HI~ Esta es una nueva historia ojala les guste ^^
Prologo
Era un día normal para el equipo de Seirin, el entrenamiento relativamente. Excepto por una cosa. Kuroko estaba extraño. Kagami lo noto al solo llegar al aula en la mañana. En el sentido de que cuando entro, el peliceleste había llegado tarde, con el uniforme desordenado y con zapatillas. Eso le había llamado la atención. Incluso los demás alumnos lo notaban y el profesor le había regañado y el bajito le hizo caso omiso y se fue a su asiento.
Dejando eso de lado. Se encontraban en el entrenamiento y Kuroko había llegado jugando con algo en una de sus manos. El peliceleste venia llegando tarde. Riko se acerca furiosa.
-Kuroko! Que haces llegando una hora tarde!
-Ah? Solo pelearme con un tipo que me caía mal-dice despreocupado el peliceleste.
-Oe Kuroko que diablos te pasa?-el pelirrojo le mira alzando una ceja.
-Nada Taiga-kun…estoy normal…-responde Kuroko, yendo a los camarines.
Todo el equipo de basket quedo boquiabierto, preguntándose la misma cosa ¿Qué diablos le había pasado al callado Kuroko Tetsuya?!.
En Kaijou también era un día normal, según su equipo. Pero para Kasamatsu le parecía extraño que Kise no llegara aun. De hecho no vio a sus fans en todo el día y al rubio corriendo hacia el en toda la mañana. En eso la puerta se abre, apareciendo por esta un chico de cabello rubio, con un poleron con gorro puesto y encima de esta el vestón del establecimiento, venia concentrado jugando en un PSP y traía gafas. Todos quedaron mirándoles interrogantes al verlo.
-Hola Kasamatsu-senpai-dice el chico sin siquiera mirar al capitán y yendo a los camarines.
-Era Kise?-pregunta Moriyama.
-Kise! Vuelve-grita Kasamatsu alarmado.
El rubio vuelve algo extrañado mirando a su senpai, ladea la cabeza en señal de confusión. Menos mal que dejo su juego en pausa.
-Que sucede?
-Di tu nombre…-dice el capitán.
-Ryota Kise-responde alzando una ceja el chico.
-Modelo…-dice el pelinegro.
-No~ gamer~-dice el rubio con simpleza.
El chico se devuelve de lo más tranquilo al vestidor, en cambio el capitán de Kaijou quedo con un tic en el ojo, los demás jugadores quedaron confundidos y el entrenador no creía lo que acababa de ver.
En Shutoku la situación fue demasiado peculiar. Los alumnos quedaban boquiabiertos, mirando a la persona de cabello verde que caminaba animadamente, saludando a todas las chicas que pasaban. Su flequillo lo tenía sujeto, de zapatillas con la chaqueta del instituto abierta, mostrando su polera de color naranja.
Takao, al verlo no lo podía creer. Ese era Shintarou Midorima? ¿Qué demonios le había pasado? El chico peliverde ni se había percatado de el por estar coqueteando con dos chicas.
En la hora de entrenamiento, los senpais de tercer año quedaron con un tic en el ojo al ver a su lanzador de tres puntos, que venía a saltitos y efusivamente saludando a todos. Incluso el entrenador creyó que estaba soñando. Pero todos les dio la misma impresión de que era más loco que el pobre Takao que a esa hora estaba siendo arrastrado por el peliverde por todos lados.
-TAKAO~! VAMOS A CAMBIARNOS Y JUGAMOS!~-repetía como disco rayado el peliverde.
-A-ah si-el pelinegro estaba ya bastante agobiado.
-Capitán…déjeme golpear a Midorima con una piña-decía ya un fastidiado Miyagi que tuvo que liderar la mitad de la mañana con ese chico.
-Tranquilízate…pero que fue lo que le paso? Si ayer seguía siendo el mismo de siempre-dice el capitán.
-No piensen en que le paso…vallan a entrenar-ordeno el entrenador.
-Si!-dicen rápidamente los de tercero.
-A practicar~! Vamos Takao~!-sigue animado el peliverde.
-Si…-el pelinegro estaba aburriéndose de la extraña personalidad de su amigo.
