Naruto estaba completamente destrozado y quebrado. Llorando como un bebe que ansía a su mama. Sentía que todo el mundo lo trataba mal, que nadie lo quería. Y lloraba y lloraba...a pesar de que él no era de esos que lloraban con facilidad...pero lo hacía de todas formas. Se tragaba todo su maldito orgullo masculino y lloraba sin consuelo...porque él sabía perfectamente que la había perdido para siempre, que había perdido al amor de su vida, a su Sakura-chan...empezó a llorar más fuerte. No podía aguantar toda esta miseria, toda esta carga sobre sus espaldas, era demasiado para él. Y sabía bien que no volvería a verla nunca más...porque ella se había ido de Konoha para no verlo más a él...y eso lo destrozaba por dentro, lo estaba matando la culpa directamente. Con nostalgia, el recordaba todas las cosas que hicieron juntos, todas las salidas, las citas, las misiones, los entrenamientos, TODO...y se sentía cada vez más y más miserable. La quería ver de regreso, le rogaba a todos los dioses que la devolverían a sus brazos, para mantenerla protegida y segura de todos los peligros del mundo ninja y amarla por toda la eternidad, tanto en la vida como en la muerte...y él sabía que ella en el fondo también recordaba todos esos momentos y lo extrañaba...pero ya habían sufrido demasiado juntos, y ya no había vuelta atrás. Su relación había terminado y acordaron que no había retorno alguno. Era el fin de su amor. Y ahora sin ella vivía en la desgracia...y en la miseria...