En tus Brazos
Por Mizuho
Capítulo 1
Montaña Rusa del Amor
Un automóvil se detiene frente a la puerta del condominio, la puerta automática se abre y el último modelo de Audi entra en el aparcamiento. 5-A, es el parqueo que ocupa, el conductor, un hombre a mediado de sus 30, con el cabello recogido en una coleta baja, rubio platinado y ojos como soles, ve a su derecha y nota que en el otro espacio de su aparcamiento está un Mercedes Benz color azul. Apaga el motor de su auto y baja la cabeza apoyándose del guía. Cierra los ojos e inhala y exhala un par de veces antes de bajarse del auto.
En el ascensor, sólo piensa en la manera en que le dará la noticia a su esposa. Cerró los ojos, no lo podía creer. El timbre del ascensor anunció su llegada al piso marcado y las puertas se abrieron. El hombre salió del mismo de manera mecánica. Con sus llaves en sus manos, lo volvió a pensar antes de abrir la puerta. No era justo. Ni para él, ni para su esposa.
Abrió la puerta y casi pierde el equilibrio con el recibimiento de su esposa, que brincó a sus brazos y rodeándolo con brazos y piernas, le llenó el rostro de besos.
-Hola, mi amor!
-Por Kami, Rin, casi me haces caer!
-Hm! Viniste gruñón otra vez… en serio, los problemas de tránsito no son mi culpa! No te las desquites conmigo, Sesshoumaru.
Sesshoumaru sonrió y soltando su maletín y sus llaves, la abrazó y la besó apasionadamente. Ella sonrió y con su dedo pulgar intentó remover un poco del labial que le había quedado en la boca, él atrapó su dedo con sus dientes, haciéndola reír.
-Estamos solos?
-Sí!!! Dame un segundo y me pongo el diafragma…
-Olvídate de ese disparate…
-Pero Sessh… sin el diafragma puedo quedar embarazada…
-Precisamente…
Rin dio un grito y se aferró aún con más fuerzas a su esposo, él sonrió prácticamente sordo de un oído y cerrando la puerta de un puntapié, la llevó a la habitación. La sintió revolverse debajo de él y todo era de la pura emoción. Hacía ya poco más de un año que ella le pidiera intentar tener hijos y él se inventaba excusa tras excusa.
-Estás feliz por otra razón…
Rin asintió mientras volvía a envolverse en su cuerpo.
-Qué tal si me haces el amor y luego te digo?
-Como gustes, mi reina…
Sesshoumaru la besó apasionadamente mientras sentía sus delicadas manos desvestirlo con agilidad, se dejó colocar de espaldas al colchón, Rin sentada en su abdomen. Acarició su pecho y sus brazos y notó las banditas redondas que ponen en los laboratorios.
-Porqué te sacaron sangre de ambos brazos?
-Me hicieron varios exámenes y no encontraron la vena en uno, así que me masacraron el otro.
-Pobrecito, mi amorcito… parece un colador… deja que yo te quito ese dolor…
Sesshoumaru rió, le encantaba cuando Rin lo consolaba. La vio quitarse la camisa y el sostén, sus manos corrieron a encontrarse con su piel, pero ella lo detuvo entrelazando sus dedos con una sonrisa en sus labios.
-Preciosa…
-Mi amor… de verdad quieres tener un hijo? Conmigo?
-Especialmente contigo…
-Sessh, estás seguro?
-Porqué lo preguntas tanto?
-Porque estoy en ese momento justo en que puedo quedar embarazada…
-Entonces no pierdas el tiempo.
Rin sonrió, Sesshoumaru la acercó a su rostro y la besó apasionadamente, en medio de ese beso, la aprisionó contra el colchón.
-Sessh…
-Hm?
-Haz que llamen a la policía…
Sesshoumaru rió a carcajadas y abrazó a su esposa, un simple roce accidental de sus intimidades le recordó lo que estaban haciendo. Vio a su esposa y ella rodeó su cintura con sus piernas.
-Yo quiero que sea niño…
-Yo quiero sea nuestro…
Rin sonrió y apretando sus piernas, lo acercó a él.
-Ten por seguro que será nuestro… Ah…
Rin arqueó la espalda al sentirlo en su interior, él la besó en el cuello y dibujó un camino con su lengua hasta su oreja y jugando con el lóbulo, le habló.
-Me estás quemando…
-Ya sabes cuánto te deseo…
Sesshoumaru la vio a los ojos, aquellas lagunas esmeraldas y sintió que se excitaba aún más, como si aquello fuese posible, ella lo veía de manera seductora, se mordió el labio inferior y gimió con sus movimientos.
