Mi navidad con mi sexy ex-novio.

Una chica de cabello azabache ondulado, suspiraba una y otra vez, en su auto de color azul por una avenida casi desierta y de noche, al ver por quinta vez que alumbraba la alarma de averiado.

—¡Estúpida luz! ¡Ya entendí!—golpeo el volante frustrada. Ya llevaba 2 horas manejando cada vez mas lento, hasta detenerse por completo en un gran sordo sonido —¡Gah! ¡Maldito auto te tenias que detener precisamente hoy y en este desierto!

Era 22 de diciembre, faltaban 3 días para navidad y ella al parecer lo iba a celebrar sola, en un carro sin calefacción, con frio, sin comida y sin gente alrededor. Maldijo el día en que alquilo ese carro barato.

—¡Maldito karma! ¡Me haces esto, solo por estar estos dos anos, lejos de mi familia verdad!—reclamo apuntando con su dedo al cielo. Ella no quería ir pero su madre de tanto insistir, la convenció a pasar diciembre en el templo con su familia. No es que no amara a sus familiares, es solo que no le gustaba que la llenaran de reclamos como: ¿Cuando iba a tener esposo? Que ya estaba bastante crecidita, que todas sus primas se casaron y faltaba solo ¡Ella! —¡Dios! ¡Es que es tan frustrante! ¡Además no tengo la culpa del que al carajito de la flecha, le caiga tan mal!—y no lo decía por ser fea, sino que cada pretendiente que tenia, duraba unos días rondándola, luego conocían su forma de ser, que no tenia prácticamente nada de ser una "dama" y desaparecían misteriosamente o no le dirigían la palabra después. Odiaba su forma de ser —¡Me voy a morir soltera!—grito desconsolada.

Le hablaba a la nada, sin ser consiente que se estaciono una camioneta negra al frente y bajando de la misma, un atractivo joven que escucho su desdicha.

—Jaja no creo que eso pase, siendo así de encantadora, señorita... —volteo rápidamente hacia el vidrio del copiloto, que estaba entre abierto, ya que no cerraba por completo. Esa voz le pareció extremadamente sensual.

Lo que me faltaba que me roben o secuestren —pensó sin ver quien era, por la oscuridad —Sabe, no debe meterse en conversaciones ajenas —iba a retribuir a quien la interrumpió pero al observar mejor al joven de mirada tan llamativa, callo, se parecía tanto a su... —¿Inu-Inuyasha?

—¡¿Kagome?! ¡Ohh vaya que sorpresa verte! —estaba tan asombrada que ni se movió, hasta contuvo el aliento, frente a ella, apoyado ligeramente en la puerta, estaba su primer amor, su ex-novio de universidad que estaba mas guapo y sexy que antes. Ese que a veces sonaba con que la tomaba en brazos, la besaba y...

—¡Ah! ¿Que haces aquí?—susurro observándolo perpleja. No lo había visto desde hace 4 anos y 2 meses y medio con 5 días y no es que los contara.

Estaba realmente guapo con barba levemente saliendo de su mentón, su cabello platinado antes largo, estaba corto y despeinado y sus ojos aun tan dorados como el sol. No aguanto un pequeño suspiro salir de sus labios, ya sus fantasías eróticas tenían nuevo rostro...

—Pues vi tu auto disminuir la velocidad y quise ayudar. Vaya y pensar que eras tu—y hay estaba su sensual sonrisa de lado, la misma que se quedo grabada como fuego en su pecho.

—Yo... ¡Por dios Kagome reacciona!—se aclaro la garganta, dejando de lado sus locos pensamientos —Hmp estoy accidentada—se cacheteo internamente al no ocurrírsele algo mas coherente.

—Jaja eso veo...—y su mirada se volvió calidad, esa mirada que le robaba tantos suspiros, como besos en aquel tiempo, dándole siempre seguridad y confort —Entonces vamos.

—¿A-a-a donde?—estaba contemplándolo, que ni siquiera se dio cuenta que el, ya había abierto la puerta del copiloto, asomándose para señalar su auto. Se sostuvo fuertemente del volante, como para que no la sacara de allí.

—¡¿A donde mas?! A mi auto, te llevare ¿O piensas quedarte en este desierto?—eso se le hacia mucho mas placentero y apetecible que ir con el.

—¡Dios! ¡Inuyasha y yo solos en su auto durante 8 horas de camino, eso es peligroso para mi corazón! —se sostuvo mas fuerte del volante esquivando la mano que se dirigía hacia su brazo —¡No te preocupes! Estoy bien ya veré como solucionar.

—Ya deja la terquedad, sabes que no tengo mucha paciencia...—le dijo un poco extrañado de su rechazo. ¿No la había visto desde que 3o4 años? Se veía un poco desalineada pero más madura y por que no decir más hermosa. Sus cabellos negros con reflejos azulado, brillaban en la oscura noche y sus ojos tan negros como el ébano aun brillaban con un poco de inocencia, hay estaba frente a el, la chica que se robaba sus sonrisas, alegría, su desesperación y enojos tan solo siendo ella misma —No lo volveré a repetir, vamos Kagome te congelaras aquí.

