Disclaimer: Ni Fairy Tail ni sus personajes me pertenecen, pertenecen a Hiro Mashima. Yo solo los uso para satisfacer mi imaginación. Disfruten.

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Capitulo 1: Electricidad.

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Despertó en la que parecía ser la cama más cómoda del mundo. En verdad había extrañado esa cama, ese aroma, esa calidez; en verdad la había extrañado a ella. A su luz.

De entre sus brazos se removió en sueños la causa de su felicidad – te amo Natsu – fueron las simples palabras que había dicho aquella hermosa mujer, lo que hizo que su corazón latiera más a prisa. Beso su frente y la acorruco entre sus brazos para darle de su calor natural, recordando cada momento de la noche anterior. Habían consumado su amor, fue tan único, tan mágico, tan lleno de pasión y delicadeza.

Tan prohibido.

Desde el regreso de Lisanna de Edolas se habían distanciado. Él se había distanciado de ella mejor dicho. Ya no hablaban tanto como antes, ya no salían a misiones juntos. Ya no había equipo. La tristeza en ella estaba haciendo su hogar.

Luego llego el examen para clase S. él decidió hacer equipo con Happy, y Lisanna inmediatamente se ofreció ayudarle a Juvia. Por azares del destino ella termino también en la Isla Tenryu; durante un momento volvieron a ser un equipo, pero después de la tragedia con Acnologia y los 7 años vacios, todo volvió a como estaba.

Natsu seguía alejado de ella y más cerca de Lisanna.

Enterarse de la muerte de su padre fue lo último que pudo soportar su afligido corazón. Si bien, nunca había tenido una relación afectiva con él, si le entristeció no volverlo a ver. En su última carta hacia ella le decía lo orgulloso que estaba y fue cuando las lágrimas por fin salieron.

Tomó una decisión.

Ella era una maga de Fairy Tail, no se dejaría derrumbar por algo así; con Natsu o sin él seguiría fuerte, se haría más fuerte y siempre mantendría su sonrisa. Ella lo amaba, era verdad, y porque lo amaba, dejaría que él fuera feliz con la mujer que él eligiera.

Los días pasaron, ella llegaba con una sonrisa al gremio, siempre llena de vida, siempre alegre. Saludaba a todos por igual, jamás evadió a Natsu o a Lisanna. Hacía misiones en solitario, algunas veces con Gray y Juvia, otras con Cana y algunas veces con Levi cuando Gajeel no estaba en el gremio.

Una tarde, mientras ella iba saliendo se choco accidentalmente con Natsu que iba entrando tomado de la mano con Lisanna. El choque la dejó en seco, no por haberse chocado en ellos, sino por la corriente eléctrica que la invadió al rosar la piel de Natsu, aparentemente él también había sentido lo mismo porque reaccionaron casi igual. Ella se disculpo con una sonrisa y siguió su camino. Esa fue la primera vez.

La segunda vez fue en la barra, sus manos se encontraron al intentar agarrar la misma bebida, pareciese que Laxus estuviera lanzando sus relámpagos en los momentos inoportunos. Ambos retiraron la mano al toque, la electricidad que en ellos se sentía era intensa y extraña. En un extraño acto de caballería Natsu le cedió la bebida, ella la acepto gustosa y con una sonrisa se despidió de él.

Su sonrisa. ¿Por qué seguía pensando en su sonrisa? Era lo que se preguntaba Natsu cuando estaba a solas. ¿Por qué sentía que extrañaba la sonrisa de Lucy? Todo el tiempo la había visto sonreír, ¿Qué fue lo diferente ahora? Pero sobre todo ¿Qué era esa sensación eléctrica cuando la tocó? La cabeza le estaba doliendo de tanto pensar, pero pensar en ella se sentía tan placentero.

Aun seguía en esos pensamientos cuando llegó al gremio al día siguiente, a la primera que vio fue a su novia, sonriente como siempre en la barra con Mira. Empezó a caminar hacía ellas con una sonrisa, olvidando sus pensamientos por un rato, hasta que fue golpeado por Lucy en la carrera que tenia para llegar a la barra con Mira y Lisanna para enseñarle la revista de la semana, habían salido los Dragón Slayers Gemelos de Sabertooth, uno de los cuales pretendía a Lucy. Y de nuevo esa extraña sensación lo dejó aturdido – La amas – le susurró una voz en su cabeza a la que el se negó a escuchar.

