Threeshot: Cambio de parecer
Capítulo 1: Amigos
Edward POV
Caminaba lentamente acompañado de mis hermanas, no podía dejar de sonreír ya que estaba emocionado, pues en la tarde iríamos de compras a Seattle, pues teníamos que vestir fabulosamente para la fiesta de fin de año, que se realizaría dentro de un mes.
-Bueno Edward, nos vamos a clase- Habló Alice sacudiéndome el brazo. Hice un pequeño puchero –Dale no te pongas triste, nos vemos en la salida, para el próximo año piensa en ponerte en la misma clase que nosotras.
Rosalie me dedicó una sonrisa, mientras jalaba a Alice de la chaqueta para que se dirigieran a la clase que les correspondía.
Seguí caminando hacia mí aula. Hasta que vi a mis peores pesadillas cerca de donde yo tenía que pasar. Cuadré los hombros y seguí avanzando.
-Miren a la mariposita- gritó Tyler riendo.
-¿Quieres que te de un besito Eddie?-preguntó Mike en tono de burla.
-¿Me dejan en paz?- pregunté avergonzado.
-¿O si no sacarás el hombre que tienes dentro?-preguntó Ben, mientras se doblaba de risa ante todos.
-¡¿Quieren dejarlo tranquilo?!-gritaron a mis espaldas, volteé a ver quién era. La chica Swan, estaba para con posición dominante y mirada altanera, si parecía hombre.
-Wow, te tiene que venir a defender la machorra de la escuela ya que tú no puedes solito- agrego Tyler.
Sin responder a sus insultos me alejé corriendo del lugar. Salí de la escuela y me fui adentrando en el bosque, a toda velocidad.
-¡Hey! ¡Espera!-
Paré en seco.
Cuando Bella llegó a donde estaba me examinó con la mirada.
-Lamento lo que pasó- Justificó realmente apenada.
-No fue tu culpa-. Sonreí tímidamente.- Nadie tiene la culpa de que sea gay, solo yo.
-No digas eso, todos debemos ser respetados o al menos nos debemos de hacer respetar- Me guiñó un ojo.- Se que es raro lo mismo pasó conmigo cuando descubrieron que era… ya sabes-. Expresó moviendo las manos hacia su ropa, al verla detenidamente me sorprendí de su desenfado. Traía puesta una "camisa" verde y una bermuda beige, sus manos estaban metidas en sus bolsillos, haciendo que se pierda los rasgos de feminidad en su cuerpo.
-Más si eres el único en tu pequeño pueblo- agregué.
Asintió sonriendo toscamente.
Miré el reloj y la clase había comenzado hace 10 minutos, el profesor no nos dejaría entrar.
- Bells ¿Te apetece caminar conmigo un poco?-
-Claro, con una condición-. Esperé que siga hablando.- Que me invites a tu fiesta, desde hace semanas espero que lo hagas.
-SI, por supuesto, que grosero que soy- Me llevé una mano a mi frente avergonzado.
-Era broma- Rió
-No de verdad, estás cordialmente invitada – Rezongué riendo con ella.
-No, yo no voy a fiestas- Comunicó secándose una lágrima provocada por la risa.
-Oh, vamos por favor- rogué poniendo carita de perrito mojado.
-Ya, ya, cállate, iré pero no lo vuelvas a mencionar, porque capaz me arrepiento-
-¿Enserio? No puedo creer que tus padres y tus hermanos se hayan tomado muy normal la idea de que seas- Pensó un momento- Distinto.
Reí ante su forma de decir las cosas para no herirme.
-¿Cómo descubriste lo que eras?- Me interrogó, ensanchando los ojos.
Tomé aire para luego soltarlo de golpe.