—¡No! ¡En serio esta bien! ¡Además no esta nevando!—sentía que mientras mas lo rechazaba, lo sacaría mas de quicio, así que pensó que si se alteraba, se iba ir de ese lugar, dejándola sola y eso quería aunque se congelara.

—Ok ya me cansaste...—el chico salió del auto cerrando la puerta de golpe, haciendo que la joven suspirara, pensando que se iría pero el tenia otros planes. Dio la vuelta sorprendiendo a Kagome cuando abrió la puerta donde ella se encontraba —Si no entiendes por las buenas, lo harás por las malas.

—¡Kyaa! ¿Que estas haciendo? ¡Bájame!—la había tomado de la cintura sacándola del auto para llevársela como si fuera un costal de papas, hacia su camioneta.

—¡Ya deja de gritar que atormentas y quédate quieta, mujer!—sintió sus pataletas en su pecho, dificultándosele desplazarse al auto.

—¡Lo hare si me bajas bruto!—siguió sus movimientos, tratando de bajarse, sintiendo esos fuertes y varoniles brazos abrazar su cintura, se sonrojo al percatarse de eso.

—Creo que mereces una reprimenda...—puede que hayan pasado 4 anos pero ambos sabían lo que eso significaba, antes cuando la tomaba de ese modo por cualquier berrinche que hiciera, le daba un fuerte "azote" en sus...

—¡Jo! ¡No te atreverías!—lo halo del cabello para que viera hacia atrás y lo observo retadoramente. El sonrió de lado, tenia tantas ganas de hacerlo, desde que vio ese lindo y redondo trasero muy cerca de su rostro, Kagome había crecido un poco mas...

—¡No me pruebes!—ella volvió a jalarle y a patearlo para huir de sus brazos, sucediendo todo lo contrario, el reforzó el agarre—Te lo advertí...—y de la nada se escucho un sonido sordo, donde una gran palmada se situó en el trasero de la chica.

—¡Auu! ¡Te vas a arrepentir!—ella no se quedo atrás, haciendo el mismo gesto con su mano, desde atrás, en el sexy trasero de su agresor.

—¡Ay! ¡Eso es golpe bajo!—El sonido de una corneta los desconcentro de lo que hacían, una pareja de ancianos les miraba asombrados y desesperados ya que estaban peleando en medio de la carretera.

—¡Ahh mira cielo! Es amor joven… ¿No crees que son lindos? —ambos jóvenes se sonrojaron al escuchar a la Señora que los veía con ojos sonadores, tal vez imaginando sus tiempos.

—Bueno tortolos, quítense de la vía por favor que llevamos prisa— decía el anciano que acompañaba a su esposa, ambos estaban bien abrigados por el frio.

—¡Mioga, deberíamos aprender de ellos!

—¿Que tonterías estas diciendo Choga? ¡Joven apártese!—le reclamo el anciano al ver que no se movía del medio haciéndolo reaccionar.

—Eh! Lo lamento ya nos vamos...—Inuyasha siguió la ruta a su auto y la metió fácilmente en el mismo, debido a que estaba aun sonrojada —¡Feh! Aun te avergüenzas fácilmente.

—¡Ca-callate!—bueno de que la culpaba, si el fue, el que la cargo y arremetió contra su trasero, siendo observada por una adorable pareja de ancianos y de repente se sintió nerviosa, al sentir el sonido de la puerta cerrarse. Miro todo de reojo, era un auto digno de un hombre elegante, todo estaba en perfecto orden y sobre todo... —Todo huele a el.

—¡Oh joven! Se me olvidaba decirle, deberían buscar un hotel donde quedarse, acaban de decir por la radio que viene una tormenta helada, así que deben resguardarse!—dijo la Sra. que lo veía de cierta forma picara, cuando se disponía abrir su puesto de conductor, habían retrocedido para darle la noticia.

—¿Tormenta helada?—susurro para si mismo, viendo como se iba el pequeño auto de la pareja. Si eso era cierto debían estar resguardados, si no querían morir congelados en el auto. Si su ex estaba renuente, solo por llevarla, no se imaginaba si le decía que debían parar a un hotel —Ahh Espero que ella lo entienda. Es tan hostinadaa...

—¿Que?—lo miro desconfiada, cuando entro y la miro, era como si le iba decir algo pero que de seguro no le iba a gustar, era increíble que después de tanto tiempo aun conservaba sus facciones y manías, ya conocidas por ella y menos mal que le dio tiempo de no ser descubierta de oler su aroma impregnado en el auto.

Suspiro pesadamente para soltar —Tenemos que quedarnos en un hotel...

—¡¿Que?!

Continuara...

Un nuevo fic para las amantes del inukag XD espero q les guste y si llena sus expectativa voten por el o/

Se les quiere!