Cuando la vida tiene otros planes es imposible cambiarle la jugada, y jode que de tantas vueltas sin avisarte y sea casi imposible ubicar tus pasos después de rodar como una idiota. Que tu prometido te diga que no a un mes de la boda no entra en lo que te esperas sobre todo cuando fue él quien insistió tanto en el matrimonio. Tampoco soñaste estar aquí en un bar leyendo en una revista que el muy cabrón se va a casar con otra en el mismo lugar y a la misma hora que lo iba hacer contigo. Sin embargo las cosas suceden y hay que afrontarlas aunque ahora mismo a lo único que quieres hacerle frente es a una buena borrachera, de esas que se llevan todo por delante y dejan graves consecuencias. Que tú nunca has llorado por un hombre y no lo vas hacer por un millonario que solo pretendía anotarte en su lista de victorias.

Mirándolo por el lado positivo te has salvado del casamiento que tanto querías evitar, aunque no de esa manera claro está. Y no sabes cómo vas a decírselo a tus padres que tan emocionados estaban pero bueno ya encontrarás la manera hay que ser positiva. Era demasiado bueno para ser verdad y la realidad es que nunca has tenido suerte en el amor y no tienes ni puta idea de lo que es estar totalmente enamorada. Sentiste mariposas una sola vez pero tú misma te encargaste de cortarle las alas. Lo único bueno es que el trabajo te mantiene ocupada y con el tiempo ya no te acordarás de este desagradable tropiezo.

- Espo dime por favor que tenemos un caso- nada me hace más falta que una investigación bastante complicada que me saque todo el tiempo que tengo disponible y ni siquiera me deje dormir

- Lo siento jefa, hay alguien esperando por ti en la comisaría, dice que es un viejo amigo- responde acortando mi esperanza de un poco de distracción y sorprendiéndome a la vez no se de quien me habla

- Un amigo, te ha dicho su nombre- término mi cerveza y por más que trato de adivinar nadie me viene a la mente

- Dice que es una sorpresa- cuelga mirando con una mueca al sujeto que tiene en frente

- Que te ha dicho- interroga mientras revuelve la mesa de la detective husmeando en cada detalle

- Si encuentra algo fuera de su lugar te matará- contesta fríamente dejándolo solo

Unos cuantos mensajes de Lannie llaman mi atención por el camino y si reviso mi teléfono mientras conduzco no es una buena imagen para una agente de la ley pero vamos que me da igual. Subo la música en la radio para relajarme pero sus letras no me ayudan mucho. Que estoy hecha un lio si resumimos, y lo menos que quiero son más sorpresas que no pueda soportar, no tengo idea de quien ha ido a buscarme a comisaria. No tengo cabeza para pensar ni imaginarme cosas solo pido que no sea otra prueba sin sentido. No es que este enamorada de ese sinvergüenza pero una decepción duele de igual manera. Conduzco a toda leche porque no tengo ganas de estar a solas conmigo misma.

Entro sin saludar a nadie ante la atenta mirada de mis compañeros, me importa un bledo lo que sé que comenta detrás de mí sé que ahora soy la que dejaron plantada. Veo un hombre sentado en mi silla de espaldas, me pregunto quién será el atrevido. Me acerco despacio y en el momento que estoy dispuesta enfrentarle, él se gira y por el susto pierdo el equilibrio, pero aquel caballero me toma en sus brazos como si llevara toda su existencia protegiéndome. Su colonia, su fervor, vinieron recuerdos a mi mente en comparsas, cerré los ojos disfrutándolos por un momento pero volví y los abrí solo para ver el rostro de el hombre que más he querido en mi vida

-Richard, que haces aquí- me tiembla la voz casi tanto como me tiembla el alma, porque hace mucho perdimos contacto y había perdido la esperanza de encontrarle

- Vine a verte, estas distinta- sigue mirándome atentamente y yo me alejo un poco porque la cercanía me está matando él no ha cambiado nada sigue estando guapísimo y sigue teniendo el poder de hacerme temblar torpemente

- A verme, no te creo que necesitas- me siento en mi silla y él me imita tomando una prestada

- Me gusta tu pelo así de largo- le conozco cuando lanza tantos cumplidos seguidos solo significa que tiene un favor bien grande que pedirme

- Has estado recibiendo mis libros- pregunta sin llegar al punto él es así sabe cómo enredar a las personas sobre todo a mi

