Lamentablemente, ninguno de los personajes son mios (aunque quisiera eso ¬¬), a esepcion de los soldados entre otras cosas y claro Kim. Disfruten el primer cap, corto pues es el comienzo, gracias a Sakura-kine que me ayudo a editarlo, dejemos la charla, lean, gracias por su atencion.


:: Una nueva alumna ::

Un desierto, un escalofriante y desolado desierto, eso es en lo que se había convertido aquel hermoso valle hechizado, a la lejanía, un castillo en ruinas, corroído por los años de nulo mantenimiento, un castillo desolado, sin vida, sin gente, sin nada mas que el pasar de los años carcomiendo su estructura, con paredes derrumbadas y animalejos entrando y saliendo de las habitaciones; a lo lejos, un pueblo, igual o peor aun de lo que es aquel compañero que era el castillo en ruinas, un pueblo fantasma, sin ni una sola alma habitándolo.

Un desolado desierto que pronto seria invadido por los que alguna vez lo habitaron, pero esta vez, las cosas serian diferentes, mas de lo que fueron hacia ya solo poco mas de 12 años. El rugir de los motores de varios vehículos irrumpía en la tranquilidad de lo que era aquel solitario lugar, a la lejanía se escuchaba el bramar de los motores tal cual corazones latiendo rápidamente, acercándose rápidamente a lo que era aquel castillo en ruinas por donde alguna vez hubo un hermoso lago, en los cielos se logran ver lo que parecieran enormes aves de acero, dos helicópteros BlackHawk siendo custodiados por dos Cobras, la fuerza de sus aspas es tal que incluso llega a levantar el polvo de aquel terreno inhóspito, debajo de ellos 5 Hummers, 4 normales y uno especial, un Hummer táctico con una calibre de 50mm en la parte de atrás, y detrás de ellos 4 camiones de carga siguiéndolos; todos ellos adornados con un logo en letras doradas y una gran ave fénix abrazando sus únicas tres letras, ODF (Orden del Fenix).

Al llegar a su destino, los conductores de dichos vehículos esperan órdenes de su líder de escuadrón, el cual baja de su vehículo.

¡Equipo verde, reconocimiento! – grita el hombre a sus soldados con tono autoritario.

De inmediato los soldados salen de los camiones a cumplir las ordenes de su líder, ataviados únicamente con un uniforme militar negro con una bandita de color verde en el hombro, un par de botas, un casco y una metralleta militar con lanzagranadas. Todos se dispersan por la zona buscando cualquier indicio que pudiese alterar la misión a la que habían sido asignados, el sonar de las botas y el soplar del viento es lo único que irrumpe el silencio sepulcral de aquel desierto, tras unos minutos de casi absoluto silencio los soldados por fin se reportan por la rabio.

Despejado, señor. – reporta un soldado. De otra de las Hummers sale una mujer rubia, de ojos azules y mirada soñadora.

Equipo amarillo, francotiradores, a sus posiciones. – dice con voz dulce, calmada, pero a la vez estricta.

Después de haber dado aquella mujer esa orden los soldados salen de sus transportes rumbo a las pociones mas idóneas para resguardar a sus comandantes, asi como tambien uno de los Blackhawk deja unos en lugares estrategicos arriba del castillo. De nueva cuenta salen mas personas de aquellos Hummers, dos pelirrojos, una mujer y un hombre, la chica de cabellera larga, ojos marrones, piel blanca, de mirada fría y seria, y su acompañante, un chico alto, con un brazo amputado y una cicatriz en una de sus mejillas. La chica miro a su alrededor, y enseguida anuncio sus ordenes por radio.

Equipo medico, prepare un campamento para recibir a los heridos, no lo hagan cerca, lo quiero en un radio de 10km, es una orden. – dijo autoritaria y como respuesta solo recibió un "Entendido" por parte de sus subordinados, quienes ya iban rumbo a su posición siendo acompañados por el otro Blackhawk. El hombre viendo la situación comienza a dar sus ordenes.

