La pequeña dio un profundo respiro y acomodó su cinta en el cabello. Se vio al espejo y sonrió, luego sonrió más amplio, cerrando los ojos.
—Estoy lista... Estoy lista —se dijo a sí misma, abriendo los ojos otra vez—. Se lo diré a hermano mayor... ¡se lo diré! ¡Deséame suerte, Kore! —pidió a su oso de felpa que continuó sonriendo y se fue de la habitación.
Su sonrisa desapareció al encontrarse a su hermano Suiza tomando el té con Austria. Sus mejillas sonrojadas y su mirada baja...
No. Liechtenstein no se lo diría aún.
Decirle que salía con Roderich cuando Roderich aún estaba en esa sala era como tirar un fósforo a una montaña de pólvora.
Super corto pero está hecho con amor(?)
