• Fandom: Axis Power Hetalia.
• Titulo: Ich verlasse heut' dein Herz (Hoy dejo tu corazón).
• Claim: Estados Unidos (Alfred) e Inglaterra (Arthur).
• Resumen: Se había independizado por necesidad, pagando un alto precio por ello. Y a pesar de todo lo amaba.
• Advertencias: ¿Intento de angst? Quizá esté extraño, ha pasado un año desde la última vez que escribí un USUK.
• Disclamer: Hetalia es de Hidekazu, lo demás es mío.
• Notas: Les recomiendo que escuchen "Ich verlasse heut' dein Herz" mientras lo leen, realmente ayuda a la ambientación, y si quieren la traducción está aquí. La historia está dedicada con mcuho cariño para mi amiga secreta Chuain,por parte del Amigo Secreto de hambuscone, ¡ojalá te guste, bella! :3
¿Cuántas veces dijo que lo haría? ¿Cien? ¿Doscientas? Probablemente más de las que es consciente. Se dijo que lo dejaría tantas veces como se prometió no dejarlo.
(Y tu cabeza se partió, ¿verdad, Alfred?)
Porque era débil ante aquellas lágrimas, aquella calidez. Era débil ante todo lo que Inglaterra le ofrecía. Débil.
Debía irse. Pelear por ser su igual, por ser él. Para Arthur.
(Pero deber y querer no es lo mismo, Alfred, tú lo sabes)
Debía alejarse de todo lo que le era conocido, pero su pecho dolía con fuerza cuando pensaba en ello seriamente. Su pecho dolía ante la perspectiva de las lágrimas de Inglaterra, ante las que siempre fue débil. Por eso lo eligió sobre Francia; no quiso verlo llorar.
Y sin embargo iba a independizarse, Inglaterra lo había dejado sin opciones hacía mucho tiempo.
(¿Estás dispuesto a pagar el precio?)
Y su mente volvió a fracturarse en una contradicción. El niño dentro de él simplemente quería dejarlo todo y correr a refugiarse en el abrazo de Arthur, el espíritu de nación en su interior no lo dejó moverse; pagaría el precio, fuese el que fuese.
(Muy bien, entonces elige un nombre y pelea por él, deja atrás todo lo que Inglaterra te dio)
Luchó. Peleó hasta que vio cumplido aquel sueño de independencia que se había forjado; peleó y le dio la espalda, no podía hacer otra cosa. No debía hacer otra cosa.
Alfred hubiera querido hacer otra cosa, haber tenido más opciones.
(Arthur no pudo disparar. Arthur nunca pudo ponerle límites firmes)
Y si le dio la espalda no fue por rechazo sino por saberse débil. De haber visto aquellas lágrimas no hubiera podido seguir adelante.
Ese día lluvioso dejó lo que hasta entonces (y durante los siglos siguientes) le era más importante: dejó a Inglaterra. Dejó su cercanía y su calor, sus besos y su dulzura.
Aquel día que se marchó rodeado con sus soldados también lo hizo con la culpa de quien sabe que deja atrás a quien quiere.
Y aquel final se veía mejor en su mente, y quizá todo era culpa de la lluvia y las lágrimas.
(Pero estaba agradecido y siempre lo estaría. Agradecido por el amor y las enseñanzas; y seguiría amándolo aunque se hubiera independizado).
Y ahora, doscientos años después, se pregunta si el precio que ha tenido que pagar no es demasiado alto...
