Capítulo 1

Bulma se estaba poniendo labial mientras preguntaba a su amiga… -¿Cómo es el?- y un segundo despues se reprimio por haber sido una preguntona... -No me contestes…siento haberte preguntado. Sé que tienes que ser muy discreta.

-Es el tipo de hombre que llama la atención. Y no es solo por la combinación de un rostro atractivo y cuerpo estupendo, sino que es algo interno.

-¿el qué? -pregunto Bulma interesada

-Carisma, supongo.

Lo he visto hablando con el director cuando e daba la bienvenida al hotel. Es el tipo de situación que ha debido hacer miles de veces, sin embargo, no tenía cara de aburrimiento.

-desde que son niños les enseñan ese tipo de protocolo. Probablemente reciban clases para ser encantadores y de cómo controlar los músculos faciales.

-lo se, pero aun asi me he puesto mi collar de perlas, a que no es el típico aristócrata. Tengo la sensación de que bajo esa imagen de hombre sofisticado hay algún tipo de energía potente. Parece un hombre poderoso.

-igual que King kong. Has conseguido que me parezca interesante.

-por desgracia, no solo a ti, si alguien te pregunta cosas de él o te piden información sobre sus movimientos, díselo al equipo de seguridad- y es que el principe de Vegita era un hombre que llamaba mucho la atención... no solo por su atractivo, si no que también por carácter y también por el jugoso pago que su planeta y otros mas se atreverian a dar por el, si fuese secuestrado.

-lo hare – dijo Bulma y guardo el lápiz labial en su bolso.

-gracias por cubrir el puesto- dijo Milk, y miro su reloj-. Será mejor que me valla!. Si te metes en un lio, sonríe…. Tu sonrisa es matadora.

-no funcionara si estropeo el traje de diseño de alguien- dijo Bulma-. Llevo practicando una expresión respetuosa y recatada. Menos mal que el coctel no es tan duro como una cena formal.

-hace 5 minutos teníamos un montón de camareros para el banquete. ¡Espero que todo siga igual! Vamos, te acompañare abajo. Puede que tenga la oportunidad de practicar tu italiano -abrió la puerta del pasillo-. Al paracer se parecía bastante al español.

Bulma había aprendido italiano en la escuela y después de que murieran sus padres, en la universidad, quería preparase para viajar a Italia y buscar la tumba de su abuelo y quizás descubrir que tenía una familia hay. Por supuesto, era posible que una nieta ilegitima no fuera bien recibida, pero solo el hecho de saber que no estaba sola en el mundo haría que se sintiera mejor.

Bulma practico su respetuosa sonrisa un par de veces más, antes de recoger una bandeja de plata que contenía varios platos de canapés de ostras y de adentrase en el salón donde las personas más poderosas del universo de las finanza, junto con sus esposas y algunos políticos importantes, estaba tomando una copa antes de pasar a cenar.

-camarera por favor – la llamo una mujer que desprendía cierto aire de poder. Bulma se abrió paso entre la multitud para llegar hasta ella-. ¿Son de ostras? – Así es- y le ofreció la bandeja. La mujer dedico una sonrisa al hombre que estaba a su lado y le dijo: -pruébelos, señor. Es una especialidad de nuestro planeta. ¡Nosotros lo consideramos lo mejor del universo!

-eso es mucho decir- respondió el, cortes pero seguro de sus palabras.

Bulma se fijó en el hombre que llevaba un traje echo a su medida, tenía anchas espaldas, y piernas musculosas y un peinado muy peculiar.

"aja" pensó asombrada, "este es el arrogante príncipe Vegeta Ouji de Vegita. ¡y es tan atractivo como en las fotos".

Y entonces, sus miradas se encontraron, su mirada era inexpresiva, fría, e implacable.

Bulma se quedó helada y como si la hubieran juzgado y la estuvieran declarando culpable, comenzaron a temblarle las manos mientras sujetaba la bandeja. Milk había encontrado la palabra adecuada para descubrir el aura masculino y autoritario. El príncipe Vegeta de Vegita era irresistible.

Con el corazón acelerado Bulma se concentró en sujetar la bandeja con firmeza mientras el tomaba uno de los conapes. –Gracias, es todo lo que necesitamos- dijo la mujer en tono posesivo.

