N/A: Bueno, mientras esperáis a que me ponga las pilas en navidades (voy a estar en la montaña sin internet, así que me tocará escribir para no morirme de aburrimiento), ¿porqué no os leéis este fic que me he sacado de la manga en un momento que se me han cruzado un poco más de la cuenta los cables? La idea es un poco...rara, pero oye, ¿porqué no?
Disclaimer: Eeeh, no soy el asesino literario más famoso de estos tiempos. Así que apuntar vuestras espadas de acero valyrio hacia otro lado.
Aviso: Este fic participa en La Batalla de fuego y hielo en el reto del mes de Diciembre del foro Alas negras, palabras negras.
Ha matado al rey. Por la espalda. Y después se ha sentado en el trono a la espera. Seguro que alguien vendrá, y él tendrá que dar explicaciones. Porque nadie va a creer que lo ha hecho para salvar a toda una cuidad. ¿Quién le creería?
Las puertas se abren y entra Ned Stark. Sudoroso, sin aliento, algo magullado y con sangre, aunque no parece ser suya. Pasa la vista por el cuerpo tendido en el suelo y luego mira al chico, que aún no es adulto, sentado en el trono como si nada.
¿Le ha matado a traición? ¿Por la espalda? ¿Sin un juicio? ¿Por qué?
Se miran en silencio. Esperando a que el otro hable primero. O incluso que haga un gesto. Pero los segundos pasan y ninguno habla. ¿Qué se puede decir en una situación así? No están escondidos en un jardín compartiendo besos y caricias mientras se desvisten entre limoneros, castaños y hayas. El olor a cítrico ha desaparecido y en su lugar huele a muerte.
Ned es el que da el primer paso, justo cuando las puertas se abren y entra el mismísimo Robert Baratheon, hacha en mano y a la carrera. Intercambia la vista entre los dos hombres y el cadáver.
-¿Has sido tú Lannister?
Esa tendría que haber sido la pregunta de Ned. Y Jaime le habría contado la verdad. Y entre los dos hubieran encontrado una solución. Pero han perdido demasiado tiempo mirándose el uno al otro.
-Sí-contesta el chico con la mirada puesta en Ned.
Poco a poco empieza a entrar más gente. Los susurros se hacen más audibles. Todos culpan al joven y la palabra que más resuena es la de "Matarreyes". Ned se queda mudo. Procesando la información. ¿Qué ha pasado en realidad? ¿Por qué Jaime no dice ni hace nada para negarlo?
Al final se atreve a mirarle a los ojos. Él le lleva observando un buen rato. Está enfadado, está decepcionado. Sus ojos están llenos de una ira que difícilmente puede contener. Pero está enfadado consigo mismo, no con Ned. Al fin y al cabo, sabía muy bien que el norteño no sentía nada por él y que todas sus palabras estaban vacías.
Solo ha sido un pasatiempo. No ha sido real. Y la prueba es que cuando alguien por fin se atreve a llamarle Matarreyes a la cara Ned no hace más que encoger los hombros, como si se lo hubieran dicho a él. Luego, con todo el disimulo que puede, se escabulle entre la multitud.
Cobarde oye que le llaman y él sonríe. Porque Ned se ha encogido más si cabe, y es que los dos saben que es él el que se siente identificado. Por no haber dicho nada o haber hecho algo para protegerle, para ayudarle a salir de todo aquello.
La casa Stark, la casa de los norteños lobos de Invernalia. Y él huyendo como una rata cobarde, llevándose sus mentiras y palabras vacías a su fría tierra.
Valiente lobo del norte.
¿Y bien? ¿Muy rara la pareja? ¿Muy rara la escena? ¿He escogido un buen momento? Dejadme vuestras opiniones en forma de review por favor. Graciaas.
