-"El Cristal Olímpico, el arma definitiva."-
-"No mata. Borra la propia existencia."-
-"El amor verdadero es sacrificio."-
El amor verdadero es sacrificio.
"Se acabo Regina." Hades la miro siniestramente, el cristal en mano. Apunto hacia ella, empezó a brillar.
Una luz devastadora.
"NOOO" Alguien grita. ¿Robin? ¿Zelena?
No.
Emma.
La luz no la alcanza. Una figura interviene. Solo su espalda es visible. Rojo. La chaqueta de cuero roja. Es lo único que ve.
La figura delante suyo. La chaqueta roja que la proteg...
Un ruido sordo. La figura se desploma.
Una figura eterea azulada queda delante suyo. Se da la vuelta y ella ve esos hermosos y cálidos ojos verde-azul.
Esos ojos la observan. Atraviesan su alma y ven a la verdadera Regina.
No hay odio, ni ira, ni... Solo calidez, amor.
Esos ojos la miran como si fuera el sol, la luna y las estrellas.
Una eternidad atrapada en ellos, una eternidad que se agota en segundos.
Ella levanta la mano y acaricia tu mejilla, el toque nunca llega. Su mano empieza a desvanecerse.
"Te amo." Sus labios se mueven pero no sale ningún sonido. Pero ella entiende.
Y antes de poder decir o hacer nada la figura se desvanece en partículas de luz. Lo último que ve es su sonrisa.
No puede moverse, el tiempo se para. Todos desaparecen, solo queda ella y el cuerpo sin vida, sin alma de su salvadora.
Y entonces la golpea un dolor inimaginable. Su corazón, su alma se desgarran en pedazos. Cae de rodillas y abraza con desesperación el cuerpo inerte. Las lagrimas nublan su vista. Nada importa. No Hades, ni su hermana o su supuesta alma gemela. Solo esta ella y su desesperación.
Zelena mata a Hades.
Robin intenta consolarla.
El bebe llora.
Nada importa. cuando el ladrón intenta abrazarla ella usa su magia y lo lanza contra la pared. No quiere ser tocada. No quiere nada.
Solo lo imposible.
Quiere a Emma.
Entonces lo recuerda.
El verdadero amor es sacrificio.
Fue ella, siempre fue ella. ¿Cómo pudo no darse cuenta de esto antes? Emma siempre la antepuso a todo. Desde el primer día, incluso cuando eran enemigas, siempre la salvaba. A costa de todo Emma la salvaba siempre. Pero ella no lo vio, no vio el amor de esos actos valientes, estúpidos y desinteresados. ¿Cómo pudo no ver la forma en la que su magia se complementaba, se fortalecía mutuamente? No, ella estaba demasiado ocupado preocupándose por su supuesto final feliz, por el hombre del tatuaje de león. El tatuaje de león que su alma gemela lleva en su muñeca izquierda. Entonces lo ve, un tatuaje en la muñeca de la salvadora. Un lyon.
Y todo hace clic.
No fue Robin, nunca fue el ladrón. Fue el tatuaje. Un tatuaje que simboliza valentía, lealtad y el corazón. Un tatuaje que Emma lleva marcado en su muñeca desde que renuncio a su hijo trece años atrás.
El polvo señalo al tatuaje no al hombre. Ella no lo vio venir. Nadie lo hizo. El destino con sus manierismos misteriosos...
Pero eso ya no importa, es demasiado tarde.
Su amor verdadero esta muerta.
Regina mira el ataúd blanco. Un ataúd blanco, idílico para la salvadora. La princesa, el caballero blanco.
No siente nada mas que agonía.
Siente a su hijo cogerle de la mano. Blancanieves y su príncipe están a su lado. Todo Storybrooke esta allí para despedir a Emma Swan.
22 de Octubre de 2014.
Su trigésimo primer cumpleaños.
Tan solo tres años antes Emma Swan aprecio en su puerta trayendo de regreso a su hijo, hoy tres años después es el último adiós.
Mismo día, tres años de diferencia. Un tímido "Hola" y un silencioso "Te amor" Su primera y última interacción con su amor verdadero.
Lo que daría por volver a ese primer día, por cambiar el destino, por decir "Yo también te amo" Por besarla y nunca dejarla ir.
El amor verdadero es sacrificio.
