Holaaaa! Soy G-chan~ :3
Esta vez será la única interrupción que haré antes de comenzar un capitulo, luego ya dejare mis comentarios para el final.
Esta historia ya había sido subida con anterioridad en este sitio, por algunos motivos tuvo que ser eliminada y ahora ha emergido de las cenizas para deleitarles. Estoy avisando para que no piensen que es plagio por si casualmente ya la habían leído anteriormente. También la estoy subiendo en Facebook, en la pagina "Yo adoro leer fics" En el perfil pueden encontrarse con el link de la pagina.
Espero contar con su apoyo, que sigan el fic y también comenten que les parece etc.
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Advertencias: Incesto, Lemon, un poco de spoiler del manga (no mucho xD)
Disclamer: Skip Beat es obra de Yoshiki Nakamura, hago esto sin fines de lucro.
Habían llegado tarde al hotel, alrededor de las once de la noche. Estaban agotados, de hecho su hermano no había tomado ni siquiera un baño antes de dormir. Setsu lo comprendía, el trabajo de su hermano era pesado, y no le dejaba mucho tiempo para sí mismo. Ser un actor de películas de terror, requería de una gran disposición y fuerza de voluntad para Caín, puesto que, la mayoría de las escenas eran filmadas por la noche, lo que lo que los obligaba a dormir de día para ir a filmar a media noche, o por la madrugada restándoles horas de sueño. Al menos para ella todo esto era molesto.
Y también está el hecho que su hermano era una persona despreocupada, extremadamente descuidada de sí misma y sobretodo algo temperamental. Cuando había algo que no le agradaba no dudaba en decirlo y oponerse ante ello. Y en esta ocasión había miles de cosas que no le gustaban, como por ejemplo que los demás actores le dirigieran la palabra, también tener que repetir escenas por el poco profesionalismo de sus compañeros de toma, y sobre todo trabajar más de ocho horas diarias.
Sí, Cain era una persona muy exigente, cada trabajo lo enfrentaba con profesionalismo y esperaba lo mismo de los demás. Aunque no le agradara el hecho de hacer tomas a cualquier hora del día. Ya que su papel de B.J (Jack el destripador) era un asesino en serie, que mataba a sus víctimas solo por el placer de asesinar y saciar su sed de sangre, sin importarle quién fuera y mucho menos el lugar. Era prácticamente un demonio sin corazón. Por eso algunas tomas se realizaban en la noche, o a plena madrugada. Al igual que Setsu, a él eso no le gustaba, pero aun así no ponía quejas. Cosa que sorprendía mucho a la joven.- con el mal genio de su hermano, a estas alturas ya habría golpeado a alguien-. Que su hermano fuera capaz de contener su mal humor ante estas incomodidades, era algo que no vería nunca más. Y lo único que se le ocurría para entender la gran paciencia que estaba demostrando Cain era, que tal vez, el personaje que estaba interpretando estaba vez era de su agrado.
Ya eran más de las dos de la madrugada, y aun no se acostaba a dormir. Lo había hecho, y antes de quedar dormida recordó que no había comprado nada para preparar el desayuno. Así que no tuvo más opción que levantarse e ir a comprarla a la tienda, que para su suerte no quedaba más de tres cuadras del hotel.
No demoro mucho en hacer las compras. El lugar estaba casi vacío y sin mencionar que no había mucho de donde escoger, así que solo se conformo con llevar unas galletas y pan de molde. Algo muy poco sustancioso como para comer en el desayuno. Aunque su hermano comía cualquier cosa que ella le diera, y en pequeñas cantidades, por lo que no había problema con lo poco que llevaba, si al fin y al cabo terminaría obligándolo a comer.
Al llegar al lobby en la entrada del hotel, alcanzó a subir por los pelos al ascensor, antes de que este cerrara sus puertas, gracias a la persona que había entrado antes de ella, impidiendo que este se cerrara. Una vez dentro se dio cuenta que esa persona era la misma había arruinado su estadía en Japón por completo.
Estaba molesta con ese viejo, no porque les hayan entregado las llaves de una habitación que no les correspondía. Al contrario era porque habían llegado a reparar su error, y más encima habían llegado con un montón de cosas que no le servían de nada, creyendo que con esa baratijas ella podría perdonarlos "¡Por su culpa perdí la grandiosa oportunidad de compartir la cama con mi hermano! Por primera vez fue él quien me lo pido. Nunca antes lo había hecho, siempre era yo la que insistía y se metía en su cama por las noches". Tal era su atrevimiento que llegó al extremo en el que Cain se levantaba de la cama y se iba de la habitación dejándola sola. Y por esto llegó a pensar que era una molestia para su Nii-san. Así que prefirió no hacerlo más, para así no arruinar la relación que tenían como hermanos, y sin mencionar que cada vez que él hacía eso la hacía sentirse rechazada.
