Sólo se tú misma...
Era una noche con una Luna que alumbraba casi como un sol, las familias estaban cenando, algunos estaban en el centro comercial, otras
estaban caminando por ahí, pero una chica estaba en el campo de entrenamiento de su escuela, mientras los demás estaban en el salón de
gimnasia.
Su nombre era Polly Pain, estaba sentada en las gradas, mirando el campo, pensando en lo de esta noche.
Era la tan famosa fiesta Sadie Hawkins, ella había sido invitada por Francisco el mejor jugador del equipo de baseball de la escuela de Royal
Woods,
Ella estaba muy contenta, era un chico genial, alguien con quien tenía mucho en común, se dijo así misma que seguro él sentía algo por ella, ya
que tienen los mismos gustos, en algo tuvo razón, tenían los mismos gustos pero...
Ella al entrar al aula de gimnasia, se percata de que hay muchos chicos y chicos, se puso a buscar a Francisco, lo que vio le rompió el
corazón, ver a Francisco tomado de la mano de Christina, una chica muy hermosa, lo más doloroso fue ver que la besaba.
En sí Francisco se había olvidado de su invitación a ella, por qué no decirlo era un patán de primera, es que era de esos chicos más populares
de la escuela que creen que pueden hacer a la gente lo que quieren.
Polly no lloró, solo salió caminando hacia el campo de entrenamiento.
Sólo suspiraba y decía:
- ¿Qué hice para que me hiciera eso? Nunca le negué mi ayuda, siempre fui muy atenta, tenemos tanto en común, ¿Que no entiendo por qué
me hizo -Suelta una lágrima- esto? ¿Acaso es mi actitud brusca o es que no soy muy femenina? Si es así prometo cambiar, de veras
cambiaré.
En eso se escuchan unos sollozos gradas arriba, ella volteo a ver quién era, distinguió un cabello blanco, no hizo falta preguntarse quién era.
Lincoln Loud había invitado a Christina Anderson al baile, pero ella lo rechazó, diciéndole que no iría a esa tonta fiesta, pero su boca decía
una cosa pero su presencia en la fiesta otra.
El joven peliblanco había ido para pasarla bien almenos en compañía de sus amigos, pero al percatarse de la presencia de Christina en la fiesta
fue directo a hablarle pero ella lo rechazó, le dijo que no andaba con perdedores y muchas cosas que lo humillaron, en ese momento Francisco
llega con dos vasos con ponche y sin pensarlo dos veces se los tira encima a Lincoln, eso hace que los que están cerca de la escena comiencen
a burlarse.
Por eso Lincoln estaba ahí en las gradas.
Lincoln se da cuenta de Polly y le dice:
-Hola Polly no te había visto -se seca las lágrimas- ¿Cómo estás?
-Hola Lincoln, pues estoy bien - mirando cabisbaja- y tú, ¿Qué me cuentas?
-Pues que te puedo decir me gusta ver la Luna -Miente mientras sigue limpiándose las lágrimas- es una Luna diferente a la de todos los días.
-Lincoln -de manera amable- no tienes que fingir conmigo, dime qué es lo que te paso?
-Pero tú también dime -dandose cuenta de unas lágrimas de Polly- ¿Por qué te sientes triste?
-Claro, pero tú comienza.
-Ok.
Y cada uno comenzó a contar el por qué de sus lágrimas, Polly se da cuenta que Lincoln se ha llevado la peor parte.
Polly le dice:
-Lincoln, lo que te hicieron -con un rostro de enojo- me llena de tanta rabia.
-Solo hay que olvidar -de una manera tranquila- además la noche aún es joven.
-Si tan -soltando lágrimas- solo fuéramos diferentes a lo que somos...
-Polly -con una seriedad- es lo más tonto que he escuchado, ¿Por que tendrías que dejar de ser como eres?
-Porque si yo fuera diferente -triste y con lágrimas en su rostro- creo que Francisco se hubiera fijado todavía en mí, y no hubiese invitado
a Christina.
-Polly, Francisco -comprensivo- es el típico chico que se aprovecha de las personas, cuando ya le sirvió las desecha, así que no es por culpa
de tu forma de ser, y si alguien tiene que cambiar es él no tú, porque tu forma de ser es especial.
-¿De veras -con asombro- piensas que soy especial?
-Claro Polly -le muestra una sonrisa- me encanta como eres, no me importa que seas brusca, eres alguien genial y eso te hace única.
Entonces Polly, abraza a Lincoln con fuerza y le dice:
- Gracias Lincoln -alegre mientras sigue soltando lágrimas- tú también eres especial.
-De nada Polly -sonriendo y con dudas- ¿Y por qué yo soy especial?
-Pues por tu blanca cabellera -sincera- y porque en el anterior baile Sadie Hawkins me pareciste un chico genial, aparte que supiste lidiar con
cuatro chicas.
-Tienes razón -alegre- no todos tienen tres chicas buenas y una genial, por eso Polly nunca cambies, a mí me gusta como eres y así no me
gustara, te deben aceptar igualmente, porque cada uno tenemos algo que nos hace únicos.
Polly se queda sorprendida por las palabras de Lincoln, entonces se acerca a él, le toma su mejilla y le dice:
- Lincoln -con una mirada tierna- ¿Todo lo que dijiste es cierto?
- Sí Polly -nervioso- todo lo que dicho es cierto.
-Lincoln...
Entonces le roba un beso, no más de cinco segundos, ambos están muy sonrojados, él le dice:
-Polly, yo quisiera que tú nunca cambies -de forma tierna- si tú quieres, a mi lado nunca tendrías que cambiar.
-Lincoln -esbozando una sonrisa- yo también quiero estar a tu lado, yo tampoco quiero que cambies, me gusta como eres.
Entonces se recarga en el hombro de Linky, quien diría que desde ese momento una chica de patines y casco junto con un chico peliblanco
serían los más felices de la vida, solo aceptandose como son...
