Hola! Que tal?? Bueno, algunos sabian que estaba escribiendo otra historia llamada When It's Rains, pero no la voy a terminar.. no me convencia en lo mas minimo, ahora empece esta nueva historia con un poco de ayuda, ya que soy emuy nueva con esto de los fics... espero que sea de su agrado =D
Ah, los personajes no me pertenecen, son de Masashi Kishimoto...
"Dialogos"
"Pensamientos"
Las hojas amarillas y marrones cubrían por completo la ciudad de Konoha, el cielo estaba totalmente nublado, tenía todo el aspecto de comenzar a llover, es por eso que todos preferían resguardarse en sus casas.
Una hermosa muchacha con una cabellera larga hasta la cintura, de color negro con brillantes reflejos azules, ojos perlados grandes y expresivos, se encontraba sentada en su ventana, aparentemente pensando en algo, o en alguien.
Bajo la mirada para encontrarse con un papel.
"Naruto-kun me mando esta invitación para una fiesta que se organizara en su casa, no dice el motivo que tiene para festejar, pero casi ruega que vayamos todos. Podría aprovechar esta oportunidad para declararle mis sentimientos, pero... ¿y si me rechaza?. ¡NO! eso no va a pasar, tengo que ser positivista, si... eso; tengo que pensar P-O-S-I-T-I-V-A-M-E-N-T-E"
En su imaginación ella pensaba como podía resultar todo, se hallaba completamente ilusionada.
"Etto... N-Naruto-kun, y-yo... hay algo qu-que quiero de-decirte" Dijo la joven tímidamente
"Si, dime Hinata-chan"
"B-bueno, yo... ehm... l-lo que q-quiero de-decir es que, y-yo... bueno... etto..."
"¿Tu...?"
"Y-yo…-El rostro de Hinata ya estaba Bordeaux de la vergüenza - ¡Yo te quiero!"
"Hinata-chan... ¡yo también te quiero!"
El joven de cabellera rubia comenzó a acercarse al rostro de la morena lentamente, mientras posaba su mano derecha en su mejilla. A escasos centímetros de sus labios, cuando...
"¡Hey! Hinata!, ¡¿Te estas asfixiando?! que te pasa?!"
"Eh?"
"Ufff, que alivio que dijiste algo. Por un momento pensé que morirías, es que tu cara estaba violeta."
"Hanabi-chan. Etto, se-seguro fu-fue tu ima-imaginación... ¿c-como podría t-tener el rostro vi-violeta?"
"Aja, bueno cambiando de tema, recibí una invitación para ir a la fiesta de Naruto, ¿tu también la recibiste verdad?"
"Etto... si" ? soltó con suma vergüenza mientras bajaba la mirada
"Supongo que no vas a faltar"
"Bueno, en realidad... lo estoy pensando, no estoy tan segura."
"¡Vamos! Es tu oportunidad para confesarte a Naruto!" Su hermana sabía de sus sentimientos por aquel rubio, y es por eso que siempre le animaba, para que de una vez diera paso adelante.
"... tienes razón, tengo que ir si o ¡si!, pero Hanabi-chan... no soy la única que tiene oportunidad de declararse... ¿tu también podrías intentarlo no?"
"Si, aunque la persona a la cual amo es imposible de que me corresponda." dijo luego de unos segundos de silencio, con su rostro cubierto con una leve capa sombría. Hinata solo le observo con pesar.
"¿Porque dices eso...?. Neji-niisan siempre te protege y te cuida, estoy segura de que te quiere mucho, y va a corresponderte..." Sonrío con sinceridad ante sus palabras, ya que en verdad las creía ciertas. Si su pequeña hermana le alentaba siempre con sus sentimientos, es lo mínimo que ella podía hacer, ¿verdad?
"Hermanita... ¿es que no te das cuenta de que nuestro primo ya ama a alguien?" ? Ante sus palabras el rostro de Hinata se torno dudativo, no entendía a que se refería su hermana. ¿Neji enamorado de alguien?, eso en verdad jamás había pasado por su mente.