Equipo rojo, divídanse en 4 grupos. – ordeno, de inmediato el escuadrón se formo ante el en cuatro filas en espera de sus asignaciones. – equipo A, protegerá al quipo medico. – señalo a los miembros de la primera fila. – equipo B, al quipo amarillo. – señalo a la segunda fila. – equipo C, al equipo verde. – señalo a la tercera fila. – y equipo D….. resguardaran la seguridad de Ginny, Draco, Luna y la mía…pero por sobretodo protegeremos con nuestras vidas si es necesario a Kimberley, ¿Quedo Claro? . – vocifero el hombre autoritario.

Si, Señor. – respondieron los soldados para después ir donde sus asignaciones.

Aquellas 4 personas con su respectivo equipo protector rodearon al Hummer Táctico, de el sale una niña, una pequeña de tan solo unos 11 años de edad, cabello chino, castaño con puntas negras, piel blanca y ojos de un lindo verde esmeralda.

Kim, ¿Segura que quieres hacer esto?, es peligroso, tu magia aunque es mucha, aun no la controlas, además eres la única persona que nos queda de Harry y Hermione, nos es muy difícil dejarte ir , así como también veras cosas en ese pasado que a lo mejor no te gustara de ninguno de nosotros – dice Ginny preocupada

Si tía, lo quiero hacer, lo tengo que hacer, no importa que sepa del pasado, se que al final serán como los recuerdo ahora, con lo que me han enseñado se defenderme de diferentes maneras, por favor deme el pergamino con las coordenadas y el conjuro – pide Kim extendiendo la mano y abriendo su bolso. Ginny dudo un poco, pero al final se lo entrego, la pequeña guardo el documento en su bolso y del mismo saco un cinturón con funda en donde venia su varita.

Bueno estoy lista, vámonos hay muchas cosas que hacer aun – diciendo eso, camino junto a sus tíos y las tropas que los protegían, al entrar todo estaba derrumbado, había hierva mala, las paredes tenían enredaderas saliendo entre los ladrillos, mientras caminaban, recordaban los tiempos pasados, de lo bello que era el castillo, así sucesivamente, pasaban por cada pasillo hasta llegar a donde antes estaba el director de el Colegio de Magia y Hechicería, al subir al despacho en el techo estaba un agujero donde se metía la luz del sol.

Bueno tíos empezare el ritual – dice la niña, empiezan a darse un abraso de despedida y palabras de ánimo, después se sienta con las piernas cruzadas y sus manos en cada rodilla, cerrando los ojos para concentrarse – salgan, déjenme sola, sabrán cuando me vaya.

Ellos pese a sus dudas e inseguridades así lo hacen, amaban a esa pequeña, esa chiquilla que ellos mismos habían criado y educado, y el solo hecho de verla partir les paria el corazón, pero si ese era su deseo, así seria; la momento de salir por aquella puerta escucharon disparos en la parte inferior del edificio, alarmados se miran entre si, Ron entrando en un poco de cordura levanta su radio y vocifera por el.

¿Qué demonios esta pasando, soldado? . – prácticamente grito el pelirrojo.

Señor…tenemos varios contactos, mortifagos, hombres lobo, vampiros, trolls, no creo que podamos resistir mucho tiempo. – gritaba desesperado el pobre hombre casi aterrorizado. - ¡ cuidado ! . –grito de repente y la comunicación se corto, solo una línea de interferencia se escuchaba por la radio que aun estaba en manos de hombre Weasly.

¡Demonios! . – grito Draco desesperado. - ¿Cómo demonios se enteraron que estaríamos aquí?

No lo se..pero. – y sus palabras fueron interrumpidas por el radio

Fenix 1, Señor, nos atacan dragones, no podremos sostenernos mucho tiempo, necesitamos refuerzos, mayday Fenix 1 cayendo…..¡NOOOOO! . – y nuevamente se corta la comunicación, la impotencia de los cuatro maestros era infinita, sus hombres caían uno tras otro en manos de sus enemigos.

Diablos, nos están dando con todo, no creo que tengamos suficientes soldados para resistir . – el rostro de Ginny mostraba una terrible preocupación, las explosiones no cesaban y los disparos cada vez se escuchaban mas cerca, los gritos de los soldados caídos eran desgarradores.

No se preocupe señora, los defenderemos con nuestras vidas, no los defraudaremos. – comento uno de los soldados que los acompañaban mientras en las afueras se escuchaban los gritos de los hombres y las explosiones sonando a todo lo que daban.

