Un ninja no muy heroico.

CAUTION: El siguiente fic es irreal y grosero. Debido a su contenido los ñoños no lo deben ver.

Dsclaimer: Ninguno de los personajes citados en la historia me pertenecen, son creaciones de Noboru Yamaguchi (que en paz descanse) y Masashi Kishimoto. Con esto dicho disfruten la historia.

Parte 1. Obey your master.

En una especie de bosque dos tipos nos encontrábamos en una especie de pelea, la cual yo ganaba.

— ¡Maldito infeliz!... ¡Traga pitos!... ¡MUEREEEE!...

Sí, ese soy yo… sí, ese tipo que está golpeando a ese otro con la cara desfigurada… ¿Qué puedo decir? Odio a ese tipo con toda mi alma. Antes de seguir avanzando déjenme contarles una pequeña historia, una historia sobre un chico rubio, guapo y de ojos azules. Como un playboy, ese soy yo, Naruto Uzumaki, pero las nenas me suelen llamar el súper guapo de 25 pulgadas… no lo inventé yo, lo juro… bueno. Siguiendo.

Ese cabrón de mierda se lo merece, él es una especie de científico putamente loco que experimentó conmigo. Al menos no quizo experimentar en lo sexual, porque le hubiera dejado viendo para Cuenca y luego a Madrid.

— Deberías agradecérmelo Naruto, te hice inmortal aparentemente.

— Sí muy bonito y todo, pero ¡MIRA MI PUTA CARA!

Me senté en su estómago, agarré el cuello de su camisa y lo comencé agitar con furia. De la oscuridad del bosque un rayo del sol golpeó la cabeza del maricón. Era ni más ni menos que Orochimaru.

— Tu cara se ve normal.

— ¡Claro!, estoy usando un henge que impide ver lo ¡PUTO DEFORME QUE SOY!

Mi cuerpo explotó suavemente y la cámara apuntó a mi cara… deforme, parecía como si Freddy Krueger hubiera embarazado a una especie de prostituta americana de Utah.

— Vaya… eres más feo que pisar mierda descalzo.

— Ahora iremos a tu laboratorio y me curarás, no puedo presentarme así ante las nenas.

Dije con voz calmada auto señalándome. Orochimaru escupió un poco de sangre y un diente.

— No puedo maldito inepto, es irreversible.

— ¿Sabes qué es irreversible? ¡LA PUTA PALIZA QUE TE VOY A DAR SI NO LO PUTAS ARREGLAS PINCHE CABRÓN!

Alcé mi voz, tanto que solo Orochimaru rió un poco.

— Acéptalo como un regalo.

Me levanté de su barriga, usé el henge nuevamente y volví a ser lo hermoso que siempre soy. De mi espalda tenía una especie de katana, la desenvaino…

— ¿Vez esta linda espada? ¡ES LO ÚLTIMO QUE VERÁS, MUEREEEEEEE!

Sin más clavé la espada en el pecho de Orochimaru. El dio un pequeño alarido de dolor y a los minutos dejó de respirar.

— Bien, le cortaré la cabeza a la serpiente… ustedes no pueden ver eso…

Después de acabar mi venganza enterré las partes del cuerpo de Orochimaru, aunque a los minutos lo desenterré para ver si seguía muerto. Al ver que si, lo oriné y lo enterré boca abajo, la cabeza la quemé. Al acabar no tenía nada más que hacer, esa había sido toda mi venganza… la había planeado por más de 3 años y ya he acabado.

— ¿Ahora qué haré?

Di un fuerte soplido, era un chico de 16 años con una vida por delante, pero completamente arruinada… por cierto, vestía una camisa roja de manga corta, para que se vieran mis músculos, con un pantalón blanco anbu y llevaba unas zapatillas negras.

— ¡Deja de hacerme parecer una marica! ¡La vida, puta, sigue!

Apilé unas maderas y preparé una especie de fogata. Apliqué un jutsu de fuego en la madera y esta prendió. De mis bolsillos saqué una especie de aparato reproductor de música, reproduje una carpeta llamada, después del asesinato. Con un poco de música amenizo el lugar, la canción que se reprodujo era When you were young.

— When you… were young.

Coloqué mis palmas cerca de la fogata, ya se estaba haciendo muy de noche. Aunque solo esperaba a que algún animal salvaje llegara e intentará matarme, para matarlo y comerlo.

— He comes…

Pensé que podría hacer mañana, pero solo se me vino la idea de nada… mi propósito se ha acabado.

— Que aburrimiento, debí haberlo torturado unas horas más… el hijo de perra se merecía mucho más.

En ese momento una especie de portal creció al frente mío. Me quedé viéndolo con… a quién engaño…

— ¡AAAH! ¡LOS ESPÍRITUS CHOCARREROS!

Rápidamente me escondí detrás de un árbol y desde ahí me asomé. El portal seguía ahí, sentí que me llamaba.

— ¡NO SÉ QUÉ SEAS PERO NO ME DAS MIEDO!

Grité detrás del árbol, el portal hizo un pequeño brinquito.

— ¡Aaah!

Grité un poco afeminado al ver eso. Miré en el piso una especie de piedra, la agarré y la lancé…

— La puta madre… ¡LA ROCA HA SIDO CHUPADA!...

Me alejé del árbol y comencé a acercarme, el portal lucía intimidante… agarré mi aparato de música y me acerqué más al portal… Metí mi mano, craso error, mi cuerpo fue chupado… traté de aferrarme del árbol cerca del portal.

— ¡NOOOOO SOY MUY JOVEN Y GUAPO!

La parte del árbol que sostenía se rompió y fui completamente tragado, chupado, violado, penetrado o lo que sea por el portal.

Cuando desperté noté que era de día. Me sentía completamente desorientado.

— Puta madre, no volveré a combinar tequila y vodka de nuevo.

Me toqué la cabeza y me traté de levantar…

— ¿Profesor déjeme intentarlo de nuevo?

Escuché una rara voz. Volteé y miré a una niña de pelo rosado. Apuré a levantarme. Cuando me erguí miré a todos los chicos.

— ¿Una secta religiosa? No soy un buen cristiano, pero juro que siempre jalo la cadena.

Los chicos se vieron raros entre sí.

— ¡No!, señorita Vallière. El ritual es el ritual, debe saber que no se permite realizar de nuevo, así que termínelo.

La chica chasqueó sus dientes. Antes de que algo más raro ocurriera tosí un par de veces. Logré llamar la atención de todos.

— ¡Hola! ¡Namasté! ¡Hi! ¡Nihao! ¿Me pueden decir?... ¡¿DÓNDE RAYOS ESTOY?! ¡HACE UNAS HORAS ESTABA EN UN BOSQUE ESPERANDO A QUE UN OSO ME ATACARA PARA COMÉRMELO Y AHORA ESTOY ACÁ!

— ¡Calla plebeyo!

Me gritó la chica de pelo rosado.

— ¡Vos cállate chica pelo chicle! Solo recuerdo un portal que chupó una piedra…

— ¿¡Eh?!... ¿la piedra que le dio a Guiche?

Dijo una chica de cabellera rubia, parecían tornillos.

— Espera… era de noche y ahora es de día…

La chica rosada se me acerca y sin previo aviso me golpea la espinilla. Ese golpe hizo que me agachara.

— ¡Cálmate copia de Karín!

— Solo quiero decir que esto que haré no es por gusto.

Espetó la chica y sin más me besó. Nuestras bocas pegadas eran como… carajo, era una niña… al carajo… Sin más me tiré al frente y metí mi lengua dentro de la cavidad bucal de la chica. Los ojos de la chica se abrieron gratamente, con maestría y doctorado le hice que le gustara el beso. A los segundos ella se alejó levemente. Con voz pícara le digo.

— Aunque seas una niña, sé que te gustó.

