Mi vida en la academia Youkai. Parte 1

Me encontraba yo caminando por una especie de bosque-cementerio con la escasa luz de un lejano amanecer iluminando mi espalda. Tenía una extraña sensación de que me "algo" me observaba. Yo sabía que era normal que me sintiera así por ser transferido a medio semestre pero… ¿Sentirme observado? Creo que no es normal.

Todo había pasado demasiado rápido… aún resonaban en mis oídos las palabras de mi padre "Ahiru, creo que debes ir a una escuela especial, eres demasiado problemático", mientras mi madre asentía detrás de el con aires de superioridad. Supongo que no podia oponerme, cuando mi padre toma una decisión, se vuelve inapelable.

Y así comenzó mi nueva vida, seguro se están preguntando ¿Para que te cambian de escuela? ¿Cuál es la razón? ¿Porqué eres tan problemático? Pues bien, ésta es la razón: La academia Youkai es una institución escolar que se encarga de la formación académica y social de monstruos para poder convivir de manera pacífica con los humanos. Yo, aunque suene difícil de creer, soy un hombre lobo y tengo problemas de comportamiento: No puedo controlar que, ante momentos de emoción, sobresalgan mi cola y mis orejas, además de que me pongo demasiado hambriento en las noches de luna llena.

¿Y quién soy yo? Mi nombre es Ahiru Koizumi. Tengo 15 años y estoy cursando el primer semestre de instituto. No presumo, pero mis calificaciones son buenas y podría decirse que me llevo "bien" con la gente, aunque como decía, mi cola ha dado muchos problemas…

Mientras caminaba, pude vislumbrar a lo lejos los pináculos de un castillo "¿És esa la escuela? que raro" En fin… la carta de inscripción decía que debía llegar temprano para que me fuera asignado un grupo y pudiera conocer la escuela. Miré mi reloj, eran las 5:30 AM. las clases no comenzaban hasta las 7:00 AM. ¿Estaría ya la trabajadora social esperándome? No tuve de otra más que caminar por un largo pasillo hasta llegar al área central, que éra un jardín muy grande, con una fuente en el centro. Al fondo, había una puerta con el rótulo "Dirección" Supuse que ahí debía ser.

Entré. Mi primera impresión fué de que estaba en un museo. Pues había un montón de retratos en las paredes y, los espacios que no estaban ocupados por pinturas, se encontraban llenos de libros. Consideré regresar si no hubiera sido por un detalle inexplicable: Tenía en ese momento la misma sensación de ser observado que había experimentado en el bosque, pero en este caso duró poco, pues oí pasos y vi a una joven de aproximadamente 19 años que venía hacia mi. Llevaba un vestido azul con medias largas y el cabello de un atrevido color rojo recogido en un moño azul de gran tamaño. Además, llevaba apoyado en su brazo derecho un montón de libros y en el izquierdo, una bolsa blanca. Me sonreía abiertamente, aunque sentí que su mirada era curiosamente penetrante. Esa mujer podia darse cuenta de todo lo que sucedía.

Supe que debía ser el primero en hablar, así que empecé presentándome:

–Hola, mi nombre es Ahiru Koizumi

–Lo sé, llevo tiempo observándote –Sonreía de forma inocente, así que era ella quien me había observado durante mi trayecto por el bosque.

–Has llegado temprano, y eso es bueno, me he tomado la molestia de comprar todo tu material. Puedes pasar al baño continuo para ponerte tu uniforme –Me tendió la bolsa blanca, la tomé y me dirigí al baño. Era un cuarto pequeño, pero con acabados muy lujosos y con un espejo de cuerpo entero en la pared opuesta a la puerta. Me puse el uniforme: Un pantalón café claro, una camisa blanca con corbata roja y un saco verde limón con pequeños detalles blancos que hacían juego con mi cabello, el cual peiné hacia atrás y recogí en un pequeño chongo. El uniforme me gustaba.

Salí de ahí y la mujer continuaba esperándome.

–Por cierto –me dijo –Olvidé presentarme. Mi nombe es Haku Mangetsu y soy la trabajadora social en turno, así que me verás por aquí. Para cualquier cosa, mi oficina está al fondo de esta sala, tómate la libertad para buscarme cuando quieras.

Yo sonreí. Era increíble que se tomara esas consideraciones conmigo.

–Aquí están tus libros –Me tendió los libros que llevaba en sus brazos –Adentro está tu horario, para que lo consultes continuamente. Ahora, te dare un pequeño paseo por la escuela para que te familiarices con el lugar.

Salimos. Para esa hora el sol ya había salido y veía a algunos alumnos acercándose al lugar. Todos llevaban el uniforme escolar y al parecer todos se encontraban de buen humor, una buena señal. Nos dirigimos primeramente al vestíbulo, que era una sala de techo alto con una escalinata en el centro.

–Aquí es donde la mayoría de los alumnos toman su recreo, debido a que es el área interna más grande del castillo.

Continuamos, ella me siguió mostrando aulas, la biblioteca, el gimnasio, hasta detenernos en frente de una puerta con la leyenda "1-1". Ella miró ese letrero detenidamente.

–Vaya… Estás en la misma clase de mi hermana, su nombre es Kisa, espero que te lleves bien con ella, es buena persona, seguramente te agradará –Era bueno saber que al menos podría ver caras "familiares" en mi primer día de clases. Haku continuó –Entonces, te acompañaré y te presentaré, sólo debes recordar una regla de vital importancia en esta escuela: que ningún alumno debe mostrar su verdadera identidad salvo en casos de verdadera necesidad. Ten cuidado. –Y sin dejarme analizar bien lo que había dicho, pasó al salón y esos pensamientos se disolvieron.

