Harry Potter es propiedad J. K. Rowling.

Éste fic participa en el reto "Amor Imposible" del foro El Escorpión Que Coleccionaba Rosas.

En éste reto se tiene que usar unas características obligatorias previamente dadas, más bien, votadas; yo elegí la opción más votada así que aquí está. ¡Espero que lo disfruten!

::

Capítulo I.

Suposiciones.

::

A pesar que han estado en el mismo curso ninguno de los dos le ha hablado al otro, ni siquiera –antes de llegar por primera vez al castillo– se sentaron en el mismo vagón, o se encuentran en la misma Casa; no fue en la biblioteca o por un trabajo escolar que se vieron por primera vez, o en el baño de prefectos –él no es prefecto– así que la mayor parte de la población estudiantil de Hogwarts tiene la misma interrogante: ¿cómo es que esos dos pasaron de la indiferencia a la amistad? Algunos se lo atribuyen a que Scorpius está con Rose porque es una de sus tantas novias, a la que dejará a la menor de las oportunidad; otros dicen que es porque Rose –siendo tan competitiva– no se deja superar académicamente por Scorpius; pocos son lo que aseguran que hay algo romántico de por medio.

¿Cuál es la verdadera razón del porqué de esto?

Nadie se molesta en resolverlo solamente en comprobar sus teorías, mayormente absurdas.

— ¿Y bien? ¿No vamos a descubrir que se trae Rose con Malfoy? —Cuestiona un muchacho de quince años; de cabellera negra, con cierto encanto juguetón y unas cuantas pecas esparcidas por su rostro, de ojos marrones— Si no me voy, tengo mejores cosas qué hacer que andar perdiendo mi tiempo con ustedes —dice recordando que debe seguir estudiando para los EXTASIS. Y para él, aunque tienda a realizar una que otras jugarretas en el castillo, los estudios con igual de importantes. Sobre todo porque quiere convertirse en Sanador*.

—Ya lo sabemos —murmura irritada una joven de pelo marrón, también pecosa. Con los ojos de un suave tono ambarino, como su madre, siendo un año menor que James; bastante huraña—, así que deja de fastidiar.

—Qué carácter Lucy —le dice a su prima, sin intimidarse. Después de todo, su madre –cuando se enfurece– es muchísimo peor—. ¿Y dónde está él? Dijo que vendría.

— ¡Y ya llegué! —menciona efusivamente otro muchacho, de la misma edad de Lucy Weasley. Con el pelo de un rubio bastante opaco y de ojos negros, como su padre; generalmente anda hablando con un tono medio soñador, creyendo en esas criaturas que únicamente su familia 've' aunque también es capaz de ponerse serio, si la situación lo demanda. Pocas veces se le ha visto enojado— ¿Cuándo empezará la operación?

—Concéntrate, Lorcan Scamander —regaña Lucy, de mala gana. Todavía preguntándose cómo James se las ha ingeniado para engatusarla con esa estratagema.

—Lo siento, Weasley. Tuve que terminar la tarea de Pociones antes de venir aquí —se excusa—. Eso y que me quedé viendo unos árboles que están en el patio: uno de ellos se mueve, nunca antes lo había visto.

«No sé qué es peor: que se ponga a hablar de torposolos, nargles y demás tonterías o que actúe como un verdadero descerebrado —piensa Lucy mandándole una mirada fulminante a Lorcan—. Es irritante, me compadezco de la pobre chiquilla que termine con semejante mago; aunque Lysander —un sonrojo tenue aparece en las mejillas de Lucy— no es tan malo como su gemelo.»

—Scamander su nombre es el Sauce Boxeador —dice James con paciencia, que debe de empezar a adquirir; no es una de sus virtudes— y porqué el especial interés en Rose, ni le hablas.

—Porque para estar con Malfoy debe tener una manada de nargles en su cabeza y…

—Entendí —interrumpe James entornando los ojos. «No debí preguntar.»

«No debió preguntar —vuelve a pensar Lucy conteniéndose de no regresar por donde ha venido.»

«Y estoy enamorado de Rose Weasley —completa Lorcan en su mente—. Y dudo que Weasley esté enamorada de Malfoy, me parece que solamente son amigos pero necesito confirmarlo

— ¿Vamos a empezar ya o estaremos esperando a qué se pongan de acuerdo?

—No te sulfures, Lucy. Ya vamos —bufa James. ¿Qué estuvo pensando cuando se le ocurrió involucrar a su prima? ¿Y cómo fue que terminó accediendo a que se involucrase Scamander, que a saber qué motivo puede tener?—; ¿saben lo que tienen qué hacer?