"Eres tan inocente. ? susurro su hermana con pesar. Ella si conocía aquellos sentimientos, pero nada podía hacer ante estos, después de todo…
…¿Quién manda al corazón?
"Mejor cámbiate, y espero que te pongas bien linda para la fiesta."
"Si..."
La ojiblanca comenzó a sacar de su armario miles y miles de vestidos, y se los iba poniendo para ver cual le quedaba mejor.
Primero se probó uno verde largo, de seda con un solo bretel, pero decidió que era demasiado fino para una fiesta informal. Seguido se probó uno rojo largo hasta medio muslo y ajustado al cuerpo, con breteles gruesos que se ataban atrás del cuello. Demasiado seductor para su gusto, aparte el rojo no era un color que le quedara demasiado bien. Por ultimo, y para la muchacha el mas indicado. Un vestido negro con breteles finitos y escote en V, del lado de la pierna derecha llegaba hasta medio muslo, y hacia la otra pierna caía en pico hasta media pantorrilla; era extremadamente escotado en la espalda, dejando ver un pequeño tatuaje que se había hecho. Se puso unos zapatos negros de seda con un moño con un taco de aproximadamente 7
centímetros. En la punta de su cabello se hizo pequeños rulitos. Por ultimo se delineo los ojos de color negro, pinto sus labios de rosa pálido.
Una vez lista comenzó a bajar las escaleras en dirección a la sala de su casa, donde ya su primo y hermana pequeña le esperaban.
"¡Al fin!. Ya era hora de que baja..."la pequeña se quedo sin palabras al ver la figura de su hermana mayor bajar por las escaleras.
"¡Wow! ¡Hinata, estas increíble!. ¿Verdad Neji-niisan?"
"Hmph, será mejor que nos apuremos..." dijo este aparentando desinterés mientras desviaba la mirada, trataba de ocultar el leve rubor que se había instalado en sus mejillas.
"S-si..." Dijeron ambas Hyuuga a la vez.
Una música bastante tranquila pero electrónica salía de la casa del joven Uzumaki. Cada vez llegaban mas invitados a la fiesta del susodicho, incluyendo a los tres Hyuuga.
La música como de discoteca se tornaba cada vez más fuerte, a la vez las personas se ponía a bailar en el medio de la sala, excepto Hinata, la cual permanecía sentada en una silla a un rincón un poco apartado de la multitud. Comenzó a mirar a todos lados en busca de alguna cara conocida, y efectivamente, encontró algunas: Kiba Inuzuka, su amigo de la infancia, pero a medida que fueron creciendo su amistad se fue rompiendo poco a poco. Este se encontraba hablando muy animadamente con Ino Yamanaka, no la conocía mucho, solo sabia que era la mejor amiga de Sakura Haruno, aunque a veces parecían las peores enemigas en realidad se querían mucho. Después todos los demás se hallaban reunidos en el medio de la sala bailando enérgicamente, estaban: Shino, Shikamaru, Chouji y Sai.
Pero faltaba alguien, no lograba encontrar ni a Sakura ni a Naruto.
Casualmente miro a su derecha y se encontró con Sasuke Uchiha que estaba sentado en una silla a la misma altura que la Hyuuga, pero bastante distanciado. Poco le importaba ese chico, ella solo quería ver a su rubio hiperactivo para así confesarle sus sentimientos.
La música electrónica le retumbaba en su cabeza, apenas podía oír sus propios pensamientos, ya habían pasado mas de tres horas desde que comenzó la fiesta. Ya eran las tres de la mañana, y la joven de cabellos azulados seguía buscando al "amor de su vida", sin ningún resultado. Ahora se encontraba en el pasillo del segundo piso abriendo cuidadosamente las puertas de todas las habitaciones. Estaba por llegar a la última puerta cuando una voz grave y cortante le interrumpió
"Hyuuga, ¿estas buscando a alguien?" ― pregunto Sasuke Uchiha con expresión desinteresada mientras se recargaba en la pared del corredor.
