Caótico Encuentro
Kai-Dancel
.
..
Disclameir: Katekyo Hitman Reborn pertenece a Amano Akira, sólo la historia es de mi autoria… y es sin fines de lucro…
Advertencias: UA / Universo Alterno.
.
..
Reunión
..
.
Sus orbes se posaron en la puerta de su oficina, una vez que percibió una muy pero muy molesta presencia detrás de ella, frunció el ceño al escuchar la irritante voz del herbívoro comprobando que no se equivocaba. Ese estúpido herbívoro estaba allí. Lo sabía, aun antes de que su secretaria lo anunciara, sabía que era así. Sus manos se tensaron arrugando un poco los documentos que sostenía. De todos los días que pudo haber escogido para molestarlo, tenía que ser justamente hoy, el día que tenía muchas cosas por hacer. Suspiro recargándose en el respaldo de su cómodo sillón, dejando los documentos en su fino escritorio de caoba. Pronto seria anunciado y aun cuando le dijera a la herbívora que no le dejara pasar, el herbívoro se colaría hasta su oficina y expondría el motivo de su visita no sin antes molestarlo un poco, y después de que aceptara sus muy ridículas peticiones o lo mordiera hasta la muerte, se marcharía. Sin embargo hoy no contaba con esa última opción ya que la carga de trabajo era mucha, ni quiera podía disponer de 5 minutos para encargarse de él. Tomo los documentos nuevamente de su escritorio leyéndolos, optando por ignorar al estúpido herbívoro y terminar rápido con su trabajo.
Pronto el pitido del teléfono le indico que su secretaria no había podido contenerlo, y que el herbívoro entraría en un par de segundos. Sustrajo el auricular escuchando rápidamente las escusas y disculpas de su secretaria. "Yo me encargo" susurro colgando el aparato. Segundos después la puerta fue abierta con fuerza. Mostrando a un joven rubio sonriente.
-– ¡Kyouya! –– saludo con exagerada alegría -al menos para Hibari- deteniéndose hasta llegar frente a su escritorio. El aludido alzo la vista frunciendo el ceño, sin embargo volvió su vista a los documentos, ignorándolo.
El joven rubio frunció el ceño, inflando sus mejillas, intentando transmitir su molestia con sus infantiles gestos.
––– Mou Kyouya… eres muy cruel… yo que me tomo la molestia de venir a visitarte ––– reclamo tomando asiento frente a Kyouya.
–– Ya te lo dije herbívoro. Tus visitas no son bienvenidas –– respondió sin alzar la vista de las hojas de papel que sostenía. El rubio suspiro, su "amigo-discípulo" nunca cambiaria –– Ahora, si no quieres ser mordido hasta la muerte márchate –– advirtió levantando la vista, viéndolo con furia, dándole más peso a sus palabras.
Dino volvió a suspirar. Su amigo no cambiaba ni siquiera cuando éste ya estaba al mando de las empresas de su padre, seguía siendo el mismo chico solitario renuente a estar rodeado de gente. Ni siquiera cuando la situación lo demandaba buscaba algún método para faltar y evitar el contacto con las "manadas". Sonrió amargamente, era doloroso verlo solo. Siempre haciendo las cosas sin necesidad de alguien más…
–– Te dije que te largaras herbívoro –– repitió irritado, firmando un par de documentos antes de voltear a verlo, indicándole que iba en serio. Dino sonrió.
–– Vamos Kyouya, ni siquiera he dicho por qué he venido –– comenzó para luego desviar la vista al ver a su amigo tomar más documentos del montón que adornaba su escritorio.
Kyouya no respondió, se dedico a ignorarlo, después de todo no se iría hasta exponer la causa de su "grata" visita. Dino volvió su vista a Kyouya al ver que no respondería decidió explicar su motivo.
–– Veras… quiero que conozcas a una linda chica –– al oír lo dicho por el molesto herbívoro Kyouya elevo su vista frunciendo aun mas su ceño, declinado de inmediato su "loca" petición –– vamos Kyouya, esto es también por el bien de las empresas Hibari, la chica es la heredara de los Vongola, si te llevas bien con ella no creo que Iemitsu-san ponga peros a los negocios –– argumentó esperando que aceptara con aquella simple explicación. Aunque sabía que el menor de los Hibari era el más difícil de convencer.