-Te amo, preciosa…
-Ah! Mi amor! Así!!!
Sesshoumaru pasó sus brazos por debajo de ella y la levantó, quedando sentados, se deleitó con su pecho mientras la hacía moverse de arriba hacia abajo y ella le agregaba ladeos que lo hacía gruñir.
-Rin! No hagas eso!
-Por qué?
-Porque termino antes! No lo hagas!!!
-Ah! Mi amor así! Más!!!
Sesshoumaru continuaba penetrándola cual bestia en celo, su mujer gritaba y gemía aferrada a él. Se echó hacia atrás planeando que ella siguiera sobre él, pero no se dio cuenta de que estaba al borde y ambos cayeron al piso.
-Sessh! Estás bien?!
-Estoy bien, y tú?
Rin rió a carcajadas.
-Estoy bien, mi amor…
Se besaron apasionadamente y continuaron moviéndose, Sesshoumaru la cargó y la volvió a subir a la cama.
-Sessh…
-No quiero que tengas moretes…
Sesshoumaru cumplió su deseo de hacerla gritar a todo pulmón.
-SESSHOUMARU!!!
-AAGGHH!! RIN!!!
Sesshoumaru colapsó sobre el cuerpo de su esposa.
Besaba el pecho de su mujer y ella acariciaba su cabeza y jugaba con la larga cabellera platinada.
-Estás seguro de que estás bien?
-Tengo la cabeza dura, no me pasará nada. Además… qué esperas que diga si voy al médico? Me caí de la cama haciendo el amor?
-Sessh!
Él levantó la cabeza y le sonrió, a Rin le encantaba que él se pusiera en esa posición, siempre decía que sus ojos eran más bonitos si se veían desde arriba. Él se deslizó sobre ella hasta estar a su altura y la besó apasionadamente. La hizo quedar sobre él. Acarició la melena azabache que por la gravedad, caía sobre su rostro, ella descendió sobre él y lo besó de la misma manera.
-Te amo, Rin…
-Sessh…
Rin sonrió y lo llenó de tiernos besitos.
-No me dirás porqué estabas feliz?
-Ah, sí! Voy a publicar otro libro!
-Felicidades, mi amor! Cuál?
-El de Ed en la manzana…
Sesshoumaru sonrió, Rin tenía una afinidad tan grande para con los niños que sus historias para niños se vendían como pan caliente. Claro que aquello no era su profesión como tal, Rin era publicista. Se conocieron en una propuesta de mercadeo, donde Rin exponía las ventajas de su idea. Sesshoumaru la contrató por capricho, la despidió cuando lo rechazó. La volvió a contratar por sus ideas y porque se había enamorado de ella, pero la volvió a despedir para pedirle que se casara con él. La gente los llamaba la montaña rusa del amor. A los 3 años de casados, Sesshoumaru había decidido vivir al máximo su vida junto a su esposa.
-Sessh…
-Hm?
-Amanecí terminando un capítulo… y con lo de la publicación, no he dormido nada…
Sesshoumaru sonrió.
-Descansa, mi amor…
Rin lo besó con ternura y se acomodó sobre su pecho.
-Además… me sacaste el jugo…
Sesshoumaru rió a carcajadas, la rodeó con sus brazos, una mano, la deslizó sobre toda su espalda y hasta su trasero.
-Sessh!
-Tú duerme… que yo me encargo del resto…
-Hm! Eres capaz de hacerme el bebé y yo dormida…
-Ni te imaginas las veces que te he hecho el amor y tú no despiertas.
-Sesshoumaru!
Sesshoumaru la besó con ternura.
-Es que tienes esa mala costumbre de tomar pastillas para dormir y me dejas solito con mi deseo…
-Hablando de eso, ya no debo tomarlas… no sé cuando pueda quedar embarazada.
Sesshoumaru sonrió y la besó con ternura. Rin ya hasta tomaba precauciones para con su bebé. La vio dormida y cerró los ojos, se escaparon dos lágrimas.
-Te amo, Rin… te amo tanto…
Rin se movió entre sueños buscando sus latidos.
………………………………
2 semanas después. -
-…Habrá un pequeño brindis y luego tú y yo iremos a cenar.
Sesshoumaru se ajustaba la corbata de moño frente al espejo mientras Rin se terminaba el maquillaje en el espejo del baño.
-A dónde iremos?
-No te preocupes, mi amor, es una sorpresa.
