1.- ¿Interés u obsesión?
La situación por fin se había calmado, el alboroto anterior ya apenas era solo murmullos de la poca gente que aún estaba reunida alrededor del edificio. Todo parecía ser ahora un final feliz… más o menos feliz porqué todo el mundo estaba a salvo, pero no del todo feliz porqué al parecer, Gizmoduck había muerto salvándoles a todos ellos. Pero Mark Beaks no estaba feliz, no lo estaba en absoluto. Lo que había pasado allí esa tarde iba a arruinar buena parte de su imagen y de la imagen de Waddle, y eso era algo difícil de recuperar.
Tras lo sucedido, hacía apenas unos minutos, había quedado como un completo idiota, más que eso, como un irresponsable que, lejos de ayudar a la gente, los ponía a todos en peligro. Y todo este desbarajuste propiciado por un comentario que le enojó, un simple comentario pronunciado por alguien que hacía ya un tiempo que había dejado de admirarle, sin que él hubiese hecho nada para merecer tal desprecio por parte de esa persona.
Los ojos de Mark viajaron hacia el primer y auténtico responsable de todo lo que había sucedido allí esa tarde. Un joven patito vestido con una camiseta roja y una gorra del mismo color, Huey si recordaba bien, que allí estaba, de pie junto a una de las periodistas que había venido a cubrir su rueda de prensa. Mark centró toda su atención en él y se lo quedó mirando con los ojos entrecerrados, ojos llenos de furia.
Si no hubiese sido por la intromisión de ese muchacho, su rueda de prensa no se habría convertido en una potencial masacre, pero ese no fue el caso, cuando bajó con el traje Waddleduck para su rueda de prensa diaria, allí se encontraba el patito, manifestándose en contra de Waddleduck ¿por qué? Si Mark había visto las noticias del día anterior, y sabía que ese chico había estado muy emocionado con la aparición de un nuevo superhéroe robótico. ¿Por qué motivo cambió de opinión en cuando ese superhéroe comenzó a trabajar para él? ¿Qué había de malo en que incluso él mismo como CEO e imagen principal de Waddle hubiera decidido ser él el nuevo Waddleduck? En serio, ese niño era un verdadero dolor de cabeza.
Pero había algo más acerca de ese joven patito, algo que ese chico fue capaz de resolver, a diferencia del fabricante del traje de Guizmoduck e incluso que el propio Mark, y ese algo fue el darle al traje un procesador orgánico y no uno artificial, un procesador que no estallaría si se sobrecargaba. ¿Cómo pudo llegar a tal conclusión y encima ser capaz de arreglar las conexiones del traje para que fuera una realidad en una situación de urgencia como la que tenían en ese momento? Era un misterio, pero a su vez eso le demostraba una cosa. Ese chico era un genio.
En realidad… Mark ya se había percatado de que ese niño era… eficiente, organizado, diligente y un trabajador comprometido en realidad, salvo cuando se volvió loco después de nombrar al otro niño vicepresidente. Pero dejando de lado ese pequeño detalle, Beaks lo vio después de haberlos despedido a ambos por todo el incidente del proyecto TAH-DAH. Sí, después de que los dos hermanos se fueran, Mark revisó el trabajo que habían hecho los dos patitos, y se dio cuenta de que el que vestía de rojo había hecho en unas pocas horas el trabajo que muchos de sus empleados hacían en días, era tan bueno que con solo unas pocas horas conocía casi perfectamente la distribución interna de su empresa.
Si todos sus trabajadores fueran tan eficientes como ese chico, su fortuna probablemente sería ahora mayor que la del mismísimo Scrooge McDuck. Ah, pero tuvo que darse cuenta de eso cuando ya era demasiado tarde. Había echado a perder una oportunidad única.
Centrando toda su atención nuevamente en el chico, un sentimiento de ira comenzó a crecer en su interior. Estaba furioso con él, pero al mismo tiempo también estaba fascinado, no paraba de venirle a la mente todo lo que podría conseguir si ese chico trabajara para él, tenía tantas ideas, tantos planes... pero por mucho que quisiera que ese chico estuviera a su servicio, sabía a ciencia cierta que eso era algo que jamás iba a suceder, él nunca aceptaría trabajar en Waddle de nuevo.
