COMO EN UN ESPEJO

TITULO: Como en un espejo

PAREJA: Dean/Cass Cass/ Deanna y las que se agreguen.

Disclaimer: ya saben los personajes no me pertenecen son propiedad de la CW y de Eric Kripke o las cosas serian diferente y bla bla.

Advertencias: AU y un poco de Ooc

Resumen: ubicado después de la séptima temporada.

Deanna Winchester era una chica practica, le encantaban los pasteles de manzana y hacer el vago todo el día, tenía una hermanita menor a la cual no había visto desde que esta peleo con su madre y se escapo a la universidad, sin embargo Deanna no era una chica normal, le encantaban los chicos como a todas joder claro que disfrutaba de ellos pero jamás se había detenido a pensar en tener algo serio con alguno de ellos.

CAPITULO 1: UNA CHICA DIFERENTE

¿Dean? – dijo un sorprendido Samuel tirando su cepillo dental, si creyó que ya nada les sorprendería estaba muy equivocado.

¿Dónde estoy, quienes son ustedes? – ordeno aquella chica con la mirada ya entre cerrada y tomando su arma con gran maestría - ¿y dónde está Sammy? – termino cargando el arma sin dejar de apuntarles.

Deanna Winchester era una chica practica, le encantaban los pasteles de manzana y hacer el vago todo el día, tenía una hermanita menor a la cual no había visto desde que esta peleo con su madre y se escapo a la universidad, sin embargo Deanna no era una chica normal, le encantaban los chicos como a todas joder claro que disfrutaba de ellos pero jamás se había detenido a pensar en tener algo serio con alguno de ellos.

Solía usarlos solamente para salir de problemas, de sus tensiones ocasionados por su madre o de la constante soledad que aun que ella lo negara invadía su alma, para eso estaban los chicos simple y sencillamente para el sexo para deshacerse de aquella pesadilla que ella solía llamar vida.

Aquella vida que se arruino cuando era niña cuando un demonio decidió que era muy divertido destrozar su casa y convertir en barbacoa a su padre, Mark Winchester murió como un héroe, tratando de proteger a su esposa e hijas, de aquel ser que tras aburrirse un día decidió hacerles una visita, desde aquel día su madre revelo un secreto que creía jamás seria expuesto a la luz, ella era una cazadora y como la mayoría de los cazadores que incursionan en este mundo ella regreso movida por la venganza.

Desde aquel entonces para Joanna Winchester no había otra cosa más importante que detener a aquel ser que había asesinado a su esposo detenerlo y destrozarlo parte por parte sin importarle que con aquello arrastrara a una vida llena de carencias a sus dos pequeñas, el alma destrozada de aquella joven esposa exigía venganza y por muchos años ese fue su móvil.

Para Deanna o Dee como solía llamarla Sammy su pequeña hermanita la vida consistía únicamente en seguir sus pasos, manejar con gran maestría la mayor cantidad de armas, aprender a utilizar a los hombres para siempre tener información y desplazarse como toda una amazona en batalla, sin importar los daños colaterales, ella era así, una chica practica, por eso desde pequeña corto su larga cabellera dorada, aquella que a su padre tanto le gustaba, y había enterrado junto a él, por eso desde joven siempre cuido de Sammy como una madre, tuvo que dejar de ser una niña y madurar, tuvo que dejar de soñar con castillos y princesas para descubrir que en efecto todas las brujas son malas y que aquellos deseos siempre tienen un precio nada agradable, tuvo que perder aquella inocencia y enfrentara a la vida.

Así mientras la mayoría de las jovencitas de 15 años soñaban con ir a bailes y tener novio, Dee tenía que matar vampiros, cazar hombres lobos aprender a sobrevivir y salvar vidas sin importarle que nadie nunca se lo agradezca, por eso cuando todos Vivian en su mundo feliz ella terminaba en algún club restregándose desesperadamente a algún chico para aliviar su estrés, para aliviar su dolor, pero sobre todo para librar aquella soledad.

