Era la mujer más maravillosa y extraordinaria que él hubiese visto jamás. Estaba preciosa, deslumbrante, maravillosamente encantadora toda vestida de blanco con el mismo vestido que su madre, Johanna Beckett, había llevado tiempo atrás para casarse con Jim. Esos pensamientos recorrían su mente cuando se percato de que su suegro le tendía la mano de Kate y sólo entonces la cogió y la agarró bien fuerte con la certeza de que nunca jamás la soltaría. Ambos se sentaron frente al altar improvisado por Alexis y Martha para escuchar las palabras que el Padre Baxter tenía que decirles, pero ellos sumergidos en aquel momento solo estaban pendientes el uno del otro, el azul de los ojos de él mezclado con el verde avellana de ella, éste era uno de esos momentos en los que no existía nadie excepto ellos a pesar de las 200 personas invitadas a la boda.
Kate se entretuvo un momento mirando al que en unos minutos sería por fin su marido; Richard iba lustrosamente vestido con un smoking negro de camisa blanca y pajarita negra, el pelo engominado y con ese mechón suelto que a Kate tanto le gustaba apartar de su cara, pero lo que más la impresiono fue cuando se sumergió en sus ojos del color del océano, los cuales ahora estaban ahogados en lágrimas y la miraban con tal devoción que no pudo reprimir las suyas. Estaban tan perdidos en ese amor que no se percataron de que el sacerdote les llamaba y fue a la segunda cuando ambos reaccionaron y una risita surgió entre el público. Era el día más feliz en la vida de Kate y también en la de Rick y nada podía estropearlo.
"Perdón Padre, es que esta mujer es capaz de distraerme hasta en el día más feliz de nuestras vidas, perdón y continúe por favor."
"Les estaba diciendo que ante todos los aquí reunidos, ustedes, futuros marido y mujer, deben decir sus votos para que todos seamos testigos de la promesa de su amor, Katherine,¿ le gustaría empezar?"
Beckett se quedo sin palabras y se giró a mirar a todos los allí presentes, a algunos los conocía más que a otros; familiares, amigos y compañeros de la comisaría, había incluso compañeros de la universidad. Todos, absolutamente todos le sonreían y la última a la que vio fue a su dama de honor y mejor amiga, Lanie Parish, quien llorando le decía sin palabras que se atreviera y ella se volvió hacía la única persona a la que tenía que prometerle algo y se olvidó del mundo.
"Desde ahora en adelante, yo, Katherine Houghton Beckett, prometo tomarte como el compañero fiel que siempre has sido para toda la vida. Prometo cuidarte, honrarte y apoyarte en nuestra vida juntos. Juro que jamás en la vida te aburrirás de mi ni yo me aburriré de ti porque en estos seis años nuestra relación, nuestro compañerismo ha sido lo más grande que me haya podido pasar y en este caminar juntos hemos tenido problemas y muchas veces ha sido difícil pero lo hemos conseguido, siempre estando juntos y prometo seguir cubriéndote las espaldas cuando lo necesites. Prometo trabajar nuestro amor y siempre dejarte entrar en mi vida, nunca levantar un muro porque tú eres mi prioridad y mi futuro. Te quiero, siempre."
Se escuchó un sollozo proveniente de detrás de la novia y ésta supuso que sería de su padre, emocionado de ver a la hija dando este gran paso y estaba segura de que su suegra estaba igual. Entonces le tendieron el anillo y ella con delicadeza agarró la mano de su marido y le colocó el anillo en el dedo anular sellando su amor. Miró a sus ojos azules y Rick sin que el Padre le diese permiso comenzó a hablar observandola directamente a los ojos y sin soltarla de las manos.
"Kate, yo Richard Edgar Alexander Rodgers Castle, prometo tomarte como mi única y más leal inspiración. Durante cuatro años pude conocerte en profundidad y tener una relación que jamás había tenido con nadie, no me importaba que no sintieses lo mismo por mi porque con lo que teníamos, con esa confianza y ese compañerismo me bastaba pero desde el día en que quebraste tu muro y me permitiste entrar, prometí que jamás te abandonaría y hoy, el día más importante de mi vida; también tengo que hacer la promesa más importante de mi vida. Katherine, mi musa, mi inspiración, prometo amarte, cuidarte y protegerte cada día de mi vida, prometo colmarte de la más absoluta felicidad que tanto te mereces. Si tú me dejas jamás te soltare la mano, siempre escuchare lo que tengas que decirme y siempre te seré de utilidad, me comprometo a cubrirte las espaldas cuando el camino se torne feo, me comprometo a apartarte del punto de mira de cualquier bala que pretenda llegar a tu corazón porque de ahora en adelante, tu corazón es mío al igual que el mío es tuyo, para siempre. Juro que jamás me aburriré de ti porque nunca lo he hecho e intentaré que tú nunca te aburras de tenerme. También si me dejas me comprometo a colmarte de una familia que sea fruto de nuestro más sincero compromiso y nunca dejar que cuides de ellos sola. Prometo colmarte de flores incluso cuando no sea primavera, estar contigo aunque ya no esté y luchar cada día para mantener vivo nuestro proyecto de vida. Soy tuyo siempre. Te quiero"
Kate se moría por besar a su marido pero esperó a que él le colocase el anillo donde antes había estado el de compromiso y no pudo evitar que las lágrimas rodaran por sus mejillas y en ese momento el Padre Baxter les dijo lo que tanto estaban deseando:
" Por el poder que me ha sido concedido yo os declaro marido y mujer, puedes besar a la novia"- y Richard cogió a Kate de la cintura, la atrajo hacía él y le dio un beso tierno y dulce en los labios, colmado de todas las promesas que se acababan de hacer.
