Harry Potter es propiedad de J. K. Rowling. Y las imágenes usadas en la portada no me pertenecen.
→El significado de la flor la pondré al final de la historia 😉
→Las historias son de personajes variados y de tramas independientes a menos que se indique lo contrario.
→La floriografía fue un medio de comunicación en la época victoriana, en donde varias flores y arreglos flores se usaban para enviar mensajes codificados, sirviendo a sujetos para expresar sentimiento que de otro modo nunca se podrían hablar. Información obtenida de Wikipedia.
Amapola roja
—Dorcas Meadowes—
La mutilación de Benjy Fenwick es la noticia más desgarradora que ha tenido en el último mes.
La joven bruja se ha limitado a encerrarse de la habitación más cercana, procurando no atraer la atención de quien esté alrededor, buscando la soledad para disipar los sentimientos que están teniendo y que solo le causarán muchísimos problemas. Puede que la mayoría de los lazos que tenga sea por camaradería, porque necesite confiar en ellos para que la cuiden y la protejan, pero no mentirá al decir que no les ha cogido a algunos por la singular manera de ser.
Benjy y ella no han intercambiado más de una frase de vez en cuando, casi ni han interactuado en algo que no involucre una misión o una cacería de mortífagos; no obstante, el mago no ha tenido que morir de esta manera. Carajo, ninguno de los compañeros que tienen merecen morir sin tener a un compañero que les acompañe y luche por ellos.
En una guerra no existen los movimientos justos, además que la posibilidad de pedir socorro a veces es prácticamente imposible. Es por lo mismo que ha sentido la muerte de Benjy como si se tratase la de un amigo muy cercano porque se imagina, más de lo que debe, lo que ha sentido en el momento en que ha sido emboscado por aquellos sanguinarios mortífagos.
No es alguien que le ha conocido durante años ni le ha tenido la confianza necesaria para confiar sus secretos, pero tampoco se comportará como si fuese incapaz de sentir empatía.
Dorcas se obliga a sí misma a no recordar cada fallecimiento que ha visto o del que se ha enterado, este no es momento ni lugar para avivar una herida que se ha esforzado por cerrar antes que le consuma el alma, o que provoque ella haga algo que no hubiese hecho en otro contexto.
A veces le hubiese gustado tener una vida diferente, en la que pueda dedicarse al sueño que ha tenido desde niña en lugar de defender una nación de un corrupto psicópata, quien solo ve por los intereses que a él le conviene.
Han sido nueve años de guerra que nadie ha pedido.
Casi una década donde los jóvenes tienen madurar lo más rápido que puedan para luchar por lo quieran, o para encontrar el modo de seguir vivos así sea fugándose del mundo que los ha educado; la muchacha ladea la vista en dirección del suelo y se pregunta por qué tienen que vivir en un mundo en que, de vez en cuando, se desea morir para no continuar con esta incertidumbre o agonía.
Está sumergida en una eterna pesadilla que nunca encontrará un final. En ocasiones duda de las palabras de aliento que les da Dumbledore para continúen luchando por el bien mayor, quizá lo mejor sea resignarse y alejarse de lo que pretenda conseguir Voldemort. No es un pensamiento pesimista, sino realista. Primero Caradoc Dearborn ha sido secuestrado y no ha quedado ningún rastro de él, la mutilación de Benjy Fenwick, la masacre a aquella familia de gnomos (1) y los asesinatos cometidos a gente que no ha aceptado la invitación de unirse a los mortífagos.
—¿Te estás dejando llevar por tus sentimientos, Meadowes?
Es Sirius Black.
Dorcas no se ha olvidado de aquel adolescente risueño y despreocupado que sólo ha hecho bromas a quien ha querido, sólo porque le ha dado la gana y que se les ha ingeniado para salir airoso en la mayoría de las ocasiones. Recuerda con nostalgia que él ha recibido ayuda de sus mejores amigos: un cuarteto inseparable que siempre ha dado de qué hablar, para bien o mal, y que parece que los une algo más que la Casa o las bromas que han hecho regularmente.
Es imposible de creer que Black haya cambiado en un pasar de meses, que haya abandonado es actitud tan engreída y de autosuficiencia que lo ha puesto en varios líos, principalmente con los prefectos y Premios Anuales de Gryffindor. Dorcas no ha sido seleccionada en Gryffindor así que no puede afirmar qué tan grande es el cambio que ha tenido.
Por supuesto que aún ve a Black bromear de vez en cuando con Lupin y Pettigrew, pero hay una sombra en él que le recuerda al matrimonio Potter y Longbottom.
Una que ni siquiera se hubiese formado de no ser por la segunda guerra mágica que ha vivido el mundo mágico, originada por dos magos tenebrosos diferentes pero con metas casi idénticas.
Es más que evidente que Black está llevando una carga demasiado pesada para un mago de veinte años, que se ha visto obligado a aprender el significado de la responsabilidad y de actuar con madurez en meses, que es lo que ha tenido que hacer en años.
—Realmente no estoy de humor para hablar de esto, Black. Déjame sola.
En lo más profundo de sí misma ansia oír algún comentario referente a un posible enamoramiento por Fenwick. Lo único que obtiene es un suspiro resignado de un agotado joven y Dorcas se arrepiente del momento en que ha deseado ver a Black más responsable, menos infantil, más consciente del mundo que le rodea y entendiendo la fortuna Black no le dará todo lo que desee.
Un deseo que hace poco le ha parecido imposible que se cumpliese.
—Tienes la misma mirada de decepción y rabia que madre tuvo cuando me fui —dice él.
Quizá solo esté tratando de hacer conversación.
—¿Te refieres a la señora Black?
La bruja ha tenido que formular la pregunta de un modo ofensivo o hiriente ya que Black ha fruncido el ceño, le mira indignado y suelta un gruñido.
—No entiendo ni entenderé la manía de desprestigiar a madre. La mujer tiene una actitud prejuiciosa y un montón de defectos… —Black se interrumpe. Dorcas sonríe tristemente sabiendo que la versión más joven de Black lo hubiese dicho de una manera menos sutil, aquella que no se ha visto el sonido de la guerra—. Ahora quiero lanzarme un Avada. Te aclaro que no es ninguna abusadora, físicamente al menos.
Dorcas quiere preguntar por qué la defiende hasta que decide que es un asunto que no posee importancia. La bruja suspira una vez más y se apoya en la pared, manteniendo las preocupaciones que tiene para sí. La única persona que realmente la ha entendido y que le ha dado consejos ya no está aquí.
Y Black, por mucho que haya cambiado, no le inspira la seriedad que ella espera en alguien que sea participe de la Orden.
—No eres la única que ha tenido que despedirse, Meadowes —dice Black. Hay una pausa antes de «despedirse» que la intriga—. Al menos no te han abandonado.
—¿Estás diciendo que te alegras que Caradoc esté muerto? —pregunta, sintiendo que la rabia la invade.
Hace una cuenta mental hasta que se tranquiliza. Luego vuelve a mirar a Black, esperando que no dijese algo de lo que se arrepentirá.
—Mejor muerto que defensor de la sangre, Meadowes.
(1). Evento mencionado por Arthur Weasley en La Orden del Fénix.
AMAPOLA ROJA:
→En Inglaterra, se conmemora y recuerda de forma respetuosa a todas aquellas víctimas británicas que perdieron la vida defendiendo a su nacionalidad.
Siguiente flor:
PEONIA ROSA