—Naturalmente, Potter, confirmaré mi teoría inicial.

—No pierdas el tiempo preguntándonos sandeces y apresurémonos —porque mientras más rápido acabe está locura menos se crisparan los nervios de Lucy; quien, aunque no lo admita, es bastante chismosa y quiere enterarse de la verdad de primera mano… sin importar que eso signifique soportar a Lorcan "anormalmente sensato" Scamander y a James "extrañamente preocupado por sus estudios" Potter.


Al mismo tiempo, en otra parte de Hogwarts, se encuentra una joven de quince años de edad. Evidentemente pelirroja, con pocas pecas en su rostro; a ella le encanta llevarle la contraria a su familia, aunque sea para las cuestionas más comunes sobre cómo comportarse, de quién ser o no ser amiga, qué no decir… es sencillamente divertido. Lo más genial del asunto es que no se halla en la misma Casa en la que –casi toda su familia– ha estado por varias generaciones, es una digna Ravenclaw, pese a que sacar buenas calificaciones no esté entre su prioridades, lo que la hace preguntarse en diversas ocasiones cómo funciona el sistema de prefectos porque es una; no importa, puede saltarse las clases con la sutil excusa de que ha estado haciendo sus rondas matutinas y vespertinas.

Ella tampoco es muy alta que se diga, a pesar de que es un poco atractiva; de no ser porque, en ocasiones, le cuesta controlar su propia cabellera. A veces su tía Angelina le comenta que ha sacado esa parte de su madre, o su insaciable apetito; no engorda pese a que –casi siempre– está comiendo algo. Su madre a veces le echa la culpa a su tío George, por la actitud tan despreocupada a los estudios, ni siquiera se planea sacarse la mitad de TIMOs que Hermione consiguió; por eso mismo, tío George dice que es una de sus sobrinas favoritas. Y que resulta una completa ironía, para ser la hija de Hermione Weasley, de soltera Granger.

Rose cree en ocasiones que su actitud desinteresada –respecto a sus calificaciones– no va ligada a su manía por ser diferente al resto de su familia, sino que es una parte de sí misma; así como tío Percy se la pasa leyendo, o como el abuelo Arthur que no para de emocionarse con los cachivaches muggles. O inclusive cuando el tío Charlie no se detiene cuando empieza platicar sobre los dragones.

Lo bueno es que el tío Harry está para decir que ser hija de tal persona no implica que sean –a fuerza– idénticas a aquellas personas, que cada quién es por su propia voluntad. Como su primo Fred, quien lleva el mismo nombre que su difunto tío, le gusta hacer las tareas domésticas, algo que su tocayo no soportó.

—Creo que al menos debería de sacar un "Aceptable" —menciona Rose entornando los ojos, fastidiada; tampoco le gusta leer, así que es aburrido para ella— en mínimo, dos asignaturas; así no me regañara tanto.

Lo que le importa poco o nada.

¡Rose Weasley! —Había gritado su madre cuando vio el boletín de calificaciones, en su tercer año— ¿Qué significa éste "Trol" en Herbología, el "Deficiente" tanto en Transformaciones como en Defensa Contra las Artes Oscuras? ¡Creí haberte dicho que tenías que conseguir mejores notas!

No quiero ser una empollona —dijo, ignorando que 'supuestamente' los de Ravenclaw son los estudiosos.

¿Reprobaste algunas asignaturas? —preguntó el tío George, incrédulo. Luego, sonrió contento— ¡Eres mi nueva sobrinita favorita! ¿Quién lo diría: Rose Weasley, hija de Hermione Weasley, es pésima en el estudio?

¡GEORGE! —bramaron tanto la tía Angelina como su madre, enojadas.


En su sala común, un joven rubio –con su cabellera medio alborotada, cortesía genes de su madre– está pensando en cuál de las otras chicas él saldrá, tal vez aquella guapa de Gryffindor –de la que ni sabe el nombre– o tal vez su ex compañera de proyecto, la susodicha Hufflepuff; tantas posibilidades; es más alto que su padre cuando fue estudiante pero no es nada egocéntrico, para alivio de Astoria. No todas las personas aguantan su actitud de mujeriego, lo que le ha llevado a tener esa popularidad; que ni le interesa. No es que piense en dejar a alguna embarazada, tiene orgullo y planea hacer algo más con su vida que acostarse con cada muchacha que le atraiga.