Atención, les habla Ron Weasly, fue un honor pelear con ustedes en este momento, solo les pido que tengan en su mente que este día no se repetirá de nuevo, seremos triunfadores, aunque fallemos este día moriremos con honor, soldados, cambien a balas de plata con agua vendita en su interior y usen su magia, ¡SOLDADOS DENLES UN INFIERNO!, por ultimo helicópteros cambien de modalidad, ¡Tormenta de fuego! – el hombre parecía impasible, pero por dentro sentía sus entrañas hervir de ira y desesperación, del otro lado de aquella puerta detrás de ellos se encontraba su tesoro mas preciado, el cual debían proteger con sus propias vidas.

Los soldados llenos de orgullo por su misión lucharon con valor asta el ultimo minuto de sus vidas, desde ese lugar podían escucharse los disparos incesantes de las armas de fuego, los gritos desgarradores de hombres siendo comidos o descuartizados, explosiones cercanas que en realidad estaban mas lejos de lo que se creía, la intensidad de aquella guerra a cada segundo que pasaba iba cesando, lo que significaba que la confrontación estaba cerca. Con la incertidumbre del pór venir Ron mando a unos cuantos de sus hombres a volar las entradas del lugar con algunas cargas de C-4, después de 10 minutos comenzaron a escucharse las explosiones de grandes magnitudes, lo que significaba que el trabajo estaba hecho, pero después de unos segundos se escucho por la radio el deceso de uno mas de los hombre de la ODF. Tras la noticia el pelirrojo solo puede lamentar la perdida del hombre y ordenar el retorno de los sobrevivientes. 5 minutos, solo eso tardaron en ver aparecer por aquella puerta a uno de sus hombres, desangrándose, lleno de pánico.

Señor, vienen detrás de mi, no dejen que me coman, dispáreme sin piedad. – brama el hombre aun desde la entrada, intentando cargar su arma, pero apenas hubo dicho esto, un hombre lobo lo jala tomándolo desprevenido y comienza a devorarlo vivo.

Todo fue tan rápido, no sabian que hacer, en un momento todo era un lugar traquilo, no habia nada de problemas de repente docenas de enemigos ya estaban aglomerándose en las entradas dispuestos a matarlos lentamente, con ansias de mordisquear su piel, disparos, explosiones, gritos por todas partes, no había lugar alguno que no estuviera siendo opacado por alguna de estas escenas, la magia no faltaba, después de haberse terminado los suministros para las armas de fuego la magia era lo único que les quedaba, miles de relámpagos coloridos estallaban como copas de cristal siendo arrojadas en la pared, los enemigos no paraban de llegar, y los soldados no paraban de caer como moscas, aquello que había comenzado como una guerra ahora se había convertido en una masacre. Ginny atendía a cuanto soldado podía, pero sus esfuerzos eran casi inútiles, los hombres estaban demasiado heridos como para sobrevivir, y no paraban de llegar a cada segundo.

Señora. – grito un soldado por la radio. – el equipo médico está siendo atacado, no sé cómo pudieron encontrarnos, son muchos no aguantaremos. – y después de aquello solo se escucha la interferencia.

Draco, atacaron nuestro campamento de salud, no resistiremos mas. – grito Ginny a su compañero rubio, mientras atendía a uno de los soldados.

señora..Dé...De...Déjeme ir...yo…..a…morir…..co….con….honor…solo… deme…. Una…. Granada . – dice apenas audible un soldado moribundo, la pelirroja lo mira melancólica, el hombre no era mucho mas mayor que su hermano y estaba a un paso de la muerte, con un pulmon perforado ni la magia podría ayudarlo. Con lagrimas en sus ojos le entrega al hombre la granada, no puede verlo a los ojos y no romper en llanto, a su corta edad ya había visto a hombres mas jóvenes morir por la causa, lo cual la había vuelto algo fría con respecto a la vida, pero eso no quitaba el hecho de que aun siendo medico no pudiera ayudar a todos esos hombres que morían a cada segundo.

Gra….gracias..señora….no…la…defraudare. – dice el joven hombre mientras se levanta con todas las fuerzas que aun le quedan, al levantarse dio un saludo estilo militar, despidiendose con una sonrisa y despues salio como alma que lleva el diablo corriendo hacia uno de los pasillos despues de unos segundos se escucha la explosión.

