¡Dame mi consola!
Época de exámenes en Kadic, todos estudiaban para lograr salvar sus notas, y no era muy diferente el caso de nuestros guerreros de Lyoko:
Odd tenía la obligación de aprobar sus exámenes si quería aprobar el curso, pues era junio y era final del curso. Como jugada maestra pidió ayuda a Aelita, su novia secreta con la que había comenzado a salir a escondidas mientras esta salía con Jeremy, pero este lo ignoraba.
Se encontraban en la habitación de Ulrich y Odd, el primero se encontraba fuera espiando a Yumi que estaba en una cita con William.
—Es muy fácil—Soltó Aelita luego de explicarle ecuaciones de segundo grado a Odd, quién pareció haber oído chino—
—Para ti—Respondió mirando sus apuntes sin entender nada—Yo no entiendo nada, y aunque me lo expliques quizás ni lo haga—Aelita ya llevaba cerca de media hora intentando que Odd atendiera a sus explicaciones, pero era imposible—
—¡Pero si llevamos media hora con lo mismo! —Protestó airosa—
—… ¿Y si lo dejamos por hoy? —Alcanzó su consola portátil que tenía sobre su cama—Quizás jugar me ayude—
—¡No! —Protestó Aelita quitándole de golpe la consola—
—¡Oye! —
—SI no apruebas no te la devolveré—Dijo, con una mirada desafiante, La guardó en su mochila—Te dejaré mis apuntes, tengo que hacer deberes, y más te vale que estudies—
—Eso no se vale—Sollozó Odd—Tu y Einstein siempre aprobáis por vuestra genial inteligencia—
—Las adulaciones no te servirán, guapo—Se acercó a Odd y le robó un beso en los labios para luego alejarse—Nos vemos más tarde—Se retiró de la habitación con una sonrisa en sus labios, sabía que Odd podría hacer lo que quisiera por esa consola, al fin y al cabo, no era la de él, era la de Ulrich, pues Odd se la había pedido prestada mientras él estuviera con Yumi—
Llegó hasta la habitación de Jeremy, quería saludarlo y de paso ver que estaba haciendo. Abrió la puerta de su habitación, se encontraba tecleando códigos en el ordenador.
—¿Alguna novedad? —Preguntó la pelirrosa de forma inocente—
—Oh, Aelita—Saludó Jeremy—No, ninguna de momento, estoy mejorando el súper escáner para evitar las sorpresas, ¿Quieres ayudar? —Aelita negó con la cabeza—
—Tengo que estudiar y hacer deberes—
—No pasa nada—Respondió Jeremy—¿Qué tal dando clases a Odd? —
—A veces me dan ganas de golpearlo porque no se entera de nada—Respondió sentándose en la cama de Jeremy mientras este seguía tecleando—
—No seas tan duro con el pobre, si no se entera en clase por estar haciendo el tonto—Aelita le miró con detesto, pero él no se dio cuenta—
—Ya—Respondió cortante—Adiós, suerte con el programa—Se retiró sin esperar alguna respuesta, le cansaban los celos de Jeremy y sus insinuaciones a Odd, pero debía fingir bien para que no se diera cuenta de nada, o el problema en el que podría meterse sería como poco gigante.
Llegó a su habitación al cabo de los minutos y cerró la puerta rápidamente. Dejó su mochila sobre su cama y acto seguido sacó la consola dejándola luego sobre el ordenador. Sacó sus cuadernos y comenzó a hacer deberes.
Al paso de un rato, con casi todo terminado y estudiando italiano fijó su mirada en la consola, ¿Sería buen entretenimiento? La cogió y estudió minuciosamente. Debía distraerse. La encendió, un juego de matar Zombis, nada mal. Entretenido, con buena temática y buena jugabilidad que llegaba a ser entretenido. No supo cuánto tiempo pasó, solo supo que se hizo de noche y ya era la hora de la cena. Bajó rápidamente solo para encontrarse con sus amigos, cogió una bandeja y se sentó con ellos.