Con el tiempo el cabello de Dee dejo de ser como aquellas cabelleras de una jovencita sedosas y perfumadas, sus largas piernas se fortalecieron y sus brazos eran tan fuertes como para enfrentarse a un hombre lobo y salir bien librada, con el tiempo Dee dejo de ser una chica y se convirtió en una mujer, buscando desesperadamente a su madre, teniendo que pedir la ayuda de su pequeña hermana.

Samantha Winchester, si pequeña, que ahora que la veía bien ya no era tan pequeña, pero seguía siendo su hermanita, aquella que solía abrazarla por las noches cuando tenía miedo, aquella que le pedía jugar a las muñecas mientras ella tenía que enseñarle a usar un arma, aquella que les abandono para irse a Stamford y convertirse en abogada, aquella a la que en secreto envidiaba.

La búsqueda fue larga y sin muchos avances y cuando por fin la encontraron solo fue para que muriera en manos de aquel horrible demonio, aquel que había asesinado a su padre también se llevo a su madre todo por aquel estúpido contrato y para salvar su vida nunca lo reconocerá pero en aquel momento le odio, le detesto por dejarle para terminar su trabajo, la detesto por abandonarla como sabia hacerlo y dejarle cuidar a Sammy tras aquella horrible revelación, la dejo con la responsabilidad de saber que algún día su pequeña hermanita se convertiría en algo que ella tendría que matar, la odio por que nunca le permitió elegir por sí misma.

Entonces tuvieron que pasar más cosas ella tenía que salvar a Sammy de aquel demonio y de sus torturas, le vio morir y no lo resistió mas Deanna Winchester era egoísta y prefirió vender su alma a perder a su única familia, prefirió hacer sufrir a Sammy a tener que vivir toda una vida en soledad.

Llego al cruce de camino eh invoco al susodicho mas al estar a punto de besar a aquel hombre que le daba un año de vida solamente por su alma, aquello comenzó, una luz la inundo de pronto y todo a su alrededor desapareció frente a ella estaba un hombre bajito de gafas, con el pelo todo desordenado y con una barba que deja ver que no era muy aseado, usaba una bata sobre sus ropas y pantuflas, ok aquello la saco de onda y tras apuntarle con su arma su respuesta le descoloco por completo.

Soy tu padre – dijo con aquella voz llena de ternura – no temas mi pequeña.

Mi padre está muerto y te aseguro no eres tu – cargo el revólver sin pensárselo dos veces.

Lo se, ahora está en su propio paraíso esperando por tu madre aquella que cayó al infierno – le sonrió dejándole ver una blanca sonrisa.

¿que eres? – pregunto un poco molesta sin rastros de todo el alcohol que había consumido para llegar a donde estaba.

Yo soy el todo y la nada, el principio y el fin, el alfa y el omega – fue entonces cuando Dee tuvo miedo, no de sus palabras, ni de que aquel ser lo que sea que fuera le estuviera engañando, miedo por que tras decir aquello una suave luz iba dejándose correr por su cuerpo, atrapándole en un caluroso y reconfortante abrazo, tuvo miedo de aquella sensación idéntica a la que tenía cuando su padre le abrazaba.

Mientes – dijo al borde de sus lágrimas.

Me temo que no hija, y sé lo que tramas y donde para todo esto – le miro acercándose un poco para acariciar su cabeza – sin embargo quiero evitarte todo ese sufrimiento, no puedo dejar que te equivoques, no otra vez.

Quiero a Sammy – susurro limpiándose las lagrimas en la manga de su cazadora de cuero como un niño pequeño que ha sido regañado – quiero que viva.

Y lo hará – le miro con ternura – pero antes necesito de tu ayuda – le miro con dulzura y un brillo que no supo expresar.

