Hola gente bonita ^^, aquí volviendo con un pequeño drabble, uno donde he incluido una pequeña charla entre Hana y Anna (una algo tierna, creo yo). Bien pues, espero y sea de su agrado ^^. Ya saben, no olviden comentar xD. Saludos a todos y disfrútenlo :D.

Mami, ¿Qué es el amor?

Se escuchaba el grito de un pequeño niño de cinco años, que corría alegremente, buscando a su madre, por toda la casa:

―¡Mami, mami! ¿Dónde estás?

―Hana, te he dicho muchas veces que no corras así ―regañó estrictamente su madre, apareciendo frente a él.

―Jijiji, lo siento mami ―rió alegremente a modo de disculpa―, es que te quería preguntar algo.

―¿De qué se trata?

―Pues, quería saber: ¿Qué es el amor? ―miró atentamente a su madre, suplicándole con la mirada que le respondiera su pregunta.

―A ver, Hana, ¿para qué lo quieres saber? ―preguntó con curiosidad la mujer.

―Es que escuché decir a mi tío Ren algo como: amo a mi hijo. Por eso ―aclaró con inocencia, y volvió a mostrar la sonrisa heredada de su padre.

―Comprendo ―se agachó hasta su altura y lo miró atentamente―. El amor, en primer lugar, es un sentimiento de afecto hacia las personas que te rodean: te preocupas por ellos; los quieres y…

―¿Entonces tu no sientes amor por mi papá y por mí? ―interrumpió algo decepcionado por sus palabras, agachando la mirada.

―¿Por qué crees eso? ―preguntó sorprendida por las palabras tan sinceras de su hijo.

―Porque siempre veo que mandas a papá a hacer el quehacer de la casa y a entrenar, incluso el día de su cumpleaños; nunca lo besas, ni le dices te amo, como lo hacen mis tíos Ren y Jeanne; tampoco lo mimas, ni nada ―siguió enumerando, a punto de soltar las lágrimas―. Y a mí, tampoco ―concluyó triste.

―Hana, yo… ―pero se cortó y lo miró angustiada. Se sentía mal, muy mal por ver a su pequeño hijo llorar―. Lo siento ―se disculpó con dolor y lo abrazó. Era tal el grado de tristeza, que soltaba ella también las lágrimas.

El pequeño rubio, sorprendido por el acto de su madre, se secó las lágrimas con su mano y la abrazó por el cuello, tratando de rodearlo completamente.

―No te preocupes, mami, yo sé que no sabes expresar bien lo que sientes―le susurró dulcemente en su oído―. Por eso, empezaré yo ―se separó de ella y observó la cara confundida de su madre.

Sonrió juguetonamente y se aventó hacia ella, llevándosela al suelo, dando un grito que se escuchó por toda la casa:

―¡TE AMO, MAMI ANNA! ―y empezó a reír.

La rubia de ojos negros, sintió el abrazo cálido de su hijo, y sonriendo por primera vez hacia él tan cálidamente, le susurró en su pequeño oído:

―Te amo, Hana.

Fin.