En Too la situación fue casi igual de peculiar, la pelirosa casi se desmaya que eso este pasando de nuevo. El solo hecho de ver aparecer a su amigo de infancia completamente ordenado y con una sonrisa de oreja a oreja, podía significar que algo paso.
En la hora de entrenamiento Wakamatsu y Sakurai junto a sus dos senpais llegaban al gimnasio. Los cuatro notaron a una persona que se encontraba limpiando el gimnasio.
-QUE MIERDA HACES AOMINE?!-le grita Wakamatsu.
-Hola, me encuentro limpiando el gimnasio-responde el peliazul con una amplia sonrisa que casi cegó a sus compañeros.
-Esto no puede estar pasando de nuevo…-murmura la pelirosa en un rincón.
-Eh?-Imayoshi la queda mirando-Paso antes Momoi?
-Eh…no, claro que no Imayoshi-senpai~-la chica se coloca nerviosa.
-Esto…discúlpenme, aun no limpio los balones-dice Aomine yéndose a la sala de utilería.
-Aomine-san a estado extraño todo el día-dice Sakurai.
-Porque lo dices?-Imayoshi le mira.
-L-lo siento no debí hablar-dice el chico más bajo.
-Ah? Espera Saku-Imayoshi es interrumpido.
-Lo siento, lo siento! No debí hablar lo siento, lo siento-comenzó de nuevo Sakurai.
Imayoshi se devanaba los sesos gracias a que Sakurai no paraba de disculparse, incluyendo que Aomine ahora se encontraba limpiando los balones, Wakamatsu inspeccionando todo el gimnasio y Momoi con cara de horror.
En Yousen, Himuro había visto al pelimorado, así que se apura y le muestra una bolsa de dulces. Y lo único que recibe es una ceja alzada y una mirada aburrida.
-Atsushi son los dulces de siempre-dice el pelinegro.
-Himuro, no me gustan los dulces-dice como si fuera lo más normal en él.
El pelinegro abre sus ojos de par en par. El más alto se va a su salón. En la hora de entrenamiento Himuro mira a un rincón donde se encontraba Murasakibara, este se encontraba de lo más entretenido mirando una revista y sin tomarle atención a nadie, esto era extraño. El capitán del equipo le había dicho varias veces que entrenara al igual la entrenadora pero simplemente el pelimorado no hacía caso. Solo le mandaba miradas y seguía mirando su revista.
-Atsushi, cámbiate de ropa para que entrenemos-dice Himuro acercándose al más alto.
-No quiero-contesta el pelimorado.
-Atsushi…en verdad eres tú?-dice el pelinegro preocupado.
-Por supuesto-responde Murasakibara sin despegar los ojos de la revista.
Mientras tanto en Kyoto, se suponía que el equipo de basket tenía todo el día para entrenar. Hay todo bien, lo único que pasaba era que el pelirrojo capitán de Rakuzan venia sonriente con un chaleco que era casi más grande que él. Cosa que los extraño a todos. Mibuchi se acerca a su capitán.
-Sei-chan anda a cambiarte de ropa-
Reo le había dicho en tono calmado y sonriente como siempre. Akashi había asentido, solo que cuando Nebuya se acerca a saludar a su capitán. Este se coloca a llorar y sale corriendo.
-TETSUYAAA! WAAA!-y Akashi se fue con destino a Seirin.
El resto del equipo quedo con los ojos abiertos como platos. ¿Qué le había pasado a Akashi?!, Mibuchi, Kotaro y Nebuya se fueron para tratar de alcanzar al pelirrojo.
Haizaki le recorre un escalofrió, mirando hacia todos lados nuevamente. Ya eran seis escalofríos seguidos que sentía, trago en seco y siguió en lo que estaba, restándole importancia.
Bueeeno comencé con el prologo que me salio algo extraño... aunque puedo decir que me base a unas imágenes que encontré en pixiv de la Kiseki no Sedai y me pareció algo curioso...mas por la personalidad de Akashi...hasta yo puedo decir que eso no se vería en cualquier parte -.-U en todo caso es algo perturbador jejeje doble personalidad muhahaha(?) ok no...parece que me vicie con eso -w-