De repente, Mark vio como el chico miraba hacia abajo, hacia el agua y de repente gritaba:
"Hey, allí hay alguien"
La oficial de policía que había estado rondando por la zona rápidamente se acercó a mirar, y Mark se percató de que su rostro palideció, probablemente había reconocido a quien fuera que estaba allí, porqué casi al instante la escuchó gritar:
"¡Fenton!"
¿Fenton? ¿No era así como se llamaba el que iba en el traje de Gizmoduck? ¿Quería eso decir que Gizmoduck había sobrevivido? Genial, el otro máximo responsable de su caída de hoy.
Desde donde estaba sentado, Mark vio como las ayudas sanitarias rápidamente acudieron a ayudar a Fenton, lo pusieron en una camilla y lo llevaron a una ambulancia, con la oficial de policía siempre a su lado. Al pasar junto a él, Mark comprobó que efectivamente era el que llevaba el traje de Gizmoduck antes de que él se lo apropiara.
Mark sintió su ira crecer aún más, entre Gizmoduck y ese patito vestido de rojo lo habían arruinado todo. Además, el CEO de Waddle aún recordaba, no con mucho entusiasmo, que ese mismo patito lo acusó de haber secuestrado a su tío-abuelo durante la fiesta de cumpleaños que le organizó en la mansión. Pero él no había hecho nada, y encima fue expulsado de esa casa de muy mala manera, tirado sin ceremonias por una ventana, por no mencionar que fue capaz de tirar su último móvil de repuesto desde la azotea ¿cómo se podía ser tan cruel? Esos fueron algunos de los motivos que le incitaron a sentir rencor hacia ese chico, quería que el niño pagara por todas las humillaciones que había sufrido cada vez que se había encontrado con él.
Pero ¿cómo conseguir tal hazaña? Lo que estaba claro era que Mark no quería la típica venganza de torturar a su víctima hasta que suplicara por su muerte. No, esto no iba para nada con él y, por otro lado, aun había el hecho de que realmente deseaba tener a ese chico, y las ideas que pudiera tener, a su servicio. Y tal vez… tal vez hubiera un modo de conseguirlo. Podía probar a hablar con el chico, a ver si por algún milagro aceptaba trabajar para él, y, si lo hacía, le haría firmar un contrato que le vinculara a él de por vida. Pero, en caso de no aceptar, tendría que recurrir a… otros métodos para conseguir a ese nuevo empleado.
Mark sabía que estaba empezando a obsesionarse por ese chico, era lo mismo que le sucedió con GizmoDuck, pero en honor a la verdad, lo que había visto hacer a ese chico hacía unos minutos, juguetear con los cables y conectarlos a la primera para que las conexiones que había establecido realizaran la función que él quería, fue algo realmente brillante, y en tan poco tiempo y bajo presión y riesgo de su propia vida, simplemente magnifico. Necesitaba a ese chico, fuera como fuera.
Hablando del joven patito, parecía que el chico también se disponía a irse, pues lo vio sacar su teléfono, probablemente para avisar a alguien de que volvía a casa y a continuación comenzó a caminar para irse de allí.
Mark de inmediato se levantó y se puso de espaldas al chico, por si él lo esquivaba al verlo. Desde su posición estuvo vigilando de reojo sus movimientos, y cuando el patito pasó por su lado, rápidamente el CEO de Waddle se dio la vuelta y lo agarró del brazo para a continuación arrastrarlo al otro lado de la ambulancia en la que había estado sentado hasta ese momento para que pudieran… hablar tranquilamente, sin que nadie los viera y les molestara.
Sentir que de repente era agarrado y desviado de su rumbo hizo que Huey soltara un grito de asombro, pero Mark lo ignoró, hablaría con él, lo quisiera el chico o no.