Le dije, metí mi mano en mi boca, el dedo lo guié a mi pecho y me apagué. Un poco de humo salió de mi pecho. En ese raro momento, en mi mano izquierda, unas especies de runas se marcaron.

Alcé mi mano izquierda completamente extrañado y exclamo.

— ¿Me está marcando?... ¡No soy una puta vaca! ¡¿Qué carajos mierda pasa?!

Me puse de rodillas mientras sostuve mi mano izquierda, el dolor era fuerte… pero mentí, no sentía nada.

— Eso demuestra que me perteneces, el dolor se pasará.

Me levanté mientras las runas seguían marcándose y digo.

— En realidad mentí, eso no duele. Duele cuando te atraviesan el pecho con una puta espada.

Saqué de mi espalda mi katana. La chica se quedó algo asustada, el profesor iba a usar su báculo para pegarme, pero me adelanté a eso y me clavé la katana en el pecho.

— Mierda, esto duele…

— ¡ESTÁS DEMENTE!

Gritó la chica chicle. El profesor, por el shock se movió rápidamente al frente mío.

— ¡Señorita Montmorency ayúdeme, trataré de quitarle la katana!

— ¡Sí profesor!

Los estudiantes se veían completamente asustados, había un gran reguero de sangre el cual salía de mi pecho a borbotones. El profesor con la estudiante de pelo rubio y tornillos se acercaron, cuando lo hicieron… agarré el mango de la katana y me la saqué como si nada.

— ¡ESO SÍ ES SENTIRSE PUTAMENTE VIVO!

Exclamé mientras la sangre salía de mi boca. El profesor llegó a la par de mí junto a la estudiante, este trató de sentarme en el suelo. Me abstuve y le digo.

— Ya calvito, ahorita me regenero, no es nada.

Al momento que dije eso mi pecho comenzó a cerrarse por sí solo. Esto dejó sorprendido a todos.

— ¿Cómo?

Dijeron la gran mayoría de estudiantes, la especie de calvito, amante de los bates de metro y medio, se quedó completamente anonadado. Moví mi cuello y se escuchó un fuerte crujido, hice lo mismo con mis demás articulaciones. La chica rubia se quedó… bueno, eso era ilógico para ella o ellos…

— Quiero respuestas, porque mi mente solo tiene preguntas.

En ese momento mi estómago sonó fuertemente. Todos se quedaron con cara de qué diablos.

— Primero debo calmar el león, ¿alguien sabe dónde hay comida? No he comido desde ayer u hoy o no sé, puta debí comerme a mi maestro serpiente antes de matarlo y enterrarlo.

— ¡Eh!, ¡¿qué dices?!

Exclamó la chica peli rosa que no había dicho nada desde hace rato.

— Dije que tengo hambre, no me hagan comerme a alguien… bueno, matarlo y luego comerlo.

Dije con gran naturaleza, el profesor se quedó algo confundido, pero se me quedó viendo completamente, como si me leyera. Noté como una chica, de entre el público me miraba fijamente. Al sentir su vista fija volteé y la vi fijamente. Era una chica de pelo azul corto con un gran báculo. Tuve un raro sentimiento al verla.

— ¡Clase, están libres!

Gritó el calvito, tras decir eso los estudiantes comenzaron a volar. La chica pelo chicle se acercó hasta mí y jala mi manga.

— ¿Qué pasa bebé?

— No me digas así, vamos a mi habitación para…

— ¡Wow, wow!... En primera tú me besaste y segunda, lo lamento querida, no tengo sexo con niñas de 12 años.

La chica de chicle se sonrojó fuertemente. Esta golpeó mi espinilla con gran fuerza y me reclama.

— ¡NO SOY UNA NIÑA PLEBEYO! ¡TENGO 16 AÑOS!

No me moví por el golpe, no quería ser cruel, pero no pegaba fuerte.

— Bueno… en primera me llamo Naruto y no soy plebeyo, mi padre y madre eran algo así como príncipes.

Con solo decir eso Louise se puso completamente azul…

— ¡¿ESPERA?! ¡¿QUÉ?!

— Tengo hambre, lléname el estómago y hablamos más.

Comencé a caminar por donde se fueron volando los estudiantes. La chica chicle me comenzó a seguir.

— ¡Espera Naruto!

La chica Louise me llevó a su cuarto, me senté en su cama y ella me ve de manera rara.

— Que quede claro, no tendré sexo contigo.

Le dije, ella gruñó un poco, se recompuso y me ve fijamente.

— Quiero saber, ¿quién eres?

— Soy Naruto Uzumaki, soy una especie de cazarrecompensas. Voy yo, ¿dónde estoy?

— Estás en Tristain. En el continente de Halkeginia. ¿Tus padres eran reyes, cierto, exactamente qué cargo?

— Según lo que me contó el tipo que me secuestro cuando tenía 1 año de vida era una especie de hokage, él lideraba uno de los países más poderosos del continente elemental.

— No conozco ese lugar, seguro es un lugar que no se ha descubierto… ¡¿Fuiste secuestrado?!

— Sí. La última pregunta.

— Bien, ¿por qué te clavaste esa katana y te regeneraste?

— Son 2 en una… no importa. El hijo de puta que me secuestro experimentó conmigo y me dio esa habilidad tan rara. Voy yo, ¿qué hago exactamente acá?

— Fuiste traído por la invocación del familiar, las runas lo prueban. Ahora eres mi familiar.

¿Acaso le pertenezco? Reí un poco y le digo.

— No soy una mascota niña, soy un maldito asesino. Ayer u hoy, o hace unas horas maté al causante de que mi vida fuera una mierda. Le clavé mi katana en todo el pecho, le corté la cabeza y enterré el cuerpo.

Con total normalidad hablé, Louise se quedó algo extrañada por eso, como si matar fuera algo normal en mí. Solo asintió.

— Hagamos un trato Naruto, sé mi familiar y seré tu amiga en cada momento.

— ¿Me besas, me golpeas, intentabas tener sexo conmigo y ahora quiere ser mi amiga? ¡Tienes un trato señorita chicle, ha contratado a un alto calificado cazarrecompensas!, pero no seré familiar, solo amigo.

Sujeté la mano de la chica y la agité, noté su sonrisa, como si me hubiera atrapado. Cuando estaba a punto de acabar el saludo la atraigo hacia mí y la miré cara a cara. Con voz pícara le digo.

— Escucha esto querida y amada Louise… ¡Si me jodes, te jodo! ¿Capichi?

La chica solo atinó a asentir levemente, así que la acerco más a mí y le digo de nuevo.

— ¿En serio no quieres hacerlo?

La expresión de susto de Louise, de hace unos momentos, cambió por una de furia. Sin yo verlo esta golpeó…

— Las joyas de la corona noooo…

Sí. Louise tiene un puño sólido y lo ha probado contra mis bolas.

— Seré tu amiga, no tu amante.

Me dijo Louise mientras tanto yo me sobaba las bolas en la cama de la chica.

— Sabes el dolor de bolas es lo peor, ustedes las mujeres se quejan de que parir es feo, pero siempre quieren intentarlo una vez más.

— ¿Y eso a qué viene Naruto?

— Nunca he oído a un hombre decir, ¡ey!, ¿sabes? Tengo ganas de que me golpeén las pelotas.

La chica pelo de chicle rió un poco. El dolor comenzó a detenerse, pero jamás volvería a insistir en algo así, ella es una mini Karín con un buen puño.

— Ya se me detuvo el dolor, Louise, ¿podemos comer algo o debo asesinar y comerme a alguien?

— Ya, tranquilo. Iremos al comedor, le explicaré la situación al director.

Mi estómago rugió de nuevo.

— Es hora de comer como cerda…

Respiré fuertemente y exhalé de igual manera.

— Esta noche me manosearé.