La excepción son ciertas personas: todas las chicas Weasley –porque tiene sentido de la auto conservación– aunque parezca lo contrario –ha salido con jóvenes que tienen hermanos mayores– y la hermana pequeña de su mejor amigo, Albus Potter, siendo que él también está en Slytherin. Sinceramente, pese a ser una constante presencia en la casa de los Potter, en contadas ocasiones ha hablado con la pequeña Lily –quien, por alguna desconocida causa, se le está haciendo que se ha vuelto bastante linda–, más aún han estado en la misma habitación por más de medio minutos.

Cortesía James, quien no se fía de él.

No es que le vaya a hacer algo a tu hermana, Potter. La respeto a ella y a mi mejor amigo —le dijo en su momento, recordando las veces que la ha visto enojada. Los ojos marrones de Lily brillaron con tanta frialdad en aquel instante; miedo o respeto, para Scorpius es lo mismo.

Con la fama que te has hecho en Hogwarts, no la creo Malfoy —siseó James, sacándolo a empujones de la recamara de Lily—. Aléjate de ella —y le cerró la puerta en la cara.

Tampoco es que lo culpe, si él tuviese hermanas también haría lo mismo.

Recuerda la casi advertencia que le dijo Albus ése mismo día.

No me interesa si te haces amigo de Lily, Scorpius; o si ella quiere estar contigo pero —los ojos verdes esmeraldas de Albus se oscurecieron— como descubra que intentas ligártela te demostraré por qué el Sombrero Seleccionador me mandó a Slytherin.

Y como una semana atrás, previa a las vacaciones de invierno, él vio cómo Albus dejó en vergüenza a un joven –dos cursos delante de él– por simplemente haber querido un beso de ella –que inexplicablemente lo enojó–, le dijo:

La creo, Al, cálmate. Sé que Lily es intocable, como el resto de las chicas Weasley.

Eso ha parecido tranquilizar a Albus, sin embargo, James no se convence así como así.

No te inquietes, Scorpius, pronto convencerás a James que no quieres nada, amorosamente hablando, con Lily —dijo Harry, estando sentados en la sala de estar—. Si lograste convencer a Ron, quien tiene una personalidad casi parecida a James, para que te permitiera ser amigo de Rose; lograrás hacerlo con él.

Por poco y me hechiza —recordó al señor Potter, quien sonrió un poco nervioso—: ni había entrado a la cocina cuando me apuntó con su varita, por suerte la señora Hermione —para evitar confusiones, creyó prudente llamarlas por su nombre; con tantas "señoras Weasley" en aquella numerosa familia— lo impidió. Y me tomó tiempo, ¿recuerda?

Ten paciencia, Scorpius. Por cierto, ¿te vas a quedar aquí hasta Navidad o te irás con tu familia? Para que te preparé tu habitación.

Supongo que soy una constante presencia —murmuró suavemente, para que no lo oyese el señor Potter—, para tener mi propia recamara.

No es tan malo, se dice algunos días, tener de mejor amigo a Albus y amiga a Rose, con quien solamente llevan un años de conocerse; pese a coincidir con ella, así que no sabe casi nada de sus preferencias. Además, generalmente Rose es quien le comenta sobre las chicas que quieren estar con él, algunas veces manda los mensajes de sus compañeras, tanto de cursos como de grados mayores o menores.

En vista de que Albus se muestra incomodo cuando inicia esa conversación. El pobre Albus resulta ser un tanto tímido para esos temas, es bastante divertido verlo sonrojarse hasta las orejas cuando alguien le cuestiona sobre su vida amorosa, o medio lo insinúa; a Rose le divierte ser quien lo haga. Y un poco a él, ¿para eso están los amigos, cierto?

::

Sinceramente, me divertí escribiéndoles las personalidades a Lorcan, James, Lucy, Rose, Albus y Scorpius. De Lily no sé mucho, quizá aparezca, quizá no.

Rose es rebelde contra la familia, no es Slytherin y tremendamente insoportable, aunque no se haya notado demasiado; Scorpius es Slytherin y un popular mujeriego, como exige el reto. De James Potter usé lo poco que se sabe acerca de él, pero como ya está por terminar Hogwarts imagino que debió madurar un poco, en comparación con el adolescente de trece años del que leímos en el epílogo.

*Sobre lo de ser Sanador, lo leí en "Cumpliendo con el deber" historia escrita por Tooru Hally Beelia FrikiPotter. Me pareció una genial idea, así que lo usé.