Estaba sentada en el banquito del piano en Music of future, la escuela de música de la ciudad. La señorita Caldwell, estaba mirándome atentamente esperando a que yo comenzara a tocar. Recuerdo cuando… hace como 7 años, ella me descubrió por asi decirlo, cuando yo tocaba para mi escuela en el show de talentos, recuerdo que interprete Claro De Luna, ella convenció a mi madre de que yo era una prodigio del piano, y que debía contratarla como mi tutora, y agente de mi supuesta carrera en asenso.
Desde hace 7 años, no hacia nada que no fuera piano. No tenia vida.
Señorita 'soy una perra contigo porque quiero que seas una estrella' caldwell seguía mirándome, comenze a interpretar a chopin.
Su mirada acusadora me ponía tan nerviosa que….
-aff, Isabella, eres un fracaso, eso suena tan horroroso. Todo un fracaso. ¿Que sucedió con aquella chica de 9 años que consegui….?-y asi seguía gritándome y diciéndome que yo era un desperdicio, no la escuche hasta que tiro un periódico al piano-tienes suerte, lo hiciste bien en la gira, estas en la pagina 9.
¿Qué?
Tome el periódico y busque desesperadamente la pagina 9. No, no, no… por favor no. y.. si. Estaba vestida con el horrible uniforme de MOF, y dios no, me veía como una nerd, una Geek. Lei el encabezado. 'ISABELLA SWAN, GRAN FUTURO'
Oh, rayos. En ese momento abrieron la puerta del salón, solo estábamos mi torturadora y yo.
Entro un chico alto, cabello castaño claro, como color bronce, ojos verdes esmeralda, labios finos y apetecibles, mandíbula tan masculina, llevaba puesta una camiseta blanca, y una chaqueta de cuero negra, combinado con unos jeans ajustados. Se veía tan… malo y sexy.
-disculpen la interrupción… necesitamos unas sillas.
-tomalas, Edward-dijo firme Caldwell.
Edward nos dedico una sonrisa y tomo las sillas, fácilmente llevaba 4, lindo y fuerte. Y aparentemente no le tenia miedo a Caldwell.
-Isabella, puedes comenzar a tocar-dijo Caldwell.
-Edward, ¿vienes o que?-dijo una rubia desde la puerta, alta, con demasiado pecho.
Edward a ella le sonrio de manera diferente, mas… alegre. Tanto que se le arrugaron los ojos.
-vamos, Irina-y solo se fueron después.
Me sentí tan mal con mi cuerpo en ese momento, ella era toda una modelo prácticamente, y yo aquí sentada, con este estúpido uniforme de ancianita, con la apretada coleta arriba de mi cabeza aguantando firmemente todo mi cabello.
- sigue tocando, Isabella.-repitio mi torturadora, solo que as firme.
Y eso hice, pero claro, a cada minima equivocación que yo cometia, ella me decía lo mal agradecida y poco profesional que yo era.
Recuerdo cuando era una niña de 9 años, cuando me encantaba tocar el piano, cuando tenia pasión suficiente como para ser considerada una niña prodigio. Lo adoraba pero ahora solo… no puedo.
Ella se levanto y salió de la habitación dejándome sola, sabia lo que ella quería, que practicara hasta que ella volviera, para que yo lo pudiera hacer perfecto, la ultima ves, se fue por una hora.
No lo pensé dos veces, me levante, desate mi cabello dejándolo libre sobre mis hombros, me quite el estúpido sueter, y la falda larguísima, y me quede con la ropa que traía abajo: unos shorts, y una camiseta de JamieX.
Agarre mi bolso, y sali por la ventana, si salía por la puerta principal, caldwell me veria y me haría regresar, asi que… no era una opción.
Camine hacia la patio trasero de MOF, de repente escuche que tocaban la nueva canción de JamieX. La escuchaba cada noche antes de dormir, y mientras hacia los deberes.
me acerque a la ventana del salón de donde venia la música, y me quede debajo del afeitar, sonaba tan bien… solo que sin piano, y esa canción requería de un piano.
Pararon.
-no podemos seguir asi, sin Tanya en el teclado, no servimos.
-yo se tocarlo-salte yo, como una idiota. Y me arrepentí…
Todos ellos me miraron como si estuviera loca, genial. Ahí estaba Edward, y la tal Irina, junto con otros dos chicos, uno con su guitarra eléctrica y otro con un bajo, Edward estaba detrás de la batería, e Irina tenia otra guitarra.
-¿no eres la chica que estaba ensañando con la señorita Caldwell?-pregunto Irina.
-mi lección termino, y ehhhmm… los escuche tocar esa canción y no quise que se detuvieran. Lo siento, me iré.
-no. vamos a ver que tal toca-dijo Edward.
Enseguida salte por la baja ventana y me acerque al piano eléctrico, lo encendí sin esperar una seña.
-gracias.-le dije a Edward.
-bien, comenzemos-dijo el, después de sonreírme.
Comenzó la batería, luego las guitarras, el bajo, y…. listo.
Tocar esa canción me hacia sentir tan… viva.
Mis dedos paseaban por cada una de las teclas, haciando sonar esa energica melodía.
Era genial, totalmente genial. Y lo mejor de todo era que sentía energía emanando de Edward hasta mi, era hermoso. Lo mire, pero el estaba concentrado en su batería, tratando de no equivocarse.
Cuando de repente, la puerta se abre.
-chicos, lamento llegar tarde….-una rubia, alta, parecida a Irina, solo que su cabello era mas rojizo, se paro en seco, cuando me vio en el piano.
-Tanya, otra vez tarde-dijo Irina.-siempre lo mismo.
Uno de los chicos, agrego:
-cuando vas a aprender a llegar a tiempo, te esperamos media hora.
-esta bien, lo siento. ¿Y ella quien es?-pregunto Tanya.
-ella es Isabella, una alumna de mi tia, ella… se ofreció a tocar mientras tu llegabas.
¿Cómo sabia mi nombre? Acaso… vio el periódico. Oh dios.
-¿me conoces?-pregunte.
-mi tia dijo tu nombre, cuando fuimos a buscar las sillas. Además de que solo habla de ti en casa.-dijo Edward.
¿Qué? Edward era sobrino de la bruja de arrástrame al infierno. Rayos.
-ah,- Tanya me miro de arriba a abajo, haciéndome sentir nerviosa ante su mirada.
-bueno yo… mejor me voy, gracias por dejarme tocar un poco. tome mi bolsa del piso cerca de la ventana, sonreí a los otros y sali de la habitación.
Dios, aun no podía creer que Edward estaba aparentado con la bruja que me torturaba con mi propio piano.
Bueno, llegaría a mi casa a descansar, mañana seria el primer dia de instituto