¿lo hare si traes a Sam de regreso? – le miro firme sin importarle las consecuencias para ella nada tenía sentido sin su ahora única familia.

Bien por que necesito que te ayudes – sonrió ante la mirada incógnita del otro – a tu otro yo – bajo la mirada al suelo donde no había nada más que nubes, por un momento sintió el vértigo de las alturas – necesito que me ayudes a hacerle entender.

Y antes de poder maldecir por no entender aquella explicación sintió un vacio en el estomago y todo aquel humo comenzó a desvanecerse, teniendo demasiado sueño para su buen gusto.

Pero que mierda – grito aquel hombre rubio tras despertarse junto al pequeño cuerpo de la joven.

¿Qué pasa Dean? – pregunto su hermanito saliendo del baño con el cepillo aun entre dientes - ¿y esa chica? – se preocupo pues cuando se levanto no había ninguna joven en la cama de su hermano.

Yo que voy a saber Sam desperté y esto ya estaba aquí – se levanto de golpe para quedar junto a su hermano.

¿de dónde salió? – pregunto más preocupado su hermano temían cualquier cosa por su experiencia y dentro de el temía tener que hacerle daño a aquella joven que le resultaba vagamente familiar.

Sammy – susurro la joven incorporándose mientras se tallaba los ojos para terminar de despertar.

¡Joder! – grito el mayor de los hermanos al ver detenidamente a la joven, o mejor dicho al reconocer aquellos ojos verdes, aquella nariz, aquellas pecas bajos sus ojos y aquel colgante en su pecho.

¿Dean? – dijo un sorprendido Samuel tirando su cepillo dental, si creyó que ya nada les sorprendería estaba muy equivocado.

¿Dónde estoy, quienes son ustedes? – ordeno aquella chica con la mirada ya entre cerrada y tomando su arma con gran maestría - ¿y dónde está Sammy? – termino cargando el arma sin dejar de apuntarles.

Hey tranquila – respondió el rubio levantando ambas manos en señal de paz – la que se apareció eres tu – le señalo.

Dean no creo que debas – le paro su hermano, ante el mención de aquel nombre algo en su interior se removió, aquel hombre le miraba de aquella forma tan característica y entonces enfoco bien y ambos ojos se miraron aquel verde tan penetrante del cazador comenzó una batalla con el verde hierva de la joven cazadora – que tal si bajas el arma y – la voz del segundo hombre se escuchaba a lo lejos pero estaba más atenta a la mirada tan profunda del rubio que apenas si le escuchaba.

Dean – una voz grave y profunda interrumpió sus pensamientos, pues a un costado de ella un tercer hombre se apareció, teniendo buenos reflejos apunto el arma frente al hombre que usaba una gabardina y se encontraba todo despeinado, joder a donde había ido a parar que veía a todos esos tíos tan raros, desecho ese pensamiento y trato de analizar por qué aquel sujeto se le quedaba viendo con la cabeza ladeada tan fijamente, se sintió amenazada, nunca en su vida, aquella donde veía hasta lo más bizarro se sintió tan desprotegida como en aquel momento en el que aquellos pozos de mar la miraban fijamente.

¿Cass? – atino a hablar el cazador rompiendo con aquel intimo contacto entre la joven y el ángel – joder tío si vas a hacer algo hazlo ya – grito molesto por haber presenciado aquella intensa guerra de miradas.

…- el ángel desvió la mirada y se le quedo viendo fijamente por unos segundos y después pronuncio – Dios ha regresado al cielo – y tras decirlo se acerco un poco al rubio pero su mirada se desvió al más alto – hola Sam

¿Dios qué? – pregunto impactado el cazador – así que papi Dios se canso de jugar a las escondidas ¿eh? – aquella revelación hizo pedazos la tensión en aquel cuarto y Dean se dio el gusto de relajarse bajar los brazos y acercarse enojado a Castiel.