Señor, me e quedado sin municiones. – grita un soldado a su superior Malfoy. El rubio saca su ultimo cartucho y se lo lanza.

Es el ultimo, has que valga la pena. – grito Draco mientras desamparaba sin cesar su arma de fuego.

Pronto las municiones de Draco se agota, de la nada con la ayuda de su varita el rubio saca una ametralladora calibre 50 vercion torreta y empieza a disparar con ella a todo enemigo que intentaba acercársele; Luna por su parte saca su rifle de francotirador y empieza a disparar tal cual loca desquiciada a todo mortifago, hombre lobo, o lo que sea que estuviese atacando a su hombres. Ron no podía hacer mas que ayudara a sus compañeros a recargar sus armas. Poco a poco las municiones van escaseando cada vez mas, de los 40 hombres que habían ingresado con ellos solo quedaban 10, en su desesperación y por el reducir de sus infantería ya solo quedaba una opción, la bomba atómica; todos retrocedieron a un lugar mas seguro mientras esto se debatía afuera defendian algunos soldados que se ofrecieron a darle timepo, pero era inútil siquiera pensarlo dos veces, por que lo único que los detenia era aquella pequeñita de ojos esmeraldas que aun se encontraba en el despacho, pero tan pronto su atención fue dirigida hacia el recuerdo de la niña una inmensa luz emergió desde el lugar donde habían dejado a su preciado tesoro, dándoles a entender que la bomba podía ser armada, y así fue hecho.

Cada uno tome un traslador nos mandara a la base, pero yo me quedare aquí. – dijo el pelirrojo algo decaído pero aun con una sonrisa melancolica y todos lo miraron sorprendidos.

¿Qué dices Ron? No hay por qué quedarse, misión cumplida – decía su hermana menor algo extrañada por la actitud de su hermano.

Eso es lo que yo pensé, pero definitivamente mi herida es grave – Ron se quito la mano y mostro un orificio en un costado, algo grande, Ginny algo intranquila se acerca y lo revisa, por su reacción de sorpresa todos notaron que no lo lograría, que ella no podría ayudarlo.

Tiene razón Luna no durara, lamentablemente no puedo hacer nada – dijo Ginny caso al borde del llanto, ya había perdido a casi toda su familia, pero en no poder ayudar a su hermano era el colmo de las desgracias.

Tienes que salvarlo Ginny entiéndeme por favor, no puedo perderlo – decía desesperada la joven chica, sus lagrimas ya eran visibles, lo que le rompia el corazón a todos en el lugar.

Lo siento luna no puedo hacer nada – decía Ginny resistiendo las ganas de romper en llanto.

Tranquila amor, ambos sabemos que no lo lograría, por favor váyanse antes de que sea demasiado tarde – decía Ron tratando de calmar a su chica.

No Ron, yo me quedo contigo, aunque sea en contra de tus… - no termina de hablar porque se desmaya, no por que quisiera ni por que estuviera cansada, simplemente su amado pelirrojo la había hecho dormir.

Lo siento luna…. llévensela por favor, Ginny te la encargo mucho, ahora ¡Váyanse! – dice convencido de lo que a continuación aria con una ligera sonrisa melancólica en sus labios.

Ron, salúdame a Harry y Hermione de mi parte – dice Draco mientras da una palmadas en los hombros del chico Weasly.

Lo haré no te preocupes, ahora, fuera de aquí – en ese instante desaparecen, dejándole a él con la bomba – perdóname Luna, me as dado los mejores años de mi vida aun con esta maldita guerra a cuestas, has sido la mujer mas formidable que he conocido, cuídate amor mío, que yo cuidare de ti desde lo mas alto del cielo, protege nuestro legado, y vive plenamente. – decía Ron ya cubierto en lagrimas.