- Si pero no los he leído- sé que soy muy dura con él pero es que tengo una espina clavada por su culpa que no se olvida fácilmente- no soy amiga del misterio- concluyo

- Por eso eres detective- odio cuando se hace el listillo sabe desarmarme y luego arreglarme

- Me vas a decir a que has venido sí o no- siempre he sido la directa y él quien se va por las ramas

- Si pero no aquí, me dejas invitarte a comer- propone mareándome con esos ojos azules

- Estoy trabajando- trato de esquivarle con todos los problemas que tengo pendiente no quiero agregar uno más a la lista

- Pero si no tienes ningún asesinato que atender- señala lo obvio

- Aun así tengo papeleo que terminar- sigo resistiéndome a su encanto

-Venga mujer, tengo que pedírtelo de rodillas- le veo con toda la intención

- Vale pero lo que sea que tengas que pedirme desde ahora te digo que la respuesta es no- me levanto y camino hasta la salida enfadada conmigo misma por dejarme embaucar por él

Cenamos en un restaurante carísimo bueno después de todo ahora ese vago amigo mío que se pasaba las horas haciendo nada es un escritor muy exitoso y el dinero le sobra. El caso es que estuvo evitando toda la noche el tema principal de este asunto, lo que ha venido a pedirme sé que si no le hiciera falta alguna cosa no estaría aquí, él siempre fue un sinvergüenza. No creo que haya cambiado aunque llevo años sin verle. Se ofrece a llevarme hasta la casa y como siempre no logro decirle que no. De cierta forma y puede que se me haya ablandado el corazón ha sido lindo recordar viejos tiempos después de todos nos conocemos desde niños y hemos compartido cosas inolvidables, por más que sea un canalla sin sentimientos le tengo mucho cariño. Además lo importante es que sus tonterías me han hecho olvidar al imbécil de mi ex que se pasea por todo nueva york con otra tía.

-No me vas a invitar a pasar- sonríe maliciosamente y se le marcan esos hoyitos que tanto adoro

- Voy a necesitar anestesia para escuchar lo que tienes que decirme- intento parecer seria todo lo que puedo

- Anestesia quizás no pero una taza de café no te lo niego- le dejo pasar y como de costumbre le encuentro inspeccionando todo el panorama, fijándose en cada cosa, en los cuadros, la decoración en todo y sobre todo en el lugar tan especial que tengo colocado sus libros como si fuesen mi mayor trofeo

- Te escucho- me siento en el sofá probando un sorbo del café que el mismo se encargó de preparar

- Veras, como ya sabes meter la pata es lo que mejor se hacer, y en estos años por si no lo has notado me he vuelto un poco libertino y no he sentado cabeza, mis padres como bien conoces son un poco conservadores y pues no les agrada la idea de que siga sin tomar las cosas en serio, me quieren ver con una familia, yo les he contado que todo está solucionado y les he prometido que las cosas van a cambiar a partir de ahora- me empieza a sacar de quicio sus digresiones

- Al grano- apunto un poco desesperada

- He venido a pedirte que te cases conmigo, ya está lo he dicho- contesta rápidamente provocando que casi me ahogue

- Estas de coña, ahora en serio que necesitas- por qué será que presiento que no es una broma

- Es que le he dicho a mis padres que tú eras mi prometida- no me lo puedo creer la vida sigue empeñada en jugar a la ruleta rusa conmigo

- Que tú has hecho que- me levanto y camino de un lado a otro sin poder entender lo que me está contando

- Tus padres también lo saben y están muy contentos, bueno tu padre no, Jim me odia pero tu madre está muy feliz- también se levanta

- O sea que todo este tiempo ellos creían que mi prometido eras tú, con razón lo aceptaron todo sin querer conocerle, pero como no me he dado cuenta que idiota he sido, y lo más importante porque cojones me has tenido que meter en tus broncas, puedes casarte con cualquiera, por que yo- le recrimino

- Porque mi madre está muy enferma Kate y ya sabes que ella siempre te ha querido a ti desde que éramos unos críos nos ha querido juntar, le hace muchísima ilusión tienes que ayudarme, solo es un acuerdo entre tú y yo no te voy a reclamar nada, nos casaremos pero tu seguirías siendo libre no tiene por qué afectarnos a ninguno de los dos- explica y noto también su abatimiento se lo mucho que quiere a Martha y sé que la debe estar pasando fatal

