Querido Gajeel:
Nunca había escrito una carta de este estilo, no sé como comenzarla, aunque si me pongo a pensarlo, ya la he comenzado.¿Cómo te encuentras? No sé porque te pregunto eso, no debes estar bien, después de todo lo que ha pasado...
No hablaré de ello, no ahora que he logrado armarme de valor y escribirte. Yo me encuentro bien, lo bien que se puede estar. La reconstrucción del gremio va muy bien. Erza se esta comportando como un verdadero maestro o maestra. Natsu no ha vuelto y Lucy esta desesperada, nadie sabe nada de él desde ese día. Gray y Juvia están bien. No sé si te ha dicho Juvia por sus cartas, las cuales me dice que te escribe al mes, que esa esperando un bebé. Todos estamos muy emocionados por ello. Gray esta muy tonto desde que se enteró. No deja a Juvia sola ni cinco minutos y le ha prohibido hacer misiones, por eso se llevo unos buenos golpes por parte de Mira y Erza, han dicho que él no tiene derecho a decir nada con respecto a eso, pero sabes como es Juvia. No ha vuelto a hacer una misión desde ese día y Gray no ha vuelto a decir nada sobre el tema.
El equipo va bien. Lily es sin duda un gran luchador (también te extraña mucho) y no deja que nada malo nos ocurra. Jet y Droy están bien, aunque nunca preguntaras por ellos sé que te preocupas por ellos dos. Hace unas horas volvimos de una misión en un pueblo llamado Iron, te hubiera gustado, es una ciudad de herreros y artesanos del hierro, era maravilloso. Te compre algo, no sé si te llegará, pero por si las dudas te informo que es una placa de hierro con, bueno, nuestros nombres grabados. Se que te parece una tontería, que te sabes bien mi nombre y el tuyo, pero también compré una para mi y pese que sería lindo que tengamos algo que nos una.
He crecido un poco, tampoco tanto, pero poco a poco te voy a alcanzar. Fue muy extraño, llevaba desde que tenia 15 años sin crecer ni un milímetro y aquí estoy dos centímetros más alta...
¿A quien intento engañar? Estoy intentado desviar de tema, pero no puedo. Todo lo que esta ocurriendo se resume a ese día, al maestro y a ti. Dime que paso, no te voy a culpar, no te diré nada. No puedo con la duda de saber, no puedo con los pensamientos que golpean mi mente cuando recuerdo cuando te vi por ultima vez. No puedo sacar de mi menta tus ultimas palabras, tu voz en mi mente me golpea cuando estoy en medio de la noche, cuando intento tocar con mis manos tu espalda y no estas. Necesito saber para poder cerrar esa parte de mi, o dejarla abierta y esperar por tu regreso, pero no puedo quedarme con este vacío interior el cual me mantiene despierta por las noches y soñando despierta por el día.
No te voy a presionar, solo quiero saber la verdad. Quiero estar tranquila. Quiero volver a sentir tus brazos en mi cintura, tus labios en mi cuello. ¿Lo recuerdas verdad? Yo si, recuerdo el día que me prometiste que estaríamos juntos siempre. Cuando me diste ese colgante y tus manos tomaron mi cuello y me dejaste esa marca que tuve que ocultar durante semanas. Nunca había pasado tanta vergüenza.
No sé que más decirte. Intentaré escribir mas seguido, lo haré. Pero quiero que tomes un lápiz y me contestes o que hagas algo para saber que te han llegado mis cartas y regalos.
Siempre tuya Levi.