Hola, este es mi primer fic en este fandom y la verdad es que quería hacer este fic porque sinceramente me habría parecido interesante ver en la serie el desarrollo de Lapis cuando llego al Planeta Hogar, la interacción que tuvo con Peridot, porque obviamente cruzaron palabra…

Este capítulo es corto así que si les gustaría leer mi humilde fanfic de mortal… pueden hacerlo xD

¿Creen que estaría escribiendo esta cosa si Steven Universe me perteneciera? No, posiblemente no.

Planeta Hogar se veía tan diferente a como lo recordaba, sombrío, con tecnología avanzada, no podía recordar el lugar en donde había aterrizado, definitivamente no estaba en territorio de Diamante Azul… desde la distancia pude divisar varias gemas con la insignia de Diamante Amarillo, cuando era parte de la corte de gemas de Diamante Azul pude asistir a varias reuniones de la Autoridad Diamante, para ser honesta siempre me sentí intimidada por las Diamantes… pero Diamante Amarillo era conocida por ser ''la más perfecta, razonable y sensata.'' Mis pensamientos fueron cortados cuando vi como cuatro cuarzos se acercaban rápidamente al lugar en donde me encontraba situada.

—Identificación. — Exigió uno de los cuarzos con voz intimidante.

—Lapis… Lapislázuli. — Respondí tratando de ocultar el enorme temor que sentía mientras me cruzaba de brazos.

—Debemos reportarle de esto a nuestra Diamante. — murmuro uno de los cuarzos al que me había exigido mi identificación, posiblemente la líder. ''Eso estaría perfecto, hablarle de mi situación a Diamante Amarillo sería perfecto, seguramente ella le avise a Diamante Azul y pueda volver a mi hogar finalmente. '' Pensé mientras formaba una sonrisa casi fantasmal en mi rostro.

—Es una gema de Diamante Azul. — contesto otro, tomando mi brazo de manera brusca para dejar al descubierto la insignia de mi vestido.

— Es una Lapislázuli, Diamante Azul dejo de tener Lapislázulis desde hace más de cuatro mil años. — comento la líder de los cuarzos… no podía creer lo que estaba escuchando. ''La ultima Lapislázuli'' sabía que había estado atrapada por mucho tiempo en ese espejo, y sabía que por la guerra contra los rebeldes varias gemas habían sido destrozadas, pero era imposible que mi especie hubieran sido completamente erradicada. — ¡Camina!— gruño mientras me empujaban hacia una enorme estructura, tenía miedo ¿para qué negarlo? era la última gema de mi especie, sentía que en cualquier momento me rompería a llorar… me sentía tan débil y cansada con cada paso que daba, estaba tan confundida y perdida en mis pensamientos que no me di cuenta cuando llegamos al escritorio en donde se encontraba una Perla con el ceño fruncido, observándome de pies a cabeza, como si ella fuera de rango superior.

— ¿Qué creen que están haciendo aquí? ¡No pueden entrar de esa forma a este lugar! A Diamante Amarillo no le gusta que la interrumpan mientras está trabajando y como veo que ella no tiene una cita con ustedes… en este momento no las puede atender. — dijo con una voz tan irritante que más parecía como si esa Perla estuviera defectuosa por su comportamiento irracional.

—Diamante Amarillo nos encomendó la misión de que si alguna gema entraba sin autorización al sector trece lo reportáramos de manera inmediata. — contesto desafiante el cuarzo. —Y como puede ver, esta gema fue encontrada en ese sector. — continuo sosteniendo mi brazo apretándolo como si quisiera dañar mi forma física, dedicándole una sonrisa torcida a la Perla, soltó un gruñido abriendo paso, suspire de alivio cuando aflojo el agarre en mi brazo. La base era enorme, con máquinas elegantes, en el centro había un escritorio y una silla enorme en la cual estaba sentada de espaldas Diamante Amarillo.

—Mi Diamante— saludaron con respeto a su autoridad, formando un diamante con los brazos.

— ¿Qué es eso tan importante que han venido hasta aquí para interrumpir mi trabajo?— pregunto con una voz tan gélida provocándome escalofríos. Una de los cuarzos se aclaró la garganta, tomando un paso al frente.

—Mi Diamante, nosotras encontramos a esta gema en el sector trece…—respondió mientras la autoridad Diamante me miraba de reojo.

—Nombre— ordenó, revisando varios reportes.

—Lapislázuli— conteste rápidamente.

— ¿Qué estabas haciendo en el sector trece?— Pregunto, alzando una ceja.

—No era mi intención aterrizar en ese sector… cuando deje el planeta Tierra lo único que quería era regresar al territorio de Diamante Azul, juro que no sabía que estaba en su territorio... —conteste de manera nerviosa, Diamante Amarillo se levantó de su asiento abruptamente apoyando ambas manos en el escritorio.

— ¿Qué estabas haciendo en ese inmundo planeta?— dijo con rabia, ganándome miradas de desprecio de los cuatro cuarzos.

—Yo… solía estar atrapada… ¡le aseguro que no soy una gema traidora!— respondí con temor en mi voz por el repentino cambio de actitud de la Diamante.

— ¿Quiénes te atraparon?— pregunto alzando una ceja mientras se cruzaba de brazos.

—Ehhh… ocurrió en medio de la guerra, las gemas rebeldes dañaron mi gema y me atraparon en un espejo con la intención de saber los planes que tenía mi Diamante en esa época. — conteste tratando de recordar los rostros de mis atacantes, pero había ocurrido mucho tiempo atrás que todo se veía tan difuso.

—Mencionaste que tu gema fue dañada, pero no lo parece ya que no podrías durar mucho tiempo en tu forma física si fuera de esa manera. — El pánico invadió cada parte de mi ser, no podía delatar a Steven, pero tampoco quería ser juzgada como una traidora… ¿Qué iba a decirle?— No importa, pero como dices ser leal al Planeta Hogar, creeré en tu palabra… serás de utilidad ya que necesito un informante para una de mis gemas técnicas. — dijo mientras yo suspiraba mentalmente, ella utilizó una nueva versión de la roca de los lamentos. —Uvarovita necesito de tu presencia y la presencia de la Peridot que tiene asignada la misión en la Tierra.

—Como ordene mi Diamante— respondió esa gema, posiblemente una gema moderna porque no la había visto antes.

—Ágatas, pueden retirarse. — ordenó, en momentos como estos hubiera preferido que esos cuarzos se quedaran, tal vez de esa forma no me sentiría tan intimidada por estar en una habitación con una Diamante, esperaba a que esas gemas que menciono llegaran rápido, porque siendo sincera estar en esa habitación se sentía como estar atrapada en ese espejo, coloque mis manos detrás de mi espalda para que ella no viera que estaba temblando, estaba intrigada por esas gemas que tenían la misión en la Tierra y al mismo tiempo me sentía angustiada, no es que me preocupara por ese despreciable planeta, me preocupaba por Steven, tenía que protegerlo a toda costa.

—Mi Diamante. — Resonó la voz de la Perla. — Uvarovita ya se encuentra aquí junto a la Peridot. —

Gracias por leer…

Si tiene más de algún error ortográfico por favor avísenme para mejorarlo.