Rin salió del baño ya maquillada y peinada, se paró frente a Sesshoumaru y desbarató el nudo de su corbata.
-Yo invito…
Lo besó con ternura y se dirigió hacia su vestido.
-Rin, tengo 20 minutos luchando con esa estúpida corbata, dime otra vez porqué no puedo usar una corbata normal?
-Porque tienes un esmoquin, no un traje de oficina y porque te ves increíblemente sexy con corbata de moño.
-Lo que pareceré es un camarero.
-Los camareros usarán corbatas grises, es una función de gala, mi amor. Al terminar, se hará público el lanzamiento.
Rin se deslizó dentro del vestido color rojo vino, era más bien un tornasol entre el rojo y negro y asentaba delicadamente sus curvas. El vestido llegaba a sus tobillos y era sostenido por unos finos tiros en sus hombros. Sesshoumaru tragó grueso cuando Rin se acercó a él con la espalda desnuda y le pidió subir el cierre. Él lo subió con delicadeza y acarició el cuarto de espalda que quedaba desnudo hacia arriba y besó su cuello arrancándole un suspiro.
-Cuando volvamos ésta noche… no te quites el peinado…
-Sessh…
-Quiero hacerte el amor así.
Rin se dio la vuelta y lo besó con ternura.
-No podías pintarte en el carro? Ahora me vas a pintar todo o no vas a querer besarme.
-Éste no se quita, ni se embarra.
Sesshoumaru se vio al espejo y sonrió.
-Mucho mejor… Rin, la corbata.
Rin se puso sus zapatos de tacón e hizo que Sesshoumaru estuviera de frente al espejo.
-Sabes? Ya eres bastante grandecito como para no saber hacerte un nudo de corbata. Cómo te hacías antes de mí?
-Izayoi o las compraba de gancho, ya vienen hechas.
Rin comenzó a hacer el nudo y lo volvió a desbaratar.
-Está arrugada, busca otra.
Sesshoumaru fue al clóset y sacó otra. Rin le hizo el lazo y lo besó en la mejilla.
-Listo. Qué harías si yo te faltara?
-Dejaría de existir, mi amor…
-Qué tierno!
Rin le modeló un poco.
-Qué te parece?
-Estás bellísima.
Rin sonrió y se acercó.
-Tú también…
Rozó sus labios y tomó una diminuta cartera donde apenas cabían sus identificaciones y tarjeta de crédito.
-Tu auto o el mío?
-Yo conduzco.
Sesshoumaru tomó sus llaves y salieron rumbo al ascensor. En el parqueo, se encontraron con otras dos parejas que vivían en el edificio. Uno de los hombres chifló a Rin.
-Vaya, vaya! Kazami!
Sesshoumaru lo saludó con la mano y abrió la puerta del auto para Rin. Una vez que él estuvo adentro, se besaron con ternura y Sesshoumaru encendió el auto, salió del aparcamiento con el motor del Audi ronroneando. En una luz en rojo, tomó la mano de su esposa y la besó, se quedó con sus dedos entrelazados.
-Te amo, preciosa…
-Yo también te amo, mi amor…
Sesshoumaru se quedó viendo los anillos de compromiso y matrimonio en la mano de su esposa, hasta que ella le advirtió el cambio de luz.
Al llegar al teatro, Sesshoumaru se paró en la entrada y la ayudó a salir, el valet aparcó su auto y le devolvió las llaves, procedieron a entrar al edificio, muchos se quedaban viendo fijamente a la pareja, otros murmuraban y algunos fingían ignorancia, los más allegados se acercaron a saludar. Ya cerca de la entrada al auditorio, se encontraron con la familia de Sesshoumaru.
-Por Kami, Rin, cada día estás más bella…
-Muchas gracias, Inutaisho-sama…
Rin saludó a su cuñado y su esposa así como a la esposa de Inutaisho. Una vez en los asientos, Rin e Inutaisho quedaron juntos, el viejo le llamó la atención a Rin.
-Sabes? Hay algo que me tiene un poco inquieto?
-Qué cosa, Inutaisho-sama?
-Pues que ni tú ni Kagome se quieren poner en función para darme nietos.
Rin rió evitando que se oyera mucho más.
-Pero deles vacaciones, apenas si llevan un año de casados.
-Y qué hay de ti, ya van a cumplir 4.
Rin vio a Sesshoumaru y sonrió.
-Le voy a confesar un secreto, puede guardarlo?
-Muchachita…
-Resulta que su hijo y yo ya tenemos planes… y pues sólo falta que Kami decida cuándo.