— Ok…

Entramos al comedor, había mucho cabrón con capas… ¿acaso era una asociación de inadaptados? ¿Acaso no saben lo malo que es la capa? Nos dirigimos a la segunda mesa, solo seguí a Louise, esta se sentó cerca de un chico rubio, no tan guapo como yo. Una chica peli azul y otra muy bien desarrollada.

— Siéntate Naru… ¡NARUTO!

— Hola hermosas, tan guapas y adictivas como el chocolate. Soy Naruto Uzumaki, el amor de todas las mujeres.

Hice un poco de magia y en mis manos aparecieron unas rosas, 2 si somos exactos.

— Una para la bella dama de pelo de rojo y otra para la peli azul.

Entregué ambas rosas a cada chica, la de pelo rojo hizo una mirada pícara mientras la otra era indiferente a la situación, aunque de igual manera aceptó la rosa.

— ¡NARUTO!

Gritó Louise. Solo me volteé indiferente a ella.

— ¡¿Qué quieres cabeza chicle?! ¡¿No ves que trato de socializar con 2 chicas hermosas?!

La chica pelirroja rió un poco, hay que recalcar algo ella era la más desarrollada del grupo. Louise rechinó los dientes molesta, sé que hubiera hecho algo más si yo no fuera una especie de "amigo".

— Ja ja, tu familiar no te hace caso.

— Wow, wow, para el pinche carro copia de Lindsay Lohan. No soy su familiar solo soy una especie de amigo familiar… ya me hice bolas.

Louise decidió responder ante la burla de la chica.

— Aunque no lo creas, él es mi familiar y mi amigo.

— Sí. Eso soy. Soy Naruto Uzumaki un cazarrecompensas inmortal o algo así… debí prestar más atención a mi maestro antes de… bueno no importa. Lo único que importa es que ahora conviviré con ustedes hermosas.

— Genial, otro Guiche.

Dijo la chica de pelo rubio en tornillos, esta está a la par de un chico rubio, como dije anteriormente, no tan guapo como yo.

— ¿Tú eres el de la piedra?... discúlpame, cuando vi el portal lancé lo primero que tenía a la mano y era una piedra.

En eso el chico se levanta y me mira de frente. Trató de intimidarme.

— Entonces… ¿tú fuiste el imbécil?

Me le puse de frente y le miré de igual manera.

— Sí. Fui yo, ¿qué me harás cabrón?

— Guiche cálmate, está disculpándose.

El chico miró a su amiga y solo suspiró y se sentó.

— Es la mejor decisión de toda tu vida…

Susurré, me acerqué hasta Louise y me senté a la par. Guiche se veía molesto, como si quisiera decirme algo, pero decidió callar. A la par mía estaba la chica de pelo rojo y a la par de ella la chica peli azul.

— Naruto, ¿cierto? Yo soy Kirche la ardiente y mi amiga es Tabitha.

— Mucho gusto hermosas. ¿Qué comeremos? ¿Ardilla asada, oso pardo término medio o pescado?

— Louise, ¿para qué trajiste a tu familiar a comer con nosotros?

Preguntó Guiche muy molesto, decidí responder.

— Louise, ¿por qué te sientas a la par de un enano con peinado de príncipe pobre?

Ese comentario no le agradó en nada a Guiche.

— Estúpido plebeyo.

Susurró, me tuve que sostener las ganas de romperle su puta madre. Nos servimos algo para comer, simplemente me comí gran parte de la comida de toda la mesa.

— ¡Ay Dios! Siento como si me hubiera comido un león.

Seguíamos en la mesa, aunque la gran mayoría de personas en el lugar no creían la inaudita escena de comida. Arrasé con el lugar, dejé migajas tan chicas que hasta para un ratón son difíciles de encontrar.

— ¡No solo un león, sino que casi te comes la mesa y a Malicorne! ¡¿Comes mucho?!

Respondió Louise completamente sorprendida.

— Lo que pasa es que no comí ayer u hoy o en esas horas… tenía mucho pinche hambre.

— Si sigues así la Zero no podrá mantenerte ja ja ja…

— ¡Cállate Zerbst!, eso no te importa.

— Sí. Lo que importa es el postre. ¡CAMAREROS, CAMARERAS, APRESÚRENSE QUE TODAVÍA HAY CAMPO!

Grité, la mayoría de alumnos comenzó a reír con gran fuerza y Louise trató de esconderse debajo de la mesa. Esto no sería tan malo, buena comida y me mantienen. ¿Qué más se puede desear?... Así, una novia. Pero eso lo dejaré para otro momento, ahora lo que necesito saber es, ¿dónde putas estoy? ¿Y por qué siento la presencia de mis amigos muy, pero muy lejana? Es como si los de acá no tuvieran chakra, es raro, pero me vale madres. Comeré, me ducharé y me manosearé esta noche, porque me lo merezco.

Parte 2. Pelea.

Louise y yo nos dirigimos a su habitación, ya era de noche… aunque cuando Louise trató de obligarme a dormir en un poco de paja me alteré.

— ¡NO es NO! ¡NO DORMIRÉ EN UN POCO DE PAJA!

— ¡¿Pe-pero, dónde lo harás?!

— En tu cama.

— ¡Yo soy el maestro, obedece mis órdenes!

— ¡Chúpame los huevos!

Me tiré en la cama de la chica y me comencé a quitar la ropa, la chica apartó su vista, solo quedando así en calzoncillos. Coloqué la ropa sucia en el borde de la cama.

— ¡¿Qué significa esto?!

— Es ropa sucia y hay que lavarla.

Le respondí al instante, ella gruñó y vuelve a exclamar.

— ¡Eso no me importa! ¿Por qué en mi cama?

— Ves otra acá, ahora cállate y duerme. Prometo no tocarte, además no hay mucho donde agarrar, tiene más carne una ensalada de frutas.

La chica se puso tan roja, pero se calmó a los instantes. Esta se comenzó a quitar la ropa al frente mío.

Un buen striptease.

Pensé, la chica se quitó su gabacha y capa; así se dirigió hasta su ropero. Hasta que se volteó y me vio. Le alcé un pulgar y le digo.

— Cuando seas más mayor tendrás un cuerpo de envidia.

Ella tan solo suspiró, y se cambió. Me extrañó que no se preocupara porque yo lo mirara desnuda o solo le valía verga.

Al despertar me di cuenta de algo, dormí como un bebé. La cama era exquisita y quería seguir más, la madre que me parió, amo este lugar. Me puse en el borde de la cama y miré la ventana, todavía era temprano, al menos las 11 de la mañana. Observé que en la mesita había una nota con un destinatario… en ese momento tuve otro problema, no sabía qué decía, eso estaba escrito en otro idioma.

— Puta, más pinches barreras de mierda… al carajo, me iré a bañar y luego veré que haré.

Salí del cuarto y me dirigí a las posadas de los nobles, me metí sin más y me bañé. Cuando salí me alisté y fui en búsqueda de Louise, aunque de camino agarré un plato de comida del comedor y me lo llevé. Mientras caminé me topé con varios profesores y les pedí que me dijeran donde se encontraba Louise. El primero me lo dijo y también su ubicación. Con las instrucciones logré llegar a una torre, la de tierra. Entré sin más.

— Muy bien dicho. Eso son los 4 elementos…

En una especie de pódium se encontraba la profesora, era una señorita rechoncha, algo ruca. El lugar tenía asientos que ascendían, era como una universidad.

— Disculpa… ¿quién eres?

Pidió la profesora, sostenía un plato en mi mano izquierda. Agarré un pedazo de pollo y lo comencé a comer.

— Soy el cucu, señorita Paquita la del Barrio. Vine a buscar a una chica emm… enana, lleva pelo chicle largo y es algo plana.

— ¡NARUTO!

