Bueno espero que este fic les agrade, trata de un tema que siempre me intrigó: ¿Cómo enfrentarían los autobot la muerte de sus amigos humanos? Después de todo, somos seres orgánicos y como bien dijo Ironhide en transformers energon, vivimos poco y no tenemos segundas vidas, (con el perdon de los seguidores de la reencarnación) pues bien, decidí escribir, tal como yo lo veo, el impacto que produciría la muerte de los personajes de las tres series que marcaron mi niñez y mi adolescencia.
Transformers energon
Kicker
Ironhide hacía semanas que no abandonaba a su compañero humano, no se alimentaba ni recargaba, solo esperando con vanas esperanzas que aquel joven adulto despertara, que todo fuera alguna horrenda pesadilla producto de fallos en su procesador, pero no lo era.
Conforme a su petición antes de caer en aquel fatídico sueño eterno, el cuerpo en estado de coma de Kicker había sido trasladado al planeta que Alpha Q le había regalado, el cuerpo descansaba en una habitación especialmente diseñada para mantenerlo "vivo", contaba con todo lo más avanzado en medicina, y aun asi, no podían reparar un cerebro.
Todo inició con aquel tonto juego en el planeta de carreras de Alpha Q, Kicker a sus 30 años aun disfrutaba de correr en su motocicleta minicon y competir con su inseparable, hasta un punto casi espartano*, compañero Ironhide, lo disfrutaba tanto como pasar el tiempo con su esposa Mischa.
-estas lento compañero.-rió Ironhide dandole alcance.
-jajaja ya veras.-rió Kicker, Ironhide aun recordaba aquella última y radiante sonrisa esbozada en el rostro, semioculto por el casco, de su amigo.
Pero a pesar de sus dones y de su gran físico el tiempo pasó por su cuerpo, sus reflejos iban en picado, si poseía la misma habilidad, pero un simple descuido, cuando vas a más de 250 Km/h es fatal, Kicker no recobró, como otras tantas veces, el control de Highwire, el minicon se escapó por la inercia, de sus piernas, sus manos soltaron el manubrio, cayó sobre su cabeza y rodó varios metros, a cada vuelta de campana sus miembros se dislocaban, se rompian y crujian, al punto que ya en su ultima vuelta cayó echo un muñeco de trapo, su traje de batalla había fallado.
Ironhide solo acertó en transformarse y correr hacia aquel cuerpo desmadejado, un charco de sangre empezaba a crecer bajo el mismo, el joven autobot sintió un vacio en sus tanques, y por su intercomunicador llamó a Jetfire y a Optimus, llegarian en pocos segundos, sabian que era una emergencia.
-Kicker hermano estaras bien.-dijo Ironhide más para si mismo que para el herido humano, cuando llegó a su lado.
-Ironhide, por favor, llevame al planeta, al regalo de Alpha Q.-dijo Kicker con ojos llorosos.-quiero morir ahí.-dijo con un suspiro.-di...dile a Mischa que lo lamento y que la amo...-Kicker tosió sangre.
-¿que dices? No no moriras.-gritó Ironhide.
-lo haré Ironhide, lo haré, este don me lo esta diciendo...-tosió mas.-otro lado malo de poseerlo.-rió.
-estas en shock.-dijo Ironhide sin atreverse a tocarlo, podia adivinar el grado de gravedad de las fracturas.
-si, pero aun funciona amigo.-su cabello brilló con un fuerte destello, y se apagó, su corazón agotado paró de latir, no tenía sentido empujar la poca sangre en esas ya casi vacias venas.
Ironhide no fue consciente de cuando Optimus lo apartó, de como los paramedicos enviaban descargas al ya apagado corazón de Kicker, de los gritos de Mischa, el doctor Jones y Miranda, para el todo eso era una caotica espiral sin sentido, que se agolpaba en su mente, mareandolo.
Por obra de algun soberano poder el corazón de Kicker volvió a latir, quizas hubiera sido mejor que se quedara apagado, los golpes y la falta de oxígeno habían matado su cerebro, su cuerpo se podia curar, pero, ¿que haría sin un cerebro? O peor aun, ¿el alma de Kicker estaba atrapada en un cuerpo inservible?