-Estás bromeando.
-No, viejo, te importaría devolverme a mi mujer?
-Sessh!
Sesshoumaru viró los ojos.
-Sí es verdad… estamos buscando.
Se escuchó el anuncio de que la función iba a comenzar. Rin vio a Sesshoumaru que entrelazó sus dedos y la besó con ternura. Disfrutaron de la función y al terminar, se dirigieron a la sala de exposiciones. Los de la casa editora dieron la introducción y Rin dio a conocer la nueva historia que circularía en las tiendas a partir del próximo día. Al terminar, Rin se acercó a Sesshoumaru y él la felicitó con un tierno beso. Luego del brindis, los invitados se marcharon, los agentes de la editora, presagiaron un gran éxito para la historia, tal y como las anteriores. Inutaisho se acercó a ellos.
-Qué les parece una cena para celebrar?
-Qué pena, Inutaisho-sama… Sesshoumaru y yo ya teníamos algo planeado…
-Pero no van a cenar?
-Sí vamos a cenar, papá. Pero sólo nosotros dos.
Rin puso una mano en el pecho de Sesshoumaru.
-Rin…
-Si de todas formas vamos a cenar, porqué no vamos todos juntos?
-Porque mi papá se pone a hablar disparates.
-Sessh, no hables así. Inutaisho-sama es muy agradable.
-No te preocupes, Rin… si prefieren cenar solos…
-Sessh!
Sesshoumaru viró los ojos.
-Está bien, pero deja de acaparar su atención.
-Sessh, actúas como si estuvieras celoso de tu papá.
-Pues es que te olvidas de mi cuando estás con el viejo este.
-No le digas viejo.
Sesshoumaru cedió a la cena familiar. Durante la cena, Inutaisho brindó por la salud de sus hijos y por el éxito de Rin. Sesshoumaru brindó con ellos, pero sus ojos dejaron de brillar. Rin lo había notado, pero no dijo nada. También había notado que desde hacía unos días, había comenzado a tomar una gran cantidad de multivitamínicos, inmunoestimuladores y eso la preocupaba, de hecho, no pensaba dejar pasar la noche sin hablar con él al respecto. Sesshoumaru se dejó llevar por la alegría de su familia. Al terminar la cena, volvieron al apartamento y el enfado de Rin por su comportamiento en la exhibición se había convertido en preocupación, por su falta de entusiasmo en la cena. Lo vio más preocupada aún tomarse 5 pastillas juntas y dirigirse con desgano a la habitación.
-Sessh…
-Estoy cansado, Rin…
-Sesshoumaru…
Él estaba sentado en un sillón frente a la cama, donde se quitaba los zapatos, Rin se sentó sobre sus piernas, rodeando su cuello con sus brazos.
-Qué pasa, mi amor?
-Con qué?
-Estoy preocupada, Sesshoumaru, estás enfermo?
Abrió los ojos cuales faroles y luego se relajó.
-Estoy bien, mi amor…
-No estás bien, y todas esas pastillas? Te diste cuenta de que estás bebiendo 15 pastillas al día?
-Eso me pasa por no hacerlo a su tiempo. Ahora tengo que intentar prevenirlo todo junto.
-Sessh, mi amor…
-Te prometo que mañana me disculpo con papá…
-No es eso. Pero últimamente sí estás bastante posesivo…
-Es sólo que quiero disfrutar de tenerte cerca, mi amor.
Sesshoumaru la besó en la mejilla y rodeó su cintura con sus brazos.
-Te amo, Rin… no me puedo imaginar mi vida sin ti, cariño…
-Sabes? Yo no lo creía posible… esas cosas de no poder vivir sin alguien… pero ciertamente se me hace muy difícil imaginarme volver a vivir sin ti…
Rin acarició su rostro.
-Sessh…
-Hm?
Rin tomó su mano y entrelazando sus dedos la besó, luego llevó su mano a su vientre.
-Sesshoumaru, mi amor… yo creo que… es muy posible… cariño… creo que estoy embarazada…
-Qué?!
-Sessh, han pasado dos semanas y aún no me llega…
-P-pero estás segura?
-Sólo hay una manera de asegurarme… pero por el momento…
Sesshoumaru la abrazó con fuerza y la llenó de besos.
-Para eso era la cena?
-Sí, mi amor…
Sesshoumaru la besó en la sien, fue un beso tan cálido y cargado de sentimientos, Rin sintió que la piel se le erizaba.
