Poción

--Hermione, ven y tomate esta poción ahora—Harry que todavía intentaba alcanzar a su novia en la casa que habían comprado para vivir juntos.

--No, sabe muy mal, te hice caso las primeras veces pero ese sabor es desagradable—se quejo Hermione haciendo un pequeño puchero como una niña de 5 años.

--En algún momento te cansaras y mas con esa terrible fiebre que traes—continuo diciendo Harry mientras comenzaba a subir las escaleras pero justo en ese momento su novia estornudo lo cual provoco que perdiera el equilibrio, el dejo caer la poción para poder sujetarla.

Cuando al fin la tuvo en sus brazos y observo su rostro noto una sonrisa traviesa y comprendió que había caído en su plan.

--Gracias Harry, habría ocurrido un terrible accidente si no hubieras tirado la poción.

--Si me imagino, el cual sería que te la tendrías que haber tomado, ¿Cierto?—tan solo recibió un pequeño movimiento de cabeza de parte de su novia—Hermione…tu...ehh...ya sabes.

--¿Qué cosa Harry?, dime—intento ayudarlo con voz muy esperanzada—vamos es fácil decirlo.

--¿Te quieres casar conmigo?—dijo rápidamente.

Se le formo lentamente una sonrisa mientras se imaginaba a ella y a él en su boda, en el nacimiento de su primer hijo…

--Si quieres que todo eso pase tendrás que aceptar—dijo Harry interrumpiendo los pensamientos de Hermione.

Ella le dio un pequeño beso para después separarse de él y dirigirse a su habitación pero a media escalera se voltea y le dice:

--Acepto con dos condiciones, la primera es que si tenemos un hijo se llamara James y si es niña será Lilyan—espero unos momentos mientras que Harry subía un par de escalos preparado a recibir la segunda condición—y la segunda: que empecemos a trabajar en el bebe, ¿Estás de acuerdo?

Vio como lentamente el subía los escalones que los separaban y la beso.

Después de terminar con esa delicia se tomaron de la mano y subiendo a su habitación comenzaron a trabajar en la segunda condición de Hermione.