Ironhide dejó de recordar, Optimus le había dicho algo, hacía dias que había dejado de ofrecerle cubos de energon, comprendía el estado de su subalterno.
-Ironhide, la familia decidió desconectarlo.-repitió Optimus.-por favor se razonable.-rogó el mecha al ver la ira que embargó a Ironhide.
¿cuando se había levantado? ¿cuando había gritado con todas sus fuerzas? ¿cuando había golpeado a Optimus? ¿cómo acabó sollozando en los hombros del mismo? Se apartó con debilidad de Optimus, apenas escuchaba los mudos lloros de Mischa, ¿esa chica cuantas muertes tenía que sufrir? ¿cuantos seres queridos vería marchar hacia la muerte?
Acercó uno de sus dedos y levanto la flácida mano de Kicker, la otra la apretaban sus familiares, Sally arreglaba el castaño cabello de su hermano mayor.
El tiempo se le hizo corto, el doctor Jones hizo una ligera seña a un enfermero y una a una cada máquina de la habitación se apagó, pronto solo hubo silencio, un atronador silencio.
Ironhide salió corriendo, a penas se percató de que Jetfire lo seguía, a penas notó el golpe que frenó su carrera por la hierba.
-estas arruinandola, Kicker la adoraba bien elevada y rozagante.-gruñó Jetfire dolido.
-¡esos malditos humanos! No tienen derecho a ser tan frágiles.-lloró Ironhide.
-lo son, acostumbrate.-dijo Jetfire con severidad.-pero poseen una chispa incluso mas grande que las nuestras.
-no poseen nada.-gruño Ironhide abalanzandoce sobre Jetfire.
Ironhide y Jetfire pelearon, sin tregua, liberaron todo su el dolor en cada golpe, el energon de las lágrimas se confundia con el de las heridas, pronto el primero cayó inconsciente, presa de la debilidad, hacia ciclos que no recargaba ni comia.
En su fiebre le pareció oir su arrogante voz.
-arruinaste el pasto.-decía severo.
-estas muerto, ya no te debería preocupar.-suspiró Ironhide.
-me preocupa, porque mi mejor amigo no cuida lo que yo tanto aprecié.-dijo Kicker dolido.-Ironhide por favor, siempre estaré contigo, porque no solo eres mi compañero, eres mi amigo, y lo seguiras siendo.-dijo pateandolo cariñosamente.
Y esa patada fue extraña, la sintio hasta en su chispa, aquello había sido una conversacion totalmente incorporea.
El funeral fue concurrido, nunca se vería un funeral más triste ni mas heterogéneo, autobots y humanos se mezclaban con naturalidad, compartian frases de consuelo, de amor y dolor, todas verdaderas y nacidas de chispas y corazones.
Ironhide observaba todo desde lejos, Optimus decía unas palabras, pero el no quería oirlas, no podía, no sin quebrarse.
-fue uno de los mejores soldados y amigos que tuve... me enseñó más de lo que pude aprender en toda mi larga vida...-escuchó Ironhide, aquellos fragmentos del discurso de Optimus compungian su chispa.
De repetente todos voltearon a verlo, esperaban un discurso, unas palabras, después de todo, había sido su compañero.
Ironhide tragó aceite no podía decir nada, su voz no surgía, sus labios temblaban y el energon de sus ópticos amenazaba con salir.
Con la primera lágrima se derrumbó, nunca podras imaginar una imagen mas triste que la de un fuerte guerrero autobot abrazado a un ataud, murmurando cosas inentendibles, llorando a lagrima viva por la perdida sufrida, Ironhide no le importó hacer eso frente a tantas personas, ni le importo forcejear con Optimus porque debían sepultar el ataud, solo le importó escuchar la voz de su mejor amigo, en su chispa, despidiendose y dandole una ultima patada cariñosa.
Espartano: hice esta comparación porque los soldados espartanos, entrenados desde dejar el vientre materno, vivian con sus compañeros de peloton, incluso estando casados, solo visitaban a la esposa para cumplir sus "deberes" y regresaba a dormir con sus compañeros, todo con el fin de conseguir la maxima y unidad y afinidad en combate.
