Alfred F Jones era un país que no le pedía permiso a nadie ni a nada para poder ir a donde quiera, o al menos eso era lo que pensaba al momento de llegar hasta la puerta del apartamento de su ex hermano mayor, mentor, amigo, entre otras cosas, pero sobre todo, patiño del Héroe.
Había pedido dos semanas de vacaciones a su jefe, el cual gustosamente se las había otorgado, en especial cuando el chico amenazo en caer enfermo inexplicablemente, lo cual hizo temblar a todo su aparato legislativo.
Podía a ver ido a cualquier lugar del planeta, pero casi siempre la pasaba con Inglaterra así que ahí estaba nuevamente con maleta en mano, listo para pasar dos semanas, de aburrimiento con Iggy, listo para pasar dos semanas bebiendo te, comiendo sus horribles , en fin recordando a su lado viejos tiempos, eh intentando sanar las heridas, esta vez todo seria diferente a la ultima vez que estuvo ahí.
O al menos eso pensó hasta llegar a la puerta y tocar el timbre de la manera usual que el tocaba, prácticamente llevando al pobre aparato electrónico, hasta su limite eh inundando las cercanías con esa clásica tonadita inglesa
No supo que le sorprendió mas, si que Iggy no le gritara, que abriera tan rápido, o el simple hecho que saliera a recibirlo semi vestido a un con la playera de fuera mientras se la abotonaba, eso era algo que nunca en toda su vida había visto, y eso que esa misma persona había cuidado de su persona cuando era pequeño, en pocas palabras Arthur era demasiado pudoroso cuando estaba sobrio, que solo mostraba su cuerpo semi desnudo cuando nadaban, así que verlo de esa forma era desconcertante
- ¿Qué es lo que quieres Al? – pregunto el ingles, mientras todavía continuaba luchando contra los botones de la camisa
- Bueno yo – repuso el chico – vine a quedarme contigo dos semanas, que no recibisteis mi e-mail – dijo Alfred con una de sus sonrisas derrite iggy según el
- No – replico el chico fríamente - ahora si no te molesta tengo que apresúrame, tengo cosas que hacer y no tengo el tiempo para cuidarte, así que si te quieres quedar adelante, el apartamento estará desocupado por algunos días – exclamo el chico mientras entraba de nueva cuenta a su apartamento
Varias preguntas se formaron en la mente del americano, ¿Por qué Arthur le hablaba tan civilizadamente? ¿A donde iba? ¿Por qué le ofrecía su departamento de tan buena gana? Que no la ultima vez lo había amenazado con volverlo hacer una colonia, si tocaba nuevamente ese jarrón de la dinastía Xing que tenia en esa pequeña repisa del comedor
- Alfred no has visto mi maleta – pregunto el ingles a un desprevenido americano que seguía todavía en el marco de la entrada
El americano simplemente no supo que contestar al ver a su ex mentor salir arreglado de esa forma, en pocas palabras parecía un modelo de revista con esa camisa blanca, los pantalones azul marino semi formales, sus zapatos deportivos, el pelo peina todo para atrás y unos lentes deportivos que ocultaban delicadamente esos ojos verde esmeralda que muchos le envidiaban en secreto
- A olvídalo ya la encontré – exclamo triunfante el ingles – bueno me voy, si vas a salir ya sabes donde esta el duplicado de las llaves, no comas chatarra, ahí comida decente en el refrigerador, nada de dormirte tan noche entendido – replico el chico al momento de darle un besito en la frente – bueno que estés bien ahora si adiós – dijo Arthur con una sonrisa mientras cerraba la puerta
Ahora si Iggy había roto la barrera de lo extraño ¿Por que lo trataba así? ¿Por que parecía tan feliz? y sobre todo ¿Por qué lo trataba como si fuera su hijo adolescente? Además no le había dado un beso en la frente de esa forma tan maternal, desde que se independizo, que demonios le pasaba a Arthur
No supo como termino en esa situación, había perseguido arthur por la calle, con maleta en mano, subiéndose a un taxi y siguiendo a su ex tutor por las ajetreadas calles de Londres, hasta que llegaron a la estación de donde salía el eurotren que conectaba Inglaterra con Francia
Hasta que su persecución se detuvo por completo, por un pequeño detalle
