¿Hola? ¿Alguien vivo? Orz, de igual forma... Volví con una nueva historia... Aunque sin Toñín... Pero bueno, es igual, me lo auto perdono. Ams... Bueno, la historia tendrá varios capítulos -espero que no muchos, tengo que terminar el resto de mis historias...sdkfjdsasgo-. Tengo ya el siguiente capítulo, pero lo subiré en unos días, primero quiero saber si mis cosas sin sentido gustan, así que bueno, les dejo con este inicio, cortito, pero bueno~ Está basado en una redacción de lengua que hice(basado o copiado literalmente menos el aspecto yaoi). Bueno, sin más, a lo nuestro:

Disclaimer: Los personajes usados no me pertenecen, ni tampoco el oc de Escocia, usé ese porque es, del territorio, el que más me agrada. A mí sólo me pertenece la idea.


La noche sumía por completo las calles de Londres, cubriéndola de oscuras nubes, las cuales indicaban que en aquel momento llovería. Aún con todo ello, un hombre de no más de veintitrés años cubierto por no más que una gabardina, caminaba por la calle sumida en una tenebrosa oscuridad rota solamente por el brillo de la luna y la luz tintineante de alguna farola, que dislumbraban su cabellera rubia y dejaban ver sus ojos verdes bajo unas gruesas cejas, los cuales se movían mirando a distintas direcciones, comprobando que no había nadie: ni personas, ni coches ni un triste borracho salido de algún pub; lo cual mosqueó al rubio.

Tras un rato caminando, las gotas de lluvia no se hicieron esperar, inundando la cuidad inglesa de charcos que llenaban las aceras y de una difícil visión de lo que se tuviese enfrente, lo cual, el joven de ojos verdes, maldijo en su idioma mientras corría por las vacías y lúgubres arterias de la ciudad, llegando a las orillas del importante río de esta, el Támesis, donde las frías gotas chocaban fuertemente sobre la superficie del agua. El inglés no se hizo esperar y continuó corriendo hasta que divisó dificultosamente una cabina roja telefónica, donde se resguardó de las frías y solitarias avenidas, revolviéndose el pelo mojado para después mirar al exterior: no había nadie ni nada. ¿Se los había tragado la tierra?

Su mente puso atención al teléfono de la cabina, el cual empezó a sonar, rompiendo el escalofriante silencio. El anglosajón dudó unos segundos para después contestar al aparato donde una voz grave habló:

- Tú serás el siguiente - tras esa frase, la voz colgó, dejando al rubio asustado, con la piel de gallina sin entender nada. Tras unos segundos en shock, autoconvenciéndose de que sería una broma telefónica de alguien aburrido, salió de la cabina y se dirigió corriendo lo más rápido que podía a su casa, no queriéndose parar tras aquella siniestra llamada.
A poco más de salir de su resguardo del frío Londres, un vehículo oscuro (que no distinguió el color por la escasa luz) paró frente a él, deslumbrándole con sus focos. De él salió un hombre, seguramente mayor que él, de cabellos pelirrojos brillantes bien peinados y un elegante y seguramente caro traje negro y relucientes zapatos. Ignorando la lluvia el desconocido miró a los ojos verdes del otro, helándolo:
- ¿Kirkland? - fue la única pregunta que hizo con una voz grave y profunda, que hacía retumbar por toda la calle un marcado acento, seguramente escocés. El hombre rubio le miró, asintiendo levemente sin entender nada.

-¿Cómo sabes mi nom(...)?- la frase quedó a medias, se oyó un golpe seco, algo caer al suelo salpicando en un charco, la puerta de un coche cerrarse, un motor en marcha y después nada; otra vez silencio roto por la lluvia.

Lo único que pensó Kirkland antes de cerrar los ojos fue '¿Por qué me toca lo raro a mí, maldición?'.

Y si bien su noche fue extraña, el día sería peor, pero sin duda, no sería algo del todo normal.


Bien, el primer capítulo ya está...

Me sigue pareciendo rara la historia, pero bueno, espero que tengo un mínimo para que guste~Orz

Bueno, no sé qué más decir~Bueno, que si tienen alguna sugerencia que pueda meter, siempre será recibida.

Si os gustó, dejen review, para saberlo y seguir escribiéndolo y no dejarlo parado, pues como sabrán, no soy vidente -de momento-

Sin mucho más que decir, la autora se marcha~ Adiós~