Antes que mi vida, estás tú

Cap.1 Espera

Bien se dice que aún en la propia familia hay peleas, pero peleas REALES; a pesar de que en tu familia encontrarás apoyo incondicional, amor, comprensión, ternura… muchas cosas positivas… a veces es en la familia en la que se tienen a los enemigos… más peligrosos.

No por ser familia todos se van a querer, que es como debería de ser pero las cosas son tan diferentes para cada persona; habrá familias en las que todos se querrán, otras que están muy divididas. El caso de Inuyasha y Sesshomaru era ése, son hermanos pero no son tan unidos como deberían, por ser hijos de diferentes madres no se consideraban del todo hermanos.

Si Inuyasha y Sesshomaru no se podían ver sino como enemigos ahora no era tanto, aunque no por eso se volverían TAN UNIDOS; si bien parece que nada más entre ellos dos podía haber pelea, un integrante de su familia podía ser tan peligroso, tan despreciable y con más frialdad y crueldad que el propio Sesshomaru.

Bajo las luz de la luna llena se encontraba el poderoso youkai Sesshomaru, un viento frío pasaba por la región, algo muy extraño pues para ser primavera ese viento no era bienvenido, este viento además de ser frío era también triste, de esos que traen consigo un mensaje que pocos comprenden. El caballo y Jaken que estaban dormidos no despertaron a pesar de que el viento los molestaba, estaban muy cansados.

Sesshomaru como era de esperarse supo que este viento no venía sólo, pues de pronto se hizo más fuerte que despertó a los otros, él tocó su espada apareciendo ante él un remolino blanco que al disiparse se deja ver a una mujer, tenía el cabello plateado como él peinado en una coleta larga, tez clara y unos ojos rojos como el de la sangre, unos ojos que de verlos fijamente arrebataban el alma, usaba un kimono azul celeste. Esta mujer al verlo sonríe pero no de manera como de amabilidad, sino como de burla.

- Tú.

- Deberías ser más formal con tu tía ¿No crees Sesshomaru? ¿Por qué tomas tu espada? ¿Me ves que vaya a atacarte?

- ¿A qué has venido?

- ¿Eh? ¿Usted aquí?

- ¿Continuas teniendo a ese sapo como sirviente?

- Dime a lo que has venido.

- Por lo que veo no puedes tener más tacto conmigo, sólo vine a verte luego de tantos años. Tenía la curiosidad de saber si ese demonio patético llamado Naraku no te mató.

- Esas son estupideces YO JAMÁS perdería ante alguien que fue tan insignificante, sigues haciendo preguntas tontas.

- Que manera de hablarme, creí que serías más educado con tu tía.

- Señora Yami ¿A qué ha venido? ¿A molestar a mi amo?

- Los sirvientes no pueden hablar si su amo no les da permiso.

Se calla algo incómodo por lo que dijo, Sesshomaru desenvainó la espada por precaución si ella hacía algo.

- No puedo verte si no desenvainas la espada, ¿Qué tan pesado es para ti hacer de esto una reunión familiar cualquiera?

- Deja de decir tonterías.

- No vengo a molestar, en serio sólo quería verte eso era todo; y ya que te miro después de tanto ¿Por qué no platicamos un rato?

- Como si se pudiera hacer contigo.

- ¿Qué hiciste con esa niña que te acompañaba? ¿Optaste por deshacerte de ella porque no te era útil? ¿O en la pelea con Naraku murió?

- El amo no hizo algo así, está…

- (de manera cortante) Ya te dije que no puedes hablar, no tienes permiso.

- Mas te vale que te marches.

- Vaya, eres igual al tonto de Inuytaisho, tampoco podía ponerme a charlar con él, era tan histérico, se ponía en guardia cuando no tenía intensión de pelear.

- Contigo no se pude cruzar palabra sin pelear.

- Vamos Sesshomaru quita ese tono tan frío conmigo, sé que eres así pero deberías ser mas gentil como lo soy contigo.

- Si no vienes a nada importante ¡Márchate!

- Pero que grosero eres, tu padre también me trataba así, de tu madre no digo nada porque casi no la trato. Dime ¿Cómo le va a mi otro sobrino? Supe que vive con una humana, asqueroso que esos gustos por las humanas se hereden ¿Qué crees que le vean de interesantes?

- Pregúntaselo a él, ¿Vienes a provocarme para una pelea? No es necesario que hagas eso lucharía contigo sin razón, pero en este momento no lo veo necesario… aunque eso depende de ti de cómo te comportes ahora.

- No me interesa pelear, quiero platicar contigo ¿Qué pecado es ése? Ahora dime ¿Qué se siente tener corazón?

- (preocupado) Ay no…

- (sarcásticamente) Tengo entendido que ahora eres un monstruo amable, que lindo eso habla muy bien de ti, felicidades sobrino, serás amado por los humanos.