Pero esta vez estaba tan contenta porque fue él quien se lo propuso. Aunque sabía que solo lo hizo por ser un caballero con ella, al ver que solo había una cama para ambos. Pero las cosas bellas no duran para siempre, en este caso ni siquiera cinco minutos. Ya que llegó la maldita persona que la acompañaba en estos momentos dentro del elevador. Arruinando su fantasía que estuvo por hacerse realidad. Ese anciano se merecía la muerte por lo ocurrido, pero como eso era poco probable que llegara a pasar, solo se dedicó a fulminar con la mirada al anciano, como si quisiera matarlo vivo y hacerlo sufrir, ya que por culpa de él perdió la oportunidad de hacer lindos recuerdos junto a su Nii-san.
Al salir del elevador grande fue su sorpresa, al ver que Caín, estaba a la mitad del pasillo, cubierto con las mantas de la cama, dando un aspecto lúgubre en el lugar.
Verlo al rostro la dejó sin palabras, de verdad que no sabía que decir. El rostro de su Nii-san no expresaba otra cosa que no fuera frustración y temor. Quería ir corriendo a abrazarlo y consolarlo. Era la primera vez que lo veía con esa cara, ya que su hermano era muy cuidadoso de no mostrar sus sentimientos con su rostro, pero y últimamente esa cara de póker que siempre traía cada vez estaba más ausente en él. Provocando en ella que sus sentimientos por su hermano crecieran.
– ¿Dónde estabas? –preguntó de una forma demandante, sonando casi rudo. Seguramente estaba molesto- No salgas sola a estas horas de la noche, es peligroso. Y mucho menos vestida así- le regaño sin dejar de mostrarse frustrado.
Siendo sincera se veía bastante molesto, o al menos eso creía la rubia, y sobre todo no entendía el motivo de su enojo. No era la primera vez que salía sola, para que se molestara tanto. Y además si el motivo de su enojo era el que ella hubiera salido sin avisarle. Estaba actuando de una manera un poco exagerada. "¿Y qué es eso de mi ropa? … Si no se ha dado cuenta mi ropa es así y no tengo otra ropa que ponerme….Ni loca me pongo los mismos de antes, ya estaban sucios. Estos shorts me cubren más que las mini faldas que tengo; y era lo más abrigador que encontré, y sin mencionar que tuve que ponerme una chaqueta que no hacia juego con nada de lo que tenía puesto, solo para poder cubrirme los brazos porque sentía un poco de frío".
– Pero si era cerca- refutó las palabras de su hermano- No tienes que preocuparte. ¿Y qué tiene que ver mi ropa aquí?- inquirió algo molesta, de que él criticara su forma de vestir, era como golpear su orgullo femenino.
–Solo hazme caso. No salgas sola– dijo un poco más fuerte que antes, con un deje de súplica y algo de desesperanza en su voz. – Y tu ropa es el principal problema aquí.
– ¡¿Mi ropa un problema?! ¡Pero si tú me la compraste! – Exclamo algo indignada–Llevo años vistiéndome de esta manera, ¿Y ahora te molesta?– dijo manteniendo la calma a pesar de estar algo enfadada, intentando no alzar mucho la voz.
Respiró profundo un par de veces, y luego un poco más calmada pregunto:
– ¿Sabes? Te has estado comportando de una manera bien rara últimamente ¿Te sientes bien?
–Sí estoy bien, lo que me molesta es que no tengas sentido de supervivencia. Vestir así por la noche ¡Calentando a cualquiera que te ve! –
Que le haya dicho eso la hizo sentirse ofendida "¿Cómo puede pensar así de mí? Comparándome con esa zorras vulgares. Él me conoce perfectamente, y sabe que no me llama la atención andar provocando hombres para que me hagan compañía". Hombres a los que no vale la pena ni siquiera mirarlos. Mucho menos cuando solo lo tenía a él en sus pensamientos. No tenía ojos para nadie más.
–Estás insinuando que me veo como una put…– no pudo evitar que su voz sonara algo afligida.
– ¡No, no fue eso lo que quise decir! –la interrumpió, abrazándola con sus brazos, cubriéndola con las mantas que traía puestas, de una forma muy cariñosa – Me entendiste mal, a lo que me refería era a que… ¡Rayos! Es que no te das cuenta por ti misma. – Solo se limito a negar con la cabeza – Setsu, ¿Es qué nunca has pensado en lo que eres capaz de provocar en los hombres? Eres lo más importante que tengo no me gustaría que ningún imbécil se propase contigo– la estrecho aun más contra su pecho.