Bulma esbozo una sonrisa y se volvió para ofrecer la bandeja a otro grupo de invitados. Se sentía cautivada por la arrogancia del príncipe y eso le asustaba. Trato de convérsese de que era una tontería. El la había mirado. Ella lo había mirado ¡y había reaccionado ante el hombre más atractivo que jamas había visto! Temblando se alejó del lugar donde se encontraba el y trato de no mira hacia esa dirección hasta que al cabo de un rato todos entraron a la sala donde se celebraría el banquete.

Mucho más tarde cuando Bulma termino su turno y se dirigía hacia el vestuario apareció Milk.

-el banquete ha salido muy bien- dijo con alivio -¿Qué te ha parecido el príncipe?

-Gran Duque le quedaba mejor- dijo Bulma tratando de hablar con tono de despreocupación. -¿Quién era su acompañante?

-¿la chica de pelo naranja despampanante? Zangya Davis, la gerente de no sé qué, al parecer es una vieja pretendiente.

-¿vieja? No creo que le guste oír eso – dijo Bulma tratando de contener el sentimiento de envidia que se apoderaba en ella.

-te ha dejado las cosas claras ¿no?, no la culpo. Estaría loca si no intentara tener otra oportunidad con él. Bueno y que te ha parecido?

Bulma espero que una ironica sonrisa ocultara sus sentimientos. – es un hombre fabuloso, como sacado de un cuento de hadas…uno de los oscuros y peligrosos.

-despues de la cena dio un discurso fantástico. Conmovedor, inteligente y corto.

-espero que le haya pagado bien al escritor.

-me parece que noto una pizca de cinismo en tus palabras- pregunto Milk mientras se dirigían al ascensor de servicio-. ¿Estás en contra de la monarquía?

¿Cómo iba a decirle que el príncipe le había afectado tanto que no podía pensar con coherencia? Era una tontería, como el amor a primera vista. –como institución creo que esta en las ultimas, pero la de ese planeta ha hecho cosas buenas, así que quien soy yo para decirle a los sayayines como hay que gobernar su planeta?. Si les gusta el príncipe me parece bien. Y tengo entendido que está haciendo muchas cosas buenas con su banco.

Milk llamo al ascensor y dijo: - el banco usa las jollas de la corona como garantía.

-¿las jollas de la corona?- dijo Bulma con un bostezo-. Ah, sí, ya recuerdo…..no tenían unas esmeraldas fabulosas?

- y todo lo demás…con ellas se podría pagar el rescate del príncipe- se abrió la puerta del ascensor -¿has venido en tu auto?- pregunto Milk mientras entraban.

-No, el dique esta en seco… y el radiador tiene algo, y hoy no quise revisarlo.

-entonces toma un taxi y guarda el recibo para que te lo rembolse.

-te lo llevare a tu casa o te lo mandare por correo.

Después de que milk bajara del elevador Bulma dio en el botón a la planta baja, pero al ver en el recibidor, cambio de opinión acerca de buscar un taxi…..

No hacía más que salir gente y todos estaba buscando taxi. La parada más cercana estaba a la vuelta de la esquina en una calle muy bien iluminada. Se colgó el bolso al hombro y comenzó a caminar. Temblaba ligeramente por que había llovido un poco mientras ella serbia comida a los ricos y poderosos.

En la zona restringida del estacionamiento Vegeta Ouji de Vegita estaba de pie junto al coche que su agente había alquilado y escuchaba con cortesía las palabras de su jefe de seguridad y mano derecha.

-al menos permíteme que te siga en otro coche- dijo Kararoto-. Esto no me gusta nada…. ¿Por qué crees que quieren que te reúnas a solas con ellos?

-esos hombres llevan luchando una guerra desesperada durante 20 años. Imagino que ya no se fían de nadie –el comprendía sus motivos. Su vida siempre había estado llena de desconfianza. –Ese no es motivo para que te pongas en su poder- dijo Kakaroto con enfado-. Vegeta tu padre nunca te habría permitido que corrieras ese riesgo, piénsalo de nuevo por favor.

- mi padre juzgaba el riesgo de una forma diferente a ti.

- tu padre lo habría arriesgado todo por Vegita… esa gente no es nadie para ti….su planeta está muy lejos de Vegita. Deja que hagan la guerra hasta que se mueran!

-me temo que no es tan simple, además de mi neutralidad, deben tener algún motivo para que haga el intermediario entre ellos y sus enemigos.