- (más molesto y apuntándole con la espada) Ya escuché suficiente de tus idioteces, vete de aquí, no me interesa conversar con alguien como tú.

- Trato de platicar con tranquilidad.

- Yo jamás hablaría contigo no se puede.

- Y contigo tampoco no tanto por lo serio y frío que eres, pero seré una tía amable y me iré mi presencia no te agrada para nada, ni modo.

Se da la vuelta pero voltea la mirada con él y sonríe de manera malvada.

- Fue agradable verte sobrino aunque no quisiste hablar conmigo, sinceramente me dio una gran alegría mirarte otra vez porque comprobé todo lo que te pareces a mi hermano, lo digo en serio.

- Obvio, es su hijo.

- Renacuajo imbécil no lo digo por la apariencia, te pareces mucho a él y… en adelante MAS se parecerán, serán igual de estúpidos.

- Vete de una vez.

Un remolino comienza a aparecer.

- Quisiera verte pronto sobrino (desaparece).

Sesshomaru estaba algo molesto por la presencia de su tía… bueno, si es que así le puede llamar.

- Amo ¿Qué quería? ¿Sólo hablar? No le creo.

- Ella jamás hace nada sólo porque se le antojó, algo busca.

- Pero ¿Qué podría ser amo? No creo que haya algo que le interese, nada de lo que tenía su padre llamaba su atención.

- Mi padre siempre desconfió de ella desde el principio, decía que era su enemiga más grande por ser quien mejor lo conocía. Ella supo de la relación que tuvo con la madre de Inuyasha mucho antes que mi madre.

- Es alguien muy extraña.

- Y amenazante si no se tiene cuidado.

- ¿Volverá?

- Espero que no.

Como ya se vio, Yami era la hermana menor de Inutaisho y como lo dijo Sesshomaru ella era alguien amenazante, era fría y despiadada, Inutaisho que era su hermano no lo veía como tal, los lazos de sangre no tenían importancia para ella, su más grande goce y diversión era ver el sufrimiento ajeno, ya fuera de monstruos o humanos. El mundo entero era su entretenimiento, los demás eran su juguete y las relaciones afectuosas eran estúpidas para ella. Yami aparece en una cascada mirando las aguas que se movían con rapidez.

- En pocas ocasiones ocurren inundaciones donde la gente muere ahogada o muere al ser golpeada por cosas que el agua se lleva consigo, también un incendio es hermoso parecen flores brillantes bailando que al tocar el cuerpo de otros los vuelves negros. Todo… todo sufrimiento es precioso, hay tanta hermosura en el sufrimiento que me es imposible compararlo con algo mejor.

Saca de entre sus manos una daga con la que se hace una cortada en la mano sangrando ésta y gotas rojas caen al agua llevándoselas.

- El color de la sangre es tan hermoso que felicidad que mis ojos posean este color, envidió a mi hermano por su preciosa sangre que al morir su cuerpo derramó y pude ver mucha de aquella hermosa sangre toda roja, roja como las flores, roja como el atardecer… el atardecer de su existencia.

La herida que se hizo pronto sana y sólo queda su mano manchada.

Pasaron los años y la pequeña Rin tenía dieciséis años y dentro de unos días cumpliría diecisiete, todos estos años continuó junto a Kaede recibiendo de vez en cuando la visita de Inuyasha y Kagome o la de Sango y su familia. Había aprendido muchas cosas de hierbas medicinales, sanar heridas pues acompañaba a Kaede cuando había problemas en aldeas vecinas.

- Gracias por ayudarme con los heridos de la aldea del noreste.

- No hay de que, sólo trato de ayudar lo mas que pueda.

- Me alegro de tener a una aprendiz tan buena como tú.

Ambas se pusieron a preparar mas medicinas después de todo Rin ya era experta en eso, y mientras estaban ocupadas Kaede al terminar una dijo.

- Entonces ¿Ayer vinieron todos? Inuyasha, Kagome Sango y los demás.

- Si, querían esperarte pero no pudieron, trajeron a los niños.

- Lastima tenía tiempo de no verlos.

- Descuida podemos ir a visitarlos, ése no es problema.

- Si.

Rin continuaba con su medicina y Kaede habló.

- Ya que tocamos el tema de las visitas ¿No ha venido Sesshomaru por aquí?

Rin continuó con su trabajo sin voltear.

- No.

- ¿Hace cuánto que vino? No soy yo quien lo recibe pero no recuerdo haberlo visto por aquí desde hace tiempo.

- Es que el amo no ha venido desde hace ya un mes.

- (sorprendida) ¿Un mes? ¿En en serio? ¿Tanto ha pasado?

- (sonriendo y sin voltear) Si ¿No te habías dado cuenta del tiempo que transcurrió?