-¿Es muy grave?- sus ojos llorosos me lo dicen todo y mi corazón me arrastra hasta abrazarle, le abrazo fuerte y él se entrega al momento

- ¿Me ayudas?, no te vas arrepentir te lo prometo- me cobija con mucho sentimiento

- No sé si está bien mentir- dudo indiscutiblemente lo que vamos hacer no es una decisión que se tome a la ligera

- Es por una buena causa, nos estaríamos portando como los brillantes hijos que nuestros padres esperan, tendríamos una boda preciosa con toda la familia reunida y después cada cual volvería a su vida no te estoy pidiendo que te amarres a mí toda una eternidad, así le estarías dando también su merecido al gilipollas ese que te dejo plantada estoy seguro que cuando se entere que te casas conmigo querrá recuperarte aquí saldríamos ganando todos- sigue tratando de convencerme

- Y tú crees que se van a tragar que somos pareja, tu y yo llevamos mucho sin vernos no sé nada de ti- continuo sospechando

- Claro que sí, si tenemos muy buena química todos siempre pensaron que éramos novios cuando no lo éramos así que no creo que sea un problema- la verdad es que parecíamos unos tontos enamorados

- Me dejas pensarlo- entrecierro los ojos

- Tienes ocho horas, partiríamos mañana- en que rollo me he metido ahora

Y fue entonces cuando se me curvaron las intenciones y sin darme cuenta me embarqué en un viaje sin regreso. Acepté la propuesta porque me vendría bien cambiar de aire y alejarme de la ciudad de los sueños que para mí nunca se cumplen. Extraño mi gente, y mi casa allí me sentiría protegida por mis seres queridos. Además de que Richard no aceptaría un no por respuesta y me estaría dando la lata hasta matarme de aburrimiento.

-Estas guapísima, habrás tenido muchos novietes en este tiempo no, tu siempre has atraído a los chicos recuerdo como todos los de clase babeaban por ti- la verdad es que difícilmente se queda callado todo lo quiere saber, todo lo habla a veces es desesperante

- No tanto como tú, que has acabado con las rubias del mundo yo pensé que a estas alturas te habrías divorciado dos veces- respondo

- Oye que para mí el matrimonio es algo serio no se lo pediría a cualquiera- se queja

- Tan serio que me estas pidiendo que finja ser tu mujer- cambio su emisora preferida

- Ya sabes la razón, por que me cambias la música- a mí siempre me ha gustado más esa onda del rock y él es más de clásicos

- Porque eso que oyes es un coñazo no me quiero dormir- discuto

- Vosotros dos sí que parecéis casados, olvídalo amiga no tienes que ensayar el papel lo llevas clavado- Lannie interviene llevaba mucho tiempo callada cosa que no es típico en ella

- Tu amiga tiene razón, eso de mandar siempre ha sido lo tuyo, como esposa lo haces genial- no lo soporto

- Lannie quieres cooperar, a que has venido si se puede saber- digo molesta

- Nunca he sido madrina, y aunque sea de mentira quiero serlo además tú me invitaste porque no te querías quedar a solas con tu ex mejor amigo- la mato siempre se le va la lengua

- Ex mejor amigo, es eso cierto Kate no quieres quedar a solas conmigo temes que te seduzca acaso- dice orgulloso

- Tú nunca has sido mi tipo- le contradigo

- Porque no lo he intentado- insiste

- Quieres callarte todavía estoy a tiempo de arrepentirme- le recrimino

- Vale, pero que sepas que soy mucho mejor partido que el fantasma ese que se iba a casar contigo- completa

Llegamos al barrio, respiro hondo pues nunca es fácil regresar y menos con el teatro que tenemos que montar.