Kyouya siguió con su tarea, ignorándolo olímpicamente. No negaba que la idea de expandir su empresa era fascínate. Los Vongola eran una empresa con gran prestigio. Pero pasar su valioso tiempo con una molesta herbívora, no era su forma de hacer las cosas.
–– No estoy interesado en convivir con una molesta herbívora –– respondió tomando mas documentos. Dino sonrió, sabía que sería difícil pero lo convencería, así tuviera que estar todo el día moliéndolo con lo mismo, lo haría.
–– No es molesta, de hecho es tímida, reservada, y muy educada. Una muy linda chica que estaría dispuesta a ser tu esposa si se lo pides, después de todo en un futuro no muy lejano debes tener a un heredero… –– sus palabras fueron convirtiéndose en un débil susurro. Bien sabía que ese comentario podía llevarlo a una prematura y muy dolorosa muerte, no obstante era divertido de vez en cuando sacar a Hibari Kyouya de sus casillas y aun cuando había dicho lo ultimo muy bajo sabía que Kyouya lo había escuchado perfectamente.
Hibari bajo los documentos, ahora eran claras las intensiones del molesto herbívoro. En ese momento no le importó desperdiciar cinco minutos para morderlo hasta la muerte. Bajo su vista abriendo el cajón a su lado izquierdo el cual sabía contenían sus amadas tonfas y sin demorar un segundo las sustrajo mientras el herbívoro seguía exponiendo más de sus "absurdas" razones. Se levanto dispuesto a callarlo y sacarlo a golpes de su oficina sin embargo sus acciones y pensamientos quedaron abruptamente detenidos al escuchar la última y posiblemente el as de Cavallone.
–– Tus padres están de acuerdo. Además ya invite a Tsuna-chan no puedes dejarla plantada, tus padres se enojarían…–– oh, sí. Para su desgracia Cavallone no tenía límites cuando se trataba de "convencerlo", sabía a la perfección mover las piezas sin que se diera cuenta de sus planes, sólo hasta que era demasiado tarde… Aunque bien podría rehusarse. No era una opción, sí su padre se enteraba de ello, su molesto hermano tomaría el mando de aquella empresa que tanto trabajo le costó adquirir. Bien podría conseguir otra, pero el tiempo que tardaría, los papeles, y el dinero invertido, no era poco para que se deshiciera de la empresa que por derecho le pertenecía, sólo por declinar una "convivencia". Guardo sus armas, pensando un poco las cosas. El herbívoro sólo pedía que fuera y hablara un poco. No era algo tan difícil, una reservación en un restaurante elegante. Una mesa lejos de todos los molestos herbívoros o alquilar todo el lugar para entablar una pequeña conversación, y él conservaría su empresa, sus padres serian felices, y posiblemente obtendría además un excelente trato con los Vongola.
–… –– elevo su vista, mandándole una mirada amenazante, dejándole en claro que le haría pagar muy caro sus acciones. Cavallone sonrió, interpretando esa mirada asesina y su silencio como un "si".
–– Ya reserve el restaurante. La hora y el lugar están aquí anotados, se puntual Kyouya. No quiero que la linda Tsuna-chan espere. Además sabes que es de mala educación… ––
Hibari simplemente observo el papel que coloco Dino frente a él, leyendo el contenido para después seguir con su trabajo. Sin prestar atención en las palabras de Cavallone.
–– Y recuerda debes de ser educado con Tsuna-chan. Ella es muy tímida, no la asustes –– recomendó antes de levantarse al ver que "su amigo" ya no prestaba atención a sus palabras.
–– Bien me retiro, nos vemos Kyouya –– y dando media vuelta se despidió.
Hibari simplemente alzo su vista viendo como la puerta se cerraba detrás del molesto herbívoro. Suspiro llevándose sus dedos a la nariz, sosteniendo su cabeza con ellos.
¿Cómo demonios había terminado así su día así?… se preguntaba mientras volvía a leer aquella tarjeta en su escritorio o quizás la cuestión más correcta era… ¿por qué demonios había aceptado salir con esa herbívora?... Tsk... Maldito Cavallone…
.
..
.
Continuará…
.
..
Comentarios: Bien antes que nada, este fic surgió de un Yullen que aun no me decido publicar en está pagina.
Sobre los otros fics que tengo pendientes los publicare a partir de la próxima semana. He tenido muchas dificultades, muy poco tiempo y algunos problemas, por lo que decidí publicar este fic que tenía escrito mientras.
En fin espero que sea de su agrado.