¿Dónde está?- pregunto la joven y toda la atención se centro en ella otra vez. - ¿responde o te meto una bala por el culo? – se acerco peligrosamente al ángel, quien la miro con intriga.

Alto ahí – grito el cazador y tras jalar al ángel tras de sí de un solo movimiento desarmo a la joven, no es que ella fuera mala lo que pasa es que el tenia más experiencia – primero deja de apuntar con eso niñata y segundo el único que amenaza aquí soy yo – y tras decir eso se giro frente el ángel – y tu explica eso de que papi Dios regreso.

Tu no me das ordenes – grito la joven muy enojada y de un manotazo le giro para encararla – ¿quién demonios te crees?

Tranquilícense – grito Sam que al parecer había sido ignorado todo ese tiempo – ¿podrías decirnos que está pasando aquí Cass? - miro al mencionado mientras los dos rubios se miraban con odio – ¿sabes de casualidad quien es ella? – le señalo.

Dean

Responde Cass – grito el mencionado, sin apartar la mirada de la joven.

Dean – ambos cazadores pusieron los ojos en blanco tras creer que el ángel estaba eludiendo la pregunta pero antes de poder replicar soltó la bomba – ella es Dean, eres tú de otra realidad.

¿Eh? – dijeron los dos implicados, y fue como si un cubo de agua fría les cayera de golpe.

Joder Cass quieres explicarte de una puta vez – entonces toda la atención recayó en el mencionado quien solo camino unos pasos como admirando la habitación.

La miel es saludable – dijo de repente – eh estado recolectando miel otra vez esta vez eh ido a un lugar especial y les eh traído un poco – se hurgo entre sus bolsillos.

Cass

Venia de camino pero Dios me llamo y por eso tarde en traérselas – siguió buscando – pero después Dios dijo que quería probarla y se la di, lo siento chicos iré a buscar más para ustedes…

Para el carro – le grito un desesperado Dean – tu no vas a ningún lado hasta que expliques toda esa mierda.

Ya te lo dije Dean Dios regreso al cielo, está poniendo orden entre todos nosotros y se quedo con la miel que era para ustedes.

Y una mierda la miel – le grito ya muy cerca de su rostro jalando la gabardina – ¿qué significa que ella esté aquí? – dirigió una mirada a la susodicha que no acababa de procesar todo.

…..- Castiel guardo silencio unos segundos y se quedo mirando fijamente a Dean – no lo sé – al fin respondió mirándolo de aquella forma tan característica, que hizo estremecer al cazador y le soltó.

A ver – trato de poner orden Sam – primero que nada ¿cómo te llamas? – se volteo a la joven, pero ella no quería responder – anda tu también quieres saber que sucede ¿no?

Deanna – dijo al cabo de unos minutos – Deanna Winchester – término para cruzarse de manos y mirarlo de aquella forma que solo Dean sabia hacerlo.

Bien – suspiro Sam al menos cooperaba – yo soy Sam y el es Dean Winchester somos…

¿Hermanos? – termino su frase – joder a esto se refería – murmuro para sí pero fue escuchada por el menor que estaba más cerca.

¿Se refería quien? – la cuestiono.

Dios – le respondió de buena gana y es que el tenia un no sé qué, que le hacía confiar un poco, además se llamaba Sam como... hostia puta, si ella era el otro yo del rubio engreído (ella no era engreída claro que no solo aquella copia) entonces él era – Sammy – le miro con felicidad – joder tío hasta siendo hombre eres más alto que yo – y comenzó a reír.

Así que también hay una Sammy chica eh – Dean había perdido todo interés en Cass cuando aquella tía empezó a hablar de su hermanita. – y dime también es tan llorona como él.

Dean – el susodicho le miro con desprecio.

Joder si Samantha es tan femenina y especial, le encanta cuidar su cabello y siempre dice cosas como Dee deja de comer comida chatarra, Dee arréglate un poco, Dee no bebas eso no lo hace una chica – y tras decir eso ambos rubios soltaron a reír como poseídos.

