Especial navideño: Cartas a Santa
Alguna vez se han preguntado ¿Qué regalos pedirían los chicos de Yugioh en navidad?, pues aquí lo verán… no importa la edad que tengan, un niño nunca deja de creer.
Yugioh! No me pertenece… Aunque, tal vez sea buena idea pedírselo a Santa este año.
Carta de, Yami Atem Motou, 13 años:
Muy bien, Santa, no soy muy bueno para escribir cartas y no estoy muy seguro de que seas real, ya sabes que en la red dicen muchas cosa, hay teorías y cálculos que no entiendo mucho, pero bueno si mi hermanito dice que eres real que le voy a hacer…
No.1: Si en verdad existes, te pido me traigas una "novia", bueno una chica que se haga pasar por mi novia, ya que en verdad no soporto a Tea Gardner, ya la debes conocer, esa castaña de ojos azules, si, es muy linda y todo, pero no tiene fin cuando se pone a hablar sobre la amistad, todos terminamos mareados de solo oírla, y no te cuento de cuando ella y yo nos quedamos a solas, es una pesadilla, no deja de decir tonterías de cómo serán nuestros hijos y de que quiere una boda en el mar y que donde vamos a vivir, que quiere que la traten como reina, que quiere servidumbre las 24 horas del día y a mí ya me tiene fastidiado, de no ser porque nos conocemos desde pequeños ya la habría mandado al reino de las sombras, lamentablemente ese solo existe en los juegos… Si no puedes, al menos has que comprenda que YO TENDRE NOVIA CUANDO ME VENGA EN GANA Y NO, NO SERA ELLA, DE ESO DEBE ESTAR SEGURA!... Probablemente tiene piojos como todas las niñas.
No.2: Necesito urgentemente que me traigas si no es mucho pedir, las 5 cartas de Exodia que un pelafustán le perdió a mi hermanito, se que puede ser muy exagerada esa petición ya que el muy freak de Weevil Underwood las arrojó al mar y según Yugi, no sabes bucear, pues bien esas cartas son del abuelo y ya comienza a sospechar, si no son las mismas no importa, PERO NOS URGEN! Por favor… y por último…
No.3: Quiero un Game-cube con los últimos juegos de moda, una motocicleta o de perdida una bici, unos patines, una guitarra eléctrica con todo y amplificador, un nuevo disco de duelo y unos nuevos tenis porque hay que hacer deportes, por cierto deberías ponerte a dieta es por tu bien.
PDT: Si ves a papá por allá, ya que es fotógrafo y está viajando por el mundo, dile que ya regrese, el abuelo y mamá ya se están preocupando por que ya lleva 2 meses sin reportarse y creen que Yugi ya no lo reconocerá cuando regrese, ah por cierto convencí a mi hermanito de dejarte zanahorias picadas en lugar de galletas en el árbol este año, así que será mejor que te las comas si no quieres que Yugi se enfade.
Firma: Yami Atem Motou.
Yami se encontraba en la cocina escribiendo su carta sin ánimo alguno como cada año; recién terminaba de poner su firma cuando escuchó una voz desde la entrada.
─ Yami, hijo ¿podrías ayudarme con las compras? ─ era la señora Motou, su madre quien venía cargando varias bolsas.
─ ¡Vaya mamá, parece que compraste la tienda entera! ─ Yami tomó la mayoría para alivio de su madre.
─ Gracias querido, ya pesaban mucho ─ en ese instante el pequeño Yugi venia bajando las escaleras ─ Amm, Yugi queridito, ¿podrías acomodar esto en la alacena? ─ El niño asintió y fue a la cocina ─ toma esto Yami, ocúltalo en el armario de arriba ─ la mujer le dio varias bolsas con cajas envueltas para regalo ─ algunos son tuyos, pero no los verás hasta navidad, confió en ti, y en que no le dirás a tu hermanito donde los guardamos, ya sabes cómo se pone Yugi con los regalos.
─ Claro mamá, no hay problema Yugi no sabrá nada hasta el día N ─ día N era la clave para navidad, Yami hizo un saludo militar y corrió escaleras arriba.
─ Mami, ¿Dónde pongo el pavo, lo dejo en la nevera o en el congelador? ─ Yugi desde la cocina intentaba guardar la enorme ave.
─ Pues, aun faltan un par de días para noche buena, lo pondremos en el congelador ─ dijo su madre entrando a la cocina para ayudar al pequeño (condenado pavo, era más grande que Yugi).
─ Mam… ¿por qué está tan grande el pavo, invitaste a la cena al ejercito completo? ─ la voz de Yugi sonaba tan tierna y con sus ojos se notaba que el niño hablaba en serio (adoro que los niños pequeños sean tan inocentes, así deberían de ser todos).
─ No cariñito, recuerda que este año nos tocó ser los anfitriones de la reunión, toda la familia estará presente y también algunos invitados de tu abuelo.
─ AHHH, ya entiendo.
─ Ya escribiste tu carta, mañana la llevaremos al correo recuérdalo ─ Yugi se crispó.
─ Se me había olvidado, gracias por recordármelo mamá ─ el chiquillo salió disparado a su habitación encontrándose con su hermano en las escaleras ─ Hola Yami, adiós Yami debo escribir mi carta.
─ ¿Lo hiciste? ─ preguntó la mujer y Yami asintió ─ ¿ya tienes tu carta? Mañana la entregaremos cariño ─ Yami sacó la hoja de su bolsillo y se la entregó a su madre.
─ No la leas… es privada ─ La madre de los niños solo sonrió, la dobló y la metió en un sobre.
Yami y su madre se pusieron a platicar sobre el menú que iba a preparar para la cena de navidad, mientras le ayudaba a hacer la merienda, el abuelo quien ya había cerrado la tienda por el día se encontraba ahora descansando en el sillón de la sala, mientras escuchaba algunos villancicos por la radio, mientras tanto arriba y más silencioso que un ratón en su madriguera, se encontraba Yugi escribiendo su carta, o más bien pensando en que y como escribirla.
─ Creo, que ya sé… ─ el pequeño tomó el lápiz y comenzó.
Muchas más cartas están por llegar, espérenlas…