"Ahora eres mía, para siempre" –dijo su marido.
"Y tú eres mío para siempre"- dijo su mujer.
Capitulo 1.1
En la mesa de honor, situada frente al mar en la casa de los Hamptons, estaban sentados, en el medio, los protagonistas del día, Kate y Richard Castle radiantes de felicidad y aún sin creerse que todo hubiese salido tan bien. Junto a ella, a su derecha estaba Jim Beckett, un padre orgulloso de su hija y de su reciente marido y al lado de este una silla vacía en honor a Johanna a quien habían tratado como invitada más en ese día. Junto a Richard, a la izquierda de éste se encontraba Alexis, la persona más importante para él a la vez que Kate y junto a Alexis estaba una orgullosa y vivaz Martha, la cual bebía su bloody mary celebrando la boda, la cual esperaba que fuese la última, de su querido hijo con la inspectora.
A la derecha de la mesa se encontraba la de sus queridos compañeros y amigos de la 12, Jenny junto a Kevin y Sarah Grace en su carrito, junto a Kevin y vestido exactamente igual que su compañero se encontraba Javier Esposito y al lado de éste una preciosa Lanie toda sonriente por la boda de su mejor amiga y en esa mesa también estaba la capitana "Iron" Gates con su marido y Tori. Eran una familia y jamás se les trataría de otra manera, se había repetido Kate.
El resto de mesas estaban dispuestas según las mujeres Castle y una preciosa fuente, que tenía toda la firma de la vieja actriz daba un toque de glamour al convite improvisado de última hora al enterarse dos días antes de que el local donde iba a celebrarse en un principio la ceremonia se había inundado. Pero todo había quedado precioso, incluso habían instalado una tarima para que un grupo tocase el vals de apertura para los novios. Alexis y Martha deberían dedicarse a esto siempre, había quedado todo ideal.
Mientras, en la mesa de los novios Richard se acerco a su mujer y le susurró al oído:
"No puedo esperar para que estemos a solas y poder recorrer tus piernas, hasta llegar a tus muslos- dijo mientras le acariciaba cada parte de su cuerpo- y una vez en tus muslos poder acariciarte suavemente y por encima de tus bragas tu sexo de esta manera –mientras Rick trazaba pequeños círculos por encima de su ropa interior a Kate el color se le subía a la cara y la excitación empezaba a atormentarla.- Pero es que no podría quedarme así y no pararía hasta poder quitarte la ropa e introducirme en tu interior hasta que no puedas más y te dejes llevar por el climax –Kate no pudo evitar un gemido de placer y apartando la mano de su marido de sus bragas le dijo:
"Yo espero que llegue ese momento para poder pagarte lo que me acabas de hacer sentir pero ¿sabes cómo lo haré? – y ella repitiendo lo que su amado había hecho antes con su cuerpo dijo- subiré mis manos por tus muslos y cuando llegue a tu miembro erecto y excitado lo cogeré entre mis manos y dulcemente lo acariciare para luego si tú me dejas, esposarte a la cama y hacerte sentir el mayor placer que hallas experimentado en tu vida" Richard acalorado y excitado con las palabras de Kate, le dio un beso en los labios a su mujer y al separarse grito a los invitados : ¡Vamos todos a bailar!
Y a la voz del señor Castle la banda comenzó a tocar SU canción, In my veins. Kate se levantó y echó a andar hacia la tarima donde estaba tocando la banda y cuando Richard llegó junto a ella puso la mano en su cintura y con la otra mano agarró la suya mientras que su mujer colocó la mano libre en su hombro y apoyó la cabeza en el hueco que quedaba entre éste y su pecho, se movían al ritmo de la música perdidos en su baile, en la canción que "siempre les había encantado". Después de unos minutos en los que solo estaban ellos en la pista bailando el vals los demás invitados se sumaron a ellos y tres canciones después, Jim Beckett reclamó la mano de su hija con lo que Rick aprovechó para bailar con la suya.