— ¡Oh!, esa es. ¡HOLA LOUISE, NO SABÍA QUE LA CANTANTE PAQUITA LES DABA CLASE!

Noté como las mejillas de la chica se volvían rojas, debía estar muy avergonzada. Caminé hasta ella y me senté a la par.

— Te dejé una carta.

Me susurró Louise, de mis pantalones saqué la nota y la coloco en la mesa.

— Aprende a escribir, no sé qué dice. Parece que un chimpancé hubiera agarrado un boli, una hoja y se hubiera cagado encima y escribiera… por cierto, no sé leer ese idioma.

— ¿A qué te refieres?

— Yo sé escribir en hiragana y katakana; también kanjis, pero es diferente.

Comenzamos a charlar en bajo, la profesora siguió de igual manera la clase. Hasta que se cansó y llamó la atención de Louise.

— ¡Señorita Vallière! Si habla tanto en mi clase pase al frente y realice el hechizo.

Noté como la expresión de la chica cambió como por una de tristeza, mi humano interior se quiso humanizar.

— ¡Paquita! Louise solo está siendo mejor maestra que vos y me ayuda con mis cuestiones, así que… ¡DÉJELA EN PAZ O CREARÉ UN AGUJERO COMO EL HOYO EN SAN ANTONIO!

Me levanté de mi asiento, la profesora retrocedió un poco, noté su miedo, nadie le hablaría así a una profesora, nadie, solo yo. Louise levantó un poco la cara y me miró, era como si yo fuera su rayo de esperanza. La profesora se recompuso, carraspea y dice.

— ¡Señorito familiar! ¡Detenga ese vocabulario o…!

— ¡¿O QUÉ?!

Le pregunté al instante, ella se detuvo y se calló. Tan solo prosiguió con la clase con normalidad, me volví a sentar de nuevo y en voz baja digo.

— Por eso odio su música. Solo la de rata de dos patas me gusta.

— Gracias Naruto, pero no lo hagas de nuevo, podrías meterte en problemas.

— Es mejor que tener una vara en el culo, ¿acaso aquí son todos prepotentes?

— Son solo nobles.

— De donde vengo los nobles solo son de la familia real y ni siquiera tienen poder. Los hokages son mil veces más fuertes y luego están los comerciantes o plebeyos. También los genin, chunin y jonin.

— Debes explicar mejor eso.

— Son ninjas… es como la cadena alimenticia.

Seguimos hablando en voz baja por el resto de las clases, hasta que esta acabó y nos dirigimos a un jardín. Según Louise era una especie de fiesta, tendrían toda la tarde libre para que conocieran a sus familiares y formaran lazos.

Ahora mismo me encuentro en una especie de mesa, al frente mío están Kirche y Tabitha. La primera era rodeada por un montón de chicos y la otra solo leía y ocasionalmente me miraba. Debía ser muy irresistible.

— Naruto, ¿no vas a comer algo?

— ¿Acaso quieres engordarme para las pascuas?

— No seas tonto.

Agarré el pastel y lo comencé a comer. La lagartija de Kirche se acercó a mí.

— Giru.

Dijo la lagartija cuyo parecido era el de charmander.

— ¿Qué quieres charmander?

— Giru.

Dijo y se fue.

— Te regeneras, ¿por qué?

Alcé la vista, noté como al frente de mí estaba la chica peli azul, aún sostenía su libro, pero estaba parada y me veía fijamente. Solo suspiré y decidí responder.

— Un hijo de mil putas me secuestro y jugó conmigo como en el simulador de cirugías. Al final quedé con una habilidad completamente regenerativa. Me corto un brazo y me crece a los minutos, pierdo la cabeza y me crece, bebo alcohol y no puedo embriagarme. Es un martirio.

— ¿Puedes usar esa habilidad para algo más?

— ¿Te refieres para curar?

Ella asintió, prosigo.

— Puedo, pero las pocas veces que la he usado he quedado en coma por semanas. Pero ahora soy más fuerte y guapo, seguro me recuperaré a los días.

— Interesante.

— Mira esto.

Coloqué mi mano en la mesa, la azoté tan fuerte que llamé la atención de todos los de la mesa. Saqué un cuchillo, Louise y Kirche se asustaron; los pretendientes de la chica quisieron vomitar por lo siguiente. Si más pasé el filoso cuchillo por mi mano y la corté. Mi mano derecha había sido quitada de su lugar y la sangre salió volando por todos lados.

— ¿Ves?, ya no tengo mano derecha.

— ¡ESTÁS LOCO NARUTO! ¡¿TE HAS AMPUTADO LA MANO DERECHA?!

Louise y Kirche estaban asustadas, pero Tabitha aguantó. Como si eso fuera normal y solo se quedó viendo mi mano derecha. Louise completamente asustada agarró su capa y la envolvió en mi mano para detener el sangrado.

— ¡NO…! ¡NO… ¡ ¡TE PREOCUPES, ESTARÁS BIEN! ¡DOCTOR! ¡OCUPO UN DOCTOR!

Me conmovió un poco lo hecho por Louise, ella estaba casi al borde de las lágrimas por mí. Kirche solo entró en shock. Los estudiantes alrededor de Kirche salieron huyendo o vomitaron lejos.

— Louise…

— ¡YA NARUTO! ¡PRONTO ESTARÁS BIEN!

— Louise…

— ¡UN MALDITO DOCTOR, DIABLOS!

— ¡LOUISE! Me acaba de crecer una mano.

Des enrollé mi mano de la capa de Louise y ahí había una mano, pero de bebé.

— ¡¿QUÉ DIABLOS?!

Kirche solo se derrumbó en la mesa. Louise agarró mi mano y la comienza a observar.

— ¡Es una mano de bebé!

Afirmó y solo le asentí.

— Mi factor regenerativo, como lo ves Tabitha, es muy acelerado. No importa si pierdo la cabeza, pues me crecerá otra, no importa si me queman, pues volveré a la normalidad en segundos y por último, tengo súper pene.

Louise se levantó de la mesa y rápidamente se limpió las lágrimas.

— Cabrón, lloré por ti.

— Y te lo agradezco Louise, prometo hacer un buen papel como amigo. Ahora que lo pienso… ¿me pregunto qué se sentirá masturbarse con esta mano tan chica?

— ¡NO HAGAS ESO ACÁ COCHINO!

Gritó Louise lanzándome té hirviendo a la cara.

— Eso duele.

— Te las apañarás.

— ¿Qué opinas Tabitha?

— Genial.

— Bueno, me iré a masturbar. Quiero probar esta mano debe sentirse muy grande…

Pero en eso que me levanté escuché unos raros gritos y una fuerte bofetada. Me acerqué donde la gente se reunía y observé como ese tal Guiche había sido abofeteado por la chica Montmorency.

— ¡MALDITO!

Le dijo la rubia tornillos. Louise y sus 2 amigas llegaron al instante a la par mía. Reí un poco al ver como Guiche fue golpeado y grito, camuflándome de entre la multitud.

— ¡DALE CON LA SILLA!

Reí ante lo dicho y la chica se fue alejando dejando solo a Guiche, pero hasta ese momento lo noté. En el epicentro había una chica con un traje francés de limpieza. Tenía unas tetas, parecían almohadas, solo quería dormí… bueno. Guiche observó molesto a la chica y se le acercó.

Comenzó a gritarle, me molestó mucho, solo descargaba su furia. Pero lo que me molestó más fue que le alzó la mano… antes de que la golpeara desaparecí.

— ¿Oigan y Naruto?

— Mira al frente Louise.

El golpe fue detenido por mi cabeza, detrás de mí estaba la chica magumbos. Miré fijamente a Guiche, esos ojos de furia, inconcebible era su actuar.

— ¿Te sientes muy hombre por golpear a una mujer? ¿Golpéame a mí mejor hijo de puta? Maldito hijo de perra.

