Este fic participa en el minireto de septiembre para "La Copa de la Casa 2014-15" del foro La Noble y Ancestral Casa de los Black.

Los personajes mencionados aquí no me pertenecen, son toda propiedad de J.K Rowling.


Ser un Mortifago no es divertido.

Odiaba sus decisiones, todas erradas y su primer error fue creer ciegamente en lo que su padre le decía, aunque no lo culpaba, después de todo lo más probable es que el viejo Abraxas también hubiese llenado a su padre de toda aquella mierda sobre las sangres desde temprana edad tal y como su padre lo hizo con él. En un inicio se había emocionado e incluso anhelado la idea de que el Lord volviera, pero cuando este volvió y tuvo que tomar la marca se maldijo internamente.

El estilo de vida de los Mortifagos era un asco, desde pasar la noche en vela hasta durar días sin comer por estar buscando alguna estupidez que resultaba importante para el Lord o torturar muggles, que muy a su pesar había sido lo que más repulsión le había causado y no es por el hecho de que fuesen muggles si no por lo asqueroso del acto. A veces los recuerdos de alguna familia donde había niños venían a su mente, el llanto de los menores y los gritos desesperados de los padres por tratar de hacer algo, los gritos de impotencia.

Otra cosa también fue cuando su hermosa Malfoy Manor era invadida por asquerosos hombres lobos o simples redadas de Mortifagos, estos últimos le privaban de su privacidad he inclusive en una ocasión uno de ellos había entrado a su cuarto de baño mientras tomaba una ducha y de no haber sido por su padre Lucius quien sabe lo que habría pasado, y es que la mayoría de los Mortifagos estaban desquiciados.

Y las cosas no mejoraron para cuando inicio su sexto año, el estar en Hogwarts cerca de tantas personas que estorbaban al Lord no le facilitaba las cosas, cuando se le ordenó matar a Dumbledore era cuestión de matar o morir y el obviamente no era un suicida.

Aquel día en la torre de astronomía lo había comprendido, había comprendido que era un imbécil, que había apoyado al bando equivocado y que ahora tendría que aceptar las consecuencias, por eso cuando le pidieron reconocer a Potter se negó, las esperanzas del mundo mágico no estaban en manos del señor tenebroso y él había sido muy ciego para no verlo.