Jajaja lo sabia Samantha – poso su mano sobre el hombro del mencionado – eres toda una dama jajaja – estalló en risas nuevamente.

Pero aun así es muy lista, es la persona más inteligente que hubiera conocido, sabes ella fue a Stamford hasta que… – entonces callo de golpe, "hasta que le arruine la vida, pensó para sí".

Hasta que le pediste ir a buscar a tu padre – termino la frase el más alto por ella.

Mi madre – dijo casi susurrando – Joanna, ella buscaba al demonio que mato a mi padre y…

Está bien enséñamela – la paro el rubio – si eres yo y hemos vivido lo mismo quiero que me muestres la marca que dejo Cass cuando nos saco del infierno – y tras decirlo se levanto la manga para que la joven apreciara su quemadura.

Yo no eh estado en el infierno – dijo con firmeza pasando la mirada de la huella en el hombro del joven a sus ojos verdes.

¿Qué es lo último que recuerdas? – pregunto Sam tenían que saber de qué época venia.

Estaba haciendo un trato por que Sammy estaba muerta y…- empezó a relatar.

¿Te dio un año?- pregunto Dean.

Sí, pero entonces Dios lo interrumpió y dijo que si le ayudaba la traería de vuelta – se paro frente a ellos, no supo en qué momento se había sentado sobre la cama quizás cuando empezaron a reír – el dijo ayúdame a hacerle entender y entonces desperté aquí.

¿Y eso que mierda significa? – grito enojado el cazador.

Quiere darte una lección – interrumpió Castiel quien había escuchado toda la conversación en silencio, sin perder detalle de los movimientos de la joven comparándolos con los del cazador.

Una lección – le grito molesto – que le den, todavía que desaparece y tengo que limpiar su desorden piensa darme una lección – estaba molesto – y que quiere que aprenda de la versión tía de mi.

Esto es importante Dean – se giro a la joven – ¿sabes que tenias que enseñarle?

No – le miro y sin poder evitarlo levanto la mano para tomar aquel mechón entre sus manos – incluso siendo un tío tu cabello es tan sedoso.

Gracias – le sonrió un muy apenado Sam, por que aquella chica era su hermana técnicamente aun así no podía evitar pensar que era demasiado atractiva.

Hostia cuando le tenga en frente le partiré la cara – grito al cielo como si alguien le viera.

Dean no deberías amenazar a Dios – hablo Castiel – tenle respeto – ahora si utilizo aquella voz y porte tan característico que decía soy-un-puto-ángel-del-señor-y-te-puedo-hacer-picadillo-en-cualquier-momento.

Callaos – detuvo aquella guerra silenciosa la joven – primero que nada y ya que estoy enterada de que al parecer tengo que ayudar a mi gilpollas versión macho a no sé que, primero desayunemos y después quiero detalles

¿Desayunar? – dijo un descolocado Sam.

Eso dije Sammy – le miro acercándose unos pasos, total se suponía que aquel hombre era su hermana, así que por qué no llamarla con confianza – y quiero comida de verdad no esa basura que tu sueles comer.

¿Quieres decir ensalada? – le miro descolocado.

No – dio pequeños golpecitos con su dedo índice en su pecho, joder sí que era alto mucho más que su Sammy – una hamburguesa y pie de manzana.

El parecido es impresiónate – dijo el ángel antes de que el cazador se cubriera con ambas manos y se dejara caer en la cama.

Genial pensó él, ahora tenía que lidiar son su yo femenino por qué a Dios se le ocurrió darle una lección, lección sus huevos que ya no estaba en la escuela para que se las dieran. no parecía haber nada que hacer ante la impaciente mirada de la joven que quería desayunar hamburguesa y pie, bueno al menos tiene buen gusto pensó y se levanto para seguir a los que ya le pensaban abandonar en el motel.