Al irse Ron activo la bomba faltando 10 segundos para la explosion recordo su vida pasada, nos posicionamos afuera del castillo, vemos como una gran luz emanda de lo que alguna vez fue un colegio magnificente, ahora se ve reducido a escombros, solo una inmensa nube de polvo cubría el cielo de aquel día rojo, después de unos minutos miles de criaturas empiezan a emerger desde las cercanías del boque prohibido, pero esta vez no venían solas, sino que todos ellos se encontraban ahí para proteger al ser mas aterrador de toda Inglaterra, de entre todos ellos destaca su líder, quien se habré paso entre todos ellos con una inmensa ira reflejada en sus facciones.

Con un demonio, es imposible que todo mi ejercito no pudiera detener a una simple niñita tonta de 11 años. – dice entre dientes mientras sus manos formaban sus puños y los apretaba furiosamente.

Pero mi señor, eran demasiados, tenia a 4 de los amigos de Potter protegiéndola, no pudimos hacer nada.- dice un mortifago temeroso a las reacciones de su amo.

Calla estúpido insolente, no abres la boca mas que para decir meras estupideces, larguémonos de aquí antes de que decida castigarlos a todos ustedes por imbéciles e inútiles. – vocifera colérico Voldemort mientras desaparece en una nube de humo negra.

Señor, creo que debemos decirle, que es tiempo de que aplique el plan que le hemos estado comentando desde hace un mes, creame que de esa manera aunque se haya ido la niña, usted podra ganar - habla uno de los encapuchados que estaba a un costado de el

Asi es mi señor, no se desespere, todo se resolvera, solo necesitamos su permiso - dice una voz de una chica encapuchada tambien que estaba del otro lado de el.

Tienes razon, largemonos de aqui, ya habra tiempo de mas sangre - decia Voldemort, pero al quitarse el gorro de la capucha vemos que es humano.

Mientras tanto el mundo va cambiado a los ojos de cierta pequeñita de ojos esmeralda. El mundo como lo conocía cambiaba ante sus propios ojos, regresaba al teimpo donde nada había pasado aun, 14 años en el pasado, el escalofriante desierto regresa a sus días de gloria, cuando el colegio Hogwarts aun era el imponente castillo rodeado de césped, arboledas y magnificentes estructuras. Cerca del boque una inmensa luz segadora cae estrepitosamente, segando completamente a quien la hubiese visto directamente, cuando la luz se disipa una pequeña niña reposa acostada en el verde césped, se levanta algo confundida, pero después de un segundo todo le parece lógico.

¡Lo hice! . –grita emocionada. – pero…¿Por qué aparecí lejos del despacho? Me fallaron los cálculos. – dice tranquila, no importaba tanto el lugar donde llegara, sino el llegar en si. – bueno, mejor me pongo el uniforme de la escuela. – se siente en el césped y comienza a sacar las cosas de su mochila, al momento de tenerlo en sus manos la abraza nostálgicamente.- el uniforme de mama, espero que me quede. – sonríe, guardas las cosas que no necesitara en su mochila nuevamente y se adentra un poco mas en el bosque para tener un poco mas de privacidad, al colocarse el uniforme este le queda perfectamente, solo hace algunos retoque y queda lista. – me a quedado perfectamente, aun huele al aroma de mama. – dice casi al borde del llanto, pero tan pronto se dio cuenta de ello seco sus lagrimas. – no debo estar triste, la veré nuevamente a ella y a papa, solo es cuestión de tiempo, dedo ser fuerte como alguna vez fueron mis padres, soy afortunada. – se daba ánimos a si misma. – debo cambiar mi aspecto, antes de que se me olvide. – la chica empieza a concentrarse, sus cabellos cambian de color a negro completamente y sus ojos a cafés oscuros.

Al terminar su transformación toma sus cosas y comienza a caminar hacia el castillo, el ver el impresionante edificio no puede mas que mirar embelesada el castillo donde estudiaron sus padres y del cual solo conocía por fotografías, sabia de como se vivía ahí por los relatos de sus tíos, nunca creyo ver semejante edificación justo enfrente de sus ojos, al alcance de sus manos, no podía ni articular palabra alguna, simplemente la edificación y la esencia del lugar la habían hechizado. De no se rpor la voces que la sacaron de su ensimismamiento quizá se habría quedado así todo el día. Tan pronto direcciono su mirada hacia la procedencia de aquellos murmullos quedo estática.