- No.

- Pero no es sorpresa, es más, una vez no vino en cuatro meses.

- ¿De verdad? No lo sabía porque yo…

- (volteando) Soy yo la única que lo recibe y la única que se da cuenta del tiempo de ausencia que tiene.

- Y ¿Porqué no aparece en tanto tiempo?

- No lo sé, anda por ahí por allá, el amo no es de los que se quedan en un solo lugar.

- Comprendo pero más me sorprende tu tranquilidad, lo tomas como si fuera lo más natural.

- Porque lo es (regresa con la medicina) y no tengo de que preocuparme, el amo es fuerte y nada lo puede lastimar, por eso espero tranquila a que regrese.

- Vaya Rin, resultaste ser madura y paciente eso es un buen atributo, no muchas mujeres saben esperar.

- No es tan difícil.

Luego de una hora las dos salieron a atender a unos hombres que habían sufrido una accidente en su viaje y a un niño que se enfermó de gripe pero era algo leve, se puede decir que aquí no se "Aburrían" pues tenían deberes, cosas que hacer que les acortaba el tiempo. Después Rin en un rato que tenía libre se fue a dar un paseo siguiendo el camino del río y se detuvo a la mitad del camino sentándose en el césped.

- El niño estará bien, una buena sopa caliente, la medicina y descanso le ayudarán a estar como nuevo en dos días, no es de problema.

EL viento sopla moviendo las nubes mientras Rin las observa.

- Que día tan lindo, aunque estoy ocupada no me lo entristece, me gusta ayudar a los demás.

El viento continúa soplando acariciándola y Rin seguía mirando el cielo con una tranquila sonrisa.

- Me pregunto si… este viendo también está tocando al señor Sesshomaru.

Rin continuo caminando despacio, con calma, no había prisa, el punto era disfrutar la caminata y siempre mirando o el cielo o el río, pero a cualquiera de los dos sonriendo; de nuevo se detiene mirando el río con esa tranquila sonrisa.

- Si, hace un mes que no he visto al señor Sesshomaru o al señor Jaken, ya que en esa ocasión que no lo vi por cuatro meses sólo venía el señor Jaken para saber cómo estaba. Lo sé es mucho tiempo, pero… un mes o incluso cuatro meses son poco tiempo a comparación de cuando tenía quince años y no lo vi en medio año.

Su sonrisa se quitó del rostro.

- Sólo se presentaba el señor Jaken pero el amo jamás, ésa vez fue mucho tiempo porque el amo tiene cosas que hacer (levanta la mirada al cielo) y no tiene tiempo para una humana tonta como yo.

Continua con su caminata para luego volver a ayudarle a Kaede con mas medicinas hasta caer la noche, por tanto trabajo acababan exhaustas y sólo querían dormir, bueno, al menos Kaede pues la joven humana acostumbraba en las veces que no dormía, salir a ver el cielo no importa que apareciera la luna, sólo quería ver las estrellas y esa noche fue una de ellas.

- Igual de lindas que siempre, con ellas la noche no me atemoriza.

Usualmente en las noches suele hacer frío pero ésa era una noche cálida, parece que la noche se encargaba de hacer que la humana estuviera a gusto para contemplar el cielo.

- Que bellas son.

Las estrellas se podían ver en los ojos de la humana que sonría al verlas.

- Me pregunto si mi amo estará viendo estas mismas estrellas, (inclinando la cabeza y aún sonriendo) me pregunto si estará en un lugar bonito o tenebroso, me pregunto si estará viendo cosas hermosas...

Muchas cosas se preguntaba sonriendo y con un toque de inocencia por como estaría en ese momento el youkai, hasta que su rostro se tornó más serio pero sin dejar esa sonrisa.

- Me pregunto si… vendrá pronto a verme.

El rostro de Rin tuvo una pequeña sonrisa que más que eso, parecía que iba a llorar pero, esa pequeña sonrisa lo evitaba, sus manos temblaban porque quería hacerlo pero aguantó… como lo ha hecho más veces.

- Ojala regresé pronto.

Pasaron dos días y en una de esas caminatas que daba con Kaede miraron al cielo viendo al caballo de Sesshomaru bajar al bosque, Rin entendió que había regresado y se alegró corriendo hacia donde había visto bajar al caballo.

- Vaya así que volvió, que bueno ya se había tardado, (caminando) supongo que me haré cargo de las medicinas Rin estará ocupada.

Rin entró al bosque corriendo lo más que podía.

- Sabía que no iba a demorar demasiado, mi amo regresó.

A lo lejos divisaba las cabezas del caballo, cubriéndolos unos arbustos.

- Que bueno que está aquí.

Atraviesa el arbusto.

- Mi amo…

Pero sólo encontró al caballo y a Jaken.

