Still I´m with you
Se abrazaron en silencio, como en un mutuo acuerdo rodaron sus rostros para poder mirarse sin romper el contacto y con la misma sincronización se besaron.
Como si el tiempo al correr más rápido sanara toda herida, borrara cada duda y aclara los sentimientos. Solos bajo la luz de la luna, con los ojos cerrados, ella sonríe, su cuerpo temblando, sosteniéndose solo por aquel abrazo. Así es como me gusta verte dijo él sonriendo, la tristeza no es para ti. Ella sonríe más, sin saber cómo responder calma el sonrojo de sus mejillas enterrando su rostro en el cuello masculino, frio como el hielo.
Siempre estaré contigo dijo él todo el tiempo, mientras suavemente sus cuerpos se coordinaban, piel a piel, sin espacio para las mentiras, sin lugar para las dudas Aun si no estoy físicamente a tu lado, siempre estaré contigo, confía en mí. Y entre cada palabra ella asiente, y su corazón se mancha de amor.
La luz del sol ilumina la estancia, se filtra entre los resquicios de las cortinas, el mágico sueño interrumpido, la historia de una amor extraño. Ella despierta, abrazada por sabanas blancas, con la sensibilidad de alguien que muere y renace al mismo tiempo. Sus ojos lo buscan allí donde su brazo se pierde.
Él ya no está, solo queda una mínima traza de su olor. No está. Su mirada se nubla con lagrimas, lagrimas que caen libremente por las mejillas sonrojadas, ligeros espasmos sacuden sus hombros. Desapareció con la llegada del día pero curiosamente puede sentirlo.
Orihime sonríe dulcemente mientras llora, porque cree en él, porqué lo ama, porque él ama su sonrisa. Aquí estas, Ulquiorra.