Con lo último que le dijo, entendió todo. ¿Es que solo estaba preocupado por ella, o había algo más? No quería darse falsas esperanzas pero esa última frase, solo le dio a entender que ella era de su propiedad y que nadie más tenía el derecho de ponerle un dedo encima. Como cuando Murasame intentó coquetear con ella, Cain de una forma muy tajante le dijo que la dejara en paz. "Es que eso, es lo que dice un novio cuándo se pone celoso por que otro chico se le acerca a su novia… ¡Maldita sea! ¿Cómo quieres que te entienda si me explicas todo mal? "
Las veces que él hacía ese tipo de cosas solo hacía que sus esperanzas aumentaran, hasta el punto en el que se sentía desesperada por hacer que su Nii-san la mire de otra forma. Ella lo amaba no solo como parte de su familia, si no como ha al hombre que era. Y esto lo que en realidad estaba sintiendo por él, no podía decírselo, le faltaba el coraje para expresarlo en palabras claras y concisas. Bueno, no por eso iba a dejar de demostrarle su amor, tenía como excusa el ser su hermana pequeña. Aunque ella supiera que ese tipo de amor estuviera mal, ya no había vuelta atrás, no una vez que te dabas cuenta de tus sentimientos.
– ¡Rayos! Porque no entiendes mi punto de vista –continuo explicando al no obtener respuesta por su parte, sin soltarla en ningún momento – Incluso a mi me cue…como lo explico, en cada gesto que tú haces te envuelve un aire de sensualidad. Propio de ti, sé que lo haces sin pensar. Y que hace a cualquier sujeto que le cueste mucho trabajo dejarse sus manos para sí mismos y…
El cerebro se le desconectó sin escuchar nada más de lo que decía Cain "Lo que acabo de escuchar ¿Fueron alucinaciones mías o estuvo a punto de decir… Incluso a mí me cuesta?" Demonios su cabeza era un lío. Si eso era así, no tenía tiempo que desaprovechar. Debía seducirlo, y hacer que se enamore de ella, cueste lo que le cueste.
Siempre pensó y supo que se veía algo sexy, pero que su Nii-san también lo pensara era algo muy alentador. De hecho verse así era parte de su plan para que Cain se interesara por ella. Plan que no le ha resultado para nada. Al menos eso era lo que ella había creído hasta ahora. Así que había dejado de preocuparse por su apariencia y todo eso, aunque no dejó de vestirse a lo Dark Punk, simplemente se rindió de intentar seducirlo sin tener resultados, pero al parecer no pudo desligarse por completo de las costumbres que había adoptado, como su forma de caminar, la forma en la que miraba, etcétera.
– Te entiendo. Discúlpame no lo volveré hacer- cedió para no discutir más con él. No quería ponerle más peso a la forma de vida que llevaban, y si eso le hacía un bien a su hermano lo haría.¬¬ Además aun estaba un poco aturdida por la inconclusa confección de Cain – pero no te preocupes por cosas tan triviales como mi ropa, mejor vamos a dormir. Mañana debemos levantarnos temprano.
-¿Me estás dando órdenes?- inquirió bromeando. Queriendo alivianar la atmósfera en la que estaban rodeados.
-Sí, y lo menos que puedes hacer es obedecerme. Luego de haberme comparado con una prostituta.
–Ya te expliqué –lo interrumpió poniendo su dedo índice sobre su boca. Callándolo.
– Solo estoy molestando a mi hermanito¬ –dijo de una manera infantil, abalanzándose sobre él, dándole un apretado abrazo, que lo pilló desprevenido- sé que serías incapaz de pensar así de mí. Cuando yo solo tengo ojos para, Nii-san.
–Ya basta de estar aquí parados- se soltó de su agarre, pareciendo algo incómodo por ese apretado abrazo. Cosa que Setsu pasó por alto –vas a pescar un resfriado. Vamos –pasó un brazo por sus hombros, para que así no quedara fuera del abrigo de las mantas con las que se encontraban envueltos.
Caminaron en silencio hasta la habitación. Solo se podía apreciar el taconeo de los pasos de la chica, que hacían eco en el solitario pasillo.
Cain le abrió la puerta mientras sujetaba esta para que ella pasara, y luego cerrarla.
Una vez dentro del cuarto en el que se alojaban. Setsu se encaminó a acostarse en su cama. Pero le sorprendió que los largos brazos de Cain la aprisionaran por la cintura, llevándola con él. Y se sorprendió aun más cuando su hermano se acostó con ella en su cama. Sin dejar de abrazarla.