—¿Qué tal lo llevas? —Preguntó a Odd—
—Bien… no había estudiado tanto en mucho tiempo—Respondió Odd con algo de tensión, pues Ulrich parecía estar enfadado—
—¿Qué pasa, Ulrich? —Preguntó Jeremy al notar el enfado de su amigo—
—Entre que Odd es un tonto y que Yumi y William salen…—Respondió este con agresividad—
—Eso no es cierto—Atajó Aelita—Me lo dijo ella—En realidad no, pero si calmaba a Ulrich podía valerle—
—Estás exagerando, Ulrich—Respondió Jeremy—
—Ojalá—Dijo este—
Mientras volvían a sus habitaciones, Odd interceptó a Aelita en su puerta.
—¿Podrías…? —Preguntó, obviando lo obvio—
—Si apruebas mañana te lo daré—Respondió, casi cerrando la puerta—
—Es que Ulrich me va a matar—Dijo, intentando sacar la consola por las buenas—
—Eso te pasa por no prestar atención cuando te explico—Haló de la camisa de Odd acercándolo a su humanidad, solo para darle un beso rápido en los labios—Buenas noches—Cerró la puerta—
—… Noches—Se quedó en la puerta unos segundos hasta retirarse a su habitación—Mala suerte—Dijo, entrando a su habitación cerrando la puerta tras sí—
—Más te vale recuperarla mañana—Advirtió Ulrich—
—Sí, si—Dijo Odd, pensando en alguna forma de quitarle la consola a Aelita—¿Se te ocurre algo? —
—Decirle que harás lo que quiera por un día, ¿Por ejemplo? —Sugirió el alemán—
—No sería mala idea—Dijo Odd mirando el techo—Voy a intentarlo—
—Más te vale que sea rápido o Jim te atrapará—Odd asintió y abrió la puerta de la habitación, pero tuvo tal suerte que se encontró al genio y figura de Jim en la puerta—Mala suerte—
—¿A dónde ibas, Della Robia? —Preguntó Jim, autoritario, de brazos cruzados—
—Eh… a ninguna parte, Jim—Cerró la puerta—La suerte existe—Dijo, lanzándose de lleno a la cama—
Aelita se había quedado jugando con la consola, aquel pequeño aparato le había atrapado de tal forma que no se percataba del tiempo ni de nada a su alrededor.
Había pasado ya un largo tiempo, quién sabe cuánto, era media noche, y aún no dormía, pero ya tendría tiempo para hacerlo, necesitaba pasarse el juego para luego alardearle a Ulrich.
Odd por su parte quería recuperar el aparato, pues no quería que Ulrich se enfadara con él por eso, pero el alemán no estaba realmente enfadado, púes le parecía correcto que se lo quitara para que estudiara, así ambos tendrían menos cosas con que distraerse. No obstante, el italiano quería vengarse. Se levantó de la cama con intención de irse, pero despertó a Ulrich.
—¿A dónde vas a esta hora? —Preguntó Ulrich entredormido—
—Tú duerme—Salió por la puerta y muy sigilosamente llegó hasta la habitación de Aelita, puerta sin el pestillo, perfección. Abrió con la puerta con una rigurosidad de clase militar y la cerró con una igual, se desplazó gateando por el piso solo para darse cuenta de que Aelita aún seguía jugando con la consola, estaba muy distraída como para darse cuenta de que alguien había entrado a la habitación. Una idea más verde que el césped le cruzó por la cabeza, podría terminar de corromper a Aelita de alguna manera, pues ya habían hecho algunas cosas prohibidas, pero no habían ido más allá, nada que no fuera considerado un simple juego de pareja. Odd, a sabiendas de que Aelita estaba solo con un camisón de color rosa como pijama, se escabulló entre las sabanas de Aelita justo por abajo, y esta se dio cuenta, pero no sabía quién o que se había colado, intentó subir su cobija, pero no vio nada, ya que la contraluz le impedía ver lo que tenía delante. Odd lo agradeció, dejó caer la sabana y se tapó con ella. Odd aprovechó y se acercó al vientre de Aelita, levantando el camisón, revelando su presencia, iba a gritar, a echarle la bronca por estar ahí tan tarde, pero estaban en igualdad de condiciones, ya que ella estaba despierta de la misma manera.