-Sessh…
-Te amo, Rin…
-Te amo, Sesshoumaru…
Se besaron, en medio de ese beso, Sesshoumaru bajó el cierre del vestido de Rin, desvió sus besos a su cuello y hombros, donde con la nariz, desplazó los tiros para besar la piel un tanto marcada por el peso del vestido, continuó besando la piel que iba quedando al descubierto mientras sus manos acariciaban su espalda a sus anchas, ella se aferraba a él con fuerza, suspirando y algunas veces, cuando la acariciaba con sus dientes, gemía. Cuando la piel de su pecho estuvo expuesta, Sesshoumaru sonrió, la contempló unos segundos.
-Cuando te conocí, lo primero que hice fue imaginarte desnuda…
-Eres un pervertido.
-Cuando te vi en la piscina del hotel, ya no tenía que imaginarte. Aquel diminuto bikini me daba todo lo que deseaba saber.
-Sigues siendo un pervertido.
-Cuando supe que eras virgen, decidí hacerte mi mujer…
Rin sonrió.
-Sabías que si había llegado tan lejos, no me iba a entregar a ti sin casarme…
-Pero yo soy Sesshoumaru Kazami…
-Para mí, eras un perro más que buscaba cama y nada más… pero fuiste el perro más lindo y tierno… por eso te adopté…
Sesshoumaru rió a carcajadas, volvió a besar su cuello, ella enredó sus manos en su densa cabellera platinada.
-Yo me moría por hacer el amor contigo… pero tal vez si lo hubiera hecho, no nos hubiésemos casado…
-Yo creo que sí…
-Sí? No habría pasado a ser una más de las que se derretía a tus pies?
-Tal vez, hasta nos habríamos casado antes…
-Sesshoumaru…
-La diferencia con las demás, era que estaba enamorado de ti, preciosa… nunca he amado a nadie como te amo a ti.
-Sessh…
El grito de Rin dejó a Sesshoumaru sordo de ambos oídos.
-Qué pasa?
-UNA ARAÑA!!!
Sesshoumaru sabía por experiencias previas que Rin era aracnofóbica, la sacó de la habitación y vio la araña en la pared junto a la ventana, comprendió que el temor de Rin no era para menos, era una viuda negra.
-Rin, tráeme la aspiradora…
-Mátala!!!
-Tráeme la aspiradora!
Rin buscó el aparato. Sesshoumaru le quitó el cepillo y dejó el tubo solo, al encender el aparato, lo acercó al insecto y éste fue succionado de inmediato. La aspiradora tenía un tanque de agua, donde recogía las impurezas y no apagó el aparato hasta ver al insecto hecho trizas en el tanque.
Sesshoumaru sacó el aparato y en el área de lavado desechó el agua, al terminar, fue a la sala, donde Rin permanecía sentada en un sillón. Vio a Sesshoumaru acercársele y no pudo ocultar las lágrimas.
-Preciosa…
-No me pelees, por favor…
-No te voy a pelear, mi amor…
Rin se puso de pie y lo abrazó con fuerza.
-Kami, Sessh!
-Tranquila, cariño… tenías todo el derecho a asustarte…
-Es que me dan tanto asco!
-Esta vez tenías el derecho a gritar, a correr, a todo…
-Sessh… esa era peligrosa?
-Sí… era una viuda negra…
Rin se abrazó a él con más fuerzas.
-Y si hay más?
-No habrá más…
-Tú no sabes…
-Las viudas negras siempre están solas, se llaman viudas porque matan a los machos después de la cópula. No hay más y mañana mandaré a fumigar.
-Me salvaste la vida…
-Rin…
-Me salvaste la vida, mi amor…
Para Rin, el matar aquella araña era como la más peligrosa de las proezas, era como cederle su paracaídas en un avión en llamas. Sesshoumaru acarició sus mejillas y sus labios con su dedo pulgar.
-Soy capaz de cualquier cosa por ti, preciosa…
-Te amo, Sesshoumaru…
-Y yo a ti, mi pequeña preciosa…
Rin se refugió en su pecho, ya no tenía los tacones y su cabeza quedaba a la altura del cuello de su esposo, él la abrazó y la besó en la cabeza, cerró los ojos rogando a Dios por el tiempo suficiente para prepararla para que viviera sola otra vez.
…………………………………
N/A: Hola!!! Aquí Mizuho revelando lo que la desveló un par de noches. Espero sus opiniones a ver qué les pareció.
Besitos
Mizuho
PD: Inuyasha y todos sus personajes no me pertenecen sino a Rumiko Takahasi.