Ella por su parte simplemente ignoró la sensación, no era correcto pensar de esa manera en el novio de su amiga.

- ¡Mocosos! – La voz del Máster se oyó por todo el lugar – Estos últimos meses se han esforzado bastante, así que ¡Hoy hay fiesta! – y con ese grito de guerra inició el descontrol.

Las horas pasaron entre bromas, risas, peleas, comida y bebida, mucha bebida. Uno a uno los miembros del gremio fueron cayendo en sus sitios producto del cansancio o del alcohol. Lucy se encontraba en una mesa platicando con Levi y Cana; la primera hablando de que extrañaba a Gajeel y la segunda quejándose de que Gildarts la cuidaba demasiado. Natsu estaba en la barra platicando con Gray y Mira-san, Lisanna ya no estaba, se había ido a su casa a descansar, acababa de regresar de una misión con Elfman y Evergreen.

Gray se fue con Juvia al poco rato, Mira-san estaba atendiendo a los clientes y Natsu se quedo solo con su bebida. Cana simplemente desapareció y Levi al ver entrar a Gajeel, corrió a alcanzarle despidiéndose rápidamente de Lucy dejándola también sola. Natsu al ver que su antigua compañera de equipo se encontraba sola decidió acercársele.

Platicaron mucho rato, como no lo habían hecho en meses, rieron y recordaron cosas. Natsu se sentía cómodo, nostálgico, como si acabase de encontrar algo perdido que no sabia que había estado perdido hasta que lo encontró.

Lucy estaba feliz, radiante, platicar con Natsu se sentía tan bien, era algo que extrañaba y que atesoraría junto con las demás experiencias que habían vivido juntos. Mira-san interrumpió sus risas, alegando que ya todos se habían ido y solo quedaban ellos. Voltearon a todos lados y era verdad ¿en que momento se habían ido todos? Lucy consultó su reloj y se asustó de lo que vio, era tarde, realmente tarde.

Pensó en invocar a Leo para que la acompañara, pero recordó que él estaba de vacaciones con Aries, su cara reflejaba preocupación hasta que Mira-san sugirió que Natsu la acompañara a su casa. Él no dudo en acceder y se fueron platicando en todo el camino, riéndose de cualquier cosa, como si el tiempo no hubiese pasado.

Habían llegado a la entrada de la pensión donde vivía Lucy, ella se despidió como siempre, le dio la espalda y cuando se disponía a entrar él la sujetó con una mano, se quedaron así por unos instantes, hasta que Lucy se volteo por la extraña acción del Salamander. No le dio tiempo de hablar, la acción fue tan rápida, que solo pudo abrir desmesuradamente los ojos. Natsu la estaba abrazando como si su vida dependiera de eso y ella no podía corresponder a ese abrazo. La sensación de electricidad se hizo presente en ambas partes.

- Lucy – habló Natsu después de sentir que ella no le abrazaba – lo lamento tanto – empezó a sentir pequeñas gotas cálidas en su hombro. – lamento haberme alejado de ti, lamento no estar contigo cuando lo necesitaste, no pensé que te estuviera haciendo daño – Lucy no entendía de que iban esas palabras, si bien, eran verdad, no entendía como era que él lo sabia – Estos últimos días no he dejado de pensar en ti, era una sensación de vacio, como si algo me faltara, pero no sabía lo que era, hasta esta noche. Me haces falta Lucy, perdóname.

Lucy se soltó del abrazo de Natsu, la cara de aflicción que tenía, era algo que en ella había visto antes, él estaba llorando. Lucy tomó el rostro de Natsu entre sus manos y con los pulgares limpio las lagrimas, luego le sonrió cálidamente, como si con esa sonrisa tratara de borrar todo rastro de dolor – Natsu, eres raro – él sonrió ante las palabras que dijo – vamos, entra a mi casa.

En esa ocasión y por raro que parezca, Natsu pidió dormir en la colchoneta pero Lucy se lo impidió, le dijo que podía dormir con ella en la cama y así lo hizo. Se acostaron juntos, frente a frente, haciéndose caricias en la cara con los pulgares, sintiéndose ambos completos con solo ese roce.

- Lucy… - fue lo que dijo Natsu antes de besarla tímidamente, beso que ella respondió de igual manera, era su primer beso – te amo – y esa frase fue la que provoco todo lo demás.

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Gracias por leer. :D