Hola! Bueno, esta es mi primera historia de Los Juegos del Hambre. Estoy leyendo actualmente En Llamas, voy por la segunda parte, del quarter. Y se me ocurrió escribir esto en un ataque de inspiración mientras leía...


A mi lado (Katniss & Peeta)

Peeta sabe amar. Yo, no. Él es capaz de actuar fluidamente ante las cámaras. Yo, no. Peeta se preocupa por mantenerme con vida ante todo Panem. Yo, pienso en salvar a mi familia y los que amo de las atrocidades que planea el presidente Snow por si algo de toda la farsa saliera mal.

A pesar de mis defectos, Peeta continúa a mi lado, como lo ha hecho desde el principio. Estamos juntos en esto. Luchamos para el mismo lado, mismo objetivo: justicia.

El esplendor superficial del Capitolio se eleva ante nosotros. Nos han traído de regreso, con motivo de una celebración especial para los vencedores, la cual será completamente televisada. Peeta coge mi mano en el tren, frente a miles de personas que se amontonan para vernos y saludarnos, como si fuésemos animales exóticos en un zoológico. Son distintos pero, a la vez, parecidos. Cada uno lleva un color de cabello particular y artificial. Sus rostros, estirados y lisos, tampoco son naturales, sino manipulados con químicos inyectables y cirugías que los hacen lucir como ellos piensan que es bello.

En el Capitolio todo se rige por apariencias. No hay sentimientos, no hay política, no hay pensamiento propio ni levantamientos multitudinarios. La gente que vive aquí está conforme con la vida que llevan. Tienen lo que se les ocurra al alcance de la mano, menos falencias. No. Esas no existen en este lugar. La palabra necesidad no la conocen tampoco, pues nunca la han padecido.

Cuando entramos al salón de la celebración, me invade un empalagoso aroma a esencia de coco y vainilla. Es tan fuerte que me hace picar la nariz. En medio del lugar hay un gran banquete distribuido en tres mesas largas unidas, que rebosan de comida y bebida de todo tipo y clase. Peeta camina junto a mí, tratando de ocultar la cara de asco por el perfume, como yo. No estamos acostumbrados a tanta elegancia y finura a pesar de haber pasado tanto tiempo en el Capitolio. El Distrito 12, nuestro verdadero hogar, no se parece en nada a lo que aquí se observa. Es una realidad contraria, más que la de otros distritos.

Effie nos sigue detrás, conduciendo a un Haymitch un tanto borracho, lo que la deja a ella al borde de perder la poca paciencia que le queda. Al final de la chillona alfombra roja que debemos transitar, aguarda el presidente Snow con su falsa sonrisa amable y su mirada controladora.

Fija los ojos en mí y me esfuerzo por no trastabillar encima de los tacos rojos que Cinna me ha hecho poner. Peeta se da cuenta de mi reacción involuntaria e imperceptible y aprieta más aún su mano en torno a la mía, con firmeza. Sé que, si atino a caerme, él me mantendrá en pie de algún modo u otro. Y siempre será así. El uno para el otro.


Espero que les haya gustado. Dejen sus reviews porfis :) Un beso enorme!