-¿ y qué motivo puede ser ese?

-eso es lo que quiero descubrir. No son rebeldes…es la monarquía de Namek. Asi que no van a matarme ni a secuestrarme, y aparte de los aspectos humanitarios tengo que tener en cuenta que es un planeta muy pobre, tiene muchos minerales valiosos, además de las esferas de dragón, y tengo entendido que esas te cumplen deseos. Y la posibilidad de una floreciente industria turística. Buenas ganancias para el banco.

Kakaroto dijo con enfado –y por qué quieren reunirse en secreto, a solas y de noche?

-probablemente no quieren desprestigiarse. Si tras la reunión de esta noche consiguen llegar a un dialogo entre las dos facciones de Namek y si yo puedo convencerlos de que acepten algún protocolo de paz el banco de Vegita podría ayudarlos a restablecer su economía. Garantizando su prosperidad, puedo promover la nuestra –hizo una pausa y añadió con frialdad-. Mi padre habría considerado que cualquier sacrificio valía la pena.

-déjame ir contigo – dijo Kakaroto-. Nadie sabrá que estoy allí.

-yo lo sabré- dijo Vegeta inflexible-. Les di mi palabra de que iría solo y pienso cumplirla – miro a su mano derecha-. Dame tu palabra de que no harás nada que ponga en peligro la reunión.

Kakaroto miro al príncipe con angustia. –tienes mi palabra – dijo y le sujeto la puerta de auto para que subiera.

Vegeta se sentó al volante y arranco el motor. Era pronto para ir a la reunión pero como no conocía el planeta Tierra y sabía que se perdería una que otra vez en el resto del trayecto, decidió marchar. Salió del aparcamiento, metió la tarjeta y espero a que subiera la barrera.

La calle estaba mojada y el entorno los ojos al ver que una mujer doblaba la esquina y que dos hombres sospechosos la seguían en silencio.

Vegeta hizo sonar el claxon y piso el acelerador. La mujer sobresalto, se dio la vuelta y grito con fuerza. En el momento en el que subió a la acera y coloco el auto en medio de la mujer y los hombres, ella se apoyó en la pared y adelanto las manos para defenderse.

Vegeta salió del coche pero los dos hombres ya habían huido.

-¿está bien?- pregunto.

La luz de la farola iluminaba un rostro que le resultaba familiar, un rostro que había permanecido en su cabeza desde que ella le había ofrecido canapés antes de la cena.

-estoy bien, gracias a usted- dijo ella. Estaba pálida y sus labios delicados no correspondían con la tensión en su rostro. Vegeta admiro su autocontrol y se preguntó cómo sería esa mujer cuando no lo tuviera. "Salvaje" pensó al ver en sus ojos azules cubiertas por unas pestañas espesas y su sedosa melena…. "la pasión haría que su piel se sonrosara y su boca se suavizara para recibirlo de forma sensual"

- ya puede bajar las manos, está a salvo –

-gracias –dijo con una sonrisa y obedeció.

-¿Por qué?

-por haberse implicado –

-¿Por qué no iba hacerlo?

-algunas personas no lo habría hecho –dijo ella y respiro hondo.

Vegeta se fijó en sus pechos y desviando la mirada, pregunto:

-¿quién es usted? ¿Y que hace en la calle a esta hora de la noche?

-me llamo Bulma Brief –contesto ella- y voy a la parada de taxis que hay a la vuelta de aquella esquina.

-¿Por qué no la ha pedido a algunos de los porteros que le pidiera un taxi?

Así que la había reconocido. Bulma sintió una pizca de satisfacción y dijo:

-no soy cliente del hotel. Muchas gracias por haber reaccionado tan rápido. Voy a buscar un taxi.

-la acompañare –dijo el dejándole en claro que no permitiría que se marchara sola.

-no puede dejar el coche bloqueando el paso.

-¿entonces puedo llevarla hasta ahí? No me gusta que ande sola a esta hora.

Bulma sabía que debía de rechazar la oferta. Lo miro y asintió con un nudo en el estómago.

-gracias –dijo tratando de contener un escalofrió.

El príncipe le ayudo a entrar al auto y la llevo a la parada de taxis, por supuesto estaba vacia, igual que la calle.

Si me da su dirección la llevare a su casa.

hola amigas de fanfiction...esta es mi primera historia,..espero que les guste y comenten ;)