Este Drabble fue realizado para la actividad de Stop Rain: 'IchiRuki Valentine Day, regala un drabble'.
Solicité el drabble pedido por Chistery, que quería un fanfic en que Isshin encontrara a Rukia en la cama de Ichigo y se pusiera hilarante x3. Este fue uno de los resultados (hice dos XD)
¡Espero les guste!
Género: Humor
Rating: Todo lector(?)
Número de palabras: 381
Disclaimer: Bleach no me pertenece, pero Isshin sí 8D
Orgullo paterno
Me desplazo por el pasillo del segundo piso, sigiloso como una fiera en cacería, aprestándome para atacar a mi objetivo. Recorro el último trecho con la espalda pegada a la pared, y cuando estoy junto a la puerta de la habitación escogida, huelo el ambiente para detectar a mi presa.
¡Momento! ¿Qué es eso?
Pestañeo, extrañado, puesto que no es el olor de mi primogénito. Huelo por segunda vez, para corroborar mis sospechas… sí, ¡es el aroma de mi tercera hija!
Entro al dormitorio despacio, sin hacer ruido; no con la intención de sorprenderla y atacarla, si no con la idea de averiguar que hacía ahí. Y lo descubro al instante: está profundamente dormida en la cama de mi hijo. Suspiro, enternecido por la escena…
¡Momento!
Mi quijada desciende varios centímetros. ¿Desde cuando el mojigato de Ichigo permite que una chica ocupe su cama? ¡¿Desde cuando el mojigato de Ichigo permite que Rukia-chan ocupe su cama?
Oh-my-god…
Siento que las lágrimas inundan mis atractivos ojos, y mi labio inferior tiembla sin que lo pueda evitar. ¡Soy víctima de la emoción del momento!
Cubro mi boca con ambas manos, para no soltar un sollozo y despertar a Rukia-chan.
Giro en círculos varias veces con las manos alzadas, feliz, y miro al hacia el cielo por la ventana.
¡Masaki! Oh… dios…nuestro hijo… Ichigo… ¡Ichigo!
Y como si mi mención hubiese sido un llamado, entra a la habitación, y me queda mirando con cara de pocos amigos.
—¿Qué diablos haces aquí? —me consulta con apatía—, ¿y qué mierda te pasa? —agrega de inmediato al notar mi estado de conmoción.
Yo no contesto. Simplemente lo abrazo, fuerte y apretado, demostrando todo mi orgullo por él. —¡Gracias, hijo! ¡Gracias! —le digo emocionado palmoteándole la espalda.
—¿Q-qué? —lo oigo hablar, mientras intenta liberarse de mi abrazo. Y lo dejo ir, porque tengo otros planes.
Lo miro una vez más, orgulloso a más no poder, dando un último sollozo y enjuagándome las lágrimas con mi antebrazo. Y me voy de la habitación para darles privacidad a los tórtolos.
—Tch… Viejo loco —le oigo decir antes de cerrar la puerta.
Sí, estoy loco. ¡Loco de felicidad!
¡Masaki! Pronto, muy pronto, ¡nuestro hijo será todo un hombre!
Corro hacia la escalera, para contarle todos los pormenores a mi esposa.
¡Feliz San Valentín! 3