¡Harry! tienes que hacerme caso, tienes que hacer ese trabajo, si no quieres que el profesor nos baje puntos como siempre lo hace cada que cometemos alguna imprudencia, una falta tuya es suficiente excusa para que se comporte así – le dice con autoridad la joven chica, pero este apenas y le presta atención.

Hermione, por favor, danos un respiro, toda la mañana hemos estado haciendo trabajos y estudiando, ¿verdad que tengo razón Harry? – le pregunta al chico de ojos esmeralda que está a su lado, el cual ve a un punto fijo, esta tan entretenido en lo que ve que no ha escuchado todo lo que discutían, Hermione algo intranquila lo saco de sus pensamientos.

Harry…¿Qué sucede? . –pregunta preocupada la chica de risada cabellera.

Esa niña, se me hace conocida, demasiado diría yo – dijo Harry mientras caminaba en dirección hacia la pequeña niña que veía con detenimiento y curiosidad.

Kim por su parte al darse cuenta de que la habían descubierto y el hecho de que sus seres mas queridos se acercaban a ella se había puesto nerviosa, intentaba tranquilizarse, pero no podía, para cuando se do cuenta de la cercanía de sus padres ya era demasiado tarde para escapar.

Hola, ¿Quién eres?, ¿Eres de primero? – pregunta Harry mirándola dulce pero fijamente.

"Tranquila no hagas nada, pero, me dan ganas de abrasarlo, pues está enfrente de mí, no resisto" .- pensaba Kimberley mientras sus ojos se aguaban de la felicidad que sentía el ver a sus padres.

Eh, no llores, ¿dije algo malo?, si es así, perdóname, no era mi intención. – decía Harry mientras intentaba calmar el llanto de la pequeña. – dime …- apenas iba a agregar algo mas cuando la pequeñita lo interrumpió.

¡PAPA! que bueno es verte, te extrañe tanto, las fotos no son suficientes para mi, deseaba el día en que te viera y así poder abrasarte y darte muchos besos – dice llorando, abrasándolo y besándolo en las mejillas, fue tal la emoción que llego al punto de tumbarlo al césped mientras le decía lo mucho que lo quería, de no ser por el carraspeo de una chica algo incomoda con al situación Kim jamás se habría separado de el, pero al ver a su madre en ese lugar hizo lo mismo que con su padre.

¡MAMA! al fin te veo, eres tan bella como en las fotos.- decía la niña entre lagrimas de felicidad. – ves este uniforme, es el de tuyo, me queda muy bien, me lo quise poner porque aun conservaba tu olor, el cálido y agradable aroma de mi madre – le dice abrasándola dulcemente sin llegar a tumbarla como lo había hecho con Harry.

Pero dinos ¿Quién eres?. – pregunta un confundido pelirrojo, pues es el único ahí que aun esta con la cordura suficiente para reaccionar, pues sus amigos están en completo estado de Shock.

Es muy fácil, tío Ron, mi nombre es Kimberley Jane Potter Granger, no tiene caso decirte quienes son mis padres pues con lo recién sucedido es fácil de deducir, he venido del futuro para ayudarles con la guerra que se vivirá en poco mas de 3 años. – dice sonriendo, esto fue la gota que derramo el vaso, incluso Hermione que comprendía todo sobre casi todo cayo rendida ante su estado de Shock y fue obligada por su inconsciente a caer desmayada. - "Ups creo que les he dicho demasiado rápido quien era y de donde provenía, pobres mami y papi, se deben haber llevado un terrible shock emocional, los llevare con la señora Pompfrey a la enfermería " – pensó la pequeñita. - ¡Señora Pompfrey! . – grito enérgicamente, la mujer que se encontraba cerca las escucho y fue a ver lo que sucedía. Al revisar a los chicos se dio cuenta de que solo se trataba de un desmayo pero que aun así los llevaría a la enfermería.

Usted señorita, no se me hace conocida y déjeme decirle que nunca se me ah olvidado ninguna cara – dice la enfermera sumamente intrigada mientras levitaba los cuerpos de los tres chicos a la enfermería.

Eso no importa ahora, de todos modos se enterara más tarde, ahora es mas importante el que ellos estén bien. – dijo cortando la conversación con una sonrisa de felicidad en sus ojos al contemplar a sus padres con vida, justo frente a ella.