Guiche tembló levemente, alejó su puño de mí con un poco de temor y me grita.

— ¡¿Qu-qué haces plebeyo?!

— ¿Sabes?, de donde vengo me llaman "El asesino amarillo". ¿Te gustaría comprobar por qué?

Con mi pierna derecha pateé como si fuera una puerta a Guiche. Por el golpe este cayó al piso de trasero.

— Vuelve a intentar golpear a una mujer y te cortaré los testículos y te los daré de comer. ¡¿ME OÍSTE?!

Guiche se veía frustrado, este se levantó con rapidez del suelo y me mira fijamente con rabia.

— ¡Te reto a un duelo!

— Acepto. Te golpearé tan duro que mis nudillos se volverán parte de tu cabeza golpeada, sos una mierda.

— En el jardín vastri en 10 minutos.

— Te veré ahí, si gano te disculparás con la chica y si pierdo haré una cosa que me digas.

— Acepto.

Sin más el chico agitó su capa y se fue, sus amigos le siguieron de cerca. Sin querer esperar más le comencé a seguir. Louise, Tabitha y Kirche me siguieron. Louise trató de detenerme, qué no debía pelear con un noble, porque blah blah.

Llegué al jardín, detrás mío estaban las chicas y al frente mío Guiche. Este me miraba de manera retadora y por debajo. Le iba a borrar esa sonrisa a punta de golpes.

— Me alegra que no te retractaras…

— Sí, sí, deja de rellenar esto o se hará más largo de lo necesario. Solo di las reglas y pelearemos.

Noté como eso molestó a Guiche. Este sacó de sus pantalones una especie de ramita de árbol y la agitó. Del aire salió una especie de espada de madera y me la lanzó.

— Será tu arma.

La espada estaba en el suelo delante de mí, la miré y sin más la pisé y la rompí. Miré con enojo a Guiche.

— No ocupo un arma, yo soy un arma, peor que las mismas bombas.

Me puse en posición de combate de taijutsu. Guiche guardó su varita y agarró una rosa falsa y la lanzó al cielo. Eso hizo que la rosa se convirtiera en una especie de valkiria de bronce… no es que yo sepa, es que lo dijo Guiche, solo que me da pereza escribirlo.

— ¿Así que te ocultas detrás de una muñeca por qué no te quieres arruinar la pedicura?

— Yo soy un mago, no pelearé de una manera tan arcaica.

La valkiria se puso a unos metros de mí. Solo suspiré y miré a mi contrincante falso. En un borrón de velocidad desaparecí y reaparecí detrás de la valkiria, con mi puño izquierdo atravesé la espalda y pecho de ella. Esta se derrumbó al instante.

— Es una muñeca muy débil.

Señalé a Guiche y le dije mientras hacía una risa maléfica.

— ¡Ahora vas tú! ¡Buajaja!

Comencé a caminar hasta Guiche, pero este sacó rápidamente más rosas y las lanzó al cielo. Más de 7 valkirias aparecieron y 2 cubrieron a Guiche.

— Estás en serio ¡PUTAS HABLANDO! ¡ENFRÉNTATE COMO UN HOMBRE LO HARÍA!

De mi espalda saqué mi Katana y me lancé al ataque. Un corte aquí, otro allá y acullá.

— ¡TOMA Y NO SE LEVANTEN!

Le grité a las valkirias cuando las acabé, me acerqué hacia las últimas 2 restantes. El chico estaba aterrado, cada valkiria que lanzaba eran destruidas con facilidad. Las 2 últimas se abalanzaron sobre mí, sin dificultad giré sobre mí mismo y destruí ambas.

— Es imposible…

— No, imposible es saber cómo te salvarás de la paliza que te daré cabrón.

Comencé a caminar hasta Guiche, este solo comenzó a retroceder.

— No corras Guiche. Papi está acá y te viene a bendecir con una santa putiza.

— Por favor… ¡Piedad!

Guiche se tropezó con una roca y cayó de espaldas. Este se giró y trató de levantarse a 4 patas.

— Ni ese bonito culo te salvará, te azotaré como en el juego "Lord de esclavas".

Llegué hasta donde Guiche y con una fuerte patada en su estómago lo mandé a volar hasta el otro lado del ring, justo donde estaban Louise, Tabitha, Kirche y la señorita a la que trató de golpear. Claro que por el golpe Guiche perdió todo su aire y tosió fuertemente. Un poco de bilis escupió, me acercaré más y lo asustaré, ¿qué puedo decir, soy un sádico?

— ¡AQUÍ ESTÁ NARUTO!

Grité mientras me tronaba fuertemente los nudillos.

— Por favor… no me… golpees… me rindo…

— Lo lamento Guiche, al Dios que sirvo, que se llama venganza pura y dura, no toleraría si no te golpeo como Dios manda.

— ¡Por favor!

Guiche se puso de rodillas y comenzó a pedir piedad. Sonreí maléficamente y me acerqué todavía más. Cuando estuve lo más cerca posible lo empujé con mi pierna derecha y este cayó de espaldas nuevamente. Rápidamente salté sobre su cuerpo y me senté en su estómago, Guiche se cubrió la cara con sus manos y comenzó a temblar.

— Sabes Guiche.

Le susurré.

— Ayer mismo me senté sobre mi maestro de esta manera, le pedí unas cosas muy importantes y no las acató. ¿Sabes qué hice?

— No… por favor no pegues, soy solo un tonto chico que tiene suerte con las mujeres…

— ¡¿SABES QUÉ HICE?!

Le grité, él me respondió temblando y asintiendo rápidamente.

— ¿Qué hiciste?

— Le clavé un cuchillo aquí… en su corazón. Sin conformarme con eso le corte la cabeza, enterré los restos… pero los desenterré, los oriné y los enterré de nuevo, solo que al revés. La cabeza la freí y la tiré a un lago de tiburones. ¿Quieres que te haga lo mismo?

Esto que yo le decía a Guiche nadie lo escuchaba, ya que lo hacía tan bajo que nadie podía escuchar.

— No… prometo cambiar.

— Sabes Guiche, tú y yo nos parecemos. Yo también tengo suerte con las mujeres, lo he hecho tantas veces que me faltarían dedos para contar. ¿Pero sabes en qué más nos parecemos? Que somos humanos y admitimos errores. Discúlpate con la chica, o me veré obligado a violarte con un palo de 3 metros.

Guiche asiente felizmente y me levanto de su estómago; lo dejo libre y este corre hasta donde estaba la chica con traje francesa. Se arrodilló y le pidió disculpas. Esta acepta sus disculpas. Aplaudo al ver eso y cuando acaba tan solo me voy.

— ¡Eso fue increíble Naruto! ¡Fue pam, pum y slash!

Sin tiempo que perder Louise llegó a la par mía, al igual que sus amigas.

— Eres muy fuerte Naruto.

Dijo en tono pícaro Kirche.

— Asombroso.

Tan solo susurró Tabitha.

— Saben… creo que me acostumbraré a este lugar, es más emocionante que de dónde vengo.

— Naruto, ¿dónde aprendiste a pelear?

— Cuando me implantaron genes regenerativos podía llegar al borde y seguir avanzando. Por más que me explotaba aguantaba y llegué a un punto que podía romper una roca con mis manos. Mi inteligencia se incrementó, tanto que poseo mente fotográfica.

Expliqué.

— Entonces aprendiste a pelear a base de recibir golpes y darlos a rocas, árboles y muchas cosas más.

— Algo así Kirche.

— En síntesis, él puede llevar su cuerpo a más del límite y superarlo con facilidad.

— Exacto Louise. Tengo súper regeneración, súper fuerza, súper inteligencia y súper pene.

— La última no importa.