-Toma ponte este anillo- me entrega una cajita

- Ya tengo uno que no ves- le enseño mi mano

- No quiero que lleves el de ese tipo quiero que lleves el mío- discute

- Pero qué más da no sé cuál de los dos es más falso- disfruto mucho llevándole la contraria

- Pues este, que ese tipo podrá tener mucho dinero pero también tiene un mal gusto- es un niño pequeño en ocasiones

- Vale si así lo quieres uso el tuyo- me hace sonreír

- Me parece bien- una vez en sus manos el viejo anillo lo tira lo más lejos que puede

- Que haces loco- siempre actúa fuera de los pronósticos

- Créeme no lo vas a necesitar- menciona mirándome a los ojos

Una rubia se acerca a nosotros

-O sea que es verdad la parejita feliz vuelve a casa-una voz conocida nos da la bienvenida, una voz que probablemente nos odie a los dos, una voz que solía llamarme amiga y que ahora solo desea hundirme

- Gina, cuanto tiempo- Richard es el primero en reaccionar yo apenas puedo mirarle a la cara quedé muy resentida con ella hace mucho tiempo atrás

- Muchísimo, ya veo que conseguiste lo que querías casarte con esta- me mira con desprecio

- Oye esta tiene nombre y te estás pasando- la rabia se apodera de mí no puedo creer que precisamente ella me esté reclamando algo

- Siempre quisiste lo que era mío, y ahora vienes a restregarme tu victoria- me recrimina injustamente

- Chicas yo creo que esta conversación no va a ningún lado, Gina un placer volver a verte que se repita eh maja-Richard me toma de la mano para evitar que me pelee con ella

- Y esta pirada quien es- Lannie la mira con curiosidad mientras nos alejamos

- Es una larga historia- no tengo ganas de hablar de ello

- Lo siento- Rick me mira con vergüenza

- Tú no tienes la culpa Castle- lo libero de esa carga

Nuestras casas están en frente una de la otra por lo que desde niños jugamos, y crecimos siempre juntos. Desde pequeños discutíamos y yo le jalaba el pelo hasta que se iba a su casa llorando, siempre fue así, no importa lo mal que le trataba él volvía a buscarme. Mi madre y su madre luchando a toda costa por unirnos. De una forma u otra los dos nos encargamos de cumplir su voluntad hasta que sucedió lo que sucedió y cada cual siguió su propio rumbo.

-Todo sigue estando igual- menciono mientras él se encarga de las maletas

- Esperando por ti- me toma de la mano y me pongo nerviosa porque la aventura comienza ahora y ya no puedo retroceder me toca ser su prometida perfecta

- Ustedes dos se ven increíblemente guapos- Lannie decide aportar en el asunto

- Lista- pregunta acompañado a una sonrisa y yo me siento más calmada con su gesto

El reencuentro con nuestros padres fue muy extraño todos se habían hecho ya la idea del matrimonio menos yo, no sé cómo se las arregló Richard para mentir por tanto tiempo y yo jamás me diese cuenta. Organizaron una cena las dos familias como recibimiento, donde estuvieron como de costumbre, nuestros padres discutiendo sobre procesos judiciales y sobre quién era el mejor si Madrid o los del Barza, mientras que nuestras madres no paraban de hablar de la boda y sobre todo lo que llevaban preparado. Mi primo Ryan llegó tarde como es de habitual y llamó mucho la atención de Lannie cosa que no me extraña ella ama a Esposito pero es que no deja de fijarse en los demás. Decidimos que me quedaría en casa de Rick puesto que mi padre sigue sin soportarle y sería mucho más incómodo, además a Martha le hacía mucha ilusión.

-Vaya día- comenta saliéndose del baño sin camiseta, noto descaradamente que sigue estando en forma, es tan atractivo que cuando le miras no puedes apartar la vista por inercia o que se yo

- Si, salió mejor de lo que pensaba- aparto el libro que estaba leyendo la verdad es que tengo mucho sueño y con él al lado voy a perder el hilo de la historia

- Te dije que confiaras en mí, siempre voy a querer lo mejor para ti- me mira fijamente y le esquivo no quiero enfermarme de nuevo

- No sé cómo han podido creérselo- sin siquiera intentarlo todos se creen que nos amamos

- No es difícil creer que estuviese loco por ti, te has visto en el espejo Kate eres una mujer encantadora, inteligente, y mírame soy un tío agraciado, no estoy nada mal- me hace sonreír nuevamente

- Ególatra- le reprocho recordando viejos tiempos

Me duermo escuchando sus historias, feliz de tenerle conmigo después de habernos dicho adiós, después de creerle perdido, es mi mejor amigo, y ahora por graciosos que parezca mi prometido. Y me agrada este juego, aunque sé que no es real, ni él es un príncipe, ni yo una princesa y esto por supuesto no es un cuento de hadas.