Se quedó tiesa en su sitio. Sintiendo la respiración de Cain rozar la piel de su cuello. Más nerviosa no podía estar. Esto era una de las cosas que más deseaba que le pasaran, y ahora se cohibida de pies a cabeza "¡Setsu aprovecha!" se decía a sí misma. "¡Una oportunidad así no se volvería a presenta en el resto de tu vida!" Aunque se gritara internamente esas palabras no se le venía ninguna idea a la cabeza. "Si existiera un manual en el cual enseñaran como seducir a la persona que amas, y en especial si esa persona es tu hermano; lo compraría sin dudar" algo así le serviría mucho en estas circunstancias.
– ¿Po…Po-po-… por qué…? – le preguntó tatareando, refiriéndose a lo que estaba pasando.
"¿Tataree? Por dios tengo que calmarme. Yo no suelo comportarme así dónde quedó la Setsu decidida y atrevida, que aprovecha cada momento para dejarse mimar por su hermano"
–Pues es simple no crees, no dejaré que me dejes solo de nuevo – dijo en un murmullo cerca de su oído.
Al escuchar esas palabras, solo atinó a quedarse callada sin saber que decirle. Estuvo en silencio por un buen tiempo, solo concentrándose en el hecho de respirar a un ritmo normal. Y sentir el calor del cuerpo de su Nii san contra el de ella a la vez se intentaba calmarse un poco.
De repente su hermano pasó el brazo por encima de ella. De no ser por las mantas estaría en contacto directo con sus pechos. "¡Rayos por que tenía que poner la mano ahí! Va a sentir como mi corazón está latiendo como loco. ¿O es que ya se durmió o no se ha dado cuenta de donde tiene la mano?" Fuera lo que fuera no quería que moviera su mano de ahí.
En definitiva, estaba segura que esa noche no podría dormir y si lo hacía sería muy poco. Aunque se pusiera a contar miles de ovejitas para conciliar algo de sueño, simplemente no le daría resultados.
– ¿Nii san? – preguntó susurrando ¬– ¿Estás despierto?
–Mmm… ¿Setsu? – respondió con lo poco de conciencia que le quedaba.
"¡Diablos! eso sonó tan sexy… ¡A la mierda, que es mi hermano! ¡A la mierda que él no me quiera como yo a él! ¡A la mierda yo, por ser así! ¡A la mierda todo! Ya no me importara nada más". Después se haría responsable por sus actos sin importarle todo lo que habían construido como familia junto a su hermano, se fuera por el desagüe, "si él desea apartarse de mí después, y dejarme sola lo aceptaré sin rechistar". Estaba decidida a que esta noche él conocería sus verdaderas intenciones; sus verdaderos sentimientos. Lo que en verdad sentía por él.
Le costó armarse de valor y coraje, pero lo hizo. Se abrazo a él, quedando en el hueco que dejaban sus brazos, en donde ella siempre encajaba a la perfección. Como si ese lugar hubiera sido creado para ella. Luego pasó una pierna por el encima de su cintura. Y se ciñendo al cuerpo de él, quedando separados solo por la delgada tela de la ropa.
Ella esperaba algún tipo de reacción por parte del chico, pero nada, ni siquiera indicios de incomodidad. Esto no le sorprendió, ya debía estar acostumbrado a que ella hiciera ese tipo de cosas, cada vez que tenía la oportunidad de hacerlo. O simplemente ya se durmió.
La única respuesta que obtuvo por parte de Cain fue el sonido de su acompasada respiración. Estaba profundamente dormido. Y su aliento cálido y embriagante, que acariciaba su rostro de una manera tan tentadora. Incitándola a lo prohibido. A que probara de aquella esencia que desprendían de sus labios. Labios que por miedo nunca se había atrevido a tocar.
Se aproximaba lentamente a su rostro, un poco temerosa pero decidida, procurando no despertarlo. Cada vez la distancia entre sus bocas era menos, estuvo por rozar los labios de Cain, cuando este frunció el ceño dormido, asustándola.
"No soy tan valiente como pensé" se dijo bufándose de sí misma por haberse asustado con un simple movimiento de su Nii-san. Dejó de contemplar el rostro de su hermano, separándose de él. Fijo su vista en el techo y dejando escapar un suspiro pensó "Desearía poder tocarlo con libertad algún día".
By Chan~
Espero que les gustara, no olviden comentar... asi alimentan mi alma de escritora XD
Tengo bien avanzado el fic, por lo que la actualización sera semanal... no tendrán que esperar mucho *-*