Entré al aula. Toda la gente ya estaba en su lugar, pero no llevaban mucho tiempo así. Todos se callaron al ver entrar a Haku.

–Buenos días a todos. El día de hoy se une a su grupo el jóven Ahiru Koizumi. Espero que se porten de manera cálida con él.

Todos me miraban. Sonreí inocentemente y levanté la mano.

–Ese lugar te irá bien –Haku señalaba un asiento al centro del aula. Me dirigí ahí sin vacilar. Y me senté mirando en todas direcciones. Todos me miraban y sentí claramente cómo me sonrojaba.

El chico que estaba a mi derecha me miró detenidamente y finalmente dijo: –Mi nombre es Keita Kazeki, será un placer tenerte cómo compañero éste semestre. –Lo dijo de manera casi instantánea, pero sonó increiblemente reconfortante. Era un chico más alto que yo, de cabello rubio y ojos celestes y de complexion increíblemente delgada. –Un placer –Le respondí.

Las clases trancurrieron de manera normal, sin nada digno de nombrarse. Durante el recreo estuve paseando con Keita, que me mostró y me dijo algunas cosas que a Haku se le habían escapado, así que para cuando sonó la campana que daba la salida, ya estaba familiarizado con la escuela. Eran las 3 de la tarde cuando nos dirigíamos al edificio de los dormitorios, oimos pasos detrás de nosotros y nos volvimos. Era un chico de nuestra clase, tenía el cabello negro y largo y ojos castaños. También llevaba una bufanda gris en lugar de la corbata del uniforme. –Hola –Dijo secamente –Mi nombre es El'pild Kimura, no pude presentarme, pero quiero hacerte saber que estoy a tus órdenes. –Keita lo interrumpió –El'pild… sabes que no tienes porqué comportarte así. Sé tú mismo. –El'pild lo miró de manera fulminante y continuó. –De igual forma, me gustaría que fuéramos amigos. –Yo sonreí

–Muchas gracias. Es un gesto muy considerado de tu parte.

Continuamos caminando hacia el edificio cuando escuchamos un ruido de pasos apresurados detrás nuestro. Para cuando distinguimos lo que era, ya estaba enfrente de nosotros. –Hola, Ahiru, sólo vengo a… –Haku se interrumpió al ver a Keita y a El'pild, pero continuó de inmediato.

–Koizumi-kun, he venido a entregarte la llave de tu dormitorio, pero por lo que veo, ya has hecho amigos, así que puedes compartir el dormitorio con ellos. –Dijo Haku

–Me gustaría estar en el mismo dormitorio que ellos –Dije –Será mejor si me siento acompañado.

–En ese caso, el dormitorio es el número 118, espero que estés cómodo –Y se retiró.

Seguimos andando hacia los dormitorios. La verdad es que quedaban a una distancia considerable de la escuela. Empezamos a atravesar el bosque. El silencio era incómodo y Keita decidió romperlo.

–Emm… Ahiru

–¿Qué pasa?

–¿Tú qué clase de monstruo eres? –Me miraba fijamente al decir eso

–¿Tenemos permitido revelar esa información?

–Decir qué éres no es igual que mostrarlo, si quieres yo te diré antes lo que soy.

Me miraba de una manera particular, cómo si fuera gran objeto de estudio. Mostraba el leve asomo de una sonrisa en sus labios, cómo esperando que yo aceptara el trato.

–De acuerdo –Dije –¿Qué eres?

–El'pild y yo somos brujos, podemos usar la magia de diversas formas para atacar y defender. El ser así nos brinda una gran ventaja, pues no necesitamos transformarnos para usar nuestros poderes. Ésta es nuestra única y verdadera forma.

–Vaya… pues, yo soy un hombre lobo. –Dije tímidamente –Tengo algunos problemas de conducta y por eso mis padres optaron por meterme en ésta institución.

–Interesante… los hombres lobo son muy interesantes. –Keita me miraba penetrantemente. El'pild caminaba escuchando todo, pero no dijo nada más. Seguimos andando.

Habíamos atravesado el bosque casi por completo cuando escuchamos pasos detrás nuestro y nos volvimos. Era un grupo de 5 o 6 chicos, algunos de mi clase que me miraban de forma burlona.

–Así que… –Dijo el que estaba al centro –…tú eres el chico nuevo. Debes saber que la gente que entra a medio semestre siempre pasa por un ritual de bienvenida. –Sonreía malevolamente.

–La señorita Haku no mencionó nada de ésto. –Pude sentir cómo se me entumecían las piernas. Ésto no iva a llevar a nada bueno. Todo el grupo soltó una risa burlona, me miraban a mi y definitivamente no tenían ninguna buena intención.

–¿Porqué no se buscan a alguien más? –Keita avanzó y se colocó en frente mío. –Éste chico no ha buscado problemas. No me hagan mostrar mis verdaderos poderes. –Su mirada transmitía verdadero odio, era increíble que hubiera cambiado tan drasticamente.

–No me hagas reir. Sabes que son tradiciones, y las tradiciones deben respetarse. –Su brazo se estaba empezando a volver de color negro, mientras que en su mano se formaban unas garras.

–Acabemos con esto de una vez.

Y frente a mis ojos se convirtió en un ser semejante a una serpiente con patas, con enormes alas y una cola larga con terminación en punta: Una quimera.

–Ahiru –Dijo Keita mirando al monstruo –Deja ésto a El'pild y a mi. Tu trata de mantenerte lejos, pero dónde puedas ver lo que sucede. No nos pasará nada. –Y sin más, corrieron en dirección a la quimera.

Continuará…