"E-Etto… N-no, solo e-estaba buscando e-el b-baño" ― contesto la Hyuuga mientras bajaba su mirada intentando ocultar su notable sonrojo.
"Hmph. Esta abajo, la primer puerta a la derecha" ― este seguía mirándola fijamente esperando a que la joven se decidiera a irse de una vez.
"S-si, gra-gracias Uchiha-san" ― dicho esto la ojiperla comenzó a caminar con torpes pasos hacia la escalera.
"Hmph. Eso estuvo cerca. El dobe me dejo bien claro que si no dejaba que nadie entre a esa habitación, me pagaría bastante." ― sonrío con cierta malicia, ya que sabía perfectamente el porqué del actuar de su amigo. El idiota siempre era tan predecible.
Cuando volvió a la sala se encontró con que la música había cambiado, ahora la música era extremadamente lenta, una canción bastante conocida: Take a Bow de Rihanna. Muchas parejas se encontraban bailando en el centro, le dio cierta
nostalgia.
Se dio cuenta de que en toda la fiesta no había visto ni a su primo ni a su hermana pequeña. Justo en ese momento Neji aparece frente a ella con cara de preocupación.
"Hinata-sama..." ― su tono de voz hizo que Hinata se asustara, "¿Habrá pasado algo?" pensaba en sus adentros.
"Neji- niisan, ¿sucede algo?" ― comenzó a caminar junto con su pariente a algún lugar un poco más silencioso, para que así este le explicara lo que tenia que decirle.
"Hanabi-sama no se encuentra bien, pero parece que se paso de copas" ― la expresión de la peliazul fue de sorpresa, ¿su hermana pequeña tomando alcohol, desde cuando?. ¡Si tan solo tenia quince años!
"Bueno… será mejor que vayamos a casa" ― se veía en sus ojos la desilusión al no haber tenido la oportunidad de hablar con el Uzumaki.
"No Hinata-sama, aun falta mucho para que termine la fiesta, no quisiera arruinarle la diversión, yo llevare a su hermana a casa" ― inmediatamente el rostro de Hinata adopto una gran alegría, estaba tan agradecida con su primo que se abalanzo sobre el dándole un tierno abrazo
"¡Gracias Neji-niisan!. No se que haríamos si no estuvieras" ― tal gesto logro que las pálidas mejillas del Hyuuga se tornaran rojas.
"L-Lo siento, es que me alegra poder quedarme, ya que aún tengo algo pendiente…" ― confeso la Hyuuga algo apenada por lo que acababa de hacer.
"Esta bien, no se preocupe" ― respondió este notablemente nervioso mientras intentaba alejarse de su prima, para así irse con su hermana.
"Bueno, entonces nos veremos" ― concluyo esta, para permitirle al muchacho su partida.
"Si, adiós Hinata-sama"
En el momento en el que sus familiares salieron de la casa del Uzumaki, alguien comenzó a bajar el volumen de la música.
"¡Ejem!. Atención todos" comenzó a hablar el joven hiperactivo mientras se subía a una mesa.
"Se estarán preguntando el motivo de esta fiesta, ¿no?" ― todo el mundo grito en afirmación, mientras esperaban ansiosamente la respuesta del muchacho.
"Bueno, hoy he decidió reunirlos a todos aquí, para hacer oficial mi relación con ¡Sakura Haruno!" ― todos estaban emocionados y gritaban para felicitar a los novios. Todos a excepción de Hinata Hyuuga, que sentía que el mundo se estaba derrumbando.
"¿Como pude ser tan ingenua?. Nunca me había dado cuenta de los sentimientos de Naruto por Sakura, y yo que tenia la ilusión de que iba a corresponder a mis sentimientos" por las mejillas de la joven comenzaron a correr gotas de agua salada, mientras sus piernas comenzaron a temblar. Decidió que lo mejor seria irse a casa, no quería que nadie la viera en este estado, pero tampoco deseaba ser tan obvia. Cualquiera se daría cuenta del porque se había ido, solo debía quedarse y fingir alegría.