JIM Y KATE
-Katie cielo, estas…preciosa esta noche con ese vestido, me recuerdas tanto a tu madre. Ella estaría tan orgullosa…
-Gracias papá, tu tampoco estas nada mal y ¿sabés? Aunque hoy es sin duda el día más feliz de mi vida la echo tantísimo de menos. Pero esto lo único que hace es reforzar mi teoría de que un pensamiento triste puede tenerse en los mejores momentos – a Kate ya no le costaba hablar de sus sentimientos con nadie, había resuelto el caso de su madre, Bracken estaba en prisión y ella había hecho justicia. Ahora tenía otro motivo para vivir, para formar una familia.
-Cielo, se que nunca me meto en tu vida ni en tus decisiones excepto cuando me lo pides tú pero te metiste a policía para resolver el caso de tu madre y ahora que ya está resuelto…no sé, quizás debería dejar el cuerpo y no sé retomar la carrera o puede que dedicarte a algo menos peligroso.
-Papá…-Kate no quería enfadarse, en cierto sentido entendía lo que su padre estaba diciéndole pero quería encontrar las palabras adecuadas para explicarle sus motivos- al principio sí que entré en el cuerpo para resolver el caso de mama pero después poder hacer justicia para las víctimas, poder asegurar a las familias que podrán descansar sabiendo quien ha asesinado a su ser querido es lo que me llena al llegar a casa y trabajar con Espo, con Ryan e incluso con Rick es lo que ha hecho de la comisaria mi hogar y a ellos mi familia, no puedo abandonarlos. Sé que me pongo en peligro y eso a ti te atormenta y también a Richard pero entiende que lo hago por hacer justicia como tú o mama lo hacíais ante un juez, yo lo hago en las calles. Y quiero que sepas que cuento con unos compañeros que siempre me cubrirán las espaladas.
-Bueno, aún así la idea de que sigas poniéndote en peligro, de que puedan volver a dispararte, Katie… ahora intenta mirar a tu futuro, a la vida que te espera con Castle, intenta ver más allá de las víctimas.
-Lo intentaré pero ahora por favor, disfrutemos del baile papi. – Y así Kate se apoyó en el hombro de su padre y cerró los ojos, imaginando que quizás algún día uno de sus hijos bailaría así con ella.
Al terminar la pieza comenzó a sonar música disco, Lanie y Jenny, junto con varias amigas de Kate se acercaron a ella, la cogieron de la mano y en el medio de la pista bailaron durante horas. Rick hacía lo mismo con los chicos y de pronto del bolsillo de su chaqueta se cayó una nota, era el discurso que había preparado para ella días antes. Así que se acercó al escenario, subió y junto al micrófono, dirigiéndose a todos los invitados pero en especial a su nueva mujer dijo:
"Katherine Houghton Beckett, esto es para ti, tal día como hoy ya eres la señora de Richard Castle y lo serás para siempre pero quiero que sepas que desde el primer día que te conocí hace ya casi siete años supe que tu serías la última y la definitiva, tu eres mi amor verdadero, la mujer de mi vida y sabes que daría todo por salvarte. Y haciendo mención a la letra de la canción "Beautiful in White" de mis queridos westlife; quería decirte que cuando te conocí me pareciste la persona más extraordinaria que jamás había visto y supe, que mi vida había encontrado la pieza que le faltaba, por eso quiero decirte que mientras yo viva te amare y hoy, en este día, te ves tan hermosa en blanco que desde hoy hasta mi último aliento te voy a cuidar. Kate, lo que tenemos no se puede explicar con palabras, nuestro amor no tiene ni tendrá fin, y con este discurso quiero decirle al mundo o al menos a nuestros invitados que tu eres toda mi vida, eres todo en lo que yo creo y si nuestro futuro nos ofrece una hija espero que tenga tus ojos, que encuentre el amor que tu y yo tenemos y que cuando se enamore y la deje ir, ella se vea igual de hermosa vestida de blanco que tu esta noche. No sé como lo has hecho Jim pero me tendrás que aconsejar porque yo solo no podré con eso.
Te digo estas palabras con el corazón porque tu siempre has sido mi musa, mi inspiración."
Kate reaccionó por un impulsó y subió al escenario, una vez allí se abalanzó sobre su marido y lo beso con tanta pasión que ambos cayeron al suelo, pero no les importó. Era el día más importante de su vida. Entre carraspeos y risas siguieron besándose cual adolescentes.