Cuando estuvo seguro de que nadie los veía, soltó al patito y se giró para estar cara a cara con él, y comenzó a hablar diciendo:
"Hola chico"
El joven vestido de rojo frunció el ceño y cruzándose de brazos preguntó con voz airada:
"¿Qué quieres ahora Beaks?"
De acuerdo esto iba a ser complicado, estaba claro que el joven aún estaba furioso con él, si quería tener la más mínima esperanza de conseguir que el chico trabajara para él, tendría que… mentir, aparentar para triunfar. Suerte que eso se le daba bien, primero tendría que fingir vergüenza y pena por lo sucedido y luego tendría que pasar a admirar y adular al chico por lo bien que había resuelto el problema, sí, si seguía esa estrategia, eso debería funcionar:
"Bien, verás… yo… quería disculparme por todo lo que ha pasado aquí y también… quería decirte que me has dejado muy sorprendido, más bien impresionado por cómo has conseguido que el usuario del traje de GizmoDuck tuviera el pleno control de sus funciones"
Beaks no sabía si Huey sabía quién era el que iba dentro de la armadura, así que decidió mantenerlo en secreto, por si el chico prefería admirar a un héroe de identidad secreta, en lugar de conocer quién se escondía debajo de ese casco.
Por otra parte, el CEO de Waddle comprobó con cierta alegría que las facciones de Huey se suavizaban ligeramente ante la mención de su trabajo con el traje. Sí, la adulación había funcionado.
El chico con gorra roja bajó ambos brazos y con voz más bien emocionada dijo:
"¿En serio?"
Beaks sonrió, tal vez sí lograría que el patito trabajara para él de buena gana. Así que, sin dejar de sonreír, respondió:
"Sí, en serio"
El chico entonces adoptó una postura reflexiva, y su mirada se desvió al suelo, al cabo de unos segundos, miró nuevamente Beaks y dijo:
"Está bien, acepto tus disculpas, aunque creo que deberías disculparte públicamente con todos los que han estado en peligro esta tarde, no solo conmigo"
Beaks sintió que comenzaba a hervirle la sangre, ¿cómo se atrevía un niño de diez años a sugerirle cómo debía actuar? Mark trató de calmarse, no quería que el chico viera a través de su máscara. En cambio, se quedó mirando al chico en silencio, pues el niño estaba mirando nuevamente al suelo, como si estuviera buscando el mejor modo de decir lo que fuera que quería decir a continuación. Cuando habló nuevamente, su voz salió ligeramente vacilante mientras decía:
"Y… gracias por… el elogio"
Tras decir esto, el joven se dio la vuelta para irse, pero Mark lo llamó para detenerlo, y cuando el joven se dio la vuelta de nuevo, él le habló diciendo:
"Oye, había otra cosa que quería comentarte, ¿te gustaría trabajar en Waddle?"
La respuesta por parte del chico no se hizo esperar:
"No" dijo rápida y secamente.
Su respuesta fue tan instantánea que Beaks se quedó brevemente sin habla. No había esperado que el joven fuera tan tajante con esa propuesta. Recuperándose tan rápido como pudo de la pérdida de habla, el CEO de Waddle dijo:
"¿Estás seguro de eso? No estoy sugiriendo que seas un simple becario, te ofrezco un puesto de verdad en mi empresa"
Huey frunció el ceño nuevamente, sus manos se cerraron en puños y con voz dura respondió:
"Nunca volveré a trabajar para ti Beaks, nunca jamás"
Y dicho esto se dio la vuelta de nuevo y se marchó de allí rápidamente. Beaks lo vio alejarse, la máscara que había llevado hasta ese momento cayó y reveló cuan furioso estaba en realidad. Miró al patito con los ojos entrecerrados y cuando éste desapareció de su vista dijo con voz siniestra:
"Eso ya lo veremos Huey"
Sé que acabo de empezar como aquél que dice con mi otra historia de Ducktales, pero esta es otra historia que durante un tiempo estuvo rondándome la cabeza hasta que comencé a ponerla por escrito.
si os ha gustado el capítulo, por favor, no dudéis en dejar un comentario.