-El año pasado, mis hermanos Jasper y Emmett se alistaban para salir a jugar fútbol como todos los sábados, yo me negué a ir, ya que no me gusta el fútbol en lo más mínimo. Mientras tanto esperaban a un vecino Jacob Black, él cuando llegó a casa no se percató que la pared principal había sido pintada recientemente recostándose en ella y manchándose toda la ropa, como no tenía para cambiarse mis hermanos le prestaron otro uniforme del equipo al que pertenecían- Desvié mi mirada hacia ella.
-Continua-Propuso
-Se cambió delante de nosotros, y pues… verlo así me hizo sentir realmente raro-
-Entiendo, a mi me gustaba ver los "atributos" de las muchachas, me acepté a mí misma, hace un año también.
-No me avergüenzo de cómo soy- Aseguré
-Así se habla compadre- Levantó la mano, yo la examiné horrorizado. Bajó el brazo, mientras sus mejillas se tornaban rojas, se veía adorable.
-¿Cómo lo tomaron tus padres?-Pregunté.
-Pues, papá se sintió perdido, ya que yo soy su única hija… se sintió defraudado, mientras que mamá, no me dijo nada, más ni siquiera me dio palabras de aliento para enfrentar algo tan difícil- Sus ojos se perdieron en medida que me contaba lo que le pasó.
-En mi, ya tienes un amigo, que te apoya, sabiendo que es lo que estas pasando- susurré rodeándola con un brazo.
-Gracias-
Desde ese día fuimos inseparables, íbamos juntos a todos lados, a pesar de las burlas por parte de casi todo el instituto ¿A quién le importaba? Pues a mí no, y estaba seguro que a ella tampoco. Me agradaba mucho su espíritu emprendedor y las ganas de mostrarle al mundo lo que ella podía lograr.
Estábamos en mi casa ayudando a mis hermanas terminar de llenar las invitaciones, que era por así decirlo, todos los adolescentes de Forks, incluyendo a Mike y su pandilla, además de Tanya y sus "amigas".
Tanya…aún no puedo olvidar cuando se enteró lo que yo era, Creo que no paró de gritar en tres semanas, juró que me volvería hombre otra vez. Yo era hombre, seguía siendo el muchacho, joven o chico Edward Cullen. Ella estaba obsesionada conmigo, tratando de
"mostrarme" con sus pequeñas ropas que tan "sexy" podía ser.
-Bella- Dijo lentamente Alice.
-¿Si?- Respondió la aludida levantando la mirada.
-¿Me quieres como amiga?- Preguntó inocentemente. Eso no era nada bueno ¿Cómo le digo a Bella que no caiga en el juego de Alice? ¿Le piso el pie? ¿Le hago señas con el rostro? ¿Toso? ¿Grito? ¿Finjo un estornudo?
-Por supuesto-Moví la cabeza negando. Ya estaba perdida, mi amiga había caído en su juego y ya creo que es lo que Alice pensaba.
-¿Cuánto vale nuestra amistad?- preguntó ella, Rose, también estaba asustada.
-No tiene precio- Respondió Bella
-¿Me harías un favor de amiga a amiga?- Preguntó mi pequeña hermana sonriendo mucho más amplio.
-Lo que tú desees-
-¿De verdad?- Dijo Alice mientras ponía cara de perrito mojado.
-Si-
-Para la fiesta- Se paró y de detrás del mueble sacó unas compras.- ¿Te pondrías esto?-. Sacó una blusa azul, y un pantalón jean.
-¡¿Qué?! Alice, no me puedes hacer esto- Gritó Bella parándose de un salto.
-Por favor-
-Ni ebria- Respondió la castaña moviendo la cabeza con vehemencia.
-Demuestra cuanto quieres a los Cullen- Psicología inversa, mal plan haberle enseñado eso a Alice, sabiendo que lo puede utilizar en tu contra.
-Por…por nada se…alteran, muñecas- Cacareó Rose fuera de sí, parecía que en cualquier momento correría. ¡Correría! Esa era la señal. Miré a la rubia, y en un momento ya corríamos escaleras arriba.
Lo último que escuché de su conversación fue que Bella aceptó vestirse "femeninamente" para la fiesta.
