1. Celos

Era una mañana muy fría, más de lo normal, pero eso no era impedimento para que los miembros de la dichosa Orden Del Fénix no asistieran a sus matutinas reuniones aquel sábado por la mañana.

-¡Este maldito yeso me esta matando!-refunfuñó Moody llevándose las manos hasta el yeso que envolvía su lastimado cuello y lo mantenía rígido hasta que regresara a su postura correcta.

-Merlín, Ojoloco… No quisiste tomarte la poción que te ofreció madame Pomfrey para sanar esa dislocación, ¡ahora no te quejes y déjate ese yeso en paz!-dijo Molly caminando hacia la mesa donde también Sirius y Remus observan con gracia a Moody, con una bandeja con té que dejó reposando en el centro.

Moody bufó y se sirvió una taza con té. Sirius y Remus hicieron lo mismo.

-¿¡Ustedes creen que Granger tenga razón con que esta cosa me va ayudar!?

Sirius lo miró.

-Por supuesto que sí –contestó Remus sonriendo mientras dejaba su taza sobre la mesa de nuevo-He visto como muggles usan en diferentes extremidades y en unas semanas están como nuevos. Yo mismo usé yeso en mi brazo derecho el año pasado-finalizó seguro.

-Y ya que la mencionas-dijo Sirius dejando él esta vez su taza-¿Dónde se habrá metido Hermione? Ella suele llegar temprano. Es raro que aún no llegue—

Sirius se calló un poco cortado al ver que Remus lo estaba mirando de una manera tan examinadora que incomodaba.

-¿Qué?

Remus lo miró por última vez antes de hundirse en su taza de té otra vez-No, nada. Solo te miré ¿Qué acaso no puedo ya?

-Cuidado eh, puede que te vuelvas loco por tanta belleza-dijo el moreno guiñándole un ojo.

-Lo siento pero hay algo que tengo que confesarte-dijo Remus siguiéndole el juego, luego de reír por aquella suspicaz manera de evadir algo que se estaba haciendo obvio.

-¿El qué?

-No eres mi tipo.

-Oh…Aprenderé a vivir con ello.

-Niñatos-dijo Molly con un tono cansino.

La puerta que daba hasta el comedor de la vieja mansión Black se abrió de golpe.

-Tan temprano y ya nos regañas madre-dijo Ron avanzando junto con su fiel compinche tras el- ¿Qué hicimos ahora?

Harry saludó con un alegre ademán y se sentó junto a su padrino.

-No es a ustedes, es a estos dos-dijo Molly haciendo un esfuerzo sobrehumano para esconder el amago de risa que ya aparecía en la comisura de sus labios.

-Sin duda que algo le hace falta a esta…encantadora cocina-comentó Harry alegre, con el deje sarcástico- ¡Es raro entrar y no ver a Hermione quejándose de porqué Ron y Yo hemos venido tarde! ¿A qué se debe dicho castigo?

-El dilema de la mañana, Sirius preguntó lo mismo hace unos segundos-dijo Moody prestándole más atención a su yeso que lo que decía.

-¿incómodo eh?-rió Harry al verlo fastidiado e irritado.

-Y que lo digas muchacho, pero era esto o tomarme esa asquerosa poción que me dejaría en reposo dos días.

Sirius estaba comenzando a impacientarse.

-¿Qué tienes?-dijo Ron al tiempo que se servía té.

Harry y Remus miraron a Sirius (Remus aparentemente encantado)

-¿Ah?-exclamó éste haciéndose el indiferente ante aquella pregunta-¿Qué tengo de qué o qué?

-Es que pareces un poco... ¿Agitado, impaciente?-dijo Ron sin darle mucha importancia.

-No sé de que me hablas.

Remus rió por lo bajo llamando la atención de Harry quién se sobresaltó junto con los demás al escuchar el golpeteo proveniente de la puerta.

-¡Buenos días todos! ¡Uf, perdón por llegar tarde! ¡¿He llegado tarde cierto?! ¡es que me he quedado dormida! …Cuánto lo siento.

Una aturdida Hermione había entrado dando saltitos por la puerta que aún se balanceaba, hablando más rápido y confuso que de lo normal.

-¡Tranquila querida!, son apenas las siete, comenzamos hasta las ocho ¿Recuerdas?-dijo Molly levantándose para saludarla con un abrazo.

-Si, pero Hermione siempre está aquí antes que el sol aparece-dijo Ron tajante.

-Nos debe una explicación señorita-dijo Harry más dulcemente.

