Escrito como reto de mi querida Bau:

"Siguiendo con sus propios dichos: También pienso que sería Yama quien se aleje de ella, primero porque sabía que él (ni nadie) podría controlar a Mimi. Ella es agua, se escurre entre los dedos".

Disclaimer: Digimon no me pertenece.

Summary: ¿Para amar a alguien es necesario cambiar? / Reto de LaBauhaus :3


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Agua entre los dedos

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Encendió otro cigarrillo ante la idea de aplacar las emociones que estaban causándole un dolor terrible de cabeza. Recostó la cabeza contra el respaldo del asiento en donde estaba aguardando el tren. Eran las siete de la noche y él regresaba con todas sus pertenencias a su propio departamento.

Miró de soslayo su bolsón negro cargando todo lo que le pertenecía, preguntándose si no habrá olvidado algo en el departamento de Mimi. Claro, dejaste atrás los problemas, pensó. Y mientras más se decía aquello parecería que se lo estaba creyendo.

Alejarse de Mimi fue una buena decisión, después de todo, ambos eran demasiado distintos. Cerró los ojos e intentó tranquilizar sus pensamientos que sólo se regodeaban en sus fracasos.

Por un momento creyó que Mimi podría ser la indicada para él y durante sus años de relación siguió con eso metido en la cabeza, pero era imposible. Ambos eran imposibles.

Demasiado distintos, pensó. Sí, demasiado.

Ella era un torrente de agua, era dueña de la delicadeza como de la abrumadora fuerza del agua. Y era por ese motivo que Yamato no podía estar con ella. Él era poseedor de muchas inseguridades, demasiadas heridas que no lo dejaban soltar la tierra como Mimi hacía. Él necesitaba arraigarse a algo estable, pero no podía controlarla, no podía retenerla porque ella era la libertad hecha mujer.

El aviso de que su tren estaba llegando lo hizo abrir los ojos de a poco y darle una última calada a su cigarrillo antes de que conociese el suelo y muriese. Se levantó y caminó hasta la zona de abordaje, observando cómo el móvil iba reduciendo su velocidad hasta el reposo.

Si había algo que Yamato había aprendido en su vida era que, cuando no ves que las cosas avanzan, es mejor alejarse. Sus padres fueron el claro ejemplo y se podría decir que ahora tienen una sana relación a la distancia. Él no quería lastimar ni ser lastimado por Mimi, más de lo que sus tres años de relación les concedió.

Ella era distinta y él comprobó que no era tan aficionado de lo distinto.

Abordó el tren tomando asiento y aligerando el peso de su equipaje al colocarlo sobre su regazo. No había muchas personas a esa hora y eso era satisfactorio. No le gustaría estar empujándose con otros buscando espacio.

Volvió a recostar la cabeza contra la cabina y cerró los ojos. Tenía quince minutos de trayecto. Quince minutos para intentar no pensar en nada.

«Nacimos para ser felices, no vinimos aquí para complacer a nadie, Yamato». Aún recordaba las palabras de Mimi y no supo qué le dolió más, el que le haya dejado en claro que él no era bueno para ella o que él no podía hacerla cambiar.

No, él nunca podría contenerla. Era agua entre los dedos y el agua no puede ser retenida por demasiado tiempo porque siempre encuentra la manera de marcar su propio camino.


Nota de la autora:

¡Buenas! Aquí trayendo tristeza a sus vidas :'D

Inicio de ésta manera para poder hablar del por qué Yamato se aleja. Prometo un segundo capítulo también cumpliendo con otro reto de mi amada Bau.

Sin otra cosa por aportar, me despido.

Besitos~