Dijo Louise. Bueno, hoy peleé con un hijo de puta y lo puse en su puta madre. ¿Qué haré mañana? ¿Cogeré o seré cogido?

Parte 3. Coger o ser cogido.

Ha transcurrido una semana desde mi pelea con el enano rubio, no tan guapo como yo. Con eso me gané el respeto de la gran mayoría, como también hay rumores sobre que me ampunté la mano, aunque nadie les crea, o no sean rumores…

Cuando me desperté me di cuenta que estaba en la habitación de Louise la chica chicle y ella dormía a la par mía. Eran como las 4 de la mañana, escuché el silencio y me alteró levantarme tan temprano…

— ¡¿Qué?! ¡Ni los pájaros se han levantado! ¡No, Nooooo! ¡NUNCAAAAA!

Me dormí de nuevo y cuando me desperté debían ser las 5 de la mañana. Escuché una especie de ruido afuera, eran los pájaros ya cantando desde tan temprano.

— ¡Pinches pájaros, DUÉRMANSE ES BIEN PINCHE TEMPRANO, NO MAMES!

¿A este que mosca le picó?

Me volví a dormir y cuando me levanté ya eran por los menos las 7 de la mañana, el sol ya había salido y me molestaba.

— ¡Aaaaah!, ¿el sol? ¡QUÉ ASCO, QUÉ SE MATE!

Me tapé con la sábana y me dormí a los minutos. Me volví a levantar, ya Louise no estaba y solo se escuchaba el ruido de los estudiantes charlando y dirigiéndose a clase.

— Estúpidos chicos que van a la academia, ¡¿PARA QUÉ?! ¡ESTÁN BIEN PINCHES TONTOS TODOS!

Dormí un par de horas más y cuando me desperté ya no había ruido. Era perfecto, o bueno… eso creía. Me quité la sábana de la cara y miré la ventana.

— Podría levantarme… ¡PERO NOOOOO, NO QUIERO! ¡NUNCA!

Volví a dormir. Ya eran al menos las 11 y seguí recto. Necesitaba mi sueño reparador. Las horas siguieron avanzando y cuando me levanté, y por la posición del sol, debía ser la 1 de la tarde. Me levanté la cama y solo traía puesto un pantalón.

— ¡Empieza el día, temprano! ¡MÚSCULOS AL MÁXIMO! ¡AAAAAAAAAAAH!

Hice una pose con mis brazos y saqué a relucir mis grandes músculos, pero al cabo de unos segundos me metí de nuevo en la cama y me tapo con la sábana.

— Mejor dormiré un ratito no más, ¡NO MÁS!

4 de la tarde, fue la hora en la que Louise entró a la habitación y detrás de ella estaba Tabitha y Kirche. Abrí mis ojos y observé como el sol estaba más allá de lo normal, ya era bien tarde. Kirche y Tabitha entraron al cuarto y se sorprendieron al verme aún durmiendo.

— ¡Ya es bien tarde! ¡LOS ODIO!

Me levanté de la cama muy molesto y estaba a punto de lanzar el escritorio y la cama por la ventana cuando Louise me dice.

— Es hora de comer Naruto.

Kirche se acercó lentamente a Louise y le susurra.

— ¿Soportas esto todos los días?

— Solo una vez a la semana.

Fuimos al comedor sé que tiene nombre, pero no me acuerdo como se llamaba y ni me interesa. Comí, cuando acabé me dirigí a los baños de los nobles y me metí sin importar, y sin escuchar lo que me dijeran. Cuando me bañé me dirigí a la habitación de Louise, pero por el camino me topé con charmander.

— ¿Qué haces aquí charmander? Vuelve a tu pokebola, o tendrás problemas.

— Giru.

Entonces la lagartija con forma de charmander enrolló su gran lengua en mis piernas y me arrastró. Me dejé llevar, quería ver dónde me llevaba la lagartija, hasta que me di cuenta que era la habitación de Kirche.

— Déjame aquí charmander, yo sé que hacer.

La lagartija me soltó y sin más entré. El lugar tenía una luz baja y un aire romántico; en la cama, con un buen vestido traslúcido, estaba Kirche. Esta al verme se levantó y caminó de manera coqueta hasta mí. Sin más cerré la puerta, pero antes le digo a charmander.

— Si alguien se acerca usa lanzallamas.

Kirche siguió acercándose más, así que de mi pantalón saco mi reproductor.

— Espera nena, déjame poner un poco de música… esta será perfecta, careless whisper.

Comenzó a reproducirse la música, Kirche se desconcertó un poco, pero me siguió el ritmo. Me acerqué de igual manera a ella. Cuando me acerco le comienzo a bailar suavemente y conforme a la música canto.

— Me siento tan inseguro… mientras tomo tu mano y te llevo a la pista de baile.

— Qué galán. ¿Pero durarás tanto?

La acerqué más a mí, tanto que su respiración pegaba en mi cuello.

— Tengo un súper pene nena.

— ¡Oh!, ¿deberías usarlo?

Me susurró en mi oído y lo mordió suavemente. Nos fuimos acercando lentamente hasta que llegamos a su cama, la recosté y me empecé a subir suavemente… pero alguien tocó la ventana. Molesto caminé a la ventana y la abro.

— ¡¿QUÉ QUIERES?!

— ¡Este es el cuarto de Kirche, ¿qué haces aquí plebeyo?!

— ¡¿NO ES OBVIO?! ¡Estoy a punto de hacerlo con Kirche, así que lárgate antes de que te corte el pene y lo dé de ofrenda!

El chico sostenía una varita, lo cual le permitía flotar.

— ¡QUÉ INSOLENTE!

Hastiado y con rapidez le quité su varita, al instante este dejó de flotar y se agarró de la ventana.

— Estamos en un tercer piso, me pregunto si sobrevivirás.

— ¡PERDÓN, NO LOS MOLESTARÉ!

Le entregué la varita y cerré la ventana. Los dedos del tipo se cerraron junto a la ventana, dio un fuerte grito y cayó. Con eso listo me dirigí de nuevo a la chica.

— ¿En dónde estábamos… ¡ah, sí?!

Volví a mi antigua posición, acerqué lentamente mi cara a la chica, ella me dice.

— Espero que seas más bueno que los demás.

— No sabes mi experiencia nena… ahora, volvamos al lío.

Ella cerró los ojos… pero alguien tocó la puerta.

— ¡NO PUEDE SER!

Me levanté nuevamente y abrí la puerta, ahí se encontraban 3 tipos: uno con bombones, otro con rosas y otro con un regalo envuelto. Agarré cada regalo y les digo más que molesto.

— Se irán, y si vuelven les haré lo que no le hice a Guiche por mil… ¡CHARMANDER! ¡¿NO DEJES PASAR GENTE DEMONIOS?! ¡ESTOY TRATANDO DE…!

Cerré la puerta con fuerza. Coloqué los regalos en el piso, pero antes agarré los chocolates y los abrí. Con ellos en mano me dirigí hasta Kirche.

— Lo lamento Naruto, a este paso no nos dejarán.

— No te preocupes hermosa, come dulces, se los quité a un tonto en la puerta.

— Gracias.

Comenzamos a comer de los dulces y mientras tanto hablábamos.

— ¿No te molestas de tantos chicos que vengan a por mí?

— Una vez participé en una orgía, éramos 2 chicos y 6 chicas. El chico se retiró luego de hacerlo 4 veces y me quedé con 6 chicas solo. No me molesta Kirche, es solo sexo.

— Exacto, nada de sentimentalismos tontos, solo diversión.

Le asentí.

—… Espera, ¿6 chicas?

— Tenía 14 años y fue una loca experiencia.

Seguimos comiendo los dulces hasta que se escuchó un raro grito afuera.

— ¡AAAAAH SUELTA TU LENGUA DE MI PIERNA!