Mientras todos estaban encima de la reciente pareja, la peliazul se encontraba sentada en una mesa de la cocina, donde servían todo tipo de bebidas.
"Un Whisky po-por favor" ― le dijo esta al joven que se encargaba de servir las tragos. El cual rápidamente se lo sirvió.
Hanabi tenia razón, soy demasiado ingenua. Es porque nunca quiero ver la realidad, en mi cabeza solo existen imágenes idealizadas de lo que me gustaría que pasase. Vivo como en un cuento de hadas, siempre pensé que iba a ser como una princesa, tal vez como la cenicienta, y me casaría con mi príncipe azul; Naruto Uzumaki. Pero todo eso no era más que una fantasía ― se decía la Hyuuga mentalmente.
"Oiga, quiero otro Whisky" ― exigió la muchacha levantando un poco la voz. En sus mejillas podía verse un leve rojizo.
"Señorita, lo siento, pero usted ya bebió demasiado. Me dejaron bien claro que no podía superar los cinco vasos de bebidas alcohólicas" ― explico tranquilamente el joven.
Sin más la Hyuuga se levanto de su banco y comenzó a subir las escaleras de la casa, deteniéndose al llegar hasta la terraza de esta misma.
"¡Eres un idiota!" ― grito a los cuatro vientos, refiriéndose a su ahora inalcanzable amor. Sabia que la culpa no era ni de Naruto ni de Sakura, pero le costaba trabajo admitir que ella era la única idiota al haber pensado que el Uzumaki correspondería a sus sentimientos. Pero también necesitaba desquitarse con algo.
Sentía un nudo atragantado en su garganta, una necesidad infinita de llorar y gritar. Trato de contenerse por temor a que alguien la oyera o la viera, pero no aguanto más. Estallo en lágrimas, sus sollozos estaban llenos de angustia y tristeza. Su cuerpo convulsionaba, esa era la impotencia que sentía, todo por su timidez, gracias a ella nunca se había atrevido a confesarle sus sentimientos. Se sentía una idiota, la mayor de todas.
"No puedo mas... voy a hacerlo, estoy decidida" se decía para sus adentros la joven mientras pasaba una pierna al otro lado de la baranda. Se sujetaba fuertemente con las manos mientras que pasaba la otra pierna quedando totalmente del otro lado. Muy lentamente comenzó a soltarse de la reja quedando con los brazos abiertos, cerro los ojos y...
"¡Hey Hyuuga, ¿que demonios estas haciendo?!" pregunto el Uchiha mientras la tomaba del brazo, impidiéndole así tirarse.
Cuando la ojiperla se volteo.
El joven se encontró con una Hinata notablemente destrozada; sus ojos estaban completamente hinchados, sus mejillas rojas llenas de lagrimas secas y todo su maquillaje corrido.
Su salvador la ayudo a pasar al otro lado d la baranda.
"¿Que se supone que estabas haciendo?" ― pregunto severamente el Uchiha.
"Y-Yo…" la joven no pudo terminar de hablar, ya que le bajo la presión después de tanta adrenalina, cayendo así desmayada.
"¿Y ahora que se supone que voy a hacer con ella?" ― se pregunto molesto mientras la cargaba en brazos. Comenzó a bajar la escalera con ella a cuestas.
"! Sasuke-teme. ¿Que le hiciste a Hinata?!" ― exigió saber el rubio amigo del Uchiha.
"Hmph. No es de tu incumbencia, voy a llevarla a su casa" ― respondió frío y cortantemente el muchacho, dejando al ojiazul con una gran confusión.
Una vez fuera de la casa del Uzumaki, el pelinegro comenzó a debatir mentalmente sobre a donde llevar a la Hyuuga.
"Si la llevo a su casa, lo mas probable es que no salga vivo. ― bufo molesto, esta chica le estaba causando un gran problema. ― Mejor la llevo a la mía"
