Advertencias: Este Fic probablemente llegue a tener Lemon en un futuro, por eso el rated M :) (Lemon) (Cutting)

Menciones de depresión y tendencias suicidas. Sexo homosexual implícito/explícito.

Bien, mi primera historia KLAINE :3 En serio amo a esta pareja, en verdad. Ellos son como mis héroes o algo así, no bromeo. Bien, aquuí está el capítulo uno. Acepto sugerencias, mientras estas sean respetuosas y con la finalidad constructiva de dar una crítica que me ayude a mejorar.

Lamentablemente, ni Glee, ni sus personajes, ni los escenarios de la serie me pertenecen. Lo mío tan solo son los errores y el gato obeso Leandro, además de algún que otro personaje.

Disfruten la lectura


Capítulo Uno:

De Maletas Y Un Gato.

La Academia Dalton. Sinceramente, Kurt aún se sentía bastante sorprendido de poder encontrarse en aquél lugar. Su familia nunca había sido adinerada, y él tampoco era pretencioso como para desear querer ir a un colegio privado.

Toda su vida escolar, había transcurrido en establecimientos educativos públicos, donde, al no ser de pago, no pueden negarle la entrada a quién sea que desee entrar en éstos. Probablemente por eso es que el castaño ahora se encontraba entrando en lo que sería su primera aventura rodeado de niños ricos. Porque, si, la Academia Dalton, es sólo para varones.

Y ahí está el segundo cambio en la vida de Hummel. Colegios mixtos. Siempre. Para él era una ventaja, pues nunca se le había dado bien socializar con hombres. Más que nada, porque el típico prejuicio heterosexual, es que el homo se puede enamorar de él, que lo gay es contagioso, o las burlas de las que puede ser objeto por mostrar una inteligencia y tolerancia superior al resto.

Kurt se había visto arrastrado hasta allí.

No por gusto.

No por presunción.

Por miedo. Luego de tolerar los insultos, burlas y golpes de gran parte del alumnado de la secundaria McKinley, sólo faltaba la gota que derramara el vaso: Una amenaza de muerte.

Y es que al parecer, Karofsky disfrutaba ver a Kurt indefenso. Sobre todo luego del incidente del beso.

Y ahora está ahí, parado como idiota en la entrada de la Academia, como esperando alguna señal divina para saber qué hacer. Se despide de su padre con una sonrisa y un gesto de mano. Éste al verlo sonríe, aliviado de dejar a su hijo en un mejor lugar. Burt le había ofrecido de su ayuda para subir el extenso equipaje de Kurt, pero éste se había negado, alegando que ''Tu salud es primero, ya podré yo arreglármelas para llevar todo a mi habitación''

Cruza la puerta arrastrando consigo la mayor cantidad de maletas posibles, sorprendiéndose por el lujo con el que Dalton cuenta. Mueblería de caoba fina, alfombras de lana, lámparas de cristal, pisos de mármol... La diferencia se notaba.

El castaño realiza dos viajes más con lo que logra llevar todo su equipaje al interior. Luego de eso, se dirige al escritorio de la secretaria. En la placa que hay en su pecho se lee ''Amanda Whiteshot''

-Uhm... Disculpe- Kurt se aclara la garganta y deja la timidez de lado, dando una amable y sincera sonrisa - Soy Kurt Hummel, acabo de ser transferido aquí...

-Hummel, claro. -Amanda, la secretaria, sonríe y abre un cajón del escritorio, que se encuentra repleto de papeles totalmente ordenados. Saca algunos de ellos y se los entrega a el chico, explicándole brevemente cuál es cada uno.

-Este es tu horario de clases, que comienzan a las 9:15 de la mañana. Los fines de semana puedes salir, o quedarte, pero dado que es viernes y ya no llegaste a las clases, te recomiendo que utilices el fin de semana para recorrer el colegio y conocer gente. Éste es un mapa de las instalaciones interiores y exteriores de Dalton y ésta es la llave de tu habitación. 305.

-¿Sabe quién es mi compañero? - Kurt pregunta, tomando los papeles y la llave que la mujer le tiende y guardándolos en su bolso Marc Jacobs.

-Anderson. Blaine Anderson -Dice la secretaria con una sonrisa en su rostro- Que tengas un buen fin de semana Kurt. -Termina diciendo, como una clara despedida.- Recuerda venir el Lunes a buscar las autorizaciones para las clases. - Añade, para luego devolver su mirada a la partida de solitario que mantenía abierta en su computadora.

Resignándose a unos cuantos viajes por las escaleras, toma cuantas maletas puede bajo sus brazos, de las correas y con sus manos, y se dispone a subir las escaleras. Sin embargo, un chico pasa caminando un tanto rápido por el lado de Kurt, haciendo que las maletas se le escapen de las manos.

-¡Lo siento, lo siento, lo siento! -Repite el chico de ojos color miel y cabello engominado. Kurt lo mira, sonrojándose. Es probablemente el chico más lindo que haya visto en su vida. Aparta la mirada, recordando que nadie querría salir con él, golpeándose mentalmente por casi caer otra vez en una trampa que el mismo se pone.

-No hay dilemas -Dice Kurt, sonriendo simpáticamente. Es nuevo aquí y no quiere que la primera persona que le hable luego de la secretaria crea que es un exagerado respecto a situaciones tan pequeñas - Soy Kurt Hummel - Aclara, extendiéndole la mano al moreno.

-Blaine Anderson -Responde el chico y toma la mano que Kurt le extiende. Blaine observa sus manos unidas y un brillo extraño se pone en su mirada. -¿Que te ocurrió en la muñeca Kurt? - Pregunta, apretando un poco mucho la mano del castaño.

-Nada -responde rápidamente el chico, quitando su mano- Tengo un gato, ¿sabes? Su nombre es Leandro. Es un gatito un tanto gordo, y bastante temperamental cuando no le das su comida a tiempo... -Dice, intentando cambiar de tema. Sonríe al encontrar un tópico del que hablar- Así que Anderson, ¿no? Es bueno conocer a mi compañero de habitación.

Blaine, que se encontraba poco convencido con el inexistente gato obeso de Kurt, levanta sus triangulares cejas con sorpresa.

-¿En verdad? ¡Eso es estupendo! Venga, te ayudo a llevar tu equipaje.

Blaine le sonríe cálidamente a Kurt, y baja los escalones para empezar a apilar unas cuantas maletas del castaño. Hummel sonríe también, sin poder evitar sentir una extraña y agradable sensación de calor en su estómago. Al parecer las mariposas eran falsas. El sólo sentía un fuego ardiente dentro, que llenaba todo lo frío que el siempre había sentido. Y eso que el moreno sólo le había sonreído.

Seguramente prendería en llamas si tocaba esos labios...

-Basta Kurt- Se susurró a si mismo el chico de piel pálida- Controla tus malditas hormonas.

Tomó las maletas que habían caído al piso, siguiendo a Blaine quién lo guiaba por los pasillos de Dalton camino a la habitación que ambos compartirían.


No es TAAAAN largo, lo sé, pero por algo se comienza, ¿no? xd

Como arriba les digo, no se sientan obligados a dejar reviews, sólo les digo que sabré donde viven y en las noches puedo atacarlos con un cuchillo. Nah. Pero siéntanse libres de dejar un review, y comentarme si les agrada la historia, etc.

El capítulo dos está casi listo. Sólo le faltan las revisiones finales, de ortografía, redacción y trama. Sin embargo, siéntanse libres de darme sugerencias.

Nos vemos :)