- Lo siento señor Jones, el sistema claramente especifica que usted solo tiene autorización para estar en este país o salir de el con rumbo a los estados unidos, nada mas ni nada menos, según el oficio que nos mando la dirección general de migración, usted tiene estrictamente prohibido poner un pie en la Europa continental – repuso fríamente un vendedor de boletos, mientras miraba su pantalla, con la documentación oficial
- Pero acaso no sabe quien soy yo – gruño el americano
- Si se quien es usted, otro americano que se siente el centro del mundo, ahora si me hace el favor de salir de la línea – repuso el hombre – el que sigue – exclamo al momento que un chico escocés le pasaba su documentación
El chico de lentes estaba furioso, iracundo, en pocas palabras, posiblemente abría alguien sangrando en pocos minutos, empezando por ese empleado, si y luego patearía a Iggy en sus santas posaderas, por ordenar eso o claro que lo haría, o no mejor seria empezar por su parlamento y su dichosa reina y luego al final Iggy, o eso seria mejor, o al menos esas eran las ideas de venganza, hasta que recordó algo
Dos horas después en la embajada estadounidense en Londres
- Como hoyo embajador – reclamo el chico mirando fríamente a su empleado
- De inmediato señor jones – susurro el hombre al instante que hacia una llamada
Quince minutos después
- Lo que pidió señor – repuso el hombre poniendo un maletín delante del chico – su pasaporte falso, el tinte para el cabello, los pupilentes, y demás – repuso el embajador
- Ahora si le molesta usare su baño – dijo el chico fríamente
Si Arthur Kirkland, pensaba que podía mantener a Alfred F Jones arrinconado en su territorio, sin poderse mover mas que de regreso a su casa, estaba equivocado, no por nada el era un Héroe, el había inventado la indiscreción periodística, así que era su deber y obligación como buen patriota averiguar que demonios hacia su ex hermano mayor, y no solo era por curiosidad, o tener algo con que chantajearlo para que le regalara algo mejor en su siguiente cumpleaños, o claro que no
Salio del baño luciendo diferente, el pelo castaño y los ojos color avellana le hacían parecer mas bien un español valenciano que un estadounidense, ahora simplemente tenia que tratar de fingir un poco un asentó canadiense, para así pasar desapercibido, después de todo fingía ser un Canadiense, solo esperaba que su hermano Matthew no se enterara por que se armaría un gigantesco escándalo
- Así que recuerde señor embajador ninguna palabra de esto, y quizás podría nombrarlo nuevo juez de la suprema corte el próximo año, o representante en el consejo de seguridad de la ONU, así que sin mas me retiro – repuso el americano
Había perdido tiempo valioso, lo bueno que su satélite de espionaje que su agencia había hecho pasar por uno de telecomunicaciones, había logrado identificar a Inglaterra en Paris Francia, que el señor de los cielos bendijera a las cámaras de alta resolución
Compro su pasaje, al mismo tipo que le había negado el anterior, casi le dice en tu cara, pero tenia que controlarse, el viaje fue rápido, en menos de lo que se derrumba la carrera de una estrella de reality show llego a su destino, el departamento en el cual había entrado Iggy era normal a su parecer, con un pequeño jardín en el frente, una limpia fachada, tenia masetas colgantes en las ventanas de arriba, parecía muy idílico, por suerte había un café casi enfrente, así que sin mucha espera se sentó ahí, y pidió un expreso doble cargado y simplemente se limito a esperar con su cámara convenientemente en espera
Paso una hora y nada, dos horas y nada, a la tercera con cinco expresos en cima, la cosa era el aguante cuesta arriba, justo cuando estaba por levantarse para ir al baño se abrió la puerta, dejando salir a su ex hermano mayor, con una ropa diferente, ahora parecía un júnior con su camisa color azul cielo pantalones de mezclilla y tenis deportivos, además de su peinado algo alborotado, pero si eso no viera sido suficiente sorpresa ahí esta el