Hermione sonrió de oreja a oreja, negó y se sentó junto a Remus, quién aún MÁS sonriente que la última vez, paseaba su mirada de Sirius a Hermione y viceversa.

-Me he quedado dormida, eso es todo-comentó pasándose una mano por el cabello aún mojado.

-Pero si te has quedado dormida es por que desde luego estás desvelada, y si estas desvelada es por que te fuiste MUY tarde a la cama.-dijo Ron ocultando su risa luego de intercambiar miradas con Harry.

Moody parecía apunto de hacer una guerra entre manos y yeso.

-¡Déjenla en paz ya! Pobre chica, se durmió eso es todo-dijo Molly levantándose de la mesa otra vez para alcanzar el pudín dentro de su horno-dejen ese interrogatorio para Azkaban.

-¡Qué Azkaban ni que nada! ¡Hermione! Como tus cuidadores responsabilizadores de amigas castañas, es nuestro deber saber qué hacías ayer en la noche-dijo Ron fingiendo seriedad.

Hermione que se había estado viendo las manos, abrió la boca finalmente para protestar, pero la puerta se había vuelto a abrir de un porrazo peor que los anteriores.

-Tonks-dijeron Sirius, Ron y Harry al unísono sin necesidad de ver hacia la puerta.

Remus tornó su rostro como si le hubieran bofeteado cinco veces.

-Perdón por eso-se disculpó la chica con cabello color chicle, adentrándose a la cocina hasta dar un brinco para poder sentarse sobre la mesilla de donde se encontraban los platos.

-¡Cuidado hija podrías lastimarte si vas siempre a ese paso!-dijo Molly sobresaltada.

Tonks se rascó la barbilla y acto seguido miró a Hermione -¡Estuviste INCREÍBLE ayer por la noche! ¿¡Cómo es que no sabía que podías moverte así!? ¡Cuéntame! ¿Donde te llevó Krum luego de ir a bailar? ¿Fueron a cenar?...

-Dora…

-¡Seguro fue estupendo! ¿Regresaron? ¿¡Qué le dijiste eh eh eh?!

-TONKS

-¿Qué más—

Hermione había aniquilado con la vista a la parlanchina de Tonks.

-Yo, este… lo siento-dijo Tonks con un hilo de voz mirando velozmente a todos los que estaban en la mesa. De los cuales Ron y Harry se habían visto con los ojos abiertos como platos para luego ver a aquella sonrojada Hermione.

Remus parecía gozar misteriosamente algo, pues se al escuchar a Tonks, se había recostado sobre la silla y había dejado los brazos cruzados galanamente sobre su pecho.

Sirius tenía exactamente la misma pose que su amigo con la diferencia que en su rostro había un gesto torcido como de dolor. Su miraba estaba fija en Hermione, seria y tajante.

-¿Cómo que moverte así? –Dijo Ron extasiado- ¿Mover el qué exactamente?-se corrigió rápidamente.

Harry estalló en risas y Remus junto con Ron lo miraron divertidos.

-¿Víctor Krum esta en Inglaterra de nuevo?-dijo Molly sentándose, interesada- Creí que estaba en Bulgaria entrenando.

-Y lo estaba…-añadió Hermione atreviéndose a hablar de nuevo con una voz tímida. Evitando ver algo más que sus manos- Pero se tomó vacaciones, la temporada de partidos comienza hasta dentro de dos meses. Justo ayer temprano por la mañana mandó una lechuza avisando que vendría…

-Ese Krum… ¿No es un poco mayor para ti?-dijo Moody que aún luchaba con su yeso.

-¡Que va Ojoloco! Solo unos cuántos años…-dijo Tonks reintegrándose a la conversación luego de ser fulminada por Hermione.

Sirius tenía una mano hecha puño, y en su frente resaltaba una vena bastante saltada.

Hermione rió.

-No tengo intenciones de volver con el de todos modos-dijo muy segura.

Ron y Harry hicieron muecas de no creerle.

-Entonces…Sino no tuvieras intenciones de volver con el, no veo porqué aceptar sus invitaciones-la voz de Sirius sonó áspera, y antes de levantarse para salir agresivamente, le dirigió a la castaña una mirada muy venenosa.

-Y a este… ¿Qué mosca le picó?-dijo Ron llevándose pudín a la boca.

Remus y Harry se miraron intuitivamente.

Hermione ahora estaba helada sobre su silla, y su mirada se había quedado congelada por donde Sirius había salido.


Y?