Odd subió con sus manos el camisón de Aelita y notó la falta de su ropa interior, perfecto. Comenzó a besar su vientre lentamente y luego bajó hasta llegar hasta al lugar prohibido que tanto esperaba. Aelita simplemente intentaba concentrarse en el videojuego mientras Odd seguía con lo suyo. Comenzó a lamer el sexo de su novia con lentitud, mientras que con su dedo pulgar estimulaba ese órgano que tanto placer daba, el clítoris, y con su lengua jugaba por todo el límite de la vagina, asegurándose de dar el mayor placer posible aplicando presión con su lengua. Aelita se retorcía ante el placer, jadeaba y soltaba suspiros, estaba mordiéndose los labios para evitar soltar algún gemido que pudiera delatarla, pero Odd sabía cómo hacerlo. No conseguía concentrarse. Odd introdujo su lengua dentro de su vagina, y eso la estimuló tanto, que soltó involuntariamente un gemido de placer, no fue sonoro, pero eso le dio una señal a Odd de cuan sensible podía ser su novia. Odd siguió con lo suyo, estimulando con sus dedos el sexo de Aelita a la vez que hacía maravillas con su lengua. Aelita estaba loca del placer, se sentía muy bien, caso bajo control de Odd. Rápidamente Odd comenzó a estimularse su miembro erecto; la broma le había salido bien, una jugada maestra. Aelita no pudo aguantar más y mordiendo la almohada se corrió justo en la boca de Odd. Este dejó de estimularse y se arrodilló en la cama, destapándose.
—Delicioso—Susurró con ironía—
—Niño travieso—Susurró Aelita, ligera, muy ligera y caliente. Necesitaba devolverle el favor a Odd. Dejó la consola a un lado, fuera del alcance de Odd, y rápidamente, aprovechando que él estaba arrodillado justo sobre su vientre, alcanzó con una mano y comenzó a estimular el pene de Odd, con un movimiento lento con ambas manos, no era de un tamaño excesivo, pero era perfecto según su opinión, quizás debía ver más para estar segura. Siguió con aquel movimiento hasta que Odd se movió hasta acercar su miembro a la boca de Aelita, y esta, con su falta de experiencia, simplemente comenzó a lamerlo con la lengua, pasando por toda su extensión. Odd se movió e introdujo su miembro en la boca de su novia, moviendo sus caderas, ayudaba a que Aelita hiciera una felación buena a pesar de su inexperiencia. Aelita jugaba con su lengua en la punta del miembro de Odd, y esa sensación hizo que Odd se emocionara, y moviera sus caderas muy profundo, introduciendo casi todo su miembro en la boca de Aelita. Luego de unos minutos repitiendo el mismo movimiento, Odd terminó corriéndose dentro de la boca de Aelita, se hizo a un lado mientras veía como esta se tragaba su semen—Es viscoso—Comentó—Es un poco asqueroso—Odd se hizo a un lado
—¿Me devolverás mi consola? —Preguntó Odd, quizás si quería…—
—No, te dije que si aprobabas mañana te lo daría, no seas tramposo—Comentó Aelita—Aunque gracias por esto—
—Eso no vale—Aelita sacó su lengua en forma de burla—Me voy a mi habitación—Por un momento dudo en darle un beso a Aelita, pero esta se lo robó ante la negativa de Odd—
A la mañana siguiente, luego de ducharse y desayunar, se encontró a solas con Yumi mientras el resto terminaba.
—Odd es un tonto—Comentó Aelita a Yumi—
—¿Más? —Preguntó Yumi entre risas—
—Se metió en mi cuarto anoche para recuperar una consola que le quité por no prestarme atención—
—Vaya valor tiene—
En clase de matemáticas había comenzado el examen.
Odd misteriosamente se acordaba de las operaciones, y le fue bastante bien, no tanto como a Aelita y Jeremy, pero aprobaba de sobra.
Luego de eso, cuando el profesor se fie, pudieron hablar,
—¿Y bien? —Preguntó Jeremy ante la atenta mirada de Ulrich y Aelita—
—¡Aprobaré! —Respondió victorioso el italiano—Me sirvió estudiar sin distracciones—
—Pues en ese caso no te la devolveré hasta que no apruebes todos los exámenes—Respondió Aelita—
—¡Eso no vale! —Protestó— ¡Devuélveme mi consola! —
—CONTINUARÁ—
Hola cabezas de internet, aquí Alejito480.
Gracias por leer.
Espero que os gustara, esto tendrá una continuación, será corto, no se de cuantos capítulos, pero, en fin. Tres horas de ocio bien invertidas…
Adiós.
Vae Victis