Esa era la voz de Louise, me levanté y corrí a abrir la puerta.

— ¡Charmander!, ya era hora que hicieras algo bien, pero suéltala.

— Giru.

Tenía un dulce en mi mano y se lo lancé a la lagartija.

— ¡¿Qué crees que haces Naruto?!

— Solo le di un dulce a charmander, nada malo pasará.

Por mi espalda llegó Kirche y me abrazó por detrás.

— Hola Zero.

— ¡Maldito perro!, ¡VETE A TU CUARTO O TE DEJARÉ SIN COMER!

Le puse mi dedo índice en la boca de Louise para callarla. Funcionó y con voz baja le digo.

— Tú no me mandas, es mi vida sexual y yo me tiro a quién sea.

Louise alejó mi dedo índice de su boca y molesta dice.

— Me da igual con quien lo hagas, ¡pero no con Kirche!

— Kirche, ¿tienes una enfermedad venérea?

— ¿Vene qué?

— ¡NO! Ella es enemiga de mi familia, deberías comprenderlo Naruto.

Comprendí porque el raro odio entre estas 2 así que decidí tomar una posición.

— Ok. No sé qué problema tuvieron sus familias, y no me importan en lo mínimo. Así que esto se arregla simple, me iré a un burdel y lo haré con alguien de allá.

Louise se pegó la palma derecha en toda su cara y Kirche solo abrió sus ojos completamente anonadada.

— ¡Ese no es el problema Naruto…! ¡¿Sabes qué?! ¡Haz lo que quieras!

Dijo Louise y esta se fue. Solo suspiré, cuando una chica decía eso significaba, ¡hazlo y te rompo la puta madre! Me despedí de Kirche.

— Bueno querida Kirche, aparentemente el universo no quiere ningún romance exprés nuestro. Buenas noches.

— Buenas noches guapo.

Me acerqué a Kirche y le di un beso en la mejilla. Me fui en búsqueda de Louise. La seguí de cerca, cuando entró a su cuarto entré detrás de ella.

— ¡Louise, ya vine!

La chica tan solo se giró y me vio de manera extrañada, como si hubiera visto un fantasma.

— Veo que me hiciste caso.

— No es por eso, es más bien porque no quiero armar una más rara relación con Kirche y tú.

Louise solo suspiró y se sentó en la cama.

— Mira, aceptaría que hicieras eso con cualquier otra, pero recuerda que en este mundo tú eres parte de mí. Si haces algo malo me caerán los problemas, soy como tú encargada…

— Comprendo, solo no te molestes, ¿ok? Recuerda que ahora yo me encargo de tu vida y tú te encargas de mí.

— Entiendo.

— Prometo no tener sexo con Kirche, pero lo haré con alguien más…

— Lo acepto. Mejor ven y acuéstate, mañana será otro día largo.

Solo asentí, aunque no estaba cansado. En ese momento comenzó a temblar fuertemente, tanto que Louise cayó al piso. Logré sostenerme, pero el movimiento seguía, ya llevaba 10 segundos, unos segundos más y acabó de manera súbita.

— Eso no fue un temblor…

— Diablos, sentí que se iba a derrumbar todo… ¿qué quieres decir con qué no fue un temblor Naruto?

— Los temblores cesan levemente y esto fue explosivo.

Corrí hasta la ventana y se sintió otro temblor, igual de explosivo, pero menos duradero. Observé cómo a lo largo se levantaba un gran humo de escombro.

— ¡ESTÁN ATACANDO LA ACADEMIA! O alguien odia a un profesor demasiado.

Louise corrió hasta donde mí y observó lo que decía. Se quedó muy sorprendida viendo lo que pasaba. Abre su boca y la cierra al instante.

— En ese lugar está ¡EL BÁCULO DE LA DESTRUCCIÓN! ¡ESTÁN ROBANDO EL BÁCULO DE LA DESTRUCCIÓN NARUTO!

— ¡¿Eso se come?! Suena como un consolador con función explosiva, o más bien parece… voy a dejar de decir chistes malos.

Louise me agarra de las mangas y me obliga a verla cara a cara. Se veía molesta, esto debía ser muy enserio.

— Si roban el báculo se desatará una guerra, es muy poderoso, la academia debe recuperarlo.

Miré detrás de Louise y veo el escombro. Tan solo doy un largo suspiro, trueno mi cuello y mis demás articulaciones. Veo a Louise y le digo completamente decidido.

— ¡Es hora de asesinar al prójimo!

— ¡Nada de matar!... Solo que yo corra peligro.

— ¡Hora de golpear al prójimo!

Abro la ventana de la habitación y me acercó a Louise, tan solo toco su hombro y en un borrón de velocidad desaparecemos.

Parte 4. Enterrando al ladrón cabrón.

Cuando reaparecimos nos encontrábamos al frente de un gran gólem de piedra. Detrás de esa cosa estaba la torre, y en la puerta ya no había puerta, solo había un gran agujero.

— ¿Dentro de esa torre está el báculo Louise?

— Emm si… ¿pero cómo llegamos tan rápido?

— Se llama magia, o cuerpo parpadeante. Bueno, escucha Louise, mantente alejada, yo me encargo del ladrón.

La chica solo frunció el ceño, creo que no le gustaba que la dejara fuera de la acción.

— ¡No!, no te dejaré hacer esto solo Naruto.

— Confía en mí.

Louise iba a decir algo más, pero el gólem se acercó muy peligrosamente. Noté como en el cielo había una especie de dragón, acomodé mi vista y vi que era Tabitha. Agarré a Louise y salté, el gólem rompió el suelo donde solíamos estar. Mi salto fue tan alto que llegué al dragón de Tabitha.

— Gracias por llegar, ocupo apoyo aéreo, y una buena pieza también.

La chica, con su monótona forma de ser tan solo asintió levemente. Louise se levantó molesta e iba a reprochar mi actuar, pero sin más solo salté hacia el gólem en picada. Conforme caía y me acercaba al gólem decidí levantar mi mano derecha.

— ¡ESCUCHA PIEDRAMON, VAS A MORIR HOY!

De mi mano derecha creció una esfera azulada.

— ¡CHÚPATE ESTA! ¡RASENGAN!

Toqué el gólem con mi esfera y sin más comenzó a temblar, hasta que en unos segundos más este explotó. Con una roca, del gólem, me impulsé y di un gran giro y caí de manera perfecta.

— ¡Y LOS JUECES DAN 10, 10 Y 10! ¡EL PÚBLICO GRITA DE EMOCIÓN!

Del cielo bajaron Tabitha y Louise montadas en un dragón.

— ¿Y el ladrón?

Preguntó Louise.

— ¡Diablos! Ok, de eso me encargo yo.

Puse mis dedos en cruz y solo exclamo con gran fuerza.

— ¡Multiclones!

Alrededor de 11 copias de mí, igual de guapas, estaban en el lugar. Louise solo abrió la boca completamente incrédula. Justo en ese momento, de la torre, una especie persona encapuchada brincó, esta trató de dejarnos atrás. Pero no contaron con mi astucia, pude ver todo en cámara lenta, al igual que mis clones. 3 se lanzaron y lo interceptaron; esta volvió a la gran entrada. El tipo llevaba un gran estuche en su espalda, escuché como gruñó.

— Lo lamento, deja solo el báculo de la penetración en el suelo y prometo darte trato preferencial VIP con golpiza incluida.

El encapuchado sacó una especie de varita, pero esta salió expulsada por una fuerte corriente de viento. Miré detrás de mí y solo vi a Tabitha con su báculo al frente.

— Eres un amor Tabitha, gracias.

Miré ahora al ladrón. Alcé mi mano derecha y esta explotó, en mis manos tenía una especie de pistola 9 mm con lucecitas. Rápidamente la apunté al encapuchado.

