Muy buenas mis criaturitas~

Nos volvemos a encontrar con ideas renovadas, creatividad ¡y sobre todas las cosas! Ganas de escribir. Les contare algunas cosillas.

Aunque habrá cambios en la historia, no quitara que muchas de las partes que yo considere necesarias seguirán tal cual ¿El motivo? Porque desde que comencé (Hace aproximadamente 1 año y meses), siempre trate de darle mi toque emocional, creativo, etc. No quiero transformar por completo el fic, sino mejorarlo y corregirlo, ya que "Recordando a un mayordomo" debe conservar ese toque que tiene.

Muchas gracias por todos sus comentarios, sin ustedes me habría deprimido tanto que no hubiera seguido escribiendo, son como parte de mi inspiración y ganas de querer escribir y darles lo mejor de mi- inserte corazón cursi-, me dan ánimos ver que aun hay personas que disfrutan de lo que escribo/escribí y quien ver como sigue esta historia. Quiero dejar en claro que, tarde el tiempo que tarte, yo NO dejare a medias el fic.

Para aquellas personas que sea la primera vez que se pasan por aquí (? Disfruten de una mejorada versión de mi primer fic!

Sin mas que decir…

Se abre el telón

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Capitulo 1 : Solo una historia que contar

¿Quién diría que un libro seria tu mejor amigo?

Es de noche en la elegante Londres, las luces alumbran las calles construidas hace cientos de años, los coches pasan cerca de la acera dejando sus huellas por la lluvia reciente que había caído en la ciudad. Las personas que caminan por el lugar, se encuentran tan ensimismados en sus pensamientos que no se dan cuenta de lo que ocurre en su alrededor.

Nos ubicamos en un casa en concreto, ubicada en un barrio pequeño y elegante de la zona. Aunque, todas las estructuras se parecen, por su antigüedad de estilo victoriano, cada una tiene el toque personal que cada dueño le fue dando con el pasar de los años.

Dentro de ella se encuentran dos figuras femeninas sentadas en sillones individuales de color marfil, mientras toman café.

.- Extraño salir a mover las caderas y molestar a la gente – exclama la primera mujer de ojos verdes y cabello castaño para luego tomar un sorbo de aquel liquido humeante- aunque quien te dice y salga a divertirme un día de estos

.- Vamos Kat, seria un poco raro verte hacer eso a tu edad – contesta riendo la segunda mujer acomodando un mechón de su cabello pelirrojo, mientras miraba a la castaña con sus orbes celestes.

.- Admite que seria divertido verme mover las caderas de nuevo ¡Cómo ese día! - dice aquello moviéndose en su lugar al ritmo de un par de chasquidos de sus dedos.

.- Lo admito ¿contenta? - exclama riendo, tapándose la boca por educación – aunque quisiera, no podría olvidar la noche de nuestra graduación – desviá su mirada cambiando su expresión como recordando alguna tragedia.

.- Ow, vamos querida, no me pongas esa cara de cachorro sufrido – se levanta acercándose a su amiga, para luego arrodillarse frente a ella, quedando apoyado sus brazos en el regazo de la pelirroja – aunque no soy muy buena comentando cosas sentimentales - rueda los ojos dando aquello dado por hecho – te diré esto con todo el cariño que te tengo, debes quedarte con los lindos recuerdos… cerrar el libro y comenzar con otro.

.- Es justo lo que haré – responde ella mientras su mirada se iluminaba como si un ángel hubiera caído del cielo frente a ella y su sonrisa volvía aun mas grande que las anteriores -

.- Esa mirada tuya… - dijo Katia arqueando una ceja parándose del suelo y limpiando su saco marrón que traía puesto por la lluvia- no hagas nada estúpido ¿Si? Ahora debo irme, me esperan en casa

La pelirroja se levantó de su asiento y acompaño a su amiga hasta la salida, despidiéndose con un beso en la mejilla y "¡Nos vemos en la fiesta!" de parte de Katia.

Años de amistad se transparentaban por la confianza que se transmitían ambas y, cuando nuestra protagonista se quedo sola mirando la calle, que ahora se encontraba vaciá, entro nuevamente a su casa y cerro con llave la puerta para sentirse segura.

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Esa misma noche, se sentó frente a un escritorio empolvado que se hallaba en la biblioteca, un cuaderno de color bordo se encontraba sobre este y ella, lo miraba atentamente. Tomo una lapicera de pluma y comenzó a escribir en aquel cuaderno en blanco las siguientes palabras:

"Escribiré esta historia por primera y ultima vez, pocos saben lo que en verdad ocurrió, lo que paso para que hoy sea la persona que soy. "

"Solo diré una cosa mas, si quieren ver lo menos imaginable que le puede pasar a una chica paseen y lean…

Pasen y lean Los recuerdos de mi mayordomo"

Se levanto de su asiento para luego caminar hacia el ventanal que se encontraba entre abierto, aspiro aire profundamente llenando sus pulmones y soltar un gran suspiro mientras miraba aquella luna llena acompañada del cielo estrellado, de sus labios se escapo unas palabras que fueron pronunciadas como un susurro, como un secreto.

Te recordaré, una vez mas…

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Una sonrisa, adornada de un par de colmillos apareció entre la penumbra de la habitación detrás de ella, imperceptible así como apareció, se desvaneció cuando la chica cerro el ventanal y miro por sobre su hombro hacia atrás con una mirada seria.