OBSTÁCULOS INESPERADOS
Era de noche en el digimundo, una de esas noches maravillosas, llenas de estrellas brillantes que te dejan hipnotizado por su belleza, una de esas noches en las que Yamato Ishida se separaba de todo su mundo y sus problemas y se reunía con Gabumon, aunque solo podía pensar era en la única persona capaz de hacerlo sonreír de nuevo y a la vez la causante de su dolor.
Nada podía presagiar que esa noche preparaba para él la más desagradable de las sorpresas…
-Matt, ¿Por qué no le dices lo que sientes? Odio verte tan triste-dijo inocentemente su digimon.
-No es tan fácil Gabumon, son muchos los obstáculos que nos separan y, además, si me rechazara no creo que pudiera aguantarlo…-dijo mientras su voz se apagaba.
-Pero Matt…-intentó convencerlo su digimon.
Pero se vio interrumpido por un gran estruendo proveniente de un bosque cercano a la llanura donde ellos se encontraban, y movidos por la curiosidad, decidieron investigar que lo había provocado.
______________________________________________________________________
Casa de la familia Takenouchi.
Mimi Tachikawa se encontraba recostada sobre su cama, sudando a causa de una horrible pesadilla que no la dejaba volver a dormir.
Mimi había llegado a Japón para pasar sus vacaciones con sus amigos, había llegado sola por lo que se quedaba en casa de su amiga Sora Takenouchi.
Se sentía feliz de estar con la gente que quería, pero era una tortura tener que oír hablar a Sora sobre lo feliz que era estando junto al hombre que ella siempre había amado y lo peor era que este la evitaba, aunque, en el fondo, sabía que eso era lo mejor pues ella también tenía novio, aunque no lo amara tanto como a él.
Para relajarse decidió dar un paseo por su parque favorito, aunque fuera medianoche, pero eso no le importaba. Se vistió con su vestido blanco favorito y unas sandalias y dejó una nota a Sora diciéndole que no se preocupara e, inmediatamente, salió de la casa.