— Deja el báculo en el piso o dejaré que Louise te explote. Ella es como una bomba casera andante.

Louise se puso a mi derecha con la varita alzada y apuntando al encapuchado.

— Y si te mueves… mis clones se divertirán.

Mis clones, todos rodeaban al encapuchado, estaba completamente atrapado. Pero de manera increíble esta fue tragada por la tierra, cuál minero de ese juego móvil cash royal.

— ¡TE LO DIJE!

Lancé mi pistola al aire y con mis manos realicé los sellos necesarios. En ese justo momento llegaron los profesores y el director.

— Jutsu estilo de tierra: ¡Doble suicidio decapitador!

Con mi mano izquierda agarré la pistola y simultáneamente enterré todo mi cuerpo en la tierra y fui en búsqueda del tipo cuál topo. Pasaron al menos 10 segundos hasta que lo encontré, salí de la tierra, y dejé al tipo completamente enterrado con solo su cabeza afuera. En mis manos tenía el estuche del báculo. Me di cuenta de algo, que al frente mío estaban los profesores y detrás estaban Louise y Tabitha. Ambas corrieron hasta llegar a la par mía.

— ¡Llegaron temprano!... tarados.

Susurré lo último, noté cual era el director, el viejo barbón con aires de Dumbledore y Gandalfr. Le di el estuche a Louise mientras miraba de manera fija a los profesores, no confiaba en lo más mínimo de ellos. Me agaché y le quito la capucha al tipo… o tipa… si era una chica. Esa no la vi venir. Para eso Louise ya le había dado el báculo a Dumbledore, pero al ver a la chica este exclama sorprendido.

— ¡¿Señorita Longueville?!

— Una chica linda. Diablos, yo que pensaba torturarlo. Pero sería muy sexista, ¿o sería más sexista no golpearla? ¡La línea es muy puta delgada!

— Diablos…

Un maestro, de entre ellos, se acercó y me dio la mano. Era el calvito de aquella vez.

— Gracias señorito familiar.

— Tengo nombre calvo, soy Naruto ENP. Yo no sé ustedes, pero quiero ir a manosearme. Me lo merezco, adiós cabrones.

Me alejé y solo alcé la mano en despedida.

Al ser de mañana tuve que ir a la dirección, solo lo hice por Louise, la cual dijo que me daría una gran comida de reyes si atendía. Así que es por eso que estoy en la oficina de Dumbledore Osmond. No solo estábamos Louise y yo, también estaba Tabitha.

Me tocó explicar toda la situación y todo lo que hicimos.

— Y entonces fui detrás de un árbol y me bajé los pantalo…

— ¡No cuentes esa parte Naruto!

— Está bien Louise. ¿Qué opina director?

— ¿Puedes usar magia señorito familiar?

— No es magia, se llama chakra. Puedo usar 5 naturalezas, fuego, agua, tierra, aire y rayo. Aunque cuando uso fuego y rayo mi chakra se agota rápidamente.

— Comprendo.

El director se levantó de su asiento y nos miró fijamente.

— ¿Qué sucede bigotes?

— Respeta al director Naruto.

— Chúpame un huevo Louise.

— Je je. No solo han devuelto el báculo de la destrucción, sino también que atraparon a Fouquet…

Detuve al director para que dejara de hablar.

— Han suena a muchos. Yo atrapé a Foco y recuperé el báculo, claro que con ayuda de Tabitha, no sé qué hubiera pasado si esa puta me hubiera hechizado; tal vez fuera un sapo de mierda y debería ser besado por una guapa princesa… no suena tan mal… Tabitha, ¿serías la hermosa princesa que salvarías a este…?

Tosió el director y llamó nuestra atención.

— Lo lamento señorito familiar, no posees un título y...

— ¡LADRÓN! ¡LADRÓN! ¡Ladrón de mierda! ¡Infeliz, traga pollas y violador de menores! ¡¿NO ME GANÉ NADA?! ¡LOUISE! ¡¿QUÉ MIERDAS SIGNIFICA?! ¡¿DIME POR QUÉ NO DEBO CORTAR A ESE GANDALFR FALSO Y OBLIGARLO A COMERSE SU RABO?!

— ¡Tranquilízate Naruto! Es que no tienes título de nobleza…

— ¡Chúpame los huevos!

Le saqué el dedo del centro a Dumbledore y a Louise.

— ¡Vayan y asistan a su mierda de fiesta, ustedes no tienen honor! ¡Y por cierto, la llave del baño se rompió!

Me fui sin decir más y claro completamente molesto. Salí y me dirigí a los patios vastris; los estudiantes estaban ahí, me dirigí a un árbol y completamente enojado comencé a golpearlo.

— ¡HIJOS DE PUTA! ¡LADRONES, SIN HONOR! ¡BASTARDOS HIJOS DE PUTA!

El árbol comenzó a fracturarse, los pocos estudiantes que estaban ahí vieron asustados como cedía el árbol ante mi brutal fuerza. Le di un fuerte gancho derecho y una parte de la madera salió volando.

— ¡MUÉRETE, DESAPARECE!... ¡HIJOS DE PUTA, PÓNGASEN EN FILA Y CHÚPENME LA VERGA!

Di una fuerte patada y el árbol comenzó a ceder. Canalicé un poco de chakra en mi puño derecho y cuando golpeé el árbol este salió despedido por la fuerza del golpe. Corrí hasta donde cayó el árbol, me le subí y comencé a golpearlo tan fuerte. La madera salía volando por todos lados.

— ¡MUÉRETE, MORITE HIJO DE PUTA LOS ODIO DESDE EL MÁS FONDO DE MI CORAZÓN!

Mi puño pasó hasta al fondo de la tierra y cuando esta tocó se creó un suave temblor.

— ¡AAAAAAAAAAAAAAAH! ¡DIOS, ESTOY MUY AGUSTO!

Comencé a mirar cómo los estudiantes me miraban con asombro y temor, tanto que les digo.

— ¡¿QUÉ ME MIRAN?!

Todos voltearon y decidieron mejor no mirarme. Malhumorado agarré el árbol y lo replanté, obviamente se vino de lado.

— Diablos...

Realicé unos sellos y decidí…

— ¡Bola de fuego!

Escupí una gran bocanada de fuego y este se desintegró. Realicé otros sellos y pongo mis manos en el piso.

— Estilo de madera: creación de un gran árbol.

Del suelo creció un gran árbol, era 6 veces más grande que todos los que estaban en el lugar. En la punta del gran árbol se cubría por unas grandes copas de las ramas, esto impedía que los rayos del sol tocaran. Se me ocurrió una súper dúper idea.

— Es hora de hacer un máximo esfuerzo. ¡Clones de sombra!

4 copias mías aparecieron a la par. Los estudiantes se amontonaron alrededor mío, completamente sorprendidos.

— ¡Tú serás Naruto 1, él 2 y tú 3! Tú serás papito rico. 1 ve por madera, 2 crea una escalera en el árbol hasta la copa. 3 corta la madera de 1. Papi rico, tú tienes el deber de conseguir clavos o tornillos. Yo haré lo más difícil, supervisaré… ahora ¡ROMPAN FILAS!

Todos corrimos de frente y todos nos golpeamos los unos a los otros, de frente.

— ¡DIJE ROMPAN FILAS, NO CHOQUEN DE PUTO FRENTE CABRONES!

Di un gran salto y todo empezó. En el próximo capítulo verán cómo quedará la casa del árbol, un spoiler, solo aceptaré mujerzuelas y juegos de azar.

Fin.

ESPACIO INFORMATIVO:

Cualquier duda no me pregunten, sino al cabrón que realice la historia, de cualquier manera seguiré cobrando en dólares. (Gracias Naruto... muchas gracias por leer y nada más. Nos veremos en la siguiente parte, !BYE BYE!)