- Francis – susurro el chico, que hacia el con su ex hermano, que no se suponía que se odiaban, entonces por que se veían tan contentos, hablando civilizadamente ¿Por que Arthur se colgaba de su cuello y le plantaba un beso en los labios tan amorosamente? ¿Por que Francis no aprovechaba la oportunidad para convertidse en un pulpo? en serio le acaba de abrir la puerta de su deportivo
- Diablos – mascullo al momento que los vio alegarse – la cuenta – replico el chico a un mesero
Por algunos instantes pensó en que los había perdido, para su suerte la matricula de Francis, era tan fácil de recordar, era algo sobre si mismo, además que tenían el escudo oficial francés, así que no fue difícil seguirle la pista
Que diablos pasaba con esos dos, una caminata a las orillas del sena, posar para una pintura, almorzar en un café a frente al arco del triunfo, visitar versalles, y al atardecer contemplar la puesta del sol sobre los campos elisios, desde la torre eiffel, parecían mas una pareja de recién casados que dos naciones con resentimiento
De nueva vuelta a el departamento, y el a su punto de espera, por suerte los meseros habían sido rolados, si no hubiera sido peligroso para su espionaje ser descubierto tan fácilmente
Diez de la noche, un Citroën Traction Avant color blanco se estacionaba frente al apartamento, mientras un chofer bajaba y tocaba la puerta, dejando salir a los dos chicos vestidos como salidos de una película de los año veinte
Nuevamente los siguió después de pagar su cuenta, hasta una de las zonas mas concurridas de Paris, la ciudad luz parecía bullir mas de la cuenta, en realidad cada momento era mas extraña la situación, hasta que el Citroën se detuvo delante de un elegante club nocturno estilizado se podía leer como Bongo République
Llevaban dos horas en ese tipo de salón de baile de los años treinta, y los dos chicos a los cuales espiaba parecían estarse divirtiéndose de lo lindo, nunca se imagino que Arthur o Francis supieran bailar de esa forma esa música, que se había originado en sus propias calles, era sorprendente la agilidad con la cual desarrollaban los dos al conjunto de la música
Sus sujetos de espionaje estuvieron en el local hasta entradas las cuatro de la mañana, para después regresas a su apartamento, donde no tardo mucho en quedar una solitaria luz, que probablemente seria la de la alcoba principal que media hora después se apago
- Buenas noches Arthur – musito cabizbajo el americano mientras tomaba un taxi, tenia que encontrar un hotel, darse un baño, dormir un poco por que al parecer mañana seria un día mucho mas agotador
Mientras en el apartamento
- Sinceramente Arthur, no espere que tuviera la paciencia que a demostrado el chico – repuso el francés con una sonrisa entre sus labios
- Descuida mañana lo dejaremos hecho polvo, y eso le enseñara a no andar espiando a los demás, en especial a mi y mas a un en mis vacaciones – gruño el ingles
- Por que no mejor nos olvidamos de Alfred unos momentos, a si en que estábamos – susurro el francés
- En que estaba a punto de cederme el lugar de arriba – dijo el ingles con una sonrisa
- Para mi princesita lo que quiera – musito el francés, al momento de sentir un leve codazo en su estomago y un susurro claramente identificado como la palabra Frog dicha muy sutilmente, eso era lo que adoraba de Arthur el siempre sabia mantener la relación interesante, mas a un teniendo al metiche de Amérique espiando todos su movimientos, si el chico creía que pasaba desapercibido, mas a un con su actitud estaba completamente equivocado, pero esos pensamientos los dejaría para mañana, en estos momentos su gatito le pedía atención y el como buen caballero francés no se haría del rogar mucho
Bueno esta historia será mas o menos una especie de descubrimiento de Alfred de cómo son algunos países europeos, cuando el según no los esta observando, verán facetas nuevas, algunos momentos interesantes, claro esta que no muy alegado de la cultura dominante en sus respectivas casas
Espero que les guste, y sin tiene alguna opinión, duda o sugerencia no duden en decírmelo, sin mas por el momento me despido
Que la fuerza los acompañe
