lugar a permanecer inmóvil mientras el único movimiento que quedaba era el de las caderas de Sasuke y Sakura se arqueaba para acercarse tanto como pudiera a su cuerpo, a la sensación de sus pieles a punto de convertirse en una.
Es cuando Sasuke comienza a tener embestidas más erráticas que Sakura decide extender su mano hacia la cadena que lo mantiene atado contra el respaldo para poder liberarlo mientras termina por correrse dentro de ella y Sakura se congela un segundo previo a comenzar a temblar debido al clímax. Su frente dejándose caer en un punto entre el cuello y hombro de su esposa cuando la llama entre gruñidos; su mano finalmente liberada cayendo como peso muerto a un costado de él.
Pronto Sakura se incorporó para tumbarse a un costado de él, su cuerpo aun en contacto con el suyo mientras descansaba su perfil derecho sobre el brazo izquierdo de Sasuke como almohada y una de sus manos delicadamente reposando sobre su pecho al igual que su pierna, despreocupadamente cayendo sobre el muslo izquierdo de su esposo.
Recobrando sus alientos, Sakura beso el área entre su pecho y hombro que quedaba a su alcance con ternura.
—¿Y bien? —preguntó al elevar su mirada hacia la de él, sus ojos brillando nuevamente con inocencia —del mismo modo que habían brillado cuando entro por la puerta de su habitación temprano ese día para hacerle esta descabellada propuesta.
Sasuke se limitó a bufar y besar su frente.
—Es tu turno —declaró; porque por muy descabellada que había sido esta propuesta, no podía evitar pensar que, de ser invertidos los roles, tener a su completa disposición a su verdaderamente molesta esposa, liberaba en él una insaciable necesidad que demandaba ser satisfecha.
El observar la reacción inmediata de su esposa ante su declaración hacia poco por dimitir tal idea.
Nota: ¡Bienvenidxs a esta nueva compilación de SábadoSexy/DomingoDominante! Idea trabajada en conjunto con mis queridas AriCat-Hg y Hikari Takaishi Y. Espero sus comentarios acerca de este osado proyecto en conjunto. ¡Esperen más suculencias cada semana! Besos~