- (sorprendida) Ah… ho-hola señor Jaken.

- Como siempre corriendo como chiva loca, mira como te raspaste con las ramas de los arbustos.

- ¿Eh?

Mira sus piernas y tenía unos pocos rasguños por los arbustos, estaba emocionada por pensar que Sesshomaru había regresado que no lo sintió.

- ¿Qué te pasa niña? Ten más cuidado, siempre es lo mismo.

- Lo lamento, ¿Y… el señor Sesshomaru?

- Está muy lejos, al norte y de nuevo no pudo venir ¿Todo está en orden?

- Si, no se preocupe.

- Me parece una pérdida de tiempo venir desde tan lejos para saber cómo estás si en esta aldea nada sucede.

- Lo lamento.

- Es tonto tener que venir de un extremo a otro sólo para ver cómo estás, es tonto, tonto, tonto.

- Lo siento señor Jaken.

- Bueno ya no importa ¿No necesitas algo?

- No señor.

Un pequeño rato se quedó para después marcharse a donde Sesshomaru, Rin se despedía alzando la mano mientras sonreía.

- ¡Adiós señor Jaken! Salude al señor Sesshomaru de mi parte.

Caminó de regresó a la aldea sonriendo… pero un poco, ahora si se veía más triste y esa sonrisa le impedía expresar el verdadero sentimiento que tenía.

- No vino el amo, ni modo (temblando un poco) habrá que es-perar un rato más, de seguro… a la próxima viene.

Se detiene y ya no había nada de sonrisa en su rostro, sólo tristeza.

- De seguro que viene después.

Rin era paciente en esperar todo lo que Sesshomaru tardara en volver, pero en el interior…

- (más triste) Seguro… viene otro día a verme…

Jaken montado en el caballo iban de regreso a con Sesshomaru.

- A mí nadie me quita de la cabeza que cansa venir hasta acá nada más para ver a esta niña. Y de echo pienso que el amo lo cree porque no viene en bastante tiempo, seguramente a él también le cansa.

Sesshomaru se encontraba sentado bajo un árbol con su seriedad y frialdad clásica recibiendo una caricia del viento, Rin que continuaba en el bosque dirigiéndose a la aldea fue acariciada por ese mismo viento.

- No se olvide de mí, amo Sesshomaru venga a verme.

Entró a la choza estando Kaede muy ocupada con una medicina, Rin sólo entró en silencio.

- (preparando una hierba) Eso fue rápido, pensé que ibas a tardar más y me encargué de… (levanta la mirada) ¿Qué es eso?

Se sorprende al ver los rasguños en sus piernas y toma un ungüento para untarlo.

- Pero que cosas, ¿No tuviste cuidado al caminar?

- No, perdona.

- Pon atención niña, por suerte son ligeros rasguños.

Al terminar Rin se puso a ayudarle con unas medicinas, al notar ese cambio de carácter preguntó.

- ¿Ocurrió algo malo?

- No.

- ¿Entonces?

- (volteando y sonriendo un poco) Sólo vino el señor Jaken para ver como estaba, se quedó un rato y luego se marchó, el señor Sesshomaru no pudo venir.

- Entiendo, desde siempre sus visitas no han sido constantes, más bien fugaces pero al menos cuando venga debería quedarse más tiempo ¿No te parece mejor?

- El señor Sesshomaru no tiene porqué estar conmigo tanto tiempo, tiene cosas que hacer así que no…

- Yo pienso que debería venir más seguido a verte; ¿Por qué no se lo dices cuando venga?

- Oh no, no Kaede estoy bien, no tengo porque pedir algo así.

Kaede aceptó su respuesta y Rin muy a la fuerza.

- No podría pedirle algo así, ni siquiera sé si le parecería que lo volviera a acompañar, no quiero ser… un estorbo para el amo.

A la tarde Rin se fue a sentar cerca del río.

- Debería de comprender porque está lejos tanto tiempo, ya debería de comprenderlo pero… mientras más lo pienso, más me enfada.

Flash Back

Hace un año, Rin y Jaken en el bosque.

- Me da gusto verlo de nuevo.

- ¿No te has metido en problemas?

- Claro que no señor Jaken.

Ella volteaba a todos lados.

- Y ahora ¿Qué buscas?

- Disculpe ¿Y el amo Sesshomaru?

- Como verás no vino de nuevo, está muy lejos de aquí.

- ¿Otra vez?

- Si y no te quejes, el amo tiene cosas más importantes que hacer, no puede distraerse viniendo a aquí.

- Pensé que ahora si vendría.

- No y mejor hazte a la idea de que las visitas del amo serán cortas y fugaces.

Fin del flash back

- Y tuvo mucha razón, pero no pido más que un poco de su tiempo.

CONTINUARÁ….