Esto es ficción, no tiene nada que ver con la realidad los personajes le pertenecen a Stephenie Meyer, yo solo juego con ellos, y de paso los manipulo y los hago sufrir , solo a veces...

"Que el cielo nos impida hacer sufrir a Edward"

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Summary: Han pasado diez años después de aquel "felices por siempre" al termino de amanecer. Hoy Edward debe lidiar con una hija adolescente y una esposa que se empeñará en ocultarte un gran secreto. Sin ser conciente de que aquella debilidad sería la causante de llevar a la ruina a su familia, y con ella al resto de los Cullen. Anteponiendo los deseos de su cuerpo por sobre la razón.


A la espera del Anochecer

Bella

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Atraje a mi pequeña hacia mis brazos, quien pese a ya ser una mujer, para mí siempre sería una niña, mi angelito. Deslicé mis dedos por sus ahora largos y finos rizos cobrizos. Aquella hechizante y hermosa característica que en sus inicios me colmó de gozo por saberla heredera de la belleza de su padre.

Me dediqué a susurrarle al oído palabras de confort, y le repetí una y otra vez que no existían motivos para temer, que todo estaría bien, que por favor intentase mantener la calma.

Renesmee llevó su suave y cálida mano hacia mi rostro y me mostró una imagen que me hizo comprender lo erradas que habían sido mis anteriores palabras. El dueño de sus pensamientos se encontraba a espaldas mías y por mucho que le temiese debía hacerle frente.

Gire a velocidad inhumana y frente a mi se hizo presente aquella imagen.

Sus hermosos ojos se mostraban bañados de un sombrío ónix, la reluciente y nívea piel que tiempo atrás solía deslumbrarme sin mayor esfuerzo hoy se mostraba manchada por restos de sangre inocente, perfume más dulce y apetecible que alguna vez creí posible.

La belleza de mi esposo hoy se mostraba opacada bajo el manto de la muerte, los últimos vestigios de vida de un ángel se mostraban amilanados ante el implacable cazador. Repartidos sobre su nívea piel y mezclados con su fragancia dulzona.

Dulces destellos provocados por el astro rey resplandecían en su semblante dándole al depredador un aspecto demoniaco y bestial. Y por un instante temí por la integridad de mi hija y la mía propia.

— ¿Qué has hecho? — pregunté aterrada. Aún a sabiendas del origen de aquel aroma.

Él no podía haberlo matado, mi esposo no podía hacerme esto. Edward jamás asesinaría a un inocente.

— Recobrar mi vida, mi esposa y mi familia. — respondió en un bufido, y esas tres palabras lo significaron todo. Él lo había hecho.

Mi Edward, mi sol, el amor de mi existencia me había lastimado donde más dolía. Edward había asesinado al motivo que me mantenía en pie. A la persona que después de Renesmee lo significaba todo.

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Edward

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Y ahí se encontraba ella. Frente a mí, pero dándome la espalda, como si su traición e indiferencia no fuesen suficientes. Mi mujer, mi Bella, tan inocente y a la vez tan culpable.

¿Qué había hecho mal para que me fallase de esta forma?

¿Por qué el cruel destino tenía que jugarme nuevamente una mala pasada, de forma tan aberrante?

Cien años esperé por ella, buscándola, añorándola, deseándola... Y ahora, gracias todo estaba perdido, gracias a la aparición de aquel ser, el mismo que finalmente yacía muerto, para el alivio de mi inerte corazón.

Un siglo tirado a la basura ¿Para qué?. La amaba, que el cielo me partiese si no fuese cierto aquello.

Estaba seguro de una cosa, la perdonaría, porque era mi vida, porque a pesar de todo era mi amor, porque no concebía una existencia sin ella, pero algo en mi interior me alertaba de forma sutil que finalmente terminaría siendo yo quien pidiese perdón de todas formas.

¿Qué habíamos hecho mal, para que justamente ahora se viniese todo abajo?

¿Por qué aquel sueño que habíamos formado se desvanecía de forma tan dolorosa, incapacitándome de actuar, como mudo testigo?

Como si mis manos estuviesen atadas…

Al final, aquello a lo que tanto había temido, finalmente había salido victorioso, salía a flote y junto con él arrastraba a mi Bella.

Yo era un monstruo y la había arrastrado a mi mundo. Al no haber sido capaz de dejarla, ¿Por tuve que amarla tanto?.

¡¿Por qué decidió convertirse en esto?! , Pero, por sobre todo ¿Por qué tuvo que encontrado a él?

Algo dentro de mí me decía que yo era el responsable de que todo esto sucediese, por no haber puesto limites, por haberla convertido, por querer arrebatarla del mundo tan rápido.

Yo era el culpable, ya que al final era el verdadero causante de este caos.

¿Y cómo no serlo si aunque fuese vampiro jamás fui lo suficientemente bueno para ella?

— ¿Qué has hecho? — Preguntó con gesto horrorizado en aquel semblante de belleza innata.

— Recobrar a mi vida, mi esposa y mi familia. — Y en mi interior el monstruo escondido soltó un rugido, porque fuese como fuese… lo había